Crítica: ‘Miércoles’

Un gran regreso para ‘Miércoles’

Este próximo 23 de noviembre, gracias a Netflix, llega a nuestras pantallas la esperada ‘Miércoles’. La vuelta de Tim Burton, al que tuvimos la oportunidad de ver hace muy poco gracias a la presentación de su exposición Madrid. Regresa con uno de los personajes más míticos y oscuros de la Familia Addams.

Esta familia creada por Charles Addams, ha tenido infinidad de versiones, las más famosas fueron las dos películas dirigidas por Barry Sonnenfeld y protagonizada por Raul Julia, Anjelica Huston, Christopher Lloyd y Christina Ricci dando vida a Miércoles, entre muchos otros.

Ahora llega esta historia detectivesca con una Miércoles adolescente que no es capaz de adaptarse a ninguna escuela y la hacen ir a la Academia Nunca Más. Una Academia donde los marginados y seres fantásticos de diferente índole se juntan para aprender. Pero en su periplo por intentar integrarse, Miércoles descubre un pasado no conocido de sus padres.

La serie le va como anillo al dedo a Tim Burton, su oscuridad y colores oscuros logran darle el toque que necesita esta historia. Aunque no es el único encargado de la dirección. James Marshall y Gandja Monteiro son los otros dos directores encargados de que ‘Miércoles’ vuelva a la vida.

La nueva serie de Netflix consta de ocho episodios, hemos tenido la oportunidad de ver todos y la verdad que nos han gustado mucho. Los monólogos que tienen Miércoles son viscerales y crueles a la par de inteligentes. Jenna Ortega logra una Miércoles muy acorde a nuestros recuerdos, tanto de las películas antes mencionadas, como a la serie de dibujos animados. Donde ella y Cosa logran un tándem muy chulo como investigadores. En esta serie vemos ese juego entre ambos. 

En el resto de reparto encontramos caras muy conocidas como Gwendoline Christie (‘The Sandman’), Riki Lindhome (‘Puñales por la espalda’), Jamie McShane (‘Hijos de la anarquía’), Hunter Doohan (‘Your honor’), Christina Ricci (‘Matrix Resurrections’), Catherin ZetaJones o Luis Guzmán entre otros. He de decir que estos dos últimos no me han terminado de convencer como Morticia y Gomez, no todo podía ser perfecto.

‘Miércoles’ está creada por Miles Millar y Alfred Gough, ambos creadores de ‘Smallville’ y a la vez son los guionistas de la serie también.

Con pequeños detalles u homenajes de sus películas, Tim Burton nos muestra alguna imagen que puede recordar a ‘Beetlejuice’, también vemos por ahí el libro de ‘Miss Peregrine’s Home for Peculiar Children’, otra de sus películas o incluso en el vestuario hay una de los trajes que lleva la protagonista puede recordar al traje de ‘Catwoman’.

En el tema musical vuelve a colaborar con Danny Elfman, al que se le une Chris Bacon, dándonos una gran banda sonora. También está muy bien el vestuario, se nota perfectamente que se ha encargado Colleen Atwood. la cual ya ha trabajado junto a Tim Burton en numerosas ocasiones (‘Eduardo Manostijeras’, ‘Alicia en el País de las Maravillas’ ‘Big Fish’ o ‘Mars Attacks’). Sus trajes a rayas, cuadros, blancos y negros están por todos lados en esta familia tan peculiar, mientras que el color aparece con la gente “normal”.

‘Miércoles’ no solo nos transporta a una historia detectivesca, sino que también nos habla de lo diferente. De que no tenemos que cambiar, sino lograr gente con la que poder congeniar sin necesidad de ser diferente.

‘Miércoles’ me ha parecido un gran entretenimiento, se nota mucho la mano de Netflix. Pues la manufactura de la serie tiene ese toque que podemos ver en muchas de sus producciones. Pero lo bueno que tiene esta serie, es que Tim Burton tiene un toque tan especial, que sobresale sobre todo lo demás.

Crítica de ‘1899’

Gran cantidad de misterios como en ‘Perdidos’ o ‘Dark’, pero con mejor ritmo que esta última

Hoy toca hablar de ‘1899’ pues se estrena el próximo 17 de noviembre. Serie de Netflix ambientada a finales del siglo XIX, recién finalizada la Guerra de las Corrientes, cuando Cuba se independiza de España, año en el que nació el AC Milán, el F.C. Barcelona, la Opel y Capone, cuando Freud publicó ‘La interpretación de los sueños’. Efemérides que no tienen nada que ver con la serie salvo que los enigmáticos sueños que tienen los protagonistas tengan al final una interpretación freudiana.

Hemos visto unos cuantos episodios de la nueva serie creada por las mentes que nos sumergieron en aquel enmarañado, cautivador e intrigante universo llamado ‘Dark’, Baran bo Odar y Jantje Friese. Una producción que tendrá ocho episodios y se espera que al igual que ‘Dark’, finalice su historia tras tres temporadas. Una obra de gran factura técnica, sin duda debido a los millones de récord en financiación que ha recibido pues es la primera en ser sustentada con diez millones de euros por parte del German Motion Picture Fund.

La trama sigue a muchos protagonistas que van a bordo del Kerberos, el cual, va rumbo a Nueva York, como aquellos que portaron a tantos inmigrantes y snobs europeos en esa época. Pronto se topan con la señal de un barco gemelo de la misma compañía, el Prometheus. Los sueños de pisar la tierra de las oportunidades se ven aplazados pues el capitán del barco decide que irán en busca de ese crucero, que lleva desaparecido cuatro meses. ‘1899’ es la búsqueda de la solución a un misterio que pronto se convierte en muchos otros. Una obra que obviamente rememora a todas las leyendas en torno al Triángulo de las Bermudas, pero que con los directores que están al timón puede acabar siendo algo diferente a lo ya conocido.

De momento la simbología, incluida en el cartel o el nolaniano opening sugieren misterio en alta mar bajo la influencia del polígono escaleno. Tenemos un barco perdido, una señal de coordenadas (que dan un poco más al norte del famoso triángulo atlántico), un mar en misteriosa calma, niebla, brújulas que se vuelven locas… A eso le sumamos una mezcla heterogénea de personajes interpretados por algunas caras de Dark, el español Miguel Bernardeau y Emily Beecham, que es la clara protagonista. Nos acompaña una tripulación compuesta por una geisha, una comunidad religiosa, un prófugo español con su hermano sacerdote, un matrimonio francés de conveniencia, una médico escapada de un manicomio… la mera presencia de tan variopinto grupo ya es enigmática. ‘1899’ es una Torre de Babel que genera rápido su propia mitología de triángulos y escarabajos.

Siembra desde el primer episodio ingredientes enigmáticos y conexiones que obviamente se tendrán que ir resolviendo. Es fácil poner enigmas y secretos, la cuestión es desenmarañarlos bien y no dejarse ninguno, que no pase como con ‘Perdidos’. ‘1899’ es una serie para fans de series tipo ‘Lost’, ‘Los 4400’ y obviamente ‘Dark’. Con un comienzo un tanto ‘Alien: el octavo pasajero’ u ‘Horizonte final’, en términos casi steampunk, vivimos una historia dotada de la clásica lucha de clases y cierto terror psicológico o sentimental. El suspense flota sobre las aguas del atlántico pues tenemos tantos enigmas como en ‘Dark’, aunque la serie no es de momento tan efectiva. Sin embargo, a los que no les guste la parsimonia, los tempos de la exitosa serie de Netflix encontrarán algo más rítmico en esta producción, tanto en montaje como en cierres de capítulo donde se han aventurado a introducir música contemporánea, a pesar de ser una serie ambientada a finales del siglo XIX. Además, nos resuelven en estos primeros episodios alguno de los misterios, hasta aquí puedo leer, fin del telegrama.

Crítica: ‘Ummo. La España alienígena’

Curiosa serie que nos cuenta el fenómeno alíen en nuestro país

Hemos tenido la oportunidad de poder visionar el primer episodio de la serie documental ‘Ummo. La España alienígena’ en la que nos explican a través de diferentes entrevistas el fenómeno extraterrestre más importante de nuestro país.

A mediados del siglo XX, extraterrestres el planeta Ummo aterrizaron en la Tierra, adoptando la apariencia humana y se integraron en la vida terrícola para extraer todo tipo de información. José Luis Jordán Peña fue el privilegiado en avistar una de esas naves que traían ummitas, una luz blanca irrumpe en el cielo de Aluche. A partir de ese día, José Luis, se hará nacionalmente famoso, ya no solo por ese avistamiento, sino por las cartas que recibía de estos curiosos personajes.

Laura Pousa y Javier Olivera son los creadores de este documental en el que encontramos caras tan conocidas como Maite Jordán, hija de José Luis Jordán Peña, Eduardo Bravo, escritor de ‘UMMO. Lo increíble es la verdad’, Carlos Murciano, en aquella época era el corresponsal en el mundo de los ovnis “cronista de fenómenos espaciales” en el diario ABC o Nacho Vigalondo, director y guionista de cine, el cual nos da su visión de vivir este tipo de fanatismos cuando era pequeño y de la ilusión que le hacía ver uno.

La verdad que el primer episodio me ha gustado bastante. El fenómeno OVNI es algo que siempre me ha llamado la atención y con Ummo se creó una historia tremenda. Salió en periódicos, televisión, en todos lados se hablaba sobre ello. Nos cuentan y muestras imágenes desde La ballena alegre un sótano del Café Lion en el que se hablaba de temas paranormales. También vemos imágenes de Fernando Jiménez del Oso o J.J. Benitez y por supuesto al creador del fenómeno, el visionario José Luis Jordán Peña, las distintas entrevistas que dio, las cartas que supuestamente recibió.

Lo he visto bien documentado, te aportan los dos lados, en el que UMMO es falso, pero también hay gente que sigue creyendo en ellos. Además, que el fenómeno saltó la barrera pirenaica también se recibieron cartas ummitas en distintos lugares de Francia y después del resto del mundo. Además, que en el documental también vemos a ummitas paseando por la ciudad y entrando en casas. Pero por supuesto, lo importante es ¿Ummo es real?, aquí nos lo cuentan, aunque hemos podido ver que no todo el mundo opina igual.

La miniserie documental de Movistar+ fue presentada en la pasada edición del Festival de Sitges 2022, donde nos dejó una de las frases del festival. Consta de 3 episodios de unos 55 minutos cada uno. Los cuales podremos ver bajo demanda en Movistar+ a partir del 14 de noviembre de 2022.

Cinco de los mejores documentales sobre true crimes

Los peores crímenes retratados en distintos documentales

Llevamos ya un tiempo en el que los documentales sobre true crimes se han hecho muy populares, aquí ya os contamos de 9 ocurridos en España. El conocer las terribles mentes que se encuentran detrás de crímenes reales es algo que gusta. O intentar averiguar quien ha sido si no se ha logrado encontrar al culpable de crímenes sin resolver.

Hoy os traigo una pequeña lista de los que más me han gustado, ya sea por como está rodado y contado el documental o por la historia que en él se cuenta. Sin duda hay muchos más documentales de este estilo, no creo que sea la única lista que os haremos del tema, pero estos son los que más me han hecho reflexionar sobre las cosas que es capaz el ser humano de hacer y también como la justicia no siempre hace bien su trabajo.

The Staircase’ de Jean-Xavier de Lestrade.

‘The Staircase’ narra la apasionante historia de Michael Peterson, un novelista acusado del asesinato de su esposa Kathleen después de que esta apareciera muerta a los pies de una escalera en su casa, y de los 16 años de batallas judiciales que sucedieron al incidente. Los nuevos episodios de esta popular serie basada en un crimen real se estrenarán a la vez que los originales. Matthieu Belghiti y el oscarizado Jean-Xavier de Lestrade producen la serie, siendo este último el director.

Este documental se encuentra en Netflix mientras que hace poco se realizó una serie basada en el caso que podemos ver en HBO Max de la que os habló aquí.

 

Un golpe maestro (Evil Genius)’ de Barbara Schroeder y Trey Borzillieri

La verdad detrás de un caso criminal extraordinario, conocido como el “robo del atacante de la pizza”, sale a la luz en la serie documental de cuatro episodios de Netflix ‘Un golpe maestro (Evil Genius)’ En 2003, en Erie, Pensilvania, un robo que salió mal y un aterrador asesinato público capturaron la atención de la nación y una extraña colección de acaparadores, marginados y transgresores de la ley del Medio Oeste juegan al gato y al ratón con el FBI.

El caso Watts: El padre homicida’ Jenny Popplewell

En 2018, Shanann Watts, de 34 años y sus dos hijas pequeñas fueron dadas por desaparecidas en Frederick (Colorado). A medida que los desgarradores detalles del suceso iban saliendo a la luz, la historia se conviritió en noticia en todo el mundo. Recurriendo exclusivamente a imágenes y documentos de archivo – que incluyen publicaciones en las redes sociales, grabaciones de las fuerzas del orden, mensajes de texto y vídeos domésticos nunca vistos – la directora Jenny Popplewell elabora un análisis cautivado y veraz sobre una investigación policial y un matrimonio que se desmoronaba.

‘Paradise Lost’ de Joe Berlinger y Bruce Sinofsky

 Una serie de tres documentales en los que vamos conociendo los asesinatos de los niños de Robin Hood Hill. Tres adolescentes terminaron encarcelados sin pruebas que los lograsen inculpar, por culpa de los prejuicios.

Tenéis los tres documentales en la plataforma HBO max.

‘The Jinx: El gafe’ de Andrew Jarecki

Documental de seis episodios donde se expone información que durante mucho tiempo estuvo oculta y que fue descubierta durante una investigación realizada por un equipo a lo largo de siete años, sobre una serie de crímenes sin resolver y el hombre sospechoso de estar involucrado: Robert Durst, heredero de una familia multimillonaria de Nueva York. El documental fue realizado con la colaboración de Durst y tiene un final tremendo.

Lo podéis ver en HBO Max.

Crítica de ‘Star Wars: Las crónicas Jedi’

Tras los pasos de ‘Las Guerras Clon’ o ‘Rebels’

Nueva serie animada ambientada en el universo de George Lucas, o más bien en sus precuelas. ‘Star Wars: Las crónicas Jedi’ (‘Star Wars: Tales of the Jedi’) es una nueva remesa de historias que rehacen el canon con episodios cortos, en concreto seis, que podrán verse en Disney+ a partir de este 26 de octubre.

Dos son los principales personajes de estas crónicas orquestadas por Dave Filoni, director de otras aventuras galácticas como ‘The Mandalorian’, ‘El libro de Boba Fett’ o ‘Star Wars Rebels’ e incluso ‘Las Guerras Clon’ de 2008. Por un lado empezamos con el nacimiento de Ahsoka Tano (doblada por Ashley Eckstein), la padawan de Anakin Skywalker. La serie arranca como si Disney nos ofreciese el punto de vista contrario a Bambi y llevándonos a una aldea inspirada en los indios nativos americanos. Retoma más adelante ese personaje pero se centra sobre todo en el pasado jedi del Conde Dooku. Conoceréis por ejemplo a Qui-gon Jinn en su época de aprendiz o su estrecha relación con Mace Windu. La parte del personaje que interpretó Christopher Lee en las precuelas es la que se antoja más interesante, más orientada al público adulto o conocedor de la trilogía de precuelas.

Con esta serie de cortos parece que lo que están intentando es conseguir retomar el éxito de ‘Las Guerras Clon’, aquella gran serie que empalmaba los episodios II y III. Se han grabado pequeños rellenos y al igual que con ‘What if…?’ nos lanzan un globo sonda, a ver qué funciona para luego seguir sacando material de la franquicia. Aunque también es un nuevo adelanto para la serie de acción real con Rosario Dawson.

Tras ver el primer capítulo parecía que iban a ser inconexos entre sí, pero luego vemos que si hay un hilo que seguir pese a que vamos saltando bastante en el tiempo. Se intenta esbozar el pasado y la manera de ser de los protagonistas menos tratados antes de que los conociésemos. Todo transcurre en la época de la república, antes de que se zarandease su dominio, antes y poco después de lo sucedido en ‘La amenaza fantasma’ y ‘Las Guerras Clon’.

