Crítica: ‘Venom: Habrá matanza’

Sinopsis

Clic para mostrar

Tom Hardy vuelve a la gran pantalla para dar vida al letal protector Venom, uno de los personajes más populares y complejos de Marvel. Dirigida por Andy Serkis, escrita por Kelly Marcel y basada en la historia de Tom Hardy con Marcel, la película está también protagonizada por Michelle Williams, Naomi Harrys y Woody Harrelson, en el papel del villano Cletus Kasady/Matanza.

Crítica

Carnage llega para poner patas arriba la extraña pareja de Venom y Eddie

Ya hemos visto ‘Venom: Habrá matanza‘ y aunque me esperaba más, he de decir que la película pasa volando. Ya en su día, disfruté mucho con esta nueva versión de Venom. Tom Hardy lo borda y la verdad que fue una película bastante entretenida. Andy Serkys  no ha realizado mal trabajo de dirección y nos da una cinta muy rápida y cortita, eso sí quizás con demasiado humor.

Venom y Eddie están intentando llevarse bien, a pesar de que el extraterrestre se las hace pasar canutas con su hambre voraz y ganas de salvar el mundo para poder comerse a los malos. Mientras tanto, Eddie está trabajando en el caso de Cletus Kasady, un asesino en serie que le hará la vida imposible al convertirse en Carnage.

Me ha encantado el papel que hace Woody Harrelson, da para película policíaca. Su personaje, Cletus Kasady es muy interesante.

Cuando os dije que esperaba más de la película, es porque realmente no cuenta nada, es una aventura de estos dos extraños compañeros y ya está. Lo que sería una grapa en el mundo del comic, nos presenta a un villano que tienen que acabar con él y ya. No hay mas, pero bueno, eso no quita que no sea muy disfrutable.

El CGI está bastante mejor que en su primera parte, vemos mucho más a Venom, tanto su cabeza como en cuerpo entero. Y la escena en la que Carnage está en prisión me ha parecido una gozada la verdad. Como todo, puede mejorar, pero la verdad que es bastante bueno.

En el tema del reparto, volvemos a contar por supuesto con Tom Hardy, Michelle Williams la cual sigue sin convencerme, un poco sosa. En cambio Reid Scott en su papel de Dr. Dan Lewis, está genial. Woody Harrelson, al que dejan desatarse, está tremendo. La que quizás no ha terminado de convencerme ha sido Naomie Harris en su papel de Frances Barrison, demasiado exagerada. Mientras que Stephen Graham está muy bien y nos guarda una sorpresita final.

Antes de terminar, no olvidéis quedaros en los créditos, pues tenemos una última escena. No os la perdáis pues a más de uno le va a dar una alegría. Así que ya sabéis, a partir del 15 de octubre, tenéis de vuelta a Venom en los mejores cines.

 Ficha de la película

Estreno en España: 15 de octubre de 2021. Título original: Venom: Let there be Carnage. Duración: 97 min. País: Estados Unidos. Dirección: Andy Serkis. Guión: Kelly Marcel, Tom Hardy. Música: Marco Beltrami. Fotografía: Robert Richardson. Reparto principal: Tom Hardy, Michelle Williams, Woody Harrelson, Naomi Harris, Reid Scott, Peggy Lu, Stephen Graham. Producción: Sony Pictures Entertainment, Marvel Entertainment, Pascal Pictures, Tencent Pictures. Distribución: Sony Pictures. Género: Acción, comedia. Web oficial: https://www.sonypictures.com/movies/venomlettherebecarnage

Crítica: ‘Un segundo’

Sinopsis

Clic para mostrar

Un convicto es enviado a un campo de trabajo en el desolado noroeste de China, durante la Revolución Cultural del país. Utilizando su ingenio, y con el único fin de ver a su hija, quien ha sido filmada en una película, logra escapar y huye en dirección al cine de un pueblo cercano. Allí espera encontrar esa cinta de película y hacerse con ella. Sin embargo, en dicho lugar se cruza con una vagabunda que está desesperada por conseguir el mismo carrete de película y que logra robarlo. Curiosamente, este enigmático objeto, que ambos anhelan por motivos muy distintos, se convertirá en la raíz de una inesperada amistad.

Crítica

Zhang Yimou se ha montado su propio ‘Cinema Paradiso’

La nueva película de Zhang Yimou seguro que aparece en todas las listas que reúnen films sobre hacer cine o sobre el amor al cine, como esta que podéis leer aquí. En el caso de ‘Un segundo’ se persigue un rollo de película con la mayor de las desesperaciones y diferentes motivaciones, pero es por la labor del proteccionista que creo que debería figurar entre las primeras posiciones de la temática.

