En Alquiler y Venta Digital el 12 de enero y en 4K Ultra HD, Blu-rayTM y DVD el 24 de enero.
La segunda parte de Kingsman (crítica aquí) ya pasó por nuestras carteleras y ahora quiere quedarse en nuestras casas. La película será lanzada en digital el 12 de enero pero a partir del 24 la tendréis disponible en 4K Ultra HD, Blu-rayTM y DVD gracias a Twentieth Century Fox Home Entertainment.
El lanzamiento de ‘Kingsman: El Círculo de Oro’ ofrecerá a los fans más de dos horas de contenidos extra que les permitirá sumergirse en exclusiva en el universo de los Kingsman y los Statesman. Los extras de las ediciones de Blu-ray™ y 4K Ultra HD™ de la película de Matthew Vaughn son:
KINGSMAN: DENTRO DEL CÍRCULO DE ORO (Documental)
Destilando la historia: el regreso de Kingsman
Traficante, Sastre, Sureño, Espía
El invitado especial de Poppy: Elton John
La guarida de los malos, el cuartel general pretencioso
Trajeados y vaqueros
Elección de armamento
Hermanos de armas
El Protocolo del Juicio Final: Efectos especiales
Fin del juego
Caos en el taxi: Anatomía de una persecución asesina
Los archivos Kingsman
Arte conceptual: sets, vestuario (36 imágenes)
Imágenes: detrás de las cámaras, sets de rodaje, atrezo, reparto (52 imágenes)
Hablemos sin destripar nada, aquí el que destripa es Frank Castle.
El único con derecho a tirar del hilo y poder destripar es Frank Castle. Durante casi todas las publicaciones que hemos leído, al menos las que yo poseo, sobre el personaje de Marvel este es perseguido por su carácter radical, por el modo en que trata a los criminales pero también por la información que puede desvelar tras su pasado como marine. Estas dos facetas están bastante bien explotadas en la nueva serie de Netflix, aunque hay que advertir de antemano que ‘The Punisher’ aporta un nuevo tono, un matiz diferente a la franquicia de superhéroes de Marvel/Netflix. No soy muy dado a usar el término brutal, creo que hoy en día se abusa mucho de esa palabra, pero no encuentro mejor calificativo para el Castigador de Jon Bernthal y el modo en que irrumpió en la serie ‘Daredevil’. De momento no continúa exactamente con la energía que le dio a su personaje en aquella temporada, pero todo presagia que en esta nueva etapa en solitario su intensidad irá in crescendo. Al menos así han ido los seis primeros episodios que he podido visualizar, a si es que paciencia que esta serie es para tomársela con calma y dejar que Punisher haga las cosas a su ritmo, que también parecía que iba a estar muy limitada en cuanto a localizaciones y poco a poco va ampliando su repertorio.
Como he dicho, Netflix me ha permitido acceder a media docena de capítulos (de trece que tiene esta primera temporada que se estrena el 17 de noviembre) ubicados tras lo sucedido en ‘Daredevil’ y que conforman una trama de corruptelas, conspiraciones, espionajes y soldados traumatizados. Pero no os preocupéis, no es una serie basada en los diálogos, tiene su acción, que como he dicho se va incrementando poco a poco y no hay capítulo que de un modo u otro no tenga su tiroteo. Y aunque estuviese centrada en los soliloquios o en las discusiones, en los cómics de Punisher también hay espacio para la crítica y el debate. La serie no se queda atrás y hace su dura reflexión sobre los fallos del sistema y la sociedad estadounidense con respecto a lo militar y las armas. De todo esto viene que diga que cambia un poco el enfoque con respecto al resto de series que hasta ahora Netflix ha realizado basadas en cómics de Marvel, que si ya nos parecía que huían de la comparsa de las mallas de las viñetas no eran tan realistas como esta.