‘Star Wars. Las crónicas jedi’ se disfruta mejor o únicamente se comprende completamente si se han visto las películas. No obstante la animación parece orientada a un público más infantil. Se asemeja más al diseño de ‘Star Wars Rebels’ que a lo que vimos en ‘Las Guerras Clon’, algo comprensible dado quien es su director. Lo malo no es su estética sino que a veces el dinamismo es pobre y los detalles faciales poco pulidos, sobre todo a la hora de recrear criaturas. No parece a la altura de Disney, más de una serie de televisión de medio presupuesto o de un videojuego de principios de este siglo. Por ejemplo, es horrible el diseño de la “Yoda con melena”. Y es que han recuperado una vez más al personaje de Yaddle para cambiar además su destino con respecto al anterior canon. Eso sí, personajes como Qui-Gon o Dooku se parecen a Neeson, Jackson y Lee de jóvenes. Lo dicho, hay que tener experiencia en esto para disfrutar los detalles que aporta.

Crítica: ‘El Inmortal’

En que plataforma ver El Inmortal

Con altibajos, llega a nuestras pantallas ‘El Inmortal’

Este jueves 27 de octubre llega a nuestras pantallas ‘El Inmortal’, la nueva serie de Movistar+. Con 8 episodios, nos llevan al Madrid de los años 90, mejor dicho, a las noches madrileñas, donde se comenzó a crear la banda los Miami, que acaparó cientos de portadas y programas de televisión. Ellos llevaban el control de las discotecas y el tráfico de cocaína de esta ciudad. El Inmortal, dure el jefe de todos ellos.

Vamos viendo como va aumentando su poder y como poco a poco entre traiciones de unos y otros las cosas se le fueron poniendo difíciles. La serie está creada por José Manuel Lorenzo, el cual ha realizado un gran trabajo de investigación acerca de esta figura tan inquietante. ‘El Inmortal’ está dirigida por David Ulloa y Rafa Montesinos, ambos han realizado un gran trabajo, las escenas de acción están muy bien rodadas y el resto también. Nos muestran como poco a poco se van haciendo con todo el poder de las noches en las discotecas y como al intentar abarcar más pueden llegar a caer en picado.

La ambientación, aunque no es muy complicado al tener tan cerca los años 90, está muy bien cuidada. El vestuario, coches, peinados y la música nos traslada perfectamente a las noches de esos años.

En el reparto encontramos como protagonista a Álex García, que se encarga de darle vida y fuerza a este Inmortal. Junto a el tenemos en el grupo a Marcel Borrás, Emilio Palacios, Jason Day, Teresa Riott, Jon Kortajarena y María Hervás. Todos ellos hacen un tremendo equipo, se les ve química y funcionan muy bien juntos.

De todos ellos destacar a María Hervás, que nos tiene acostumbrados a papeles un tanto exagerados y cómicos y aquí la vemos contenida y la verdad bastante bien. Y también a Jon Kortajarena, que está muy bien y vemos como va evolucionando su personaje de ser un grande del espectáculo a estar involucrado hasta el fondo en una trama de drogas de donde no quiere salir.

‘El Inmortal’ tiene altibajos, hay capítulos muy buenos y otros que la verdad, aburren un poco. La salva muchísimo la dirección y el reparto que tiene, que como he comentado arriba están todos estupendos. En conjunto no me ha parecido mala serie, pero si que es cierto que hay momentos en los que le cuesta arrancar y otros todo lo contrario, van demasiado rápido. La serie queda para una segunda temporada, que por lo que parece ya está confirmada.

Crítica de la T2 de ‘Historias para no dormir’

Mejorando la primera y subiendo mucho el nivel

La mayoría de las nuevas versiones de ‘Historias para no dormir’ que se lanzaron en la nueva primera temporada nos dejaron satisfechos. Tras aquellos cuatro episodios el público ha pedido más y solo un año después Prime Video nos brinda la oportunidad de volver al imaginario de Narciso Ibáñez Serrador, a una revisada y actualizada versión de sus terrores. Y podemos decir con mucho regocijo que esta segunda tanda de cuatro capítulos es aún mejor, teniendo un episodio dirigido por Salvador Calvo que es magnífico, hasta ahora el mejor en casi todos los sentidos.

A continuación os damos una breve opinión de cada episodio, sin spoilers. A partir del 28 de octubre podréis empezar a verlas.

‘El trasplante’

Salvador Calvo, el director de ‘Adú’, ha realizado el mejor cyberpunk que hasta ahora se ha hecho en España. Con ecos de ‘Altered Carbon’ y por supuesto de ‘Blade Runner’ ha materializado una historia que nos lleva a un futuro distópico, deshumanizado y cruel con los feos o ancianos. Los capítulos de ‘Historias para no dormir’ casi siempre tenían un trasfondo social o filosófico y en este caso nos habla de la superficialidad, del miedo a la muerte. Todo ello acompañado de un Madrid futurista, de la frialdad corporativa típica de estas historias y de un diseño de producción apabullante, parece el ‘Cyberpunk 2077’.

‘La alarma’

Nacho Vigalondo ha hecho una historia original que aun así nos ha recordado a ‘The nice house on the lake’, a elementos de los confinamientos de 2020, a su propia ‘Extraterrestre’ y a otro título que prefiero no desvelar, pues el final es más convencional que lo que he enumerado. Una rallada de historia edulcorada con su habitual sentido del humor y su particular gusto musical. Un episodio con sentido de la tensión y el misterio, como pide esta antología.

‘El televisor’

Reminiscencias de ‘Paranormal Activity’ e imágenes que recuerdan a ‘[REC]’ en un episodio sobre la paranoia o la neurosis. No es de extrañar esta percepción pues tras la cámara está Jaume Balagueró y en el papel Alberto Marini.

El objetivo del episodio es crear neurosis y lo consigue. La misma paranoia que tienen muchos al mirar cómo va la salud de la batería de su móvil es la que tiene el protagonista de este episodio, pero por la salud de su familia. Poder es doler, cuanto más podemos ver más sufrimos. Gran interpretación de Pablo Derqui en este episodio que aunque no lo parezca versiona uno de los originales.

‘La pesadilla’

Con este episodio nos vamos a un clásico, el vampirismo. Se trata una vertiente más romántica y se sigue un esquema arquetípico que nos hace imaginar qué es lo que va a pasar. El hecho de contar con un actor de renombre o de moda como Álvaro Morte nos augura uno de los giros pero igualmente se disfruta esta pequeña historia en la que viajamos a una Galicia sumida a una noche eterna.

No sé si estoy en posición de decir que es lo mejor de Alice Waddington pero si puedo afirmar que es lo que más me ha gustado de su filmografía (de la cual he visto ‘Disco Inferno’ y ‘Paradise Hills’). Juega un poco a ‘Frankenstein’ pues juzga del mismo modo a una sociedad movida casi siempre por los prejuicios.

Crítica de ‘¡García!’

Define y ofende nuestra actualidad sin necesidad de defender el pasado

No es la primera vez que el autor de cómics Santiago García ve adaptada una obra suya a formato de serie. Anteriormente se produjo ‘El vecino’ para Netflix y ahora hemos gozado de verdad con ‘¡García!’, la cual podréis ver a partir del 28 de octubre en HBO Max. La serie que protagonizó Quim Gutiérrez era algo más parecido a ‘Green Lantern’ o ‘Spider-Man’, esto se asemeja más a ‘Capitán América’ o ‘James Bond’. Si queréis saber cómo es el cómic podéis leer nuestra reseña aquí o podéis ver la serie de seis episodios (hemos podido ver dos) pues se asemeja bastante.

Eugenio Mira (‘Grand Piano’) ha dirigido los episodios adaptados por Sara Antuña (‘Luna, el misterio de Calenda’). Pensaba que no se atreverían a ceñirse a ciertas cosas del cómic y para mi grata sorpresa he visto que sí. Sin duda va a levantar algo de polémica, debate o ampollas. Desde la sátira que se hace de nuestra política hasta la presencia de El Valle de los Caídos, ‘¡García!’ ha llegado para incomodar. Además se le han incorporado aún más elementos actuales que en el cómic, que salió en 2015. Las mascarillas están presentes, pero más allá de ese detalle visual está la Foto de Colón o las ideas tan particulares de “libertad” que tienen algunas.

En ‘¡García!’ una periodista (Veki Velilla) intenta conseguir destacar en el periódico donde trabaja de becaria. Su camino acaba dando con una base secreta bajo el Valle de los Caídos. Allí se topa con García (Francisco Ortiz), un agente que sale de una larga hibernación. Es un superhombre que llevaba dormido desde los primeros años del mandato de Franco. La serie plantea una “realidad alternativa”, muy entrecomillas.

Más que mostrar o parodiar cómo es un facha de pura cepa lo que hacían los cómics dibujados por Luis Bustos, o lo que yo entendí de ellos, es que se pueden poner en relevancia las carencias o corruptelas de nuestra democracia poniéndolas desde un punto de vista de alguien que viene del pasado, un pasado que ya era retrógrado de por sí. En resumen viene a mostrar cuánto tiemblan los partidos políticos tradicionales de nuestra democracia ante el auge de nuevas corrientes o formaciones. La serie mantiene esa línea.

Pero no os confundáis, al igual que el cómic este no es un relato meramente político. Tiene thriller pero también mucha acción. Acción bastante bien realizada, tanto en lo que se refiere a coreografías como en el aspecto de los efectos visuales. El símil más cercano en ese sentido son las películas de James Bond. El cómic rememoraba a esos tebeos sobre espías de los cuarenta o cincuenta, tipo ‘Spy smasher’, ‘Secren Agent X-9’ o incluso ‘El Capitán Trueno’ dada la relación entre García y su fiel ayudante. La serie sigue haciendo lo mismo. Si en la publicación de Astiberri teníamos intercalados unos cómics de lo más vintage, lo que lo sustituye a esos flashbacks son escenas en blanco y negro, rodadas en lugares como la estación/museo de Chamartín o la rehabilitada Estación del Norte.

La factura es más propia de Netflix que de HBO. De todos modos hay que tener en cuenta que estamos hablando de una producción desarrollada en España y no falta talento, pero si presupuesto para llegar a los acabados de las míticas series de esta cadena (plataforma). Hay aspectos o detalles que pulir pero sin duda ‘¡García!’ se suma a la lista de series que elevan el nivel de lo que se hace en nuestra península.

Crítica de ‘Pobre diablo’

Imaginando una secuela de ‘Rosemary’s Baby’ al estilo de ‘Little Nicky’

HBO acoge muchas series de Adult Swim y ‘Pobre diablo’ podría estar también dentro de ese catálogo. Si, esta serie animada estará disponible en HBO Max pero por suerte podemos decir que la factura es española, que proviene de un grupo de humoristas que han creado escuela. Los cómicos transgresores y albaceteños de ‘Muchachada Nui’, ‘Museo Coconut’ y previamente, ‘La Hora Chanante’, son los responsables de esta serie animada que tiene capítulos de veinte o treinta minutos. Una apuesta más extensa que otras animaciones suyas como ‘Los Klamstein’, ‘Maricón y tontico’ o ‘Enjuto Mojamuto’ que al fin y al cabo eran más sketches que una serie regular.

He de reconocer que como otros muchos he hecho el tontaco entre amigos imitando las imitaciones vistas en los Celebrities (antes Testimonios) y esperaba con mucha expectativa esta serie. Me cuesta separar al fan que hay en mí a la hora de analizar la serie y por otro lado me es sumamente fácil caer en la dinámica humorística de estos artistas que en este caso más que nunca, no tienen pelos en la lengua. Si os gustan las series dinámicas e idas de la olla como ‘Rick y Morty’ os debéis apuntar a esta a partir del 17 de febrero.

¿Qué pasó con el hijo del diablo nacido en ‘La semilla del diablo’? Ahí está el primer spoiler si no habéis visto la película de Polanski. Eso nos proponen localizando la serie en el mítico edificio Dakota de Nueva York, situado junto a Central Park, lugar donde pernoctaba Little Nicky. Al igual que la película de Adam Sandler la serie ridiculiza todo lo infernal y nos invita a conocer a un torpe anticristo que llega a la gran manzana.

Los ideadores y las voces de los personajes vienen aportadas por Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla o Carlos Areces. Satán viene adornado con acento canario ya que le dobla un habitual colaborador y amigo como Ignatuis Farray, ya sabéis, “hijo de puta, hay que decirlo más”, o Javier Botet (que ha trabajado con ellos en ‘Capítulo 0’, por ejemplo). Son muchos los personajes de los que se compone ‘Pobre Diablo’ y también trabajan aquí Stéphanie Magnin, Gakian, Iria del Río… Además de comediantes como David Pareja o Borja Sumozas. El primer episodio está dedicado a la memora de Verónica Forqué, quien puso voz a Rose, la madre de la criatura demoníaca.

Los capítulos, dirigidos por Miguel Esteban (‘Nasdrovia’), suelen seguir dos o tres arcos argumentales distintos entre los que nos van haciendo saltar. Así el ritmo y las majaderías que nos plantean se suceden más rápido. El séptimo por ejemplo se vertebra solo en la historia de un personaje diferente y se centra en sus penurias, cuidado si tenéis mascota.

Han pasado los años, ya no se anima en flash, pero la estética es prácticamente igual que la que dio vida a Enjuto o los Klamstein, de hecho un personaje luce un pelo con la misma coloración que el famoso hikikomori. Rokyn Animation (‘Lady Reaper’) es quien se ha encargado de darle movimiento a los diseños de personaje de Joaquín Reyes.

El corporativismo malvado del mundo del entretenimiento, lo ridículo de ser un incels, la esclavitud a la tecnología… ‘Pobre diablo’ va haciendo sátira mientras se suceden los guiños a ‘Army of Darkness’, ‘The big bang theory’, ‘Star Wars’… y otros muchos títulos. El opening puede beber de ‘Los Simpsons’, por ejemplo. En resumidas cuentas esta es una serie hecha por fans de la cultura humorística popular, ideal para echarse unas grandes carcajadas.

Crítica de ‘El club de la medianoche’

Historia de terror con antología incluida

Netflix estrena este 7 de octubre ‘El club de la medianoche’, la nueva serie de Leah Fong y Mike Flanagan (‘Misa de medianoche’, ‘La maldición de Hill House’, ‘Doctor sueño’). Durante el día inaugural del Festival de Sitges han sido proyectados los dos primeros episodios, nosotros hemos tenido la suerte de poder disfrutar de la serie al completo.

El título de la serie es ‘El club de la medianoche’ y sería fácil confundirse con la producción canadiense también llamada así y que fue lanzada en 1991. Esa obra cuyo título original era ‘Are You Afraid of the Dark?’ trataba también de unos jóvenes que se reunían para contarse historias. Pero realmente este nuevo estreno de Netflix surge de la novela juvenil que Christopher Pike publicó en el 94, quizá influenciado por la serie ya que hace lo mismo solo que con enfermos terminales.

Una casa sirve de residencia para un grupo de jóvenes que han recibido el nefasto diagnóstico de no tener curación. Los miembros del lugar se evaden de su fatal destino contándose historias por la noche y enfrentando juntos el terror de cada uno. Es como si se tratase de una obra de Albert Espinosa, pero sin esperanzas de sobrevivir y con terror. Este es un relato mucho más juvenil que ‘Doctor Sueño’ con reflexiones sobre lo superficial y lo fugaz.

La serie nos propone un drama de terror pero que también sirve de antología pues se nutre de historias independientes. Las narraciones de estos jóvenes pacientes sirven de tabú o eufemismo para enfrentar sus próximamente caducas vidas. Y es que hay otras cosas terminales que nos matan como los celos, las adicciones, los deseos de satisfacción, el saber que perderemos a nuestros seres queridos… Todo ello sale a la luz gracias a relatos sacados del libro de Pike y a otros creados para este propósito. Son diez episodios de casi una hora dotados de intriga por lo que sucede en la casa, de los cuales el máximo atractivo es recibir una pequeña dosis de sustos y descubrir nuevas minihistorias. Por desgracia el carácter de la serie la hace la más ordinaria de todas las que ha estrenado Flanagan, muy lejos del terror conseguido en ‘La maldición de Hill House’.

