Crítica: ‘Wonka’

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Sinopsis

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La película cuenta la maravillosa historia de cómo el inventor, mago y chocolatero más importante del mundo se convirtió en el popular Willy Wonka que conocemos hoy. Nos presenta a Willy Wonka, un joven repleto de ideas y decidido a cambiar el mundo bocado a bocado y a demostrar que lo mejor de la vida empieza con un sueño… si tienes la suerte de conocer a Willy Wonka, todo es posible.

Crítica

Entre Oliver Twist y Wes Anderson

Siempre he pensado que la historia de Wonka, de Charlie y de la fábrica de chocolate, debería contarla alguna vez Wes Anderson. La estética de las películas que hemos visto hasta ahora, de las parodias que se han hecho en distintas series y la parafernalia que tiene este cuento es ideal para ese director. De hecho los cortometrajes que acaba de sacar en Netflix adaptan también cuentos de Roald Dahl. Sin embargo Warner Bros. ha escogido a Paul King, autor de películas como ‘Paddington’ o ‘The Mighty Boosh’, como podéis ver, es alguien también muy versado en adaptar cuentos y en manejar a personajes estrambóticos. Y lo que le ha salido es un híbrido entre ‘Oliver Twist’ (por su ambiente y el tema de la orfandad) y precisamente el cine de Wes Anderson (con familias rotas, melancolía y un cuidado estético lleno de detalles estéticos anacrónicos).

Las versiones de 1971 (Mel Stuart, Gene Wilder) y 2005 (Tim Burton, Johnny Depp) se parecían en cierto sentido ya que una es remake de la otra. Se centraban en el momento en el Wonka escoge abrir su fábrica a los que han encontrado el billete dorado para elegir entre ellos a su heredero, es decir, en la propia novela de Dahl. Este nuevo live action le da rienda suelta a la imaginación e indaga más que nunca en los orígenes del extravagante maestro chocolatero que combina su ingenio y magia con el arte de crear uno de los mayores manjares del mundo. La original ni tocaba ese trasfondo y la de Burton nos brindó únicamente unas escenas, eso si, con un magnífico Christopher Lee. Ahora, intentando seguir la senda del contador de cuentos de Gales, ‘Wonka’ va por libre para plasmar los primeros pasos de este personaje que en esta ocasión encarna Timothée Chalamet. Una senda que está repleta de villanos, de gente pasando hambre (por comer chocolate), de un ambiente ennegrecido, de artilugios steampunk y de momentos surrealistas.

King retoma el formato musical y suenan, una vez más, las canciones clásicas. Encontramos acordes repartidos por el filme, sobre todo en el tramo final. Pero ‘Wonka’ tiene un nuevo repertorio de canciones y Chalamet se lo goza luciéndose. Esta precuela es un musical, no puro y duro, pero en un porcentaje alto, lo justo para convertirse en un cuento nada cargante y con muchísima magia y moraleja. En ambas películas y en el cuento, Charlie rechaza al final la recompensa de Wonka en pro de una decisión más adulta y humana. Por demostrar tanta bondad Wonka le recompensa aún más. El nuevo filme termina de un modo similar siendo de ese modo fiel al espíritu original. Acaba con eso y con un bailoteo de Hugh Grant al estilo Tom Cruise en ‘Tropic Thunder’ pero en miniatura. Una vez más el actor se presta a la fantasía y la comedia, como vimos en ‘Dungeons & Dragons’.

‘Wonka’ va por libre pero respetando la coherencia con el relato original. Y es que además hay algunos detalles que han quedado para siempre en el imaginario colectivo. Aunque en el libro no se describe realmente cómo son los Oompa Loompas, aquí lucen como en la película de 1971, que claramente sentó cátedra o canon como se dice tanto ahora. En vez de escoger a personas de baja estatura para interpretar a los minions de Willy Wonka se ha tirado de artificio digital. De ese modo tenemos a Hugh Grant en la película.

Willy Wonka se muestra aquí mucho más amigable que en la historia original, donde, aunque es un personaje con ganas de abrir su mundo, posee un recelo propio de un huraño. Es un personaje más risueño y confiado que nunca y eso hace que esta sea la interpretación más vivaracha en la carrera de Timothée Chalamet. El toque inglés le viene muy bien al personaje, que al fin y al cabo nos representa la lucha de un emprendedor en un mundo gris y monopolizado por unos pocos. El escenario principal, si no me equivoco, es el mismo que sirvió para la saga de Harry Potter, el londinense Mercado de Leadenhall. Allí sucede casi toda la historia y nos deja un sabor a magia y chocolate que… porque este es un medio digital, que sino ya estarías leyendo un papel manchado de cacao.

