Crítica: ‘Diamantes en bruto’

Sinopsis

Clic para mostrar

Ubicada en el trepidante mundo del Distrito de Diamantes de la ciudad de Nueva York. Howard (Adam Sandler) es un encantador distribuidor de joyas que no puede evitar vivir su vida al límite a través de una insensata adicción al juego, a las drogas y a las mujeres. Pero cuando se encuentra en posesión de un diamante ópalo negro de 600 quilates, Howard  tiene finalmente la oportunidad de cambiar su vida de una vez por todas, solo si logra mantenerse con vida y mantener el diamante más raro del mundo en su poder.

Crítica

Sandler convence en un incómodo drama con el trasfondo de las apuestas

Adam Sandler se ha puesto en modo serio en esta nueva producción de Netflix, que como veis sigue acaparando el protagonismo de Hollywood con 24 nominaciones y superar así por una las 23 que tiene Disney o las 20 de Sony para ser la productora más importante en la ceremonia de los Oscar de este año. Un dato que a estas alturas debo destacar antes de seguir con el tema de esta entrada.

Pero volvamos a Adam Sandler. Yo no le recuerdo un trabajo en un género tan opuesto al que nos tiene acostumbrados como es el de la comedia. ‘Diamantes en bruto’ no te hace reír ni con las pinceladas de humor negro y Sandler se encarga de transmitir otro tipo de sensaciones mucho menos agradables poniéndose en la piel de Howard, un comerciante judío de lo más carismático en Nueva York, propietario de una joyería, fan de la NBA, adicto a las apuestas deportivas y con una vida con el caos por compañero casi inseparable. Un tipo acostumbrado a caminar sobre el alambre, creando problemas nuevos para solucionar los antiguos, apagando fuegos para no extinguirlos del todo, moviéndose y viviendo dentro del caos y con la incapacidad de ver a veces lo más obvio. Aquí la relación que tiene con las mujeres que están en su vida refleja esto último.

Planteado esto, entra en escena desde el principio un extraño mineral que va a ser el objeto de deseo de Howard y de algún modo sería también el que pondría fin a sus problemas de liquidez, causados por otro lado por sus malas decisiones al apostar y por pedir dinero prestado a las personas equivocadas.

Así que si ponemos todos los ingredientes: el mineral, apuestas, deudas, conflictos familiares, adicciones, mafia, usura… el resultado para el espectador es una sensación de agobio al acompañar al protagonista en sus idas y venidas durante las 2 horas y 15 minutos que dura ‘Diamantes en bruto’.

Este agobio casi molesto, esa sensación de incomodidad que te transmite la actuación de Adam Sandler se refuerza con el uso por parte de los hermanos Sadfie (directores) de muchos planos cortos y cierto manejo de cámara en movimiento que no hacen más que incrementar ese efecto como de asfixia. Los diálogos casi constantes de Howard son como bocanadas de aire de alguien que se está ahogando y lucha por sacar la cabeza a la superficie. También dice mucho aunque sea solo como algo anecdótico que ‘Diamantes en bruto’ sea la cuarta en la historia en introducir más veces la palabra fuck […]

La música también logra incomodarme, aunque en mi sincera y personal opinión creo que lo hace más por ser una pésima banda sonora escogida que por lo contrario. No me gusta pero reconozco que contribuye a esa sensación así que no sabría que deciros. Comprobadlo por vosotros mismos.

En cuanto al plano de las actuaciones, debo de decir que el elenco no flojea en ningún momento y brilla con luz propia con Sandler en el centro de todo. Reseñar como curiosidad el debut en la gran pantalla de la estrella de la NBA Kevin Garnett que nos sitúa la acción entre el año 2007 y 2012 cuando jugó en los Boston Celtics.

El turbio mensaje de trasfondo en toda esta historia son los efectos devastadores que puede causar la adicción a las apuestas y al juego en la vida de las personas. Algo muy en boga en estos días que corremos y de lo que no nos podemos olvidar. Algo que te puede provocar un estado en el que tu realidad se vea deformada y te sumerjas en un pozo del que no puedas volver. Algo así como la escena del principio y final de la película, un tanto extraña e interpretable y no sé si acertada.

Cuando una película nos quiere contar una historia y se sirve de los recursos adecuados para producir una emoción o sentimiento no gratuito en el espectador, como es el caso, debo de decir que es una película notable.

Lo bueno: Esa sensación que nos transmite Sandler casi estresante y el reparto en general.

Lo menos bueno: La banda sonora junto con las escenas un tanto surrealistas del principio y fin de la película no me convencen.

