Nueva gran recopilación de dilemas para nuestro futuro cercano.
Hemos vuelto a mirarnos en el ‘Black Mirror’ y vosotros podréis hacerlo próximamente a partir del 29 de diciembre en Netflix. La miniserie que alimenta la paranoia colectiva en torno a las nuevas tecnologías retorna con una cuarta temporada y vuelve más fuerte que la anterior. Si en los episodios que pudimos ver en 2016 notamos que se abrían menos debates o que las ideas que nos llegaban ya estaban demasiado obsoletas o carentes de interés, en las de este año no sucede lo mismo. Los guiones que ha ideado Charlie Brooker en estos seis nuevos episodios son superiores, casi todos os van a generar un diálogo inmediato con vuestra pareja, amigos o compañeros de trabajo. Se ha recuperado ese toque que nos hacía pensar y se han incorporado esas ideas no tan descabelladas que en un futuro podríamos ver puestas en marcha en nuestras vidas cotidianas.
Aunque a continuación os hablaré en detalle y sin spoilers de cada episodio os adelanto que me quedo con ‘Black Museum’, ‘ Hang the Dj’ y ‘Arkangel’. Aunque ‘USS Callister’ y ‘Cabeza de metal’ me han llegado muy profundo por razones seriéfilas y cinematográficas que luego os relataré.
Como he dicho, el creador de la serie, Charlie Brooker, es quien escribe todos los episodios y tan solo en uno, en ‘USS Callister’, comparte crédito. Lo hace con William Bridges, quien escribió también un episodio el año pasado, el de ‘Shut up and dance’, ese en el que un chico tenía que seguir las órdenes de alguien que le había visto a través de su webcam. Brooker ha conseguido que se mantenga la línea de la serie original. Una colección antológica que nos mantenga pensativos y sea altamente tecnológica. Aunque alguno toca lo amoroso como sucedió el año pasado con el exitoso ‘San Junipero’, se ha ido menos a lo romántico. Lo importante como había sido siempre en esta serie era mostrar las inquietudes, las repercusiones sociales o las transformaciones que podrían sufrir nuestras vidas con los avances de la ciencia. Os garantizo que en esta cuarta temporada vais a tener una buena ración de todo esto.
Además el reparto y el equipo tras las cámaras de este año es muy bueno. Nada más arrancar con ‘Arkangel’ ya dirige Jodie Foster, quien a parte de su reconocida carrera como actriz está sacando pecho con sus éxitos en series como ‘Orange is the new black’ o su película ‘Money Monster’. Y en otros episodios tenemos actuaciones entregadísimas como la de Maxine Peake en ‘Cabeza de metal’, algunas totalmente carismáticas como la de Jesse Plemons en ‘USS Callister’ y otras muy memorables, como la de Douglas Hodge en ‘Black Musseum’.
4×01 ‘Arkangel’
El episodio que ha dirigido Jodie Foster podría entenderse como una crítica a lo ineficientes que son ahora los padres. A como toman el camino fácil, a como prefieren gastarse grandes sumas de dinero para facilitar el cuidado de sus hijos a riesgo de poner su salud en peligro, sin apenas darse cuenta. Es decir, mucha gente prefiere una vida cómoda antes que romperse los cuernos educando.
También muestra que no es bueno hacer que un niño evite enfrentarse a los retos como el miedo o la independencia. No se puede ser sobreprotector hasta el punto de distorsionar la realidad o violar la intimidad.
4×02 ‘Cocodrilo’
Quizá el episodio más flojo de la temporada. Una historia casi detectivesca o policial donde el elemento de ciencia ficción prácticamente juega un papel en segundo plano. Realmente no plantea un dilema moral o un debate social. Es un juego del gato y el ratón, un thriller en el que la privacidad de la memoria es un tesoro difícil de conservar.
Sí que son buenas las actuaciones de Kiran Sonia Sawar y la de Andrea Riseborough, en cierto sentido me han recordado un poco a ‘Blade Runner’.
El regalo de esta temporada. Nos gustaría conocer más historias de este museo negro del crimen pero nos descubren tres surgidas de algunos de sus objetos y con eso obtenemos un deleite. Una trilogía de narraciones relacionadas por supuesto con la tecnología y que suponen tres minicapítulos en uno pues tiene varios casos u ocurrencias contenidas en él. No hay ingenio de este episodio que no os vaya a parecer curioso y seguro que pausáis un instante para hablar sobre cada uno de ellos.
Aunque comienza muy retro es bastante moderno y al tratarse de un museo os dejará algún que otro easter egg, a ver si lo reconocéis.
Seguro que es el episodio que más dará que hablar por el número de ideas que da pero también por el buen papel que han interpretado sus actores. Comparten protagonismo Douglas Hodge y Letitia Wright. Al primero fijo que le recordáis de ‘Penny Dreadful’ y a la segunda la vais a ver en ‘Black Panther’, en ‘Avengers: Infinity War’ y en ‘Ready Player One’.
Otro atractivo para la gente de nuestro país es que parte de la historia ha sido rodada en la prisión provincial de Málaga y en la provincia de Almería.
4×04 ‘Hang the Dj’
Muy buena manera de avocar por las relaciones humanas tradicionales, por clamar por el contacto humano, por alabar los fallos de nuestra especie y seguir avocando eso de «querer a tu pareja por sus defectos» no de buscar a la persona perfecta.
Los actores aunque no muy conocidos están bien dirigidos. El director de este episodio, Tim Van Patten, se ha encargado de capitanear episodios de ‘The Pacific’, ‘Los Soprano’, ‘ Boardwalk Empire ‘ o ‘Juego de Tronos’ y eso lo notaréis al final.
4×05 ‘Cabeza de metal’
El episodio con más acción de toda la temporada. Este sí que no plantea, al menos para mí, ninguna cuestión en cuanto a progresos científicos que no se haya planteado antes. Es un slasher futurista en el que como dice su sinopsis unos «carroñeros» tienen que huir de un acosador bastante despiadado, el cual añado yo, no se anda con contemplaciones.
Está rodado totalmente en blanco y negro. Con esto no os doy ninguna pista de su trama, seguramente haya sido un requisito estético de un director que cuida mucho la fotografía como es David Slade (‘Hard Candy’, ‘Hannibal’, ’30 días de oscuridad’, ‘American Gods’).
Me ha calado por tener un resultado muy de serie b, de festival de cine fantástico.
4×06 ‘USS Callister’
Solo con ver el poster y los trajes de los protagonistas viene la mente la saga ‘Star Trek’. Pero en cuanto pasan unos minutos de episodio os va a cambiar bastante el chip. Seguro que os conquista como se calca la estética, el tono y la imitación de los personajes de la serie de los años 60, eso por supuesto si erais seguidores de Leonard Nimoy, William Shatner y compañía. Conmigo en ese sentido se ha conseguido. Pero lo que sucede después no me ha llegado a convencer del todo.
Es muy difícil hablaros de este episodio sin desvelar realmente qué tipo de ciencia insinúa. Cierto es que maneja tecnología muy en boga, no tan desarrollada como la que se ha rodado pero sí que habría que tener en cuenta lo que sucede para evitarlo en nuestro futuro. Si vais a salones fandom rápidamente comprenderéis el sentido de este capítulo.