Flanagan suele tirar de habituales como Henry Thomas, Carla Gugino, Kate Siegel u Oliver Jackson-Cohen. Pero el protagonismo de esta serie recae en actores muy jóvenes ya que sigue la estela de series como ‘Pesadillas’. Los nombres a citar son los de Ruth Codd, Annarah Cymone, Sauriyan Sapkota, Adia, Aya Furukawa, Iman Benson, William Chris Sumpter e Igby Rigney. Algunos repiten, como Annarah Cymone, Samantha Sloyan o Zach Gilford que salían en ‘Misa de medianoche’. También está Robert Longstreet que ha salido en casi todas las obras anteriores del director y aparecerá en ‘La caída de la casa Usher’, como es el caso de Sauriyan Sapkota o Aya Furukawa. Como curiosidad, trabaja aquí Heather Langenkamp, quien se enfrentó a Freddy Krueger en la primera ‘Pesadilla en Elm Street’.

En ‘El club de medianoche’ perdura la obsesión de Flanagan por las casas de estilo victoriano. En este caso la tensión, los sustos y los sobresaltos tienen lugar en una que data de 1901. La residencia tiene su historia propia y además se parece mucho al edificio donde vive la familia de la adaptación del cómic ‘Locke & Key’, también de Netflix, es como si hubiesen reaprovechado la localización.

Crítica: ‘Las de la última fila’

Un ahora o nunca catártico que a muchos les gustaría tener la excusa de poder vivir

El próximo 23 de septiembre en Netflix podréis darles un volteo a vuestras cabezas para ver la serie española, ‘Las de la última fila’. Una serie que reconozco que no es exactamente el entretenimiento que me gusta consumir, pero que está muy en la línea de algunas modas ofreciendo además ideas muy locas pero sobre que todo nos invitan a desafiarnos a nosotros mismos.

Amigas desde su época de estudiantes, las cinco protagonistas de ‘Las de la última fila’, interpretadas por Itsaso Arana, Mónica Miranda, María Rodríguez Soto, Mariona Terés y Godeliv Van den Brandt, coincidieron en los últimos pupitres de la clase y desde entonces son besties. Una amistad prolongada hasta la adultez y mantenida a base de escapadas de vacaciones. Pero este año el viaje estival se adelanta y lleva un motivo especial, evadirse de la dura noticia que han recibido, una de ellas tiene cáncer.

Verano, cáncer, amistad, vitalismo… esta parece una historia más de Albert Espinosa. Aunque va en la línea de series como ‘Vida perfecta’ o ‘Los zapatos de Valeria’, está también cargada de un optimismo que bucea en un mar de tragedia. En ‘Las de la última fila’ tenemos escenas vitalistas que se asemejan uno de esos anuncios de televisión que parece que te quieren dar la lección de tu vida cuando lo que intentan es venderte cerveza, unas compresas o una nueva cuenta bancaria.

Pienso que aunque no me gusten las conversaciones empalagosas, intensitas, hiperexistencialistas, mezcladas con expresiones millennials y metidas con calzador de esta serie va a gustar a mucha gente. Estas cinco amigas están de calavera, para ellas casi todo vale. Este es un carpe diem, un ancha es Castilla con normas improvisadas. ¿A quién no le gustaría poder esparcirse de ese modo tan gamberro e incluso conflictivo sin pensar en los daños colaterales? A veces estas protagonistas van de víctimas y son culpables de crear otras víctimas y otras se merecen esa liberación que van buscando. Es un entretenimiento ideal para empatizar si te encuentras en plena crisis de los 40, un ahora o nunca catártico que a muchos les gustaría tener la excusa de poder vivir. Esta historia transformadora, a veces tramposa, se justifica buscando soluciones a veces hipócritas, casi siempre poco realistas.

‘Las de la última fila’ es divertida, sensible y tiene visión. Pero juguetea a placer y de manera conveniente con la doble moral. Es capaz de pasar del desfase tipo ‘Resacón en las vegas’ o ‘Primos’ (obra también de Daniel Sánchez Arévalo) a la sensiblería a modo de ‘Bajo la misma estrella’. Eso sí, entre tantas idas de olla hay muchos símiles emotivos muy bien trabajados, acompañados además de caras conocidas en todos los episodios.

Esta es una serie que realiza un retrato generacional. Si pensáis que la expresión “salir de la zona de confort” está manida… esta serie la desgasta del todo. De hecho el propio Daniel Sánchez Arévalo está un poco fuera de los géneros habituales en su cinematografía, no olvidemos de todos modos su trabajo para Campofrío (¿recordáis lo que he dicho en el tercer párrafo?). Para esbozar los síntomas de nuestra generación no se queda solo en un sinfín de canciones indie o pop cantadas casi en su totalidad por intérpretes femeninas, sobre todo se centra en cómo somos una quinta que intenta huir y no afrontar los problemas, ahí veo yo su mayor acierto.

Crítica: ‘Un asunto privado’

Divertida historia policial con dos protagonistas muy carismáticos

Gracias a Prime Video, hemos tenido la oportunidad de ver los tres primeros episodios de ‘Un asunto privado’. Un asesino en serie ha aparecido en la ciudad y Marina Quiroga se ha empeñado en cazarle.

Protagonizada por Aura Garrido y Jean Reno, nos traen una especie de Sherlock Holmes junto a su Watson. O más que Watson a un Alfred en sus tiempos mozos. Una divertida serie en la que nuestra protagonista tiene que luchar por sus sueños en un mundo en el que los hombres mandan en todo y en el que hay trabajos en los que no puede estar una mujer.

Marina Quiroga desea ser policía, pero no la dejan, por ello, se escapa en cuanto puede, intenta conseguir material ilegal e incluso logra ponerse en peligro con la intención de resolver un caso. El problema que uno de los jefes de policía es su hermano que no la pondrá las cosas fáciles. Junto a su mayordomo intentará lograr atrapar a los malos.

La verdad que me ha encantado. Al principio es cierto que me costó un poco entrar al estar un poco sobreactuados todos los personajes, luego vas viendo que la manera de contar la historia y la acción piden ese tipo de actuación. Personajes un tanto excéntricos llenos de vitalidad.

Es divertida y muy dinámica. Aura Garrido está estupenda, muy graciosa. Nos da a una Marina un tanto malcriada, que logra salirse siempre con la suya, pero que en el fondo es un pajarillo encerrado. Ella pide a gritos su libertad de poder hacer con su vida lo que quiera, pero mientras tanto van apareciendo de vez en cuando pretendientes para casarla.

El encargado de hacer de Héctor, el mayordomo, es el gran Jean Reno, que no puedo decir nada malo de él. Hacen una pareja tremenda en pantalla y se ve que se lo han pasado muy bien durante el rodaje.

En el resto de reparto encontramos a Ángela Molina, Alex García, Gorka Otxoa, Tito Valverde, Pablo Molinero, Irene Montalá y Andrés Velencoso. En general todos bastante bien, quitando Ángela Molina. Que como he mencionado anteriormente, aunque sea una serie que pide un poco de sobreactuación, ella se ha pasado un poquito.

‘Un asunto privado’ está rodada en Galicia y no les fue nada fácil, pues les pilló la pandemia. Pero como nos dijeron no todo fue malo. Pues de repente un día llegó Filomena y tuvieron la oportunidad de poder rodar en un ambiente lleno de nieve en pleno Galicia.

La serie tiene muchos puntos buenos, la acción, que está bastante bien rodada, ver al personaje que interpreta Aura Garrido, recorrer todas las calles y dar saltos con los increíbles vestidos que viste, es bastante impresionante. Ese es otro de los grandes puntos visuales de la serie, el vestuario. Se nota el gran trabajo y cariño en todas las piezas, sobre todo en las que lleva Marina, pues lleva colores muy característicos, sobre todo el rojo, que la hacen sobresalir en escena cada vez que aparece.

Dirigida por David Pinillos, María Ripoll y Daniel Aranyo, la serie llega a nuestras casas el próximo 16 de septiembre con 8 episodios en los que tendremos que averiguar quien es el asesino que tanto quiere atrapar Marina.

Crítica de ‘El Señor de los Anillos. Los anillos de poder’

Buceando y oxigenando el Legendarium de Tolkien

Hemos podido ver los dos primeros episodios de ‘El Señor de los Anillos. Los anillos de poder’. La serie que en sus inicios dirige J.A. Bayona y cuenta con la producción de Belén Atienza llega a Prime Video el 2 de septiembre. Los creadores de este arriesgado proyecto (por coste y por exigencias de los que somos lectores) son J.D. Payne y Patrick McKay, quienes pronto nos brindarán un nuevo ‘Flash Gordon’.

Al igual que la trilogía iniciada en 2001 (con la que no comparte productoras) comienza con la voz de Galadriel. La elfa es la protagonista encarnada por Morfydd Clark (‘Saint Maud’) y se narra de ella una etapa que hasta los Tolkien (J.R.R. y su hijo Christopher) han cambiado varias veces. Choca ver a Galadriel como guerrera pero bien es cierto que libró una eterna lucha contra Morgoth y Sauron para reconciliarse con los Valar y ganarse su regreso a las Tierras Imperecederas. Ese es el lugar de origen de elfos y en ocasiones fatalidad para los humanos, es ahí donde arranca la serie. La Tierra Media trajo la muerte a los elfos, los elfos trajeron la idea de la inmortalidad a los hombres, ya descubriréis la importancia de esto. Volviendo al inicio de la serie, se arranca también como las películas, con una épica aunque escueta batalla.

Es evidente que las películas han influido en ‘Los anillos de poder’. Sauron viste una armadura similar, los diseños de los trolls y los orcos van en la línea, hay ropajes similares a los de Arwen, Lindon tiene similitudes con el Rivendel que vimos en el cine, el broche que lleva Arondir se asemeja a las hojas de Lothlórien de la capa de Elijah Wood, incluso la tipografía de los títulos tiene trazos similares. Esto puede suceder también por tener como musas a las ilustraciones de los libros, las cuales, han sido siempre impactantes. Todo ello acompañado además de lo tremendamente descriptivo que era J.R.R. Tolkien en sus textos y que su nieto Simon Tolkien ha ejercido de consultor. Pero es que hasta los elfos pelean haciendo acrobacias como las del Legolas de Orlando Bloom.

Entonces, pese a que me ha gustado lo que he visto, ¿por qué no he vivido las mismas sensaciones? Hay dos razones principales. Se diluye mi hype de fan al centrarse la serie en varios personajes y localizaciones inventadas, no os preocupéis, no pasa como en la trilogía de ‘El Hobbit’. Pero la razón más importante por la que no hay una sintonía tan unánime como la que consiguió Jackson es que no estamos viendo algo que pueda estar clavado al milímetro, no es una historia que hayamos leído y esperemos ver recreada conociendo previamente todos y cada uno de los pasos. Los lectores sabemos dónde o cómo va a acabar esto, pero no cómo se llegó hasta ahí de manera específica. Prime Video nos está rellenando huecos entre las historias contadas en el ‘Silmarillion’.

En concreto nos ubican mucho antes de la caída de Númenor, conocida como el Akallabêth, que podría ser el culmen de las cinco temporadas que hay planificadas. Nos ubica unos años después de la caída de Morgoth. En el Legendarium, o como se indica en los créditos, en los apéndices, es en lo que reposa ‘El Señor de los Anillos. Los anillos de poder’. Es una precuela que nos cuenta cómo se ha bajado la guardia en la Tierra Media ante esa inconmensurable y costosa derrota contra el mal. Si la serie se alarga lo suficiente nos podrá servir como precuela a la batalla recreada al comienzo de las películas de Peter Jackson, es decir, todo esto sucede antes de que la alianza entre elfos y humanos lograse, a manos de Elendil e Isildur, arrebatar el anillo a Sauron.

De momento ni siquiera vamos a ver cómo Galadriel se convierte en la suegra de Elrond. Lo que sucede cuadra con el canon con algunas licencias, como el carácter guerrero de la elfa o la amistad tan estrecha de Elrond con los enanos. En los dos episodios, que he podido ver no se hace ninguna alusión a la forja de los anillos por parte de Celebrimbor, ese hecho que trastocó la Tierra Media. Pero si vamos conociendo a sus portadores, por lo que la serie también se convierte en la forja de esos héroes.

En ‘El Señor de los Anillos. Los anillos de poder’ todo es más luminoso y colorido. Esto nos cuadra pues transcurre en una era de recesión de la oscuridad, cuando muchos reinos estaban en su apogeo. El diseño de producción de la serie si que está a la altura de los live action vistos en el cine, incluso Douglas Trumbull dio su visto bueno tras supervisar el tráiler. Trajes, armas, criaturas, maquillaje, escenarios… El nivel de detalle es máximo y se agradece que algunas criaturas estén recreadas con efectos prácticos. También se nota que veinte años de diferencia con la famosa trilogía han permitido una evolución de la tecnología gráfica que logra alcanzar mayor envergadura en menos tiempo. Por lo que no pasa el tiempo es por la composición musical clásica, en ese sentido la banda sonora de Bear McCreary se antoja muy inferior a la de Howard Shore y eso que el compositor ha estado involucrado.

La riqueza de los textos de Tolkien dio para recrear un mundo entero. En los dos primeros episodios se centran en elfos, enanos y hobbits, pero el reparto nos indica que conoceremos el esplendor del antiguo reino humano de Númenor. Acompañamos a Elrond y a Galadriel a Lindon y a los dominios de Eregion. Fuera del canon iremos con el elfo Arondir (el personaje de tez oscura que tanta polémica ha suscitado) a tierras del sur, donde vemos cómo el bando de la luz se había mantenido vigilante cual templario en ‘Indiana Jones: La última cruzada’. Un lugar inventado que han bautizado como Hordern, quizá en homenaje a Michael Hordern, actor que fue Gandalf en la versión radiofónica de la BBC.

El escenario más cautivador y espectacular me ha parecido el de Khazad-Dûm. A todos nos sucedió también en las películas pues este es el lugar donde se enfrentan al Balrog. Un emplazamiento que se conoce con otro nombre, Moria. Allí descubrimos como el concepto de los enanos tampoco difiere de las visiones de Peter Jackson.

‘Los anillos de poder’ nos lleva también a lugares muy al norte, como el gélido Forodwaith y por otro lado a ambientes acogedores como el de Rhovanion, en los lindes del aún no tan peligroso Bosque Negro donde los hobbits del tipo pelosos se topan con “el extraño”. Como en ‘El hobbit’ o ‘El Señor de los Anillos’ un barbudo mágico llega para romper la quietud de la vida hobbit. Imitan en la serie a Gandalf y el personaje la verdad es que hace cosas de Istari, o de maia… También es un misterio saber quién es el amigo que se echa Galadriel. Todos sabemos quién será uno de esos misteriosos personajes, no creo ni que sea spoiler decirlo, pero me lo callaré.

Crítica: ‘La Casa del Dragón’

Los (muchos) dragones vuelven a sobrevolar los cielos

Por fin os podemos hablar de ‘La Casa del Dragón’, una de las series más esperadas del año. Basada en la novela de George R. R. Martin, ‘Fuego y sangre’, este próximo 22 de agosto llega a nuestras pantallas gracias a HBO Max.

Unos 200 años aproximadamente antes de todo lo ocurrido en ‘Juego de Tronos’, ‘La Casa del Dragón’ nos presentan a los antepasados de una de las familias más conocidas de la saga, la casa Targaryen, con sus disputas y dragones volverán hacer que sintamos esas ganas de Edad Media, eso sí, esta vez con menos fantasía que su predecesora. Si, tenemos dragones, pero ya está.

Es imposible no comparar ambas series, pero pese a sus grandes diferencias, los episodios que hemos podido ver de ‘La Casa del Dragón’ me han gustado bastante. No os esperéis una serie llena de acción, porque al menos de momento no la tiene. Va pausada, presentando a sus personajes y adentrándonos en sus historias.

Antes de seguir os pongo en contexto. Conocemos al rey Viserys, un buen hombre que está centrado en que su hija Rhaenyra Targaryen logre subir al trono tras su muerte. Por supuesto esto pesa en todo el reino, incluida a su nueva mujer, Alicent Hightower que quiere que sus hijos hereden el trono. Para más jaleo, tenemos al hermano del rey, el príncipe Daemon Targaryen, volando los cielos en su gran dragón rojo y soñando con ese trono.