Estreno en España: 31 de enero de 2020. Título original: Uncut gems. Duración: 135 min. País: EE.UU. Dirección: Ben Safdie, Joshua Safdie. Guion: Ronald Bronstein, Ben Safdie, Joshua Safdie. Música: Daniel Lopatin. Fotografía: Darius Khondji. Reparto principal: Adam Sandler, Kevin Garnett, Idina Menzel, Keith Stanfield, Julia Fox, Eric Bogosian, Judd Hirsch, The Weeknd, Sean Ringgold, Sahar Bibiyan. Producción: Elara Pictures, Scott Rudin Productions, Sikelia Productions. Distribución: Netflix. Género: drama, thriller. Web oficial: https://www.netflix.com/es/title/80990663

Crítica: ‘Adú’

Sinopsis

Clic para mostrar

En un intento desesperado por alcanzar Europa y agazapados ante una pista de aterrizaje en Camerún, un niño de seis años y su hermana mayor esperan para colarse en las bodegas de un avión. No demasiado lejos, un activista medioambiental contempla la terrible imagen de un elefante, muerto y sin colmillos. No solo tiene que luchar contra la caza furtiva, sino que también tendrá que reencontrarse con los problemas de su hija recién llegada de España. Miles de kilómetros al norte, en Melilla, un grupo de guardias civiles se prepara para enfrentarse a la furibunda muchedumbre de subsaharianos que ha iniciado el asalto a la valla. Tres historias unidas por un tema central, en las que ninguno de sus protagonistas sabe que sus destinos están condenados a cruzarse y que sus vidas ya no volverán a ser las mismas.

Crítica

‘Adú’ refleja de nuevo que la inmigración no es fácil para ninguna de las partes y necesita más tolerancia

Parece mentira lo rápido que vuelva el tiempo y han pasado ya más de tres años desde que aplaudimos el estreno de ‘1898: Los últimos de Filipinas’. Su director Salvador Calvo estrena ahora su segundo largometraje, ‘Adú’, una película que aunque es de un corte muy diferente podemos decir que también tiene mucho de real, incluso bastante más por lo cercana que la tenemos en el día a día.

Es raro, si no único, encontrarse a un director antes del visionado de una película, sobre todo para que este dedique unos minutos a hablarnos del germen y la intencionalidad de esta. Durante el rodaje de ‘1898: Los últimos de Filipinas’ su pareja trabajaba haciendo voluntariado y le contaba historias desgarradoras. Relatos que también oían sus actores, varios de ellos también en el reparto de ‘Adú’. Crónicas sobre personas a merced de señores de la guerra, niños explotados, prostituidos, a punto de acabar en redes de extracción de órganos… Inmigrantes que con todo tipo de penurias intentaban llegar a otro país. Decía que era raro toparse con el responsable de una película ante la prensa justo antes de la proyección pero también es raro que alguien que ha hecho una producción potente se moleste en oír lo que pasa a su alrededor y haga un punto y aparte en su carrera para contarlo. ‘Adú’, como tantas otras películas, da voz a aquellos inmersos en el drama de la inmigración forzada, pero a través de canales diferentes.

La elección de Salvador Calvo para transmitirnos su idea ha sido la de la confluencia de historias. Todo transcurre a través del viaje de Adú hacia España, o más bien escapando de la miseria, con el detonante de huir de los furtivos y de cualquier otro mal que aceche su condición de niño vulnerable a cualquier tropelía. En paralelo está la encrucijada en la que se ven unos guardias civiles que han tenido un incidente en su jornada impidiendo una avalancha en la valla de Mellilla. Y como tercera vía narrativa nos encontramos con un padre que remolca a la bala perdida de su hija hasta África mientras él lleva a cabo su misión de rescate de elefantes. De algún modo todos están realizando un viaje en sus vidas y en algún punto todos se encuentran, pero lo que la película nos demuestra es que la inmigración no es fácil para ninguna de las dos partes que la viven y necesita más tolerancia, más respeto, más escucha.

Toda la odisea que vive Adú desde que sale de su aldea, pasando por el Dakar abandonado ya por los coches del rally hasta el mismísimo Gurugú sí que es cierto que tiene las características de los vídeos promocionales de Unicef o Cruz Roja. Pero el drama que vive la gente de aquellas tierras no tiene muchas más vías para ser contado y para que la conciencia de occidente sea agitada. Por su parte Luis Tosar y Anna Castillo congenian bien como padre e hija, ejerciendo de malhumorado filántropo animalista el uno y de resentida pasada de rosca la otra. Por último a Álvaro Cervantes, Jesús Carroza y Miquel Fernández les ha tocado la parte más delicada con el debate que sientan sus tres guardias civiles, ellos interpretan cada uno una voz diferente en un dilema que seguro discutiréis.