Los fans acérrimos del personaje van a ver como este nuevo Castigador hace cosas atípicas. No es exactamente el justiciero que levantó y popularizó Garth Ennis pero sigue siendo esa fuerza de choque que cada vez que habla escupe plomo, que mata delincuentes sin remordimientos ni diplomacia y que tiene una psique extenuantemente compleja. Él castiga pero también está castigado y atormentado, eso no se pierde. Para los que no conozcan al personaje (esto no es spoiler, es poner en situación) Frank Castle es un perfecto marine norteamericano casado y con hijos cuya vida se ve radicalmente truncada al ser su familia asesinada. El sistema le da la espalda, su nación le falla y él se toma la justicia por su parte castigando mortalmente a los culpables. En esta nueva serie podríamos decir que Bernthal hace un poco lo que Julián (Rodolfo Sancho), en ‘El Ministerio del Tiempo’, martirizarnos a nosotros también con tanto recordar a su familia perdida. A raíz de lo que le sucede se queda bastante fuera de sí mismo y lo que han hecho en la serie es llevarle algo más allá y mostrarnos a un Castle muy sonado.
Pero la serie, aunque se centre en el personaje del famoso ex marine se construye gracias a otros muchos personajes, algunos conocidos como el de Deborah Ann Woll (‘Daredevil’, ‘True Blood’). Y no es la única mujer destacada del reparto pues vais a tener que mantener en la memoria a Amber Rose Revah (‘ El fin de un Imperio’) y a Jaime Ray Newman (‘Bates Motel’), ya veréis por qué, ambas tienen roles muy relevantes y de diferente carácter y fuerza. Hablar del papel de cada actor podría poner en una situación delicada esta reseña y dado el carácter conspiranoico de la serie (aunque algún easter egg de ‘Daredevil’ nos dio alguna pista) me limitaré a citaros los principales actores que me quedan por enumerar: Ben Barnes (‘Westworld’), Michael Nathanson (‘El lobo de Wall Street’), JasonR. Moore (‘A Lonely Place for Dying’), Daniel Webber (‘11.22.63’), EbonMoss-Bachrach (‘Girls’) y Paul Schulze (‘Nurse Jackie’); de estos dos últimos me está encantado su papel y caracterización, muy adaptada, no basada, en el cómic. De uno de ellos ya se han publicado detalles pero yo prefiero que seáis vosotros quien descubráis la relación que se establece durante la serie.
Otro nombre a tener en cuenta es el de Steve Lightfoot (‘Hannibal’, ‘Narcos’), que es el productor ejecutivo, el showrunner de la serie, como se suele decir ahora. Además es el encargado de escribir los guiones de los episodios, a si es que se ha responsabilizado en gran medida de lo que sucede en ella. Junto a él está Jeph Loeb, productor a su vez de ‘Legión’ o ‘The Defenders’ y que también es el director de Marvel Televisión. Además hay que sumar a este triplete a Jim Chory (productor de ‘Daredevil’, ‘Inhumans’, ‘ Jessica Jones’, ‘Luke Cage’). Lo que quiero decir con todo esto es que hay una visión de conjunto, que aunque ‘The Punisher’ esté encauzada de otra manera sigue el mismo rumbo y los que estén siguiendo este universo de series saben que no pierden el tiempo al verla, siempre que el tono empleado sea acorde a sus gustos. Otra señal de ello es el opening, muy en la línea de lo que habíamos visto hasta ahora. Basado en tonos grises, como casi toda la serie, está cargado de armas, como si de un menú de un videojuego shooter se tratase.
De momento estoy satisfecho porque el personaje me está convenciendo. Se mantiene fiel a las bases de lo que es El Castigador aunque tiene sustanciosas alteraciones, pero esto también nos pasa en las viñetas cada vez que un guionista nuevo coge una serie, no es ningún trauma. Algo que me da la razón es que también salen personajes y elementos de historias clásicas de Garth Ennis o Len Wein, que no voy a citar, y que además están muy bien recreados. Lo que si que necesita ‘The Punisher’ son más sorpresas, más giros, más momentos icónicos con la calavera y más acción… Pero es difícil incrementar todo esto y que quede creíble con el enfoque que le está dando Liggtfoot. Aún nos queda media serie por ver, lo que he dicho al principio, paciencia.
