Un documental sobre nuestro país a través de la mirada de unos refugiados
Torreblanca es el último barrio de Sevilla. Allí, junto a la autovía, está situado el antiguo puticlub Maravilla, que acaba de cerrar para ser reconvertido en un centro de acogida para refugiados. Es Navidad y, ante la curiosidad de los vecinos, los recién llegados a España son recibidos por un Rey Mago a quien pueden pedir sus deseos. Con la ilusión y el miedo ante lo inesperado, los nuevos inquilinos tendrán que aprender todo sobre su nuevo país y serán sorprendidos por los españoles tanto como los españoles por ellos.
Esta es la historia de la nueva película del director Juan Antonio Moreno, ‘Bienvenidos a España’, que se presentará mundialmente en el prestigioso festival de documentales Hot Docs, que se celebrará en Toronto (Canadá). Tras dirigir ‘Boxing for Freedom’, seleccionado para los Premios de Cine Europeo, y ‘Palabras de Caramelo’, nominado a los Premios Goya, el director ha puesto ahora su mirada en España y los españoles vistos por un grupo de refugiados recién llegados que no saben nada de nuestro país, nuestra lengua y nuestra cultura.
El festival de Hot Docs destaca que la monolítica crisis migratoria de España recibe un tratamiento decididamente irónico en esta sátira observacional de gran estilo. ‘Bienvenidos a España’ se salta la cobertura convencional y burocrática sobre el sistema de solicitudes de refugio y ofrece una mirada más cálida sobre personas reales que construyen sus nuevas vidas en realidades que no eligieron.
‘Bienvenidos a España’ es una producción de Making DOC que cuenta con el apoyo del ICAA, de la Junta de Extremadura, de la Diputación de Badajoz y de Canal Extremadura.
“‘Bienvenidos a España’ nació en un funeral donde asistí con las boxeadoras afganas Sadaf y Shabnam Rahimi. Las hermanas Rahimi fueron las protagonistas de mi anterior película ‘Boxing for Freedom’ y durante tres meses vivieron en mi casa mientras esperaban plaza en un centro de acogida para refugiados. Del humor y el choque cultural de esos días surgieron las primeras ideas para hacer este documental. A partir de aquí visité varios centros de refugiados por la geografía española hasta que descubrí que el antiguo club de alterne Maravilla de Sevilla acababa de ser reconvertido en un centro para refugiados donde serían acogidas 206 personas que no sabían nada sobre España, sobre nuestro idioma y nuestra cultura. Y comenzamos a rodar, como los protagonistas, con el miedo y la ilusión a lo inesperado y lo desconocido para hacer una película que no hablase sobre refugiados sino sobre España hoy vista por ellos».
Durante el rodaje, observando a los protagonistas me preguntaba si se puede aprender a ser español al tiempo que descubría sus sueños, que como los vecinos de Villar del Rio en ‘Bienvenido, Míster Marshall’ todos tienen. Porque todos soñamos y albergamos la esperanza de un nuevo porvenir.