Zhang Yimou se ha montado su propio ‘Cinema Paradiso’. Con su proyeccionista, sus proyectores gastados, sus espectadores embelesados… Elabora con tremendo cariño una cinta que respira amor por el séptimo arte y a la vez desarrolla un curioso discurso sobre la humanidad y la amistad. Memorables son muchas de las tomas que ha configurado, en especial aquellas que suceden tras la pantalla de cine y en el desierto, donde la brisa llega a arañar a unos solitarios fotogramas.

Quizá es tan buena mi impresión porque iba con la expectativa baja. Baja tras el chasco que fue ‘La gran muralla’ o en parte ‘Sombra’. Siempre me ha gustado el Yimou medieval, despuntando en su currículo ‘La casa de las dagas voladoras’, pero a partir de ahora me abriré más a sus otras ambientaciones, como la próxima ‘Cliff Walkers’. Que la inquietud del personaje llamado “Don Películas” sea transmitir a la plana mayor del partido que no tiene sucesor suyo para el cine ya nos dice cuánto se preocupa el director por su legado y el relevo generacional.

‘Un segundo’ nos lleva a la China de los 60, la de los campos de trabajo, la limpieza de Mao y la Revolución Cultural. La política siempre está ahí como telón de fondo (no olvidemos el bloqueo que el gobierno Chino impuso a este filme) pero sin ser el centro de atención, es solo una consecuencia de la estructuración social que experimentaban en provincias del país asiático. En un desértico escenario sometido a esas normas se mueven los dos protagonistas, un prófugo y una huérfana que se disputan un celuloide. Una relación que se desarrolla de manera plausible y que es capaz de enternecernos como las películas de antes.

‘Un segundo’ rebosa humor, pillería y romanticismo analógico. Siendo Zhang Yimou un director tan reconocido en China y laureado internacionalmente, es aún mayor agrado decir que esta es una de sus películas más humildes. Es un filme muy sencillo, que no necesita mayores artificios. De hecho con tres o cuatro localizaciones el director nos cuenta la historia. Aprovecha muy bien la escenografía para darnos una pequeña clase magistral de exhibición cinematográfica.

Sin tener relación y puede que tampoco conocimiento del cine de Berlanga y Cuerda, esta película de Yimou tiene mucho del entrañable ruralismo de películas como ‘Así en el Cielo como en la Tierra’ o ‘La vaquilla’. Desborda detalles campechanos y momentos simpáticos hasta tal punto que sus remembranzas y anhelos por la experiencia en la sala de cine sabe a puro recuerdo.

Ficha de la película

Estreno en España: 15 de octubre. Título original: Yi miao zhong (One second). Duración: 104 min. País: China. Dirección: Zhang Yimou. Guion: Zhang Yimou. Música: Loudboy. Fotografía: Xiaoding Zhao. Reparto principal: Zhang Yi, Fan Wei, Chang Haijun, Li Xiaochuan, Li Yan, Liu Haocun, Liu Yunlong. Producción: Huanxi Media Group, Edko Films. Distribución: Vértigo Films. Género: drama. Web oficial: https://www.huanximedia.com/en#recent-works

Crítica: ‘Tokyo shaking’

En qué plataforma ver Tokyo shaking

Sinopsis

Clic para mostrar

11 de marzo de 2011. El mayor terremoto que ha experimentado Tokio desencadena el desastre de Fukushima. Alexandra acaba de llegar al país procedente de Francia para trabajar en un banco y tiene que afrontar esta crisis nuclear.

Separada entre su trabajo y su familia, defenderá el honor y la palabra a pesar del terror y la ansiedad emergentes. “Un capitán nunca abandona su barco en plena tormenta”.

Crítica

Nueva visión acerca de otro de los jaques recientes vividos por la humanidad

Coincidiendo con plena crisis energética, porque la gran subida de precios en España es una crisis en toda regla, llega a nuestros cines ‘Tokyo shaking’. Las compañías eléctricas nos amenazan con cierres y cese de suministro ante avisos de regulaciones de las facturas que llegan a los ciudadanos y eso puede tener más consecuencias de las que pensamos. En el caso de la película de Olivier Peyon la situación es aún más crítica pues nos habla del parón y daños sufridos en la central de Fukushima por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011. Lo que quiero señalar con esta relación es que estamos a merced de la decisión de unas cuantas empresas y así lo demuestra este largometraje.