Volvemos de nuevo a ver una sociedad bastante medieval. En la que la mujer, pese a que en este caso muestran mucha fuerza, siguen siendo mujeres y hay ciertos derechos que se les sigue negando.

Una de las cosas que han hecho bien en ‘La Casa del Dragón’ para no tener un sinfín de temporadas, es gestionar bien la edad de los personajes. Tenemos actrices y actores escogidos con muy buen ojo, para dar vida a los protagonistas tanto en su infancia como ya de adultos e incluso ancianos.

El reparto está perfecto, Paddy Considine, Olvia Cooke, Emma D’Arcy, Steve Toussaint, Eve Best o Rhys Ifans son parte de este nuevo elenco que poco a poco van entrando en las diferentes intrigas palaciegas. Hay mucho más reparto por supuesto, pero si menciono a todos ellos no termino. Mención especial a Milly Alcock que interpreta a la princesa Rhaenyra Targaryen de joven. Le da una fuerza tremenda a su personaje, pese a todos los impedimentos que tiene en su vida por ser mujer. Y a Matt Smith, que ya sabemos lo buen actor que es, pero he de reconocer que con el pelo blanco y vestido de caballero no se puede negar que ha nacido para interpretar a un Targaryen.

Veremos dragones surcando los cielos gracias a las maravillas del CGI. Se ve el gran trabajo que tienen por detrás y la experiencia en hacer dragones. En general el tema efectos especiales están perfectos.

El vestuario y las localizaciones son otro punto a favor de esta serie, que logra aportar mucha veracidad dentro de la ficción que es. Es muy minuciosa con todos los detalles que introducen para diferenciar a cada una de las familias o los personajes. Volveremos a ver ciudades como Trujillo, Cáceres o Girona… entre otras por las que vuelven a sobrevolar los múltiples dragones.

Como he dicho, ‘La Casa del Dragón’ llega este lunes 22 de agosto con 10 episodios, que se irán emitiendo los lunes a las 9:00. Y si, se toma la historia con mas calma y parece quizás un poco más telenovela, pero aun así, merece mucho la pena su visionado.

Crítica de ‘Sandman’

Bien cargada de onirismo, dan ganas de seguirla hasta la vigilia

No sé si ha sido debido a la privación del sueño inherente a la ola de calor o el hecho de que la serie sea lo bastante fiel a las novelas gráficas que me he visto sin cesar esta versión de ‘Sandman’. Netflix estrena este 5 de agosto la serie basada en los cómics creados por Neil Gaiman y como lector de su obra puedo mostrarme ampliamente satisfecho.

Por zanjar pronto lo que tanto se ha comentado y la razón por la que muchos ya le han puesto sin argumentos de peso la X a este ‘Sandman’. El siempre polémico cambio de raza o sexo de muchos personajes. Sin duda esa comidilla en redes no ha hecho más que realizar los sueños de Netflix pues de ese modo consiguen publicidad gratis. Son modificaciones que nunca se hacen en el sentido inverso y a mí esto ya me resbala. Esa política de “inclusión y diversidad” se retrata a sí misma. No obstante el casting me parece bien escogido pues el hecho de que una persona sea negra o mujer no influye ni en esta trama ni en la manera de ser de los personajes. Por ser muy fan lo que si me ha dolido de esta adaptación es la ausencia de John Constantine, quien en los cómics se hace con uno de los objetos de Sueño, y la no participación de la Liga de la Justicia que recupera la Gema del sueño. En los tebeos intervienen o se menciona a Joker, Arkham, Dr. Destiny, Detective Marciano… No olvidemos que estos cómics fueron un encargo de DC para Gaiman. A pesar de que la serie lleva por delante el logo de la Warner, materializar tal cual lo original se antoja un crossover imposible por temas de derechos, presupuesto o incluso duración, harían falta muchos personajes. Esta es sin duda una de las razones por las que la serie está muy condensada y con alguna trama que sucede en paralelo o de manera adelantada. Se han permitido al menos algún guiño como los muñecos que vemos de fondo en el octavo episodio.

Pero ‘Sandman’ está bien orquestada y percibimos la misma historia, el mismo espíritu que en la serie de cómics. Para los lectores de las viñetas puedo adelantar que en la primera temporada de la serie han abarcado los dos primeros volúmenes de los diez que tiene ‘Sandman’, es decir, ‘Preludios nocturnos’ y ‘La casa de muñecas’. Y son capaces de narrar todo lo incluido en esos cómics calcando algunos diálogos, imitando algunas escenas y además sin caer en atropellos. Y lo que es más importante, manteniendo los dilemas y comportamientos de los protagonistas.

En ‘Sandman’ conocemos a Sueño, al rey de los sueños. Él es uno de los Eternos (los de DC no los de Marvel). Pero contar su historia es contar en parte la de sus hermanos, Destino, Muerte, Destrucción, Deseo Desespero y Delirio, además de la de otros muchos personajes. Todo arranca en el momento en el que Sueño cae preso tras un conclave que sale mejor que el de ‘La Herencia de Valdemar’. Tenían el loable objetivo de atrapar a la muerte para que nadie más muriese, pero en lugar de ello atraparon a su hermano y el mundo dejó de soñar. Tras muchos años cautivo, cuando Sueño se libera empieza una cruzada por reconstruir su reino de los sueños y por recuperar los objetos que le han sustraído, las herramientas que usa para canalizar su poder. Se centra la serie en resolver ese conflicto. Ese sentido de lo poético y lo oscuro e incluso retorcido que caracteriza a Gaiman y su obra podemos decir con regocijo que está en la serie.

Fantasía oscura, épica dramática y fatalista. Se ha sabido conservar los sueños como eje que vertebra la obra, la interpretación de los mismos, el onirismo en un sentido moderno. Están muy presentes el existencialismo, el conocimiento, la mente, el comportamiento humano… los cómics de ‘The Sandman’ mezclan personajes de toda índole y en ese recorrido abarcan todo lo que somos capaces de soñar. ‘Sandman’ es un estudio contemporáneo de la condición humana sin llegar a ser algo intelectual. Habría sido muy ambicioso por parte de Netflix llegar a esos niveles, de hecho demasiado sesudo para su público mainstream. O lo haces tal cual y contentas a los más eruditos o fans del cómic o lo adaptas llevándotelo a tu terreno, no hay cabida para la tierra de nadie. Es una propuesta ligeramente distinta a lo habitual que puede que caiga en el aborrecimiento pues la serie roza un poco todo eso.

En cuanto al reparto. Los efectos visuales hacen que reconozcamos viñetas de los cómics pero en movimiento. Eso favorece a que los actores nos hagan recordar a los personajes dibujados. El Sandman interpretado por Tom Sturridge, por ejemplo, es igual de depresivo y va por ahí con esa estética que parece copiada a un emo fan de Tokio Hotel. Tiene ese color pálido, esa voluminosa melena, esos ropajes que parecen sacados de ‘El Cuervo’ y ese casco que bien podría ser de uno de los ingenieros del imaginario de Ridley Scott.

Muerte es igualmente esa hermana que quiere incondicionalmente a Sueño aunque le meta caña. No lleva exactamente la misma estética que en el cómic por lo que sí que pierde ese toque gótico o punk. Es donde más percibimos la actualización ya que no viste esas pintas de rockera salida de un concierto de The Cure. La serie no cae en la trivialización. El cuervo es casi el único alivio cómico, como en los cómics, junto a Merv que lleva la voz de Mark Hamill. Además en parte el ave negra es el vehículo para explicar todo el universo que rodea a los Eternos para que los no lectores comprendan mejor qué están viendo.

Si vemos cambios en el orden de la historia o en cómo suceden algunos eventos es por la supresión de los personajes de otras franquicias que comentaba antes y por adaptar todo al lenguaje audiovisual. Hay episodios, como el primero, el de la taberna o el cierre que están estupendamente bien hechos. Incluso se acierta en cuanto al uso de las tonalidades de color, sobre todo cuando emplea tonos oscuros, con una pizca de color y alguna luz que sobrevive entre ellos. Sin duda la serie hace honor al DC oscuro, ahora bajo el sello Black Label que reúne historias de Batman, Constantine o ‘The nice house on the lake’, entre otras.

Quizá conocíais Sandman por los cómics o quizá por la versión de audiolibro que lleva la voz de James McAvoy como Sueño. Si erais lectores quizá estaréis conmigo en que es la mejor adaptación del material de Gaiman, por encima de ‘American Gods’ o ‘Good Omens’, e incluso de ‘Stardust’ o ‘Coraline’. Si queréis saber más al respecto entrad en este otro artículo.

Crítica de ‘Paper Girls’, la serie inspirada en los cómics

Trata bien sus personajes, pero fatal su ciencia ficción

El próximo viernes 29 de julio llega una de las adaptaciones de cómic a serie más esperadas dentro del panorama indie. ‘Paper Girls’ estrena su primera temporada intentando dar vida a la serie de Image Comics creada por Brian K. Vaughan, Cliff Chiang y Matt Wilson. En este primer acercamiento, creado por la guionista de ‘Toy Story 4’ o ‘Los anillos de poder’, Stephany Folsom, se han aproximado a la idea original en solo algunos aspectos, pero quedado muy cortos en otros.

Son ocho episodios que muestran el gran guión de los cómics totalmente de manera alborotada y cortada. Todo lo que sucede en la historia original (reseña aquí) es muy difícil condensar en una sola temporada. Y así es, tras los ocho capítulos de la serie ‘Paper Girls’ nos quedamos en vilo para una nueva tanda de episodios. Pero esto se debe no solo a la complejidad y extensión de la historia, también al ritmo que se ha empleado. La serie de Prime Video me ha aburrido en casi la totalidad de sus episodios. Le sobra charlatanería y le falta ciencia ficción. Ya no es mi frustración como lector al ver que la historia está totalmente desordenada, sino mi hastío como espectador al ver que la aventura progresa a trompicones y dedica la mayoría de su espacio a charlas triviales. Dije que en la reseña que si lo hacían bien sería el nuevo ‘Stranger things’ pero es que además falta gracia, carisma, gancho o como lo queramos llamar.

El que la serie esté repleta de palabrería y muy poca acción se debe a un claro intento de ahorro. Si se hubiese hecho todo tal cual sucede en los cómics la cantidad de efectos especiales necesarios habría encarecido este producto. Eso hace que apenas se perciba que estamos en una historia de ciencia ficción. Se ha modificado la manera en cómo se topan las protagonistas con todos los misterios e incluso se han reducido la cantidad de personajes y eventos extraños, lo cual le quita mucha gracia y emoción. Estos cambios han trastocado el camino de descubrimiento y las correrías tan bien escritas e hiladas por Brian K. Vaughan en las viñetas. El último episodio es el único que tiene el ritmo, la idiosincrasia y el fantástico que hace justicia al cómic.

A este ‘Paper Girls’ le han quitado toda la espectacularidad y la complejidad en cuanto a las paradojas temporales se refiere. Además, han sesgado todo aquello que le puede parecer más extravagante al público más “normal” o comercial. Está tan cambiado que incluso cuestiona el determinismo de la serie de cómics y se perciben muchos menos argumentos de empoderamiento de la mujer. Está más centrada en el paso a la madurez y el autodescubrimiento tan peculiar que plantea esta idea, pero dice casi adiós al feminismo y a la lucha entre generaciones.

Si sois lectores de estos cómics estoy seguro que os va a desencantar el no ver ni los dinosaurios, ni los tardígrados, ni la cápsula del tiempo, ni la catedral, ni esos sueños tan inquietantes… La decisión es arriesgada. Si tardan en incorporar a la serie todos sus elementos fantásticos van a perder a la mayoría de audiencia. Por no hablar de otro factor, que es al que se han tenido que enfrentar como buenamente han podido los artífices de ‘Stranger things’ o ‘Juego de tronos’. No es otro que el del crecimiento de sus protagonistas que muy pronto dejarán de tener aspecto de niñas de doce años.

La música no ayuda nada a darle vidilla a esta visión (que no versión) de ‘Paper Girls’, el poco sentido del suspense de los episodios dirigidos por Georgi Banks-Davies tampoco. Encontrarnos con algún que otro fallo también nos saca de la historia o nos habla del poco cuidado que se ha puesto. No me refiero a lo cutre que aparece el título en cada episodio o a la ausencia del logo de Apple en la historia, algo que entenderán también los lectores y supongo que se debe a un tema de derechos. Hablo de particularidades como el traductor automático. Se supone que unos personajes hablan en otro idioma y gracias a un invento su voz suena en nuestra lengua. Pero no se han percatado al rodarla que los labios de los actores se mueven realmente como si vocalizasen directamente en nuestro idioma. Esa poca atención por los detalles hará que la serie se acabe precipitando al olvido. No entiendo como Vaughan ha dado su «ok», por lo menos el casting de protagonistas se parece a las que dibujó Cliff Chiang.

Crítica de la serie de acción real de ‘Resident Evil’

Una expansión más que regulera de los videojuegos

La primera serie de acción real de la franquicia ‘Resident Evil’ consta de ocho episodios de menos de una hora (más los que vengan en futuras temporadas, si no la cancelan). Los podréis ver a partir del 14 de julio en Netflix. Sigue la dinámica de los ‘Resident Evil’ modernos e incorpora una nueva trama que se regodea más en los preludios. Podemos dividir esta serie en dos partes que describiré a continuación, una menos presente y bastante aceptable y la que domina la temporada haciendo bajar el nivel de esta “adaptación”. Por lo menos no es como ‘The walking dead’, que te puedes pasar todo un capítulo sin ver un zombie.

Por un lado la acción transcurre en 2036, 14 años después del estallido zombie a gran escala, tiempo después del de Raccoon city que sucedió en el 98. Pero también, y en su mayoría, nos cuentan lo que sucedió en 2022 en una inventada New Raccoon City, tres meses antes de la catástrofe mundial y justo después del desastre de Tijuana.

Cuatro son los nombres a destacar en esta historia, todos ellos interpretando a personajes con el mismo apellido, Wesker. Lance Reddick (‘John Wick’, ‘Fringe’) es Albert Wesker (con la consabida polémica por el cambio de raza). Las otras protagonistas, las hijas de Wesker, son encarnadas por las jóvenes Tamara Smart y Siena Agudong, junto con las actrices que las representan de mayores, como Ella Balinska (‘Los ángeles de Charlie’) quien fue atleta en su día y aquí nos aporta la mayor dosis de acción que han sido capaces de disponer.

Lo malo es que la mayoría de la trama adolescente sobra, yo calculo que el 70% del metraje. Quizá la explicación la encontremos en que esta ‘Resident Evil’ está creada por Andrew Dabb, el co-escritor de ‘Supernatural’ y esta también es una serie de fraternidad con padre complicado. El quinto episodio por ejemplo está acaparado totalmente por las dos hermanas cuando eran jóvenes y tiene momentos de vergüenza ajena. Y a partir de ahí la cosa decae más. Los mejores momentos son los que transcurren en 2036 ya que son los que tienen acción y monstruos clásicos de la saga, recordando a películas como ‘Wyrmwood: Apocalypse’. Ahí se desarrolla por ejemplo cómo funcionan los no-muertos (llamados ceros aquí) tras catorce años vagando y buscando carne humana, encontrando cada vez menos.

La trama transcurre en Nueva Raccoon City pero también en un Londres destruido y con zombies que por desgracia no recuerda a ‘28 días después’. La serie termina recordando más a ‘Rec 4’ que al exitazo de Danny Boyle con zombies (o infectados) que corren. Al igual que en muchas de las películas animadas la acción nos lleva lejos de Raccoon y eso permite distanciarse, ampliar el universo de ‘Resident Evil’ y oxigenar la historia fuera de las estrictas exigencias de lo que habría sido una adaptación de alguno de los clásicos. Pero como pasa con muchas de las historias de Netflix, la brújula se estropea y pierden de vista qué material tenían entre manos. La táctica es la de desarrollar una secuela independiente generando nuevas historias y nuevos personajes, seguramente con la pretensión de tener un efecto boomerang y que estos aparezcan en los juegos.

