Sinopsis
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En un futuro cercano, una crisis energética amenaza a la raza humana. Astronautas de todo el mundo se reúnen en una estación espacial para probar una tecnología experimental, pero los resultados no son los esperados, y el equipo queda aislado luchando por su supervivencia.
Crítica
Aventura espacial para dar las respuestas que no tuvimos en las dos películas anteriores.
La tercera parte de la saga Cloverfield ya se ha estrenado en Netflix. La producción de J. J. Abrams que empezó siendo un choro de aire fresco para el género kaiju y que paso por el thriller claustrofóbico ahora se traslada al espacio orbital para mezclar un poco las dos entregas anteriores.
Nos situamos en un mundo al borde de una guerra mundial avivada por la crisis energética, algo totalmente plausible, después viene el fantástico. En el espacio unos científicos intentan crear una nueva fuente de energía a partir de un acelerador de partículas y es entonces cuando se produce «la paradoja». Si la anterior entrega resultó algo insatisfactoria en el sentido de que no expandía el nuevo universo Cloverfield de Abrams arrojando luz sobre las criaturas que amenazaban nuestro planeta en este caso sus seguidores pueden quedarse más satisfechos. Por un lado tienen la ciencia ficción del cineasta desatada por completo y además pueden contar que con este nuevo título de la saga cinematográfica Cloverfield se obtienen explicaciones satisfactorias. Y estas respuestas llegan nada más empezar la película, cuando un personaje nos explica en qué consiste la «Paradoja Cloverfield», la cual no os voy a detallar, tranquilos no destripo nada. Entonces ¿descubierto esto tan pronto tiene interés ver qué sucede con los nuevos personajes y con la Tierra? Por supuesto que sí. Se nota que la ciencia ficción es el punto fuerte de J. J. Abrams y que ha hecho bien a la hora de escoger a Oren Uziel (‘Lago Shimmer’) y Doug Jung (‘Star Trek: Más allá’) para escribir la historia. Los dos escritores de esta película están a la altura del imaginario del autor de historias como ‘Perdidos’ o ‘Fringe’.
Lo que es menos admisible es la incorrección científica de la película, pero es que tampoco se busca. Como el que los científicos dependan de un «combustible» para encender un acelerador de partículas, ya que realmente estos funciona con alto voltaje, intensidad, vacío… La película le hace un flaco favor a este tipo de proyectos científicos. Señores detractores del LHC, por favor, tómense ‘The Clovervield Paradox’ como una historia de ciencia ficción que nos plantea una situación la mar de interesante, nada más.
Ya podemos hablar de trilogía y parece que de saga, porque da para más. Pese a que en este nuevo filme tenemos varias sorpresas, los títulos anteriores tenían mejores giros. ‘The Clovervield Paradox’ tiene cosas que te ves venir y varios tópicos históricos, culturales e incluso de otras aventuras espaciales y de la cinematografía de Abrams. Aún así la película desempeña la función que los espectadores demandaban. Por otro lado económicamente se nota que ha habido más empeño pues tiene mayor dotación económica que sus dos predecesoras y un acabado superior al de aquella primera parte que tan mediática llego a ser y que tan efectiva fue al esconder a su kaiju. Solo hay que ver la gran cantidad de imágenes que nos ofrecen de la Estación Espacial Internacional (que se inventan para la película) o los eventos que nos recrean después.
También ha contado con actores conocidos y bastante jóvenes. El filme se apoya bastante en un cada vez más presente Daniel Brühl, que en este caso en vez de su sangre española ha sacado a relucir sus orígenes germanos. Despunta mucho Chris O’Dowd pero por que siempre se nos queda grabado aquel que tiene los momentos más cómicos y por que personalmente le tengo cierto cario desde ‘Los informáticos’. No obstante quien tiene más peso en la película es Gugu Mbatha-Raw. Es el eje del filme, todo y todos pasan por ella, repitiendo así Cloverfield protagonista femenina de un modo que también resulta eficiente. No cabe duda de que a Mbatha-Raw no le queda nada por demostrar, también se desenvuelve bien en este tipo de aventuras mezcladas con acción.
Por último, para pasar por el aro de esta película hay que ser algo fantasioso y estar una pizca enamorado del género. Seguro que algunos de vosotros como yo os resistís a creer que sea una casualidad que el acelerador de partículas se llame Shepard, como el protagonista del ‘Mass Effect’. No es más que otro guiño de unos rendidos a las historias espaciales con la capacidad de rodarlas. Lo tenían en bandeja, al fin y al cabo toda la película trata sobre una paradoja, sobre un efecto de masa.
Ficha de la película
Estreno en España: 4 de febrero de 2018. Título original: The Cloverfield Paradox. Duración: 102 min. País: EE.UU. Dirección: Julius Onah. Guión: Oren Uziel. Música: Bear McCreary. Fotografía: Dan Mindel. Reparto principal: Gugu Mbatha-Raw, David Oyelowo, Daniel Brühl, Elizabeth Debicki, Zhang Ziyi, Chris O’Dowd, John Ortiz. Producción: Bad Robot, Paramount Pictures. Distribución: Netflix. Género: thriller, acción, aventuras. Web oficial: https://www.netflix.com/title/80134431