Lo que vemos constantemente es un contraste de situaciones y de clases. Los que tienen y los que buscan tener, los que hacen y los que no mueven ni un dedo, los que ayudan y los que perjudican… La película está bien contemporizada aunque hay alguna escena cuya intensidad está bastante desfogada, sobre todo en lo que se refiere a dramatismo y duración. Pero lo cierto es que al final te deja algo conmovido.

Ficha de la película

Estreno en España: 31 de enero de 2019. Título original: Adú. Duración: 90 min. País: España. Dirección: Salvador Calvo. Guion: Alejandro Hernández. Fotografía: Sergi Vilanova. Reparto principal: Luis Tosar, Anna Castillo, Álvaro Cervantes, Jesús Carroza, Miquel Fernández, Adam Nourou, Moustapha Oumarou, Zayiddiya Disssou, Ana Wagener, Nora Navas. Producción: Ikiru Films, La Terraza Films, Telecinco Cinema, ICAA, Mediaset España, Mogambo. Distribución: Paramount Pictures. Género: drama. Web oficial: https://www.ikirufilms.com/portfolio_page/adu/

Crítica: ‘Mi gran pequeña granja’

Sinopsis

Clic para mostrar

Dos soñadores y un perro emprenden la odisea para traer armonía a sus vidas y a su tierra. Cuando una serie de giros en los acontecimientos se interpone en su plan para crear perfecta armonía, los protagonistas deberán comprender que la complejidad y sabiduría de la naturaleza, así como la propia vida, van más allá de lo que conocían.

Crítica

Un nítido retrato del ciclo de la vida que debemos recuperar

El documental ‘Mi gran pequeña granja’ esta realizado y protagonizado por las mismas personas. John y Molly Chester son los artífices de esta película y a la vez son los creadores de una granja de cultivo tradicional en Los Ángeles. Ellos y todos los seres vivos que la habitan acaparan la atención de las cámaras y seguimos el transcurso de sus vidas. Desde que empiezan su andadura en una árida tierra adquirida gracias a la aportación de sus familiares y amigos hasta que intentan salvar su verde hogar de uno de los inmensos y tristemente habituales incendios de California.

‘Mi gran pequeña granja’ se desarrolla de manera lineal en el tiempo progresa gracias a los consejos de lo que se podría llamar un gurú de lo rural, Alan York. Un amigo que ayuda a la pareja a crear su propio ecosistema, pero con técnicas eficientes no con uranio a lo Homer Simpson. Les encamina a perseguir su sueño de autosuficiencia, en resumidas cuentas a volver a lo básico dejando que sea la propia naturaleza la que ofrezca las soluciones a sus propios problemas. Se pinta todo de rosa sobre el papel y surgen inconvenientes, como es natural. Pero la sensación es artificial ya que hasta dos ocasiones se cambia de tema drásticamente y no se justifica la dudosa caza de los coyotes. ¿¡Como pueden tardar años en darse cuenta de que un perro pastor sirve para ahuyentar al coyote de las gallinas!? En fin… Por lo menos este es un buen ejemplo de cómo se puede intentar restaurar el equilibrio roto por el monocultivo intenso. Es un pulso contra lo establecido por las multinacionales incapaces de abastecer el sobrepoblado planeta desde una pequeña granja.

El mensaje no me parece nada novedoso ni destacable, a no ser que seas un urbanita impresionable o te dejes llevar por el sentimentalismo de la cinta, por la obviedad y las implicaciones que conlleva el cuidar unos animales pre-destinados al consumo humano. La película está repleta de lecciones sobre ganadería y agricultura que a muchos nos parecen evidentes. Para aquellos que no han convivido en un entorno que no esté dominado por el asfalto y el wifi va a haber muchos elementos que si van a resultar conmovedores. Pero me parece hilarante oír al principio de la cinta la frase que asegura que es “arriesgado montar una granja en medio de la naturaleza”. ¿Dónde montarla si no, en un campo de fútbol? Esto nos habla de lo muy desconectados del planeta que están muchas personas.

Lo mejor, y muy bueno que tiene este documental, es la fotografía. El director de la cinta y dueño de la granja es camarógrafo de profesión y eso se nota en la gran cantidad de primeros planos de los animales, tomas cenitales, coloridos paisajes, time-lapses, imágenes en macro de insectos… No hay rincón de la granja que se haya dejado sin inmortalizar, hasta el subsuelo. Sobre todo es capaz de retratar la cotidianidad de sus escenas: los cerditos durmiéndose, los perros pastores lamiendo a los corderos, los estorninos volando en bandadas, los terneros asustados por el gallo bravucón… Cual niño en un zoológico estos soñadores se han divertido en el hogar que ahora comparten con gente de todo el mundo, pero también se enfrentan a las dificultades de la vida granjera. ‘Mi gran pequeña granja’ tiene el poder visual de los documentales más capaces proyectados hasta la fecha.