Aunque este sea un material casi carente del espíritu de los juegos de Capcom (menos aún que las películas de Anderson y Jovovich) seguimos teniendo elementos que nos recuerdan a la original, de manera episódica y casi ciñéndose a lo meramente conocido como huevos de pascua. Umbrella obviamente es una corporación farmacéutica que controla territorios enteros, ahora capitaneada por Evelyn Marcus (Paola Nuñez), hija de uno de sus fundadores, James Marcus. Aparecen los gusanos de ‘Resident Evil 3: Nemesis’ o de ‘Code Verónica’, los lickers, las arañas gigantes, el Chainsaw Majini del quinto juego, Lisa Trevor… Incluso se hace un guiño a las plantas verdes con las que nos curábamos en los juegos. Pero obviamente no es suficiente, por lo menos si no compartimos la visión de Dabb. Falta un guión a la altura y una ambientación más similar a los videojuegos, cosa que por lo menos si conseguía el último filme.

Crítica: ‘La noche más larga’

Buscando una nueva casa de papel han conseguido un remake, del remake, del remake…

Esta nueva producción española llamada ‘La noche más larga’ se define como una miniserie, por tener solo seis episodios, pero no podemos considerarla como tal pues la trama no se cierra en esos seis capítulos. Es un duelo de bandos en una prisión que queda abierto para segunda temporada. Netflix lanzará esta primera temporada el 8 de julio y ni la plataforma ni los showrunners lo reconocerán nunca, pero este es un clarísimo caso de intentar crear un nuevo fenómeno como el de ‘La casa de papel’, pero les ha salido una versión estirada de ‘Asalto al distrito 13’.

‘Asalto al distrito 13′ es una película de 2005 que versionaba un filme de 1976 llamado ‘Asalto a la comisaría del distrito 13′, dirigido nada más y nada menos que por John Carpenter. Ese título a su vez provenía de un clásico de Hawks, ‘Río Bravo’ que el propio cineasta ya se encargó de repetir con algunos cambios en ‘El Dorado’. Los guisonistas Guionista Xosé Morais y Victoriano Sierra Ferreiro, autores de ‘Néboa’, calcan la fórmula y ya pueden innovar para la segunda parte, porque esta ni destaca entre tanto remake ni se ha distanciado lo suficiente con la obra de Álex Pina como para resultar fresca.

En ‘La noche más larga’ un asesino en serie famoso, perteneciente a una organización, no se resiste a su detención y va a la cárcel. El arresto de “El Caimán”, que así se llama, pone en jaque a ciertas personas y hace que se ejecute un plan. Comienza así un thriller que transcurre en una noche, la de Navidad. En medio de este conflicto está el director que estaba a punto de celebrar la nochebuena con sus hijos. Lo que parece iba a convertirse en una versión española de ‘Jungla de cristal’ sigue el mismísimo esquema de los remakes que he comentado. Si tenemos en cuenta que a lo ya contado le sumamos la típica tensión entre internos y funcionarios y además componentes externos interesados en el recién apresado vemos que esto es muy similar a la película de Jean-François Richet o Carpenter. Incluso mantiene el dilema para el protagonista que se ve dividido por una doble moral, por lo personal y lo profesional, por el valor de una vida u otra.

El director Oscar Pedraza (‘Sky rojo’, ‘Patria’) se mueve bien por los escenarios recreados para dar vida a la Prisión Psiquiátrica Monte Baruca. La historia refleja bien la presión del protagonista que tiene que dirigir un manicomio y además cuidar a sus hijos en Navidad durante de la vorágine que se genera. Esta es una situación de esas de planes rotos, de improvisaciones y de muchos intereses e interesados. Cuando mejor funciona la historia es cuando se mueve entre presos, guardias y demás personajes “secundarios”, irónicamente no es cuando se centra en los dos protagonistas interpretados por Alberto Ammann y Luis Callejo. No es por ellos, sino por que es mucho más interesantes el arco del resto de protagonistas. No obstante, cabe señalar que lo de Luis Callejo como villano sin escrúpulos es dar en la diana. Da el perfil de psicópata y sociópata de película frío y calculador. También es remarcable el papel de Daniel Albaladejo como Cherokee y el de Xabier Deive como uno de los guardias más veteranos de Baruca.

Lo que más me ha decepcionado no es ni su falta de originalidad ni su descarado intento por convertirse en fenómeno de masas. Es el hecho de que peque en no darse cuenta de que más es menos. Se introducen demasiados componentes, se intenta rizar el rizo y estirar el chicle. ‘La noche más larga’ está repleta de coincidencias convenientes que hacen que la trama se alargue con giros y más giros, de los ya clásicos detalles de diversidad e inclusión de Netflix, los típicos romances de las series españolas… No es una copia pues en vez de transcurrir en una comisaría se ubica en una prisión/manicomio o en vez de localizarse en nochevieja sucede en nochebuena. Sutiles cambios que, al menos para mí, no son suficientes.

Crítica: ‘Westworld’ T4

Lo mismo de siempre, pero con otra fachada

El próximo 27 de junio, sin haber hecho mucho ruido previo, se produce el regreso de ‘Westworld’. Una vuelta que a muchos ha sorprendido pues no eran pocos los que daban por cancelada la serie que re-imagina la película de 1973. Pues para bien o para mal en este inicio de verano tendremos nueva temporada que llegará a tener ocho episodios de los que hemos podido ver cuatro.

Jonathan Nolan y Lisa Joy siguen con su serie, la cual ya estaba fuera de rumbo. Siguen con el tema de los seres sintientes, ya sean humanos o máquinas dotadas de una inteligencia artificial avanzada. Además están ya totalmente alejados del guión que Michael Crichton escribió para la película original. Mantienen su apuesta por el debate existencialista y la guerra de especies o entidades que es algo de lo que personalmente ya estoy cansado y creo que no da más de sí. Es por eso que la serie me cansa ya tanto y junto a ‘El cuento de la criada’ creo que es un de las cancelaciones/finalizaciones que HBO está tardando en ejecutar. Para mi está agotada la idea y el discurso y ni con todos los giros o vueltas de tuerca que se van inventando recuperan mi interés, ni siquiera como serie de acción. Mucho tendrían que hacer en los cuatro últimos episodios.

Otro de esos giros es un nuevo parque, cosa que tampoco ha sido nunca original pues la película también incluía otros parques temáticos inspirados en otras épocas, como la de la Roma clásica o el medieval. Se rumoreó que HBO fundiría esta serie con ‘Juego de Tronos’ y lo único que vimos fue a uno de los dragones de Daenerys. Esta vez toca movernos a los felices años 20, como indica el título del tercer episodio. Los títulos de los cuatro primeros episodios son ‘Los augurios’, ‘Bien solo’, ‘Annes Folles’ y ‘Generación perdida’. Si esto os parece spoiler ya os aseguro que no es nada comparado con lo que se muestra en el tráiler.

La temporada cuatro repite bastantes elementos, por mucho que se pinten con otra pátina y por mucho que en vez de versionar a Guns N’ Roses versionen a Metallica. Mantiene los personajes de Evan Rachel Wood, Thandiwe Newton, Ed Harris, Jeffrey Wright, Tessa Thompson, Luke Hemsworth, Aaron Paul, Angela Sarafyan y James Marsden. Además se suman intérpretes como Oscar Ariana DeBose, Aurora Perrineau y Daniel Wu. La filosofía es la misma y la serie sigue con su arquitectura y trajes futuristas (incluyendo unos ridículos cascos de obra) lejos ya del western en todos los sentidos. También se mantiene ubicándonos en distintas localizaciones siguiendo distintas tramas a la vez. Aaron Paul y Thandiwe Newton repiten la misma escena tres o cuatro veces y eso sin estar en un bucle como el de Dolores (Rachel Wood). Y de nuevo sucede que la serie es más entretenida cuando está con cualquier personaje que no sea el de Dolores, que sigue erre que erre con lo mismo. Al fin y al cabo todo se resume en tener a las maquinas infiltradas a modo de ultracuerpos en una invasión silenciosa. Es decir, se podría haber hecho ya en la tercera temporada y hacer un poco de síntesis.

Crítica: ‘La Casa de Papel: Corea’

El remake coreano de ‘La Casa de Papel’ ya está aquí.

Este viernes 24 de junio llega a nuestras casas ‘La Casa de Papel: Corea’ y la verdad que me ha dejado bastante fría.

Comenzamos con las dos Coreas unificándose y decidiendo con ello crear una casa de la moneda conjunta, la cual, por supuesto, nuestros protagonistas al igual que en la versión española, deciden entrar a robar.

¿Qué por qué me ha dejado fría? Pues quitando la sinopsis inicial en la que las dos Coreas se unen el resto es igual a nuestra serie patria. Vale que querían hacer una Casa de Papel, pero creía que iban a innovar algo más. Si que juegan un poco con el tema de Corea del Sur y Corea del Norte, con las enemistades que aun pueden quedar. Pero no lo suficiente y, aun así, utilizando esto sigue siendo igual que ‘La Casa de Papel’.

Al menos en los 6 episodios de 12 que nos han dejado ver es una copia. ¿Está mal hecha?, para nada. Es un remake muy bien realizado la verdad.

Está claro que la han realizado para tener al público oriental, pero visto lo visto no hubiese hecho falta. Al menos en mi opinión, realizar un remake tan calcado tan pronto me ha parecido algo innecesario.

Pero como digo, es mi opinión y aunque me haya dejado fría, no significa que sea malo. La serie al final es ‘La Casa de Papel’, está bien interpretada y la acción y los escenarios muy bien trabajados.

Quizás eche en falta un poco más de atractivo al personaje de El Profesor y no me refiero al físico que me da igual, pero su personaje no atrae tanto misterio como el que pudo darle Alvaro Morte. Quizás sea el personaje que más rabia me ha dado. En cambio el dúo de Denver y Moscú me ha encantado. Ya me gustaba la versión española, pero admito que estos dos actores logran canalizar mucho el amor entre padre e hijo y como se cuidan el uno al otro.

En el reparto encontramos caras bastantes conocidas como Yunjin Kim (‘Lost’), Park Hae-soo (‘El juego del calamar’), Yoo Ji-Tae (‘Old boy’) o Jeon Jong-seo (‘Burning’).

Poco más que deciros, la serie llega este 24 de junio a Netflix con 12 episodios de mas o menos 1 hora de duración cada uno. Y ya veremos si al menos en los 6 siguientes que restan introducen algo que marque diferencia.

Crítica: ‘The Umbrella Academy’ temporada 3

Que maravilla volver a ‘The Umbrella Academy’ y que todo siga igual de loco

Comenzamos con las locuras desde el minuto uno de la temporada. Vemos como después de salvar el mundo en 1963 y supuestamente arreglar toda la línea temporal, nuestros peculiares héroes regresan a casa donde todo vuelve a ser normal. Pero, nada de esto es cierto. Se encuentran en una realidad bastante más complicada. Su casa no es su casa, sino que además de que su padre vuelve a estar vivo se encuentran con otra “familia” de superhéroes, la Academia Sparrow. Bastante diferentes a ellos y mucho más agresivos.

A partir de aquí, vamos conociendo a los diferentes componentes de la Academia Sparrow. Y aunque han sido criados por el mismo padre, son completamente distintos a nuestra querida familia Umbrella.

La tercera temporada de ‘The Umbrella Academy’ llega a nuestras casas el próximo miércoles 22 de junio en Netflix. La serie consta de 10 episodios, ‘Otra familia’, ‘La mayor bola de bramante del mundo’, ‘Energía de sobra’, ‘Kugelblitz’, ‘La decisión más ética’, ‘Marigold’, ‘Auf Wiedersehen’, ‘Una boda en el fin del mundo’, ‘Siete campanas’ y ‘Olvido’, de unos 50 a 40 minutos de duración.

Volvemos a reencontrarnos con personajes desaparecidos y se añaden nuevas caras para complicar un poco más la historia. Otros que cambian, pues tenemos algún episodio en el que nos cuentan el cambio de Vanya a Viktor.

Esta tercera temporada de ‘The Umbrella Academy’ no pierde su esencia. Buena música, historias enrevesadas y unos personajes cada vez más disfuncionales que hacen que nos quedemos siempre con ganas de más.

Me gusta mucho eso, ese carácter despreocupado ante un apocalipsis o luego que les entren las prisas por intentar arreglar todo. Esa manera que tiene cada uno de los personajes de afrontar los problemas, ya sea con alcohol, amor o traiciones.

El que Klaus haya sido uno de los personajes con más minutos de esta temporada también ha sido algo de mi agrado, me encanta Robert Sheehan y su talante, que logra crear a un personaje tan tonto y adorable. Además, que tenemos un claro homenaje a su personaje de ‘Misfits’.

En el reparto volvemos a encontrarnos con Elliot Page, Tom Hopper, David Castañeda (‘Cuenta pendiente’) que tendrá un giro bastante grande en su vida, Emmy RaverLampman, Aidan Gallagher, Justin H. Min o Ritu Arya. Y entre las nuevas caras tenemos a Genesis Rodriguez, Jake Epstein, Cazzie David, Britne Oldford o Justin Cornwell.

En la dirección de los Jeremy Webb (‘Altered Carbon’), cuarto episodio por Sylvain White (‘Fargo’) o Paco Cabezas (‘Adios’)

Lo que no se si esta vez han tenido algo de menos presupuesto o si ha habido prisas a la hora de estrenar la tercera temporada de ‘The Umbrella Academy’. Pero me ha chocado bastante el tema del CGI, bastante flojo en general. Si que es cierto, que hay buenos efectos a la hora de realizar los poderes y sobre todo al final. Del cual evidentemente no voy a contar, pero hay algún que otro croma que es clamoroso.

Pero, que sea eso lo peor. Al final lo bueno que tiene ‘The Umbrella Academy’ es su historia original, su puesta en escena y las locuras que nos ofrece esta familia tan desorganizada. Que como he dicho antes, nos deja con muchas ganas de más. ¿Termina ‘The Umbrella Academy’ con esta tercera temporada? De momento no tenemos noticias, pero si la siguen yo la acogeré con los brazos abiertos como siempre.

Crítica de ‘Locomía’

¿Conocéis la canción Loco Vox? Pues nada que ver con el partido político

Hombreras, faldas, abanicos gigantes… la imagen de los Loco mía es inolvidable, digna de haber salido en ‘El quinto elemento’, pero cayeron en el olvido, como tantos otros grupos que suenan en la radio durante una época sin parar. Yo era un preadolescente cuando tuvieron éxito, llegaron al número uno y súbitamente cayeron. No he tenido nunca curiosidad de saber qué había sido de ellos, pero lo que he descubierto con el documental que también podréis ver vosotros a partir del 22 de junio en Movistar Plus+ es mayúsculo, cargado de giros inimaginables, no le falta nada. Si hay una serie de la que es mejor que no te hagan spoilers, es esta.

Nuevo documental relacionado con la música española, con mucho más salseo, que el último estrenado por Movistar Plus+, ‘Raphaelismo’. En tres episodios dirigidos por Jorge Lapace, quien quizá os suene por ser el guionista de ‘100 días con la Tata’, nos hablan de aquel grupo que con descaro se coló en todas nuestras radios y televisores. Según ellos mismos afirman eran un grupo tan exitoso que de haber seguido hoy en día estarían en el top de la música mundial. Llegaron con una estética que rompía con lo que imperaba en España, conquistando sobre todo al público femenino. Les gustaba provocar, llamar la atención o ser el centro de atención como alguno de ellos reconoce. Con un toque muy kitsch crearon toda una tribu urbana, una marca, un modo de vida. Pero tras esa fachada habría muchos otros motivos velados y multitud de lances que os van a asombrar sin duda.

El productor de Alaska, Bosé, Carrá, Perales… José Luis Gil cogió a esos hombres de moda en Ibiza para convertirles una boy band. ‘Locomía’ es él contra Xavier Font, el cabeza del grupo que se refiere a sí mismo como patriarca, flautista de Hamelin, creador, conquistador de almas, “para celebritie yo”, “yo no me muero sin un Grammy”… Pero su propio hermano le define como “el Darth Vader de Loco mía”. Básicamente todo se resume en un duelo de prioridades, en el enfrentamiento entre un marketing totalmente desapegado de la calidad vocal o lo personal contra la libertad estética, conceptual e incluso sexual.

