Crítica: ‘Lupin’ segunda temporada

Omar Sy logra que nos encariñemos de este Caballero Ladrón

Assane Diop vuelve a Netflix en esta segunda temporada de ‘Lupin’ (crítica de la primera temporada aquí). Al igual que la anterior, consta de 5 episodios en los que la trama termina y os puedo asegurar que os va a dejar con ganas de ver más aventuras de este Caballero ladrón.

Qué decir de estos nuevos capítulos que no dijese ya en la anterior. Es complicado, pues no quiero desvelar nada, al fin y al cabo nos adentramos en el desenlace y tampoco es bueno desvelar demasiado.

Recordaros que la serie comenzada con la búsqueda de venganza de este hombre tras la muerte de su padre.

En esta segunda temporada, comenzamos desde el punto en el que nos quedamos, con la desaparición de Raoul. A partir de ahí tendremos distintas situaciones que pondrán entre la espada y la pared a nuestro protagonista. Sabemos que siempre tiene un as bajo la manga, pero os puedo asegurar que en estos 5 episodios no lo va a pasar nada bien.

Como en la anterior, absolutamente todos los personajes forman parte de toda la trama. Tendremos traiciones y nuevas caras a las que conocer.

París vuelve a formar parte de este elenco de protagonistas, pues la ciudad es utilizada por Lupin para lograr salvarse o al menos intentarlo.

Veremos sus calles, distintos edificios e incluso nos adentraremos con los protagonistas por las oscuras Catacumbas parisinas.

Algo que me gustó mucho en la primera temporada y que se vuelve a repetir en esta segunda lo bien escogido que está el casting. Y lo digo sobre todo por el casting juvenil que representa a los protagonistas en su juventud. Además del parecido físico, logran recrear sus mismos gestos y dan una credibilidad enorme a todo el conjunto de la historia.

Antes de terminar comentar que en esta segunda temporada se deja ver mucho más claro, el tema del racismo en Francia. La manera de mirar al protagonista o incluso alguna de las conversaciones que tienen con el nos dejan claro que no es bienvenido en muchos lugares.

Solo comentar, que Maurice Leblanc, hubiese estado encantado este año con los estrenos de las diferentes versiones de su personaje. Recordad que este enero también llegó a nuestras salas ‘Lupin III: The First‘ y se estreno la primera temporada de esta serie de la que os estamos hablando. Dos producciones muy distintas entre ellas pero a la vez se observa que el carácter del protagonista es el mismo.

Así que ya sabéis, el viernes 11 de junio no os perdáis el desenlace de una de las series más entretenidas que nos ha dado Netflix este año.

Crítica de ‘Paraíso’

Batiburrillo fantástico entre la copia y el homenaje

El 4 de junio de este 2021 Movistar+ lanza una nueva apuesta por las series juveniles, en este caso con mucho, muchísimo sabor fantástico y fantasioso. ‘Paraíso’ es el nombre de la producción con la que de un modo ambicioso quieren llegar a todos los públicos en un arranque que constará de tres episodios. La serie tiene un total de siete capítulos de 50 minutos cada uno.

En ‘Paraíso’ sucede que durante el verano tres muchachas desaparecen y el último sitio donde han sido vistas es la discoteca Paraíso, un lugar emblemático custodiado por un gran faro. Desesperados viendo como la Guardia Civil da palos de ciego, el hermano de una de ellas y su grupo de amigos comienzan a investigar, al más puro estilo ‘Los Hollister’ o ‘Los Cinco’.

Esta historia nos lleva acompañados de música de sintetizador a una época reciente (1992) en la que muchos éramos adolescentes o niños. Transcurre en verano, en un anónimo pueblo costero, con sus protagonistas yendo de acá para allá en bici, siguiendo la trama de una agente de la ley, moviéndose entre dimensiones, encontrando cuevas de épocas piratas, topándose con símbolos parecidos a la triqueta, rodeados de luces de neón… los parecidos con ‘Stranger Things’, ‘Dark’ o ‘Los Goonies’ son mayúsculos. ¡Y esto solo en el primer capítulo! Si hasta el tío duro del grupo se parece a Charlie Heaton. Este no es un calco y no se vende como una versión española directa de esas famosas historias, pero viendo el primer episodio uno siente hasta vergüenza ajena de lo poco original que es. Incluso los carteles siguen la misma línea.

Y si has seguido leyendo estas líneas te pasará como con la serie, que poco a poco se te pasará ligeramente la indignación. Siempre nos quejamos de que en USA no se hacen más que remakes y no vamos a dejar de ser igual de críticos con lo que se haga en España. Y digo que paulatinamente esa sensación de hastío o cabreo se va pasando porque es cierto que ‘Paraíso’ después sigue sus propios derroteros y va construyendo su universo. Vamos viendo como las normas son otras, la dinámica es ligeramente distinta y con la incorporación de ciertos personajes o giros te vas enganchando a la serie, pero cuesta separarse de tantas similitudes iniciales ya que no dejan de aparecer elementos en común con las otras producciones que he citado. Todo parece ir bien, con novedades propias pero de repente se introduce otro “guiño” o se juega la eterna carta del elegido (para nada). Movistar+ nos lleva con esta historia por un vaivén de gustos y decepciones, a esto debe ser a lo que llaman una montaña rusa de emociones. Y todo ello para acabar con un clásico final hortera y cursi, aunque al menos no es complaciente y es conclusivo.