Ficha de la película

Estreno en España: 31 de enero de 2020. Título original: The Biggest Little Farm. Duración: 91 min. País: EE.UU, Dirección: John Chester. Guion: Mark Monroe, John Chester. Música: Jeff Beal. Fotografía: Kyle Romanek. Reparto principal: John Chester, Molly Chester, Matthew Pilachowski. Producción: Diamond Docs, FarmLore Films. Distribución: Festival Films. Género: documental. Web oficial: https://www.biggestlittlefarmmovie.com/

Crítica: ‘Judy’

Sinopsis

Clic para mostrar

Durante el invierno de 1968, treinta años después del estreno de El mago de Oz, la leyenda Judy Garland (Renée Zellweger) llega a Londres para dar una serie de conciertos. Las entradas se agotan en cuestión de días a pesar de haber visto su voz y su fuerza mermadas.

Mientras Judy se prepara para subir al escenario vuelven a ella los fantasmas que la atormentaron durante su juventud en Hollywood. Judy, a sus 47 años, se enfrenta en este viaje a las inseguridades que la acompañaron desde su debut, pero esta vez vislumbra una meta firme: regresar a casa con sus familia para encontrar el equilibrio.

Crítica

No se parece y no canta igual, pero Renée Zellweger es la esencia viva de Judy Garland

Renée Zellweger (‘El Diario de Bridget Jones’, ‘Chicago’) brilla con los zapatos de Judy Garland en una película con muchas sombras.

La interpretación de la tejana es el principal valor de este biopic musical. La historia, los últimos meses de vida de Judy Garland, pasa a un segundo plano cuando vemos la transformación de su protagonista.

Salvando las distancias, recuerda al caso de Jim Carrey en ‘Man on the Moon’. Actores de los que se esperaba pocas sorpresas en registros dramáticos, pero que elevan sus interpretaciones a un nuevo nivel. Renée Zellweger muestra con su forma de moverse y de hablar el dolor, la angustia y el terror de una Judy Garland que no sabe hasta cuándo podrá seguir cantando. Una actriz que en los últimos meses de su vida se convirtió en una diva completamente dependiente (de las drogas, el alcohol…).

En la película nos tratan de mostrar el origen del éxito y de los problemas de Judy Garland, ambos asociados al duro Star System, y que terminaron por convertir a la joven promesa en un juguete roto. Rupert Goold incluye una serie de flashback para reforzar la idea de que protagonizar el musical más famoso de todos los tiempos, ‘El Mago de Oz’, alzó la carrera de Judy Garland a la vez que la hundió en lo personal. Pero estas escenas aportan bastante poco, dejan caer algunas ideas entre líneas (posibles abusos sexuales, problemas con la alimentación…), que la propia Renée Zellweger resume mejor con su interpretación.

Visualmente hay pocos detalles llamativos, más allá de la saturación de los colores en los flashback imitando el technicolor de ‘El Mago de Oz’.

No hay un abuso de actuaciones musicales y las coreografías son bastante comedidas. Hacen que no tengamos la sensación de estar ante un gran musical, pero le da más realismo y credibilidad a la historia.

La película es completamente predecible. Desde un principio está mal planteado o no se logra el objetivo de contar la vida de Judy Garland. Estamos ante una película de decadencia, más parecida a ‘¿Qué fue de Baby Jane?’, que a un biopic al uso. Centrar la historia en un episodio concreto de la vida de la protagonista no tiene nada de malo y es otra forma de conocer al personaje. Pero hace que sobren muchos elementos que reiteran ideas o dejan caer tramas sin desarrollo y armadas de forma absurda.

Ficha de la película

Estreno en España: 31 de enero de 2020. Título original: Judy. Duración: 118 min. País: Reino Unido. Dirección: Rupert Goold. Guion: Tom Edge. Música: Gabriel Yared. Fotografía: Ole Bratt Birkeland. Reparto principal: Renée Zellweger, Finn Wittrock, Michael Gambon, Bella Ramsey, Rufus Sewell, Jessie Buckley. Producción: BBC Films, Calamity Films, Pathé, 20th Century Fox. Distribución: Vértice Cine. Género: biográfico, drama. Web oficial: https://www.judythefilm.com/

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Salir de la versión móvil