A través de estos capítulos les vemos como personas endiosasdas, quemadas, dolidas, arrepentidas… Pero en sus orígenes solo eran jóvenes con ganas de pasárselo bien y lucir una personalidad diferente y cohibida por las mentalidades tradicionales. Se juntaron por afinidad estética o sexual, pero cada uno descubrió con el tiempo que tenían ideas diferentes y la cosa acabó como el rosario de la aurora. Por la droga, por los conflictos amorosos, por la intervención de terceros, por las envidias, por la comercialización, debido a las limitaciones por contrato, a raíz de un rencor sin mesura… La historia es de telenovela, de esas de pasión y cuchilladas.

‘Locomía’ deja al margen los egos y la trayectoria artística, los éxitos musicales con Loco Vox o Loco mía… Eso es casi lo de menos en este documental. En el centro está la retrógrada mentalidad de España, la que existía fuera de las fronteras de la movida madrileña y que aún necesitaba una transición mayor que la de la democracia. La música sirvió una vez más como vehículo para ejercer de palanca de cambio y de apertura a una sociedad mínimamente progresista, que por fin podría sentirse Europea en casi todos los sentidos.

Todos tenemos en mente un grupo de cuatro integrantes pero por la formación llegaron a desfilar muchos nombres: Xavier Font, Manuel Arjona, Gard Passchier, Luis Font, Juan Antonio Fuentes, Francesc Picas, Carlos Armas o Santos Blanco López. Y eso sin contar al segundo Loco Mía. El grupo, perdón, los grupos desaparecieron y ya no los vemos en televisión ni sacan nuevos temas, eso sí, su web oficial con su tienda de merchandising sigue en activo. Parece que los Loco mía estarán algún día de nuevo en nuestras listas de Spotify, quien sabe cuáles serán sus caras.

Crítica: ‘Sin límites’

Sin reparar en gastos a través del globo terráqueo y de la historia

Volvemos a la época de Carlos I, el mismo del que hablamos en nuestra crítica de la película ‘Comuneros’ que podréis leer aquí. Mientras en el Reino de Castilla se producía el levantamiento de los comuneros, a finales del renacimiento, tenía lugar una expedición que cambió la manera de ver el mundo y supuso el dominio comercial del imperio español durante varias décadas más. La gesta de Elcano y Magallanes fue de esas que transformaron la historiade la humanidad.

Rodrigo Santoro ya se ha metido en la piel de otros personajes históricos, como Jerjes o Jesucristo. El brasileño ejerce en ‘Sin límites’ de Magallanes. Como el Aquiles de Brad Pitt va en busca de gloria, de escribir su nombre a fuego en la historia. Por otro lado Juan Sebastián Elcano está interpretado por Álvaro Morte. El reto de ambos navegantes era encontrar una ruta más corta a las Indias y conseguir las preciadas especias esquivando a los portugueses. Una gesta siguiendo la estela de Colón. Fueron tres años que como todos sabemos culminaron no solo en el descubrimiento de una nueva ruta sino que supusieron un zasca a los terraplanistas de ayer y de hoy, antes incluso de la formulación matemática de la teoría heliocéntrica.

‘Sin límites’ son seis episodios de unos cuarenta minutos cada uno que están tan bien hechos que se pasan en un abrir y cerrar de ojos. Cuentan con guión de Patxi Amezcua (‘La sombra de la ley’, ‘Séptimo’) de quien hablábamos hace poco cuando os contábamos qué tal estaba otra serie de Prime Video basada en una gesta marina, ‘Operación Marea Negra’. Pero sobre todo dispone del espíritu aventurero del director Simon West. El director de ‘Con Air’, ‘Los mercenarios 2’ o ‘Lara Croft: Tomb Raider’ nos cuenta los pormenores de la corte, los gajes de oficio, las dificultades del mar, los desacuerdos de la tripulación, los peligros de adentrarse en tierra ajena… ‘Sin límites’ tiene todos esos elementos que hicieron populares las películas de corsarios o las de aventuras en búsqueda de gloria y riquezas.

Años de penurias, de revueltas, de conspiraciones, de recelos y de descubrimientos. La desesperanza y el desconocimiento de la época produjeron más de un altercado, algo que refleja bien ‘Sin límites’. Los imperios se han construido históricamente sobre riesgos y golpes de suerte, sin estos osados descubridores que imaginaban que otro mundo era posible a saber cómo sería nuestro mapa político hoy en día. Todos sabemos cómo acabó esta historia, el valor de la serie reside en el entretenimiento que ofrece y en los detalles que narra, que muchos espectadores ni los habrán buscado en Wikipedia.

La historia nos dice que Magallanes empezó liderando esta empresa pero murió en combate en Filipinas y el que decidió completar la gesta y verificar la teoría recién descubierta de la vuelta al mundo fue Juan Sebastián Elcano. El mismo que hoy en día sigue teniendo un barco con su nombre. No obstante fue Magallanes el que recibió el honor de tener el nuevo paso descubierto a su nombre. Quizá los más patriotas de los espectadores se retuerzan en su butaca cuando vean la visión de Elcano pues aunque es visto como hombre de honor y carisma se le pinta como borracho y endeudado. Sin embargo al final se perfila como el corazón de la expedición mientras que Magallanes es esbozado como el cerebro, uno calculador y tozudo.

Conoceréis detalles como la salida de Sevilla, la inclusión de Juan de Santander, las zancadillas del celoso rey de Portugal, los textos del cronista Antonio Pigafetta los cuales en buena parte han hecho posible que esta historia pueda contarse con detalle. Por supuesto hay licencias y lances que favorecen la acción. Pero la fidelidad y labor divulgativa está fuera de duda. Además la serie hace uso de una gran riqueza de escenarios que aún hoy en día se conservan, como el castillo de Olite. Y plató con croma. Como curiosidad, a veces nos pasan capítulos con algunas escenas sin terminar. Hay a quien no le gusta pero a mí me permite ver cuán colosal es el trabajo de postproducción para recrear con verosimilitud localizaciones remotas o que encarecerían o alargarían la producción. Vais a notar también en ese sentido lo bien que está hecha ‘Sin límites’.

La serie está rodada en portugués y castellano para ganar fidelidad. Gran dupla cultural y excelente elección de protagonistas. La serie es un acierto en el plano técnico y en el artístico. Y además de ser una elección correcta supone una inversión de gran calado. Correcta en cuanto a la calidad que dan ambos protagonistas, aunque no tengan un gran parecido físico con los originales. Completan el reparto los actores Sergio Peris-Mencheta (Capitán Cartagena), Adrián Lastra (Capitán Mendoza), Carlos Cuevas (Martino), Pepón Nieto (Padre Bartolomé), Raúl Tejón (Gómez de Espinosa), Gonçalo Diniz (Duarte Barbosa), Manuel Morón (Cardenal Fonseca) y Bárbara Goenaga (Beatriz). Les podréis ver a todos a partir del 10 de junio en Prime Video.

Crítica: ‘The Boys’ T3

Uno nunca acaba de acostumbrarse al nivel de atrevimiento de ‘The Boys’

Uno de los grandes retrasos derivados de la pandemia que aún persiste es ‘The Boys’ T3. Al menos tuvimos hace poco ‘The Boys: Diabolical’ que nos sirvió como pequeña dosis para ir calentando motores y mantener viva la serie inspirada en los cómics de Garth Ennis y Darick Robertson. Ese retraso ha hecho que tengamos que decir que en ‘The Boys’ T3 hay una escena muy a lo ‘El Escuadrón Suicida’ y no al revés. Pero como es de imaginar la serie mantiene su esencia y hemos de dar gracias a que va todavía más allá.

‘The Boys’ T3 son ocho nuevos episodios, de los cuales hemos podido ver seis, que llegarán el próximo 3 de junio a Prime Video con un estreno de triple episodio, después tendremos uno semanal. Blasfema, antisistema, antipatriótica, con personajes homosexuales, con mujeres empoderadas e incluso se mofa de las armas en esta tercera temporada. Dudo que haya votantes de VOX viendo esta serie, aunque pudiera ser pues muchos de ellos son una contradicción en sí misma. Hay que prepararse por que desde el minuto cero hay drogas, sexo y por supuesto más carnicería aún. ‘The Boys’ T3 no deja de ser una de las adaptaciones de cómic más loca y sin tapujos, libertina dirían algunos, tanto que no se dedica a ser solo una trama de héroes con mallas, también lanza sus críticas, a uno y otro lado. Un ejemplo es la zona del parque de atracciones de Vought dedicada a la inclusividad o el cómo Patriota se cansa de pedir disculpas por ser un heterosexual con capacidades claramente superiores.

El primer episodio empieza en un punto que ni las películas de DC de Snyder, de hecho hay un guiño a su ‘Dawn of justice’ y por otro lado a Marvel Studios. ‘The Boys’ va a cuchillo con las otras casas y con la ya a la vista obsolescencia del mercado comiquero en el audiovisual. En la anterior temporada ya se lanzaba más de un dardo al respecto. Además ese arranque cuenta con un cameo de alguien que hemos tenido y tendremos más presente en el mundo superheróico. Y no es el único cameo de la serie, hay muchos más en esta nueva remesa de episodios. Puedo adelantaros que los dos primeros episodios empiezan en esa línea, muy a lo inicio de ‘Tropic Thunder’, con un tráiler o escena de una ficción dentro de la ficción, imaginando nuevas series o películas, muy burlesco.

Durante estos nuevos capítulos Hughie está más fuera de la lucha ya que luce pública y abiertamente su relación con la súper Starlight. La heroína también se mantiene muy presente en esta temporada con novedades que no conviene que os cuente. Por el contrario Maeve está más ausente que nunca. Como también está más alejado de la acción Leche Materna que busca recuperar el tiempo perdido con su hija.

Carnicero y el resto por supuesto continúan su cruzada contra Vought y sobre todo contra Patriota. Para ello su nuevo objetivo es encontrar a anunciado Soldier Boy que está interpretado por Jensen Ackles. En ese camino deberán permitir que la hipocresía y crudeza de Carnicero se imponga más que nunca y con ello descubrimos una nueva faceta del personaje interpretado pro Karl Urban. Mientras tanto Patriota como siempre va a lo suyo, intentando recuperar su popularidad mientras lidia con las opiniones contrarias de sus compañeros. Obviamente intenta recuperar a su hijo y Antony Starr nos brinda otra pedazo de actuación. Al igual que destaco la de Ackles que poco a poco gana presencia. Muy bueno el casting de esta temporada, incluso por los actores que han escogido para interpretar a Grace Mallory (Laila Robins) y Stan Edgar (Giancarlo Esposito) de jóvenes.

En esta temporada os aguarda sexo con hombres menguantes, re-apariciones en Los Siete, evolución para personajes como Kimiko (Karen Fukuhara), nuevos personajes con nuevos poderes y muchas más cosas que no estaría bien que os adelantase. Si podemos hablar de la nueva posibilidad de que los humanos normales puedan tener poderes, como hemos visto en el tráiler. Eso no solo nos da momentazos cuando los personajes adquieren poderes, sino una nueva dimensión a la serie pues es ir un paso más allá en el negocio de los súper que ven amenazada su profesión pues cualquiera podría ejercer su rol. Aunque este no es el eje de la temporada si que abre nuevas posibilidades, sobre todo a la acción.

Crítica de la T4 de ‘Stranger Things’

Una mezcla de ‘The Ring’, ‘Pesadilla en Elm Street’, ‘Elfen lied’ y ‘El corazón del guerrero’

Siguiendo una mecánica que ya empieza a convertirse en costumbre en Netflix, la cuarta temporada de ‘Stranger Things’ va a llegar dividida en dos partes. Los primeros episodios estarán subidos en la plataforma el 27 de mayo y los dos últimos podrán ser vistos a partir del 1 de julio, ojo a su duración. Habrá un total de nueve capítulos de la que de momento es la penúltima temporada, pues hay anunciado que habrá por lo menos una más.

Soy de los que reconoce abiertamente que no le gusta ‘Stranger Things’ por su enorme dependencia de los elementos nostálgicos. Ahora bien, habiendo puesto en marcha su propio universo la serie ha llegado a un punto de madurez en el que ya no se cimenta (tanto) en las reminiscencias del pasado y si me ha enganchado, solo ha hecho falta llegar a cuatro temporadas para ello. Si buscamos referencias la serie puede recordar a ‘Pesadilla en Elm Street’ (lo reconoce abiertamente) con una mecánica de muertes muy a lo ‘The ring’ y volviendo a esos aspectos de Eleven que recuerdan a ‘Elfen lied’, un anime que os recomiendo.

Salvando el romantiqueo juvenil y el humor ridículo podemos decir que ‘Stranger things’ ha madurado, quizá a pasos agigantados y dejando un poco atrás su público más fiel, el adolescente. Va más allá con el tema de la sangre y las muertes alcanzando cotas del terror japonés más escalofriante y presentando monstruosidades que de nuevo pueden recordar a las de Stephen King o Guillermo del Toro. Este nuevo tramo empieza retrocediendo al 78, a los laboratorios donde Once ganó sus poderes. Pero la acción transcurre en marzo del 86, seis meses después de la batalla de Starcourt. Como siempre una festividad es el marco de la serie, en esta cuarta temporada son las vacaciones de primavera (spring break).

Y no puede ser más clásica la historia. Tenemos a los típicos nerds (gilís como diría Homer Simpson) que pasan de ser populares, al capullo del capitán del instituto, a la animadora de turno, a la inadaptada deprimida… Y como en las otras tres temporadas no se pierde ese sabor a ‘Los Goonies’ o ‘Cuenta conmigo’. Pero sí que es cierto que sobre esa retahíla de referencias ochenteras se imponen los traumas y las secuelas de lo vivido al finalizar la pasada temporada.

Con esto llegamos a algo que también cansa a los que jugamos al rol, la criminalización o miedo hacia Dungeons & Dragons y similares. Bien es cierto que ‘Stranger things’ ha jugado buen papel en ese sentido, mostrando que no es nada más que un juego de tablero e interpretación. Pero esta temporada da un paso atrás y sigue la estela de títulos como ‘El corazón del guerrero’. La turba contra el freak que pasa su tiempo libre junto a sus amigos sectarios cazando monstruos. Si el Demogorgon aludía a una criatura del juego de tablero ahora es un mago oscuro, un azotamentes, quien pone en peligro al mundo. Ojalá que la serie se meta en la mente de los espectadores para picar la curiosidad a los jóvenes por un hobbie la mar de enriquecedor en vez de alimentar ese estigma.

Aunque este universo esté más que lanzado a la independencia o a su propia creatividad no os preocupéis que sigue introduciendo guiños y referencias a los 60, 70 u 80 o a clásicos del terror. Empieza con California Dreamin’, aparecen los Gremlins, Eddie Murphy en ‘Superdetective en Hollywood’, ‘Halloween’, ‘El silencio de los corderos’ y por supuesto Freddy Krueger. La mayor expectativa en ese sentido era la incorporación de Robert Englund al reparto. Lástima que como temíamos tiene una aparición escueta y que nos vamos viendo venir tras el primer y segundo episodio. Por lo menos así sucede en los seis primeros episodios que es lo que Netflix nos ha permitido visionar previo al estreno.

‘Stranger things’ T4 consiste en una persecución y dos rescates. Lo que hace interesante y aporta ritmo a esta temporada es el hecho de que los protagonistas están más separados más que nunca. Ya sea en la distancia o por la influencia de sus hormonas o la presión social, los protagonistas descubren que cada uno quiere emprender un camino distinto al del resto y la cohesión del grupo se ve amenazada. Es por eso que esta es más que nunca una historia de adolescencia y amistad.

Hay cosas que me han sacado de quicio y otras que me han enganchado mucho. Ya veréis la escena del interrogatorio al capitán de baloncesto, enerva como el personaje tarda en sumar uno más uno. Igual que no funciona todo el trasunto de Eleven a lo Carrie, paupérrima Millie Bobby Brown, cada vez me transmite menos. Sin embargo el cuarto episodio, dirigido por Shawn Levy (‘Noche en el museo’), es estupendo. Lo mejor de esta temporada es la interpretación de Joseph Quinn como Eddie Munson y la relación tan cómica entre Dustin y Steve.