Un joven inmigrante recibe un disparo cuando está cruzando ilegalmente la frontera. Aterrorizado, herido y en estado de shock, Aryan se da cuenta de que es capaz de levitar. Le envían a un campo de refugiados del que escapa con ayuda del cínico Dr. Stern que quiere aprovecharse de su extraordinario secreto. Perseguidos por Laszlo, el enfurecido director del campo, se desplazan continuamente buscando la forma de ponerse a salvo y conseguir dinero. Inspirado por los asombrosos poderes de Aryan, Stern da un salto de fe en un mundo donde los milagros sirven de moneda de cambio…
Crítica
Un intento no tan vacuo como el espacio entre nosotros y Europa.
El cine es una herramienta como otra cualquiera para exponer los problemas que experimenta nuestra sociedad. Es más, es uno de los mayores escaparates y una de las mejores vías para llegar al gran público. Hoy en día además, las películas más consumidas tratan sobre superhéroes a si es que porqué no aunar un tema de crucial actualidad con una corriente de moda como es la de los personajes con poderes. Eso es lo que debió pensar Kornél Mundruczó cuando concibió ‘Jupitér’s Moon’. Lo que hace en esta película es darle a los desplazados, a los refugiados, una figura con un poder sobrehumano, el de levitar (aunque entiendo que lo que hace más bien es controlar la gravedad entorno a sí mismo).
En la nueva capacidad especial del protagonista vemos el primer problema del filme. Su nuevo talento para levitar tiene un cariz más mesiático que superheróico. Lo que para unos es un acierto para mi supone un gran error, pues ya comenzamos a mezclar fantasía con religión, pero eso es un tema al margen. Lo importante es que puedes pasar sin explicar el origen o el detonante de esta situación, pero no explotarla tanto tiempo y durante tantas y pausadas escenas haciendo que sea un filme demasiado alargado, pues una vez que has demostrado lo que quieres criticar o dicho lo que quieres decir (que no es nada excesivamente concreto) el resto de la película queda para explayarte en tus argumentos de la ciencia ficción y Kornél Mundruczó no los desarrolla. Por lo tanto la película está un tanto vacía, ni explota el fantástico ni profundiza en la tragedia social como cabría esperar.
También roza por unos momentos el tema del terrorismo de un modo más explícito que otros aspectos del filme que trata de un modo más metafórico. Si el guión de Kata Wéber se hubiese centrado más en determinadas historias y no se hubiese andado por las ramas o si ‘Jupiter’s Moon’ tuviese un drama más profundo y marcado si estaríamos hablando de una película mejor encauzada.
Dejando aparte su libreto visualmente es una gozada. Cuando el personaje de Zsombor Jéger levita su danza es hipnótica, aunque la mayoría de las veces podamos recordar que es un actor colgado de unos cables. Además las escenas de acción y los planos secuencia, pese a no tener el frenesí de un filme de Hollywood, nos extraen la adrenalina lo suficiente como para ponernos en la piel del protagonista y sumergirnos de manera sugerente en los lances del largometraje.
‘Jupiter’s Moon’ es una plausible y encomiable, aunque alargada y no del todo bien enfocada, manera de demostrar que todo el mundo merece una nueva vida. Que si el primer mundo tiene los ojos puestos en una posible nueva vida en Europa, luna de Júpiter, otros tienen puestos los suyos en reiniciar su vida en Europa, continente vecino.
Ficha de la película
Estreno en España: 17 de noviembre de 2017. Título original: Jupiters’s Moon (Jupiter Holdja). Duración: 123 min. País: Hungría, Alemania. Dirección: Kornél Mundruczó. Guión: Kata Wéber. Música: Jed Kurzel. Fotografía: Marcell Rév H.S.C. Reparto principal: Zsombor Jéger, Móni Balsai, Merab Ninidze, György Cserhalmi. Producción: KNM, Match Factory Productions, Proton Cinema. Distribución: Wanda Visión. Género: ciencia ficción, social. Web oficial:http://www.wandafilms.com/site/sinopsis/jupiter_s_moon
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