Ficha de la película

Estreno en España: 6 de diciembre de 2023. Título original: Wonka. Duración: 112 min. País: EE.UU. Dirección: Paul King. Guion: Simon Farnaby, Paul King. Música: Joby Talbot. Fotografía: Chung Chung-hoon. Reparto principal: Timothée Chalamet, Calah Lane, Keegan-Michael Key, Paterson Joseph, Matt Lucas, Mathew Baynton, Sally Hawkins, Rowan Atkinson, Jim Carter, Olivia Colman. Producción: Warner Bros., Heyday Films, Village Roadshow Pictures. Distribución: Warner Bros. Pictures. Género: fantasía, cuento, adaptación. Web oficial: https://www.wonka.entradaswb.com/

Crítica: ‘Los Farad’

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Como si Los Soprano hubiesen conocido a El señor de la guerra

Ya solo os queda esperar al 12 de diciembre para poder gozar de los 8 episodios de ‘Los Farad’ en Prime Video. La serie de Mariano Barroso y Alejando Hernández nos ha hecho disfrutar con una trama de suspense, corruptelas y aventuras que en ocasiones tienen un tono desenfadado y en otras nos producen un escalofrío acompañado de sudores fríos.

Acompañada de un título de crédito que nos recuerda al ‘GTA Vice City’ o a los de ‘Miami Vice’, ‘Los Farad’ nos introduce en un mundo de lo más ochentero, con todo lo hortera y rebelde que eso conlleva. La historia nos lleva a conocer a un joven de Aluche, ingenuo, modesto, sencillo, interpretado por Miguel Herrán. Por casualidades y temperamentos de la vida se ve dentro de una familia de alto standing que oculta algo tras las montañas de dinero que maneja y tras una vida de derroches y exclusividades en la floreciente Marbella de los ochenta. Su vida se somete a una constante prueba pues a lo que se dedican los Farad es al turbio y cuestionable negocio del tráfico de armas.

Esta es una familia que lucha tanto externa como internamente por el control de un negocio. En términos de argumento y trama es como si ‘Los Soprano’ hubiese conocido a ‘El señor de la guerra’. De hecho a parte de esos dos títulos van a veniros a la cabeza películas como ‘El padrino’, ‘Una historia del Bronx’, ‘Uno de los nuestros’… e incluso obras actuales como ‘Breaking Bad’, por motivos evidentes. Además podemos decir que tienen otro denominador común que va más allá del protagonista que se corrompe, los tejemanejes en la sombra, el mundo de los vicios… Y es que está narrada con voz en off al igual que ‘El señor de la guerra’ o ‘Historia del Bronx’. Gracias a ello y al recorrido que hace, aparte de ser la narración sobre una familia llena de puñaladas y podredumbre, es un retrato de una época de España y del mundo.

La Costa del Sol es el epicentro de esta historia, pero el viaje es más amplio. Sin tener realmente una base documental o real ‘Los Farad’ nos llevan por algunos de los grandes conflictos mundiales del último cuarto del siglo XX. Barroso ha escogido el campo de los traficantes y el de las luchas de bloques para recrear la cara belicosa de los ochenta y noventa. Esto va de empresas manchadas de sangre, de planes y de proyectos en la sombra, pero entre tanta artimaña y urdimbre también hay casualidad, encuentros fortuitos y lances del destino o la suerte. Y es que el azar ha hecho que este estreno surja cuando los titulares están llenos de detalles sobre guerras en Gaza y Ucrania. Uno se pregunta cuántos agentes gubernamentales, cuántos señores de la guerra o cuántos traficantes se están lucrando de estas masacres.

De jet set va la cosa y como si fuese una extensión del término podemos decir que todos actúan de lujo en ‘Los Farad’. Herrán, Abaitua y Casablanc es una alineación fastuosa que viene escoltada por Tejero, Navas y fichajes magníficos como el de Igal Naor. La combinación es tan explosiva como el napalm y se despliega tan dinámica como el aeróbic. Quizá no sea tan punzante como ‘La línea invisible’ o tan graciosa como ‘Todas las mujeres’, pero al menos al contario que sus personajes no peca de ambiciosa y a su vez si es capaz de desplegar un poder que atrapa y genera mono.

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