Comentamos los episodios de ‘Love, death & robots’ 3

Mejorando la segunda temporada y recuperando el nivel de la primera

La segunda temporada de ‘Love, death & robots’ seguía teniendo magníficos cortometrajes pero se percibió una ligera bajada de calidad, además de cantidad. Ahora que tenemos una nueva tanda de episodios en Netflix recuperamos las sensaciones del primer lote de cortos, esta antología es impresionante y nos queda por lo menos una temporada más.

Se ha sumado algún director de renombre al proyecto pero también se mantienen algunos anteriores en esta gran creación de Tim Miller (‘Deadpool’). El talento que reúne en esta antología es de quitarse el sombrero, sobre todo cuando consigue innovar visualmente y cuando expone argumentos la mar de imaginativos. Y también teniendo en cuenta que son todo historias originales, nada de remakes, spin-off y demás.

Volvemos a tener un trabajo de Alberto Mielgo que cierra la temporada, recordemos que estuvo presente en la primera temporada de ‘Love, death & robots’ con ‘La testigo’. El español hizo este corto antes de recibir el Oscar, claro está, pues una animación como la que han desarrollado no se hace en dos días, al contrario, el trabajo tiene que haber sido colosal.

Dado que es una antología y que este formato tuvo buena acogida con la anterior temporada procedo a comentar cada episodio por separado indicando los detalles más reseñables.

Tres robots: estrategias de escape (10 min.)

El hilo conductor de la serie. Estos robots ya han sido vistos en la primera temporada, en ‘La ventaja de Sonnie’ y vuelven para reírse del apocalipsis humano. Un apocalipsis a lo ‘Terminator’ (hay un guiño a la escena de la valla y la explosión nuclear) en la que hemos sido barridos tras una rebelión de las máquinas. Con su humor y sarcasmo lo que nos viene a decir es que nos condenamos a nosotros mismos por delegar en las máquinas y discriminar a la clase media trabajadora. En esta ocasión la desigualdad de clases es el centro de atención. Un episodio que ha sido orquestado por Patrick Osborne, animador en Big Hero 6.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? Si
  • Tipo de animación: 3D
  • Calidad de animación: muy buena
  • Género: comedia, ciencia ficción

Mal viaje (21 min)

David Fincher es un maestro del suspense y en esta, la que creo que es su primera obra animada, se yergue como un apabullante narrador de terror. En esta historia nos embarca a bordo de un buque de piratas o marineros, de esos rastreros que a la mínima te clavan un puñal por la espalda. Pero el mayor peligro no es la tripulación sino un cangrejo gigante que se sube cual polizón. Con una metodología parecida a la de los aliens de ‘Independence day’ se comunica con uno de los navegantes y se produce así una historia de traiciones o terror muy al estilo Lovecraft. Mientras consumimos los minutos la historia va, literalmente, consumiendo a sus protagonistas. Una fábula horripilante con tintes clásicos.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? No
  • Tipo de animación: 3D realista
  • Calidad de animación: Excelebte
  • Género: terror, suspense

El propio pulso de la máquina (17 min)

Para mí este es el episodio más flojo de la temporada. Tanto por mensaje como por calidad de animación me ha transmitido poco. En el satélite Io unas exploradoras sufren un accidente y comienza así un calvario que se torna en onirismo y psicodelia. Emily Dean parece intentar transmitir una reflexión pero se queda en ese tipo de propuestas que son más cosas raras por que sí. Además, intenta ser muy científica pero luego tiene movimientos muy poco racionales.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? No
  • Tipo de animación: 2D
  • Calidad de animación: Media
  • Género: ciencia ficción

La noche de los minimuertos (7 min)

Aplaudo a los directores, uno de los cuales fue animador en ‘Zombieland’. Este episodio y el de Fincher se disputan el título de mejor de la temporada. Un sacrilegio fruto de un calentón ido de madre da paso a un apocalipsis zombie. Un holocausto de no-muertos que vemos en formato stop motion, tilt-shift, con maquetas y en plano casi cenital. Simpatiquísima y frenética historia que nos habla de la USA de las armas y del cada vez más posible enfrentamiento nuclear que al resto del universo le va a traer sin cuidado. Polvo eres, en polvo te convertirás y por un polvo morirás.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? Si
  • Tipo de animación: stop motion, tilt-shift
  • Calidad de animación: muy buena
  • Género: comedia

Equipo mortal (13 min)

Si el oso de la Puerta del Sol se revelase y empezase a matar turistas la carnicería sería como la de este capítulo. Un episodio que bien podría estar en el mismo universo de ‘Predador’ o ‘Alien’. Unos soldados se enfrentan a un letal y apabullante asesino que ni avanzados robots a lo Boston Dynamics pueden detener. Para los amantes de la acción, las burradas y la consecución de palabrotas. Parece mentira que esté realizado por alguien que ha hecho películas infantiles (además de la serie ‘Spawn’) como Jennifer Yuh Nelson, la cual desarrollo ‘Respuesta evolutiva’ en la temporada dos. Prestan sus veces Joel McHale, Seth Green o Gabriel Luna, entre otros.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? No
  • Tipo de animación: 2D
  • Calidad de animación: buena
  • Género: comedia, acción

El enjambre (17 min)

Tim Miller ha creado esta serie y en cada temporada dirige un episodio. En este caso deja la comedia y la acción a un lado para hablar de biología espacial. Una comunidad de alienígenas vive en simbiosis y unos investigadores se sumergen en su territorio, que tiene la misma estructura que una colmena o un hormiguero, con la salvedad de que está ubicada en el ingrávido espacio. Tiene las características de esas novelas clásicas de ciencia ficción que mezclaban filosofía con curiosidad científica. Nos habla de nuestra soberbia y de lo perniciosos que somos ante la armonía de la naturaleza. Si os gustan las obras de Orson Scott Card os gustará mucho.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? Si
  • Tipo de animación: 3D realista
  • Calidad de animación: Excelente
  • Género: ciencia ficción

Las ratas de Mason (10 min)

Un granjero escocés tiene ratas en su granero. Pero no son unas ratas cualquiera pues van armadas hasta los dientes para defender el que han convertido en su territorio. Humanidad, animalismo y tecnología se mezclan en un episodio que, aunque acaba siendo muy reconciliador es bastante cruel con los animales, pero oye, esto es animación y ficción. ¿Lo mejor? Una escena que recuerda al desembarco de ‘Salvar al soldado Ryan’. Este corto de Carlos Stevens cuenta con solo dos voces, las de Dan Stevens y Craig Ferguson.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? No
  • Tipo de animación: 3D
  • Calidad de animación: Muy buena
  • Género: comedia, acción

Sepultados en salas abovedadas (15 min)

Joe Manganiello, Christian Serratos y Jay Courthney prestan sus voces y rostros a esta historia que está tan bien recreada que uno se pregunta por qué no la han hecho en formato real. Hasta que uno llega al final y se explica el horror cósmico que había que reproducir. Unos marines se meten en unas cuevas donde son atacados por unas criaturas que me han recordado a las Hadas de los dientes de ‘Hellboy 2’. Una aventura que también recuerda al ‘Starship Troopers’ de Verhoeven. El aspecto visual nos lo explicamos cuando vemos que el director es Jerome Chen, quien ha trabajado en ‘Godzilla’ o ‘Beowulf’.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? No
  • Tipo de animación: 3D realista
  • Calidad de animación: Excelente
  • Género: acción terror

Jíbaro (17 min)

Alberto Mielgo ha realizado una obra loquísima, literalmente demencial. Con frenesí y pasión nos lleva a la América de los conquistadores. Usando la sordera como metáfora, esa es mi interpretación, nos cuenta como los españoles se inmiscuyeron en el medio natural de los nativos y les contagiaron su fiebre del oro. Los cantos de sirena, las leyendas, llevan de nuevo al hombre a su perdición. La animación se confunde con la realidad en un corto rítmico, sensual e hipnótico. La primera escena es magnífica.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? Si
  • Tipo de animación: 3D realista
  • Calidad de animación: Excelente
  • Género: fantástico

 

Crítica de ‘Rapa’

El hombre de a pie enfrentándose al thriller novelesco

Movistar Plus+ nos trae ‘Rapa’, una serie de seis episodios de cincuenta minutos cada uno que bien podría continuar más allá de esta primera temporada. El estreno de este nuevo thriller tendrá lugar el 19 de mayo y nos llevará a las cercanías de A Coruña, los parajes y zonas rurales de Cedeira y las calles de Ferrorl.

En ‘Rapa’ una mujer aparece herida de muerte en el monte y es encontrada por un hombre que pasa por allí caminando. La cosa se complica ya que parece que ha sido una agresión y también al descubrir que la víctima es la alcaldesa de la localidad cercana, que lleva más de treinta años en el cargo. Pronto empiezan las conspiraciones políticas, las intrigas familiares, las habladurías de pueblo y las sospechas razonables.

De político, a clérigo, a eminente médico. Javier Cámara últimamente ha interpretado a personajes a los que se les presume mucho renombre, pero ahora se mete en la piel de una persona la mar de sencilla y anodina, eso sí, inteligente como tantos otros personajes que ha encarnado. Aquí es un profesor de instituto que se incorpora como un ingrediente más al misterio no solo por el hecho de haber encontrado a la alcaldesa, también por tener un extraño comportamiento y una curiosidad por lo que ha pasado digna de un metomentodo.

La otra trama sigue a una guardia civil interpretada por Mónica López. Una mujer que habita el municipio de la alcaldesa y a la que se le asigna el caso. Una persona que como el personaje de Cámara ve Galicia con ojos de forastera, con la diferencia de que ya lleva años residiendo allí. Es una agente eficiente, con familia, cuyo principal dilema aparece a mitad de la serie.

Está muy bien trabajada la relación de simbiosis que se establece. Ambos protagonistas se benefician el uno del otro y dentro de la misma situación cada uno encuentra algo con lo que aferrarse a la vida. Pero aún así deben marcar ciertos límites, rozando el romance. ‘Rapa’ es una cruzada vital por encontrar la verdad que viene firmada por Pepe Coira y Fran Araújo, responsables de ‘Hierro’. Entra muy fácil y con mucho gancho esta historia ambientada en la España tradicional deteriorada por las influencias y los oportunistas, en la Galicia que no acaba de cicatrizar las heridas de la droga. La serie tiene un carácter novelesco al introducir en las investigaciones de un crimen a personas mundanales. Individuos en el brete y a la vez la emoción de tener la mayor aventura de su vida.

Entremedias o más bien entremezclado con las pesquisas por resolver el asesinato, hay una lucha por no perder ciertas tradiciones, ciertas raíces. Y es que el nombre de la serie alude a la Rapa das bestas, que es un festejo que consiste en cortar el pelaje de los caballos para, entre otras cosas, desparasitarlos. Al final la serie se convierte en eso, en una lucha por eliminar a los parásitos que se ocultan entre el pelaje de nuestra sociedad. Cada miembro del elenco tiene su sentido de la justicia y su visión de cómo hay que purgar a ese tipo de personas que son dañinas para el resto.

Hay una elipsis de tiempo entre el tercer y el cuarto episodio que le viene muy bien a la serie, sobre todo para darle aire y perspectiva a los dos personajes protagonistas y a alguno más que no conviene mencionar pues desde muy temprano sabemos quién está en el ajo. La pena es que como espectadores sabemos desde el segundo episodio quién es la persona culpable e incluso los motivos para hacer lo que hace. Lo bueno es que hay pormenores enriquecedores por descubrir que si nos hacen ver el resto de episodios, que nos animan a descubrir cómo se conectan todas las piezas.

‘Rapa’ es una serie donde visualmente predomina el blanco. La luz de la puesta en escena parece poblada de niebla, de una claridad cegadora. Lo cual nos viene a decir que a plena luz del día se esconden multitud de misterios que hay que esperar a que se clarifiquen o enfoquen como quien aguarda a que se despeje la bruma. Muchos parece que mienten, muchos parecen tener un móvil para atentar contra la alcaldesa. Cedeira es un pueblo pequeño y la serie juega con lo fácil que es que las piezas del tablero estén interrelacionadas ente si y en secreto.

Esta podría ser una serie protesta, en contra de la destrucción de nuestra naturaleza y abogando por escuchar a nuestros intelectuales. Una de las protagonistas va al cine a ver ‘Mientras dure la guerra’ y por ahí se ven banderas de cuando se entonaba el “nunca mais”. Pero más allá de lo que podamos vislumbrar o leer entrelíneas se percibe que la intención es la de crear un sabor a novela policíaca. Y aunque se ubican bien todas las piezas del puzle parece que hay intención de realizar una segunda temporada o bien nos han querido dejar con un final abierto agridulce y, por ende, cercano a lo que es muchas veces la realidad. Espero que si tenemos más episodios se siga poniendo el foco en que son personajes mundanos con más preocupaciones que el hecho de resolver un crimen y no progrese la trama que parece que nos va a meter el siempre inexplicablemente obligatorio romance.

Crítica de ‘El Pentavirato’

Mike Myers vuelve con su humor intacto, literalmente con el beneplácito de Netflix

Tras mucho tiempo poniendo voz a Shrek o haciendo breves apariciones como la de ‘Bohemian Rhapsody’ Mike Myers regresa a nuestras pantallas. Y este regreso se produce de un modo muy fiel a su estilo. Mientras prepara la cuarta entrega de ‘Austin Powers’ nos da un pequeño regalo con ‘El Pentavirato’. Una escueta comedia en forma de miniserie de seis episodios que ya se puede ver en Netflix.

En la línea de la serie animada, ‘Inside job’, que en España se ha llamado ‘Ultrasecretos’, nos cuenta las peripecias de una organización secreta que decide desde la sombra el destino del mundo. Un tinglado dirigido por cinco líderes de distinto origen, custodiados por una burla de la Guardia Suiza del Papa y cuyo saludo es el mismo gesto que hace el Gran Wyoming cuando menciona el nombre de ZP. Los puestos de liderazgo se han ido rotando entre diferentes personajes históricos desde la época de la peste y ahora los ostentan unos peculiares individuos. ‘El Pentavirato’ es la serie perfecta para los fans de ‘Austin Powers’ y para aquellos que se burlan de la inmensa cantidad de negacionistas y conspiranoicos que están saliendo a la luz en estos dos últimos años. El humor del autor de ‘Wayne’s World’ está intacto y lo usa para burlarse de temas como el Bigfoot, los masones, los reptilianos, la fluoración del agua… Y lo hace, literalmente, con el beneplácito de Netfix, atreveos a verla y veréis a qué me refiero.

Siguiendo su tradición, que es la misma que la de Eddie Murphy, Myers interpreta a varios personajes tras capas de maquillaje. Entre ellos a varios de los líderes del Pentavirato. Pero también a un anticuado y bonachón periodista canadiense (de la cadena CACA News, nombre original) que busca relanzar su carrera desenmascarando a la sociedad secreta. En esa empresa se topa con villanos o ricachones que residen en bases secretas, con muchos esbirros, con pintorescos y soeces personajes… Y lo hace riéndose más que nunca de su país, de lo fama de buenos que tienen los habitantes de Canadá, como en ‘South Park’. Por supuesto hay infinidad de chistes con palabrotas y juegos fáciles de palabras. La escena del billar es una de las suyas, tan memorable como las del cohete de ‘Austin Powers’.

Pero ‘El Pentavirato’ no es solo Mike Myers, aunque interpreta a unos ocho personajes. Tengo la impresión de que si fuese por él interpretaría a todo el reparto, pero eso sería costoso y fatigoso. Como siempre atrae a otros comediantes a su terreno. En esta ocasión se prestan a las alocadas aventuras del actor canadiense Keegan-Michael Key, Jeremy Irons, Ken Jeong, Lydia West, Rob Lowe, Maria Menounos… ‘El Pentavirato’ se hace muy divertida con todas esas apariciones, pero estoy seguro de que habría ganado muchísimo si en España hubiese contado con el doblaje de Florentino Fernández. También se hace algo “emotiva” cuando descubrimos que Myers hace un homenaje a los periodistas locales, en concreto a Glen Cochrane un querido periodista que narraba los sucesos de Toronto.