Nos trasladamos pues al tercer mes de 2011, cumplido el décimo aniversario del incidente. Pero la acción no transcurre a pie de campo, en las insstalaciónes de la central nuclear. El director francés nos emplaza a más de doscientos kilómetros de allí, en la sede del Crédit de France en Tokio. Y eso es porque más allá del accidente que todos conocemos bien nos quiere contar el comportamiento de quienes trabajan en tan millonarias empresas en un momento de extrema urgencia.

‘Tokyo shaking’ acierta al mostrarnos la frialdad de una entidad preocupada en no perder dinero en vez de garantizar los bienes de sus clientes e incluso preocuparse por sus vidas o la de sus empleados. Ese es el contexto mientras más y más el desastre de Fukushima a nivel humano va ganando presencia. Como con otras catástrofes los protagonistas presentan una resistencia inconsciente a creer que puede darse el horror, pero poco a poco todo se va reduciendo a la supervivencia y el miedo o la estoicidad de cada uno juegan su papel.

El miedo corporativo era aún mayor pues si hacemos memoria en aquel entonces se empezaban a ver recelosamente brotes verdes tras la crisis inmobiliaria. El terremoto no tambaleó solo Japón sino la economía global y nos mantuvo en vilo por el miedo a vivir otro Chernobyl. El filme capta muy bien el egoísmo, tanto corporativo como personal. El cómo cada uno mira solo por lo suyo incluso en situaciones de emergencia, algo que hemos podido comprobar en muchos casos con el jaque vivido en la pandemia del COVID-19.

Toda esta situación se cuenta a través de los ojos de una francesa en Japón. Directiva del grupo financiero Crédit de France, empresaria de moderado éxito que hace viajar a sus hijas por todo el mundo. Su papel llama la atención en Japón donde la mujer queda relegada al hogar en cuanto se convierten en madres. El filme también acierta con ese contraste, pero peca de la clásica arrogancia francesa cuando muestra otros detalles, como el hecho de tener una mini corte de servidoras. Cede el pulso en cuanto habla de una falsa superación del techo de cristal ya que la protagonista, interpretada por Karin Viard, realmente ejerce el único trabajo que le han permitido hacer y lo hace de buen grado, con sacrificio, casi por encima de su familia. Hace falta una amenaza de holocausto nuclear para que reaccione.

Finalmente, el personaje explota contra una serie de tropelías pero lo más enfocado en el filme es la duda a la hora de abandonar el barco, a costa de dejar atrás a merced de una posible muerte o acentuada depresión a aquellos que ha podido conocer en su primer mes en Japón. Lo bueno del personaje de Viard es cómo muestra la dificultad de la toma de decisiones, las encrucijadas en las que se puede ver metida. Entran en juego asuntos personales, raciales, culturales… Elementos bastante fuertes que, aunque no se analizan con mucho compromiso, si se tratan sin pasarlos por alto.

Hacía Mucho que no veía una película de terremotos, viendo los edificios tambalearse. Aquí no tenemos un temblor espectacular, aunque si un sonido lo bastante bien recreado como para tener unos instantes de terror. Obra por cierto del belga Marc Engels, fallecido por el COVID-19 en 2020 y a quien le dedican en filme en los créditos. Y al igual que en otras películas de catástrofes tenemos también un coloso en llamas, uno figurado, el de la economía mundial. El filme no da datos pero si habla de cómo se cubren las espaldas las grandes compañías para tener las mínimas pérdidas cuando todo se va a pique, incluso cuando es el mundo el que corre peligro. Una perspectiva que nos deja a los hombres de a pie en calzoncillos. El tono podría haber sido más alarmista, pero es comedido. De hecho lo que más nos deja sin aliento son las imágenes reales del tsunami, pero el filme solo injerta un minuto de esto en su metraje total. ‘Tokyo shaking’ se queda por lo tanto lejos de la calidad y el vértigo de otros ejemplos catastrofistas como el de su compatriota ‘El colapso’.

‘Tokyo shaking’ nos deja con un triste final, cuyo resultado dependerá de lo bueno que sea vuestro recuerdo o vuestras ganas de googlear el desenlace de la historia o la gestión de la dañada central Fukushima.

Ficha de la película

Estreno en España: 15 de octubre de 2021. Título original: Tokyo shaking. Duración: 101 min. País: Francia. Dirección: Olivier Peyon. Guion: Cyril Brody, Olivier Peyon. Música: Manuel Roland. Fotografía: Alexis Kavyrchine. Reparto principal: Karin Viard, Stéphane Bak, Yumi Narita. Producción: Les Films du Lendemain, Wild Bunch, Scope Pictures, Canal+. Distribución: Alfa Pictures. Género: drama. Web oficial: https://alfapictures.com/sp/amy_movie/tokyo-shaking/

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Salir de la versión móvil