Crítica de ‘The staircase’

¿Un accidente o un asesinato? Interesante visión de este caso tan mediático

Este próximo 5 de mayo llegan a nuestras casas, gracias a HBO Max, los tres primeros episodios de ‘The staircase’. Creada por Antonio Campos (‘El diablo a todas horas’) y protagonizada por Colin Firth (‘1917)y Toni Collette (‘Larga vida y prosperidad’), ‘The staircase’ está basada en una historia real, donde se explora la vida de Michael Peterson, su amplia familia de Carolina del Norte y la sospechosa muerte de su esposa Kathleen Peterson.

La serie es bastante seria. ¿Por qué digo esto? Porque para documentarme acerca de la historia me vi el documental del juicio que se hizo en su día y la verdad que era todo muy festivo. En la serie vemos la desesperación de esta familia que de repente se ve envuelta en una investigación de asesinato.

Tras una noche tranquila donde el matrimonio había bebido y charlado durante largo rato, Kathleen regresaba a su habitación mientras su marido estaba en la piscina. Tras un supuesto accidente, cae por las escaleras y muere. Llamadas a urgencias y a la policía hacen que se personen en la casa y tras ver la escena del accidente, los agentes de policía deciden investigar esa muerte como un asesinato.

Vamos conociendo a los personajes a través de flashbacks y también en el presente. La desesperación de sus hijos, que no creen a la policía o que terminan por ponerse en contra de su padre.

Vemos esta situación tan complicada para una familia. Un caso en el que muchos secretos se irán descubriendo y que darán pie a distintas teorías, alguna de ellas la verdad bastante loca.

En el reparto de la serie encontramos a parte de Colin Firth y Toni Collette, ambos estupendos como siempre, a Sophie Turner, Dane DeHaan (‘Sin piedad’), Odessa Young (‘Primavera en Beechwood’), Tim Guinee, Michael Stuhlbarg, entre muchos otros. Pero ellos son el centro de la investigación. En ellos se vuelca la tristeza, desesperación y un poco de esperanza.

En la dirección encontramos a Antonio Campos que ha dirigido 5 de los 8 episodios y a Leigh Janiak (Trilogía de ‘La calle del terror’). Se nota mucho el trabajo de investigación y que como he dicho, le han querido dar un toque más serio a esta historia. Si que es cierto, que lo tenían fácil, pues se tiene una gran cantidad de material grabado, desde la escena del crimen, el juicio y también las sesiones con el abogado de Peterson.

Así que podréis ver que han currado mucho todas las localizaciones, mobiliario, peinados, ropa, todo. Un gran trabajo que hace que te creas todo lo que estás viendo.

A partir del 5 de mayo podréis ver los tres primeros episodios de ‘The staircase’ y ya todas las semanas tendréis uno nuevo. Si os gustan los true crimes ya sabéis, esta es vuestra serie, además os recomiendo ver el documental sobre el caso que es bastante interesante.

Crítica de ‘Yakamoz S-245’, del universo de ‘Into the night’

Más atropellada, pero aportando una nueva dimensión

Dentro del universo de la serie ‘Into the night’ (crítica aquí) llega ‘Yakamoz S-245’. Tras dos temporadas en las que los protagonistas huyen de una letal puesta de sol retrocedemos en la historia para conocer cómo han experimentado dicho suceso los navegantes de un submarino. Netflix amplía así la magnitud de la serie belga con una nueva producción que nos llega desde Turquía. Nueva historia que se puede ver ya al completo y que se mantiene en el mismo mundo pues el guionista sigue siendo el de la serie original, Jason George.

Descubrimos en la segunda temporada de ‘Into the night’ que los nuevos efectos mortales del Sol solo afectaban si impactaban de manera directa o bajo el amparo de poca distancia. El subsuelo ofreció a los protagonistas una protección de suficiente espesor como para pensar en una nueva oportunidad de sobrevivir. Pero la cosa se malogró por distintos factores. Ahora es el agua el que sirve de parapeto para resistir la mortal radiación solar.

Para el espectador ya está resuelto el misterio del mortífero sol y los protagonistas saben cómo enfrentarse a él. ‘Yakamoz S-245’ pisa el acelerador (a fondo) para que no volvamos a pasar de nuevo por lo mismo y sugiere mantener el thriller invitándonos a bordo de un submarino militar con una misteriosa misión y dos tripulaciones enfrentadas, también con un triángulo amoroso. Al contrario que con la serie original, en esta nueva temporada hay personajes que si saben lo que avecina por lo que tenemos momentos de histeria o miedo, lo que hace que recuerde ‘No mires arriba’. Pero las escenas de peligro no provienen casi nunca de la cercanía del sol, sino de las contiendas entre los tripulantes, de la locura que sufren por el aislamiento o por la falta de alimentos.

Lo curioso es que el protagonista de esta historia es el personaje de Kivanç Tatlitug, el cual, apareció corriendo justo con el cliffhanger final de la segunda temporada de ‘Into the night’, cuando Ayaz apretaba el gatillo. Por lo tanto conocemos el destino de ese personaje y su recorrido en esta aventura catastrófica. Y lo hacemos durante siete episodios de entre cuarenta y cincuenta minutos cada uno que nos sirven para que este universo gane otra dimensión. La serie va a toda mecha, lo cual impide hacer más creíble el conflicto interno de los personajes y los enfrentamientos con el resto de protagonistas. Esto hace que la serie pierda la humanidad que tenía.

Además de tener al personaje de Arman (Tatlitug) hay más de un guiño a las dos temporadas de ‘Into the night’, como por ejemplo le almacén de semillas al cual llegamos al final de esta temporada conectando con lo visto hasta ahora en ‘Into the night’. La serie amplía lo que ya sabíamos y vuelve a tener cierto sabor español pues pasa por Gijón. Vemos mejor como quedan las víctimas de estas explosiones solares que llegan a la Tierra. Todo sigue tratando sobre el evento que sirve de detonante de la novela ciberpunk ‘The Old Axolotl’ de Jacek Dukaj. Sería interesante que llegásemos a esa Tierra postapocalíptica, de momento estamos muy lejos, pero la cosa se acerca y nos pone los dientes largos.

Crítica de ‘El bebé’

Una ricura que es diabólicamente absorbente y desquiciante

En el cine y las series hay multitud de personajes que llevan a cabo la acción o los diálogos. Pero hay unas criaturillas que a veces tienen el centro de atención sin ni siquiera haber aprendido aún a decir una palabra. El bebé que aparece en pantalla suele llevarse todas las adulaciones, pero… ¿Qué pasa si la aparición de ese bebé es señal de algo ominoso?

No es la primera vez que un recién nacido se las hace pasar canutas al protagonista. No me refiero a situaciones cómicas como las de ‘Mira quién habla’, ‘El peque se va de marcha’ o ‘Tres hombres y un bebé’. No, el coprotagonista de ‘El bebé’ es más de desquiciar a lo ‘Arizona baby’ o de meter miedo a lo ‘Braindead’ pues trae consigo peligrosas y mortales situaciones. Y en algunas partes la serie puede recordar a ‘El pueblo de los malditos’, al episodio ‘It’s a good life’ de ‘The Twilight Zone’ o a ‘Quién puede matar a un niño’.

‘El bebé’ estará disponible el 25 de abril en HBO Max. Esta es una serie creada por Lucy Gaymer y Sian Robins-Grace quienes han trabajado en ‘True horror’ y ‘Sex education’ respectivamente. Con esas credenciales podéis haceros a la idea de qué tipo de historia tenéis delante. Tierno y macabro a la vez. El bebé (o los bebés, pues han usado una pareja de gemelos durante el rodaje) que protagoniza esta historia tiene una cara adorable, pero lo que pasa a su alrededor es espeluznante.

La historia nos da a conocer a la otra protagonista, Natasha (Michelle de Swarte). Ella es una joven independiente que está harta de ver como sus amigas llenan sus vidas dando a luz a nuevas criaturas, restregándole las fotos por su cara o el timeline de las redes sociales. Fortuita y literalmente le cae del cielo un bebé y algo más que el destino la obligan a tener que cuidarle. Desde ese momento su vida queda supeditada a los inescrutables designios del bebé.

Durante los ocho episodios de la serie el bebé se dedica a propiciar situaciones desconcertantes y funestas. Digamos que hace cosas muy al estilo a las de la muñeca Annabelle. El trabajo de montaje, planos o coaching infantil hace que veamos a la criatura como alguien que se está mofando de la protagonista, tanto cuando se ríe adorablemente como cuando se queda mirando de manera fija, como si pusiese cara de póker. Realmente parece que actúa.

La tipografía del título de la serie nos puede recordar a la de algunos carteles de ‘Rosemary’s baby (La semilla del diablo)’. Y ciertamente este podría ser el bebé engendrado en la película de Polanski. Solo que el tono de la serie es burlesco. Estamos ante un entretenimiento con tintes de humor surrealista e inglés, rozando el absurdo y añadiendo horror. El ambiente de pueblo británico no se decir a qué contribuye más, si al terror o a la depresión. Pero desde luego está puesto ahí como extensión cómica de lo que siente la protagonista. ‘El bebé’ consigue con todos estos elementos hacer que nos riamos, nos desconcertemos y sigamos sin ganas de ser papás.

Crítica de ‘Outer Range’

Josh Brolin se pone en plan Villeneuve

Será el 15 de abril en Prime Video donde podremos ver la serie ‘Outer Range’. Esta es la segunda vez que Josh Brolin dirige, anteriormente había realizado un corto llamado ‘X’, que no tiene nada que ver con la próxima película de Ti West. Esta es una producción “conclusiva” de 8 episodios creada por Brian Watkins y producida por Brad Pitt que nos lleva al western norteño actual de los Estados Unidos y a una historia la mar de misteriosa.

A Brolin le hemos visto ya antes en westerns como ‘Valor de ley’ o ‘No es país para viejos’. También en historias de ciencia ficción como ‘Dune’ o varios títulos de Marvel. Ahora junta su gusto por esos dos géneros y su gusto también por dirigir, más allá que actuar, para contarnos la historia de ‘Outer range’. Hace poco oí decir a un director español que ya no existe solo el terror, que siempre hay algo más, una mezcla de géneros. Y efectivamente, esta no es solo una historia en el oeste moderno, es también un misterio que introduce un componente fantástico que como pasa muchas veces en el western, nos hace usar el término “fronterizo”.

En ‘Outer Range’ Brolin interpreta a un hombre que lucha día a día para sacar adelante y proteger a su familia, a la cual aloja en un rancho de Wyoming. De entrada ese clan de rancheros tiene una mancha en su pasado pues están perturbados por una extraña desaparición. Pero la cosa se tensa más con la disputa territorial que mantienen con la familia que posee las tierras colindantes a las suyas. Y lo que aumenta más el nerviosismo es la extraña aparición de un gran agujero en el suelo. Una oquedad capaz de hacer cosas… desconcertantes, voy a decir.

Tanto visual como sobre el guión la serie es muy Villeneuve. Nos lleva por parajes preciosos mientras navega por la mente de sus protagonistas y dosifica mucho la información relacionada con el misterioso agujero. Sin duda se acerca a las maneras de hacer de ‘La llegada’. El guión a veces es extraño, simbólico, desconcertante. ‘Outer Range’ es una serie de esas enigmáticas que nos dejan al final de cada episodio con cara de perplejidad.  Podría formar parte de alguno de los arcos argumentales de ‘Perdidos’ o de ‘Fringe’.

Una vez desvelado el misterio se hacen obvias algunas de las relaciones entre los personajes. Pero más allá de sembrar enigmas desarrolla un discurso sobre los secretos del pasado, nuestra capacidad de afrontar lo desconocido, la culpa, la confianza o las consecuencias de guardarse las cosas para uno mismo. Los personajes aguardan con recelo a enfrentarse a lo desconocido. La serie hace igual. Dosifica mucho sus instantes fantásticos y en su mayoría es un thriller ambientado en un territorio donde rigen las normas de los antiguos cowboys. Me habría gustado que dedicase más tiempo a su parte de ciencia ficción, aunque nos carga bastante de simbolismo, pero también es verdad que es un gustazo para aquellos que admiren los dramas en el medio oeste norteamericano. Al fin y al cabo esta es una historia de ciudadanos de a pie, casi catetos de pueblo, jugando con poderes que no controlan ni llegarán a entender nunca.

El toque de western no está solo en la indumentaria vaquera de los personajes. Está en el comportamiento de los protagonistas o en las rencillas que tienen con sus vecinos, con los cuales tienen esa pugna territorial. La manera en como tratan sus asuntos o su cotidianidad nos remonta a esos films donde más allá de la ley estatal estaban los pactos o códigos entre vaqueros. La violencia de oeste está presente pero también es una manera de mostrar que el que guarda secretos explota de un modo u otro. ‘Outer Range’ dibuja bien esa dualidad y nos mantiene enganchados.

Crítica: ‘Los herederos de la tierra’

Un gran trabajo de producción y dirección

Los herederos de la tierra llega este viernes a nuestras casas de la mano de Netflix. Continuación de ‘La Catedral del Mar’, nos volvemos a reencontrar con los protagonistas de esta historia que van dando paso poco a poco a nuevas caras. ‘Los herederos de la tierra’ consta de 8 episodios de 1 hora aproximada de duración.

Antes de comenzar la crítica os comento que no he visto ‘La Catedral del Mar’, así que no puedo daros mi opinión acerca si es una buena continuación. Y tampoco me he leído las novelas de Ildefonso Falcones, en las que están basadas estas series, así que no puedo comentaros si son buenas adaptaciones. Pero hablando como espectadora, puedo decir, que me ha entusiasmado mucho.

Nos trasladamos a Barcelona, a finales del siglo XIV y narra la historia del joven Hugo Llor, que trabaja en las atarazanas gracias a la generosidad de Arnau Estanyol. Su sueño de convertirse en constructor de barcos se verá truncado cuando la familia Puig, enemiga acérrima de su mentor, aprovecha su posición ante el nuevo rey para ejecutar una venganza que llevaban años acariciando.

Jordi Frades, es el encargado de dirigir los ocho episodios. Él ya se encargó de dirigir ‘La Catedral del Mar’ así que ha podido contar con el reparto anterior para continuar la serie.

La historia está muy bien narrada, nos va llevando poco a poco a conocer el pasado y el futuro de este muchacho y de todos los que le rodean. Me ha gustado mucho que no sea necesario haber visto ‘La Catedral del Mar’ para tener que ver ‘Los herederos de la Tierra’. Pues era una de las cosas que más me preocupaba, mas que nada, por falta de tiempo. Pero nos adentra de una manera sencilla en este mundo medieval, además de contarnos toda la historia sin necesidad de entrar en demasiados detalles.

Tampoco quiero contar demasiado, Hugo Llor, nuestro protagonista, vive un sinfín de desventuras. Si, llega un momento que es fácil pensar que este pobre hombre es gafe, pues le ocurre de todo. Pero también es la gracia de la serie, ya que detrás de todas las incertidumbres que pasa, avanza y crece.

Volvemos a ver a Michelle Jenner (‘Las últimas de la fila’), Aitor Luna (‘Sordo’) o Críspulo Cabezas (‘La Catedral del Mar’). Pero como he dicho, tenemos nuevas caras, como la de Yon González (‘Érase una vez en Euskadi’), encargado de dar vida a nuestro protagonista principal, junto a David Solans, que es el encargado de darle vida de joven. Ambos muy bien en su actuación.

Pero también tenemos al gran Rodolfo Sancho, que dará más de un dolor de cabeza a nuestro protagonista. En el reparto encontramos a Elena Rivera, Aria Bedmar, Natalia Sánchez, María Rodríguez Soto, Manel Sans entre muchos otros.

Tenemos ante nosotros una gran producción en la que no se han escatimado en gastos. Rodada entre Barcelona, Tarragona y Gerona, vemos maravillosas localizaciones que hacen que te adentres en la época sin un momento de duda. Gracias también al trabajo de vestuario y maquillaje.

No tengo ninguna duda que ‘Los herederos de la tierra’ va a gustar y que la disfrutaréis. Este viernes 15 de abril llega a nuestras pantallas.

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