Con todo y con eso hay que decir que la serie está muy bien rodada. Seguro que muchas veces habéis dicho eso de “es que con ver los colores de las escenas se sabe que es española”. Pues el etalonaje es magnífico y el diseño de producción no tiene nada que envidiar a una gran producción hollywoodiense. Ese buen hacer en el rodaje quiero creer que es mérito de un gran equipo técnico y de un director que me cautivó con la trilogía del Baztán, Fernando González Molina. Pero el problema está en las bases, el batiburrillo vago de historias fantásticas me ha decepcionado y me lo he explicado cuando he visto que los guionistas son los mismos que los de ‘Los protegidos’ y ‘El internado’.

Otro aspecto que me ha desilusionado es la baja calidad de algunos actores, como el protagonista que o bien no atina a llorar o bien habla atropelladamente. Sin embargo, los papeles de Yoon C. Joyce, Gorka Otxoa o Iñaki Ardanaz me parecen más que correctos y no siendo los protagonistas se convierten en puntos clave.

El número rarezas y de reglas que incorpora la serie parece no tener fin. Al final juega un poco a ‘La cura del bienestar’ y muchas veces se descuida de lo que ha pasado o se olvida de los códigos que ha establecido, pero consigue tener momentos emocionantes, no os dejéis condicionar por lo artificiales que se perciben las gaviotas del principio que los efectos de la serie están muy logrados.

Con todo lo que he dicho probablemente habréis supuesto que esta serie se une a la nostalgiaxploitation. No para de sonar Mecano u OBK (horribles los momentos con la música del grupo technopop). Reconoceréis elementos que vienen directamente de nuestra más reciente cultura popular como la Gameboy, el diccionario Collin Pocket, el “esta sí, esta no” de Chimo Bayo, el ‘Street fighter’, la pantera rosa y el bollycao, ‘Star Wars’, ‘El Señor de los anillos’, ‘Terminator’, ‘Pretty woman’, los teclados de Casio, el programa Quién sabe dónde, los salones recreativos… Pues eso… como serie recreativa ‘Paraíso’ puede servir, como muestra de que podemos hacer lo mismo que lo que hacen fuera de nuestras fronteras también. Pero no es un disfrute original.

Crítica de ‘Panic’

Un libro que nunca me leeré, una serie que me da pánico que continúe

A parte de la gracia del titular me gustaría decir que ‘Panic’ es una serie con la que no me gustaría volver a cruzarme, pero no porque la crea reprobable o censurable sino porque me ha aburrido soberanamente y si es por mi gusto no tendría una segunda temporada adaptando la obra de Lauren Oliver, la escritora del libro que además forma parte del equipo creativo de la serie. El público objetivo de esta historia es claramente un consumidor al que le gustan las historias denominadas de “público adolescente” o “juvenil” y si ahí encuentra su nicho estupendo, pero por mí una y no más.

La premisa de la serie que estrena Prime Video el 28 de mayo nos ofrece una especie de Battle Royale o Juego del Hambre arriesgado pero no obligatoriamente agresivo o mortal. En un pueblo estadounidense los jóvenes que rondan la graduación y acaban de empezar su verano juegan a un popular pero secreto juego, Panic. En ese juego los concursantes se enfrentan a pruebas que ponen a prueba su miedo y obviamente son muy arriesgadas. Para llegar a ellas reciben mensajes secretos, a espaldas de las autoridades. El que finalmente gana se lleva un gran premio que además este año es más cuantioso que nunca, lo que pone los dientes largos a la protagonista, que se encuentra en una situación desesperada.

Este concurso (y su cartel) con pruebas consistentes en pillerías de adolescentes llevadas a un nivel de riesgo alto pintaba bien. Pero acaba quedándose en un segundo plano ensombrecido por los cansinos amoríos en los que siempre se cae. Parece que es obligatorio que si hay una historia juvenil tenga que desembocar en tríos amorosos y eso acaba por hartar. Hay público adolescente (me incluyo cuando pasé por esa etapa) que busca este tipo de historias pero que demanda que no estén supeditadas siempre a asuntos románticos.

Hay tramas que se quedan olvidadas o personajes que solo sirven para dramas complementarios que también acaparan metraje y evitan que esta sea una serie con más acción y emoción. Entre prueba y prueba hay mucha paja. La protagonista es la típica adolescente con madre conflictiva y poca popularidad en el instituto. En su camino se topa con más problemas personales y personajes que tienen también sus secretos. Todo esto se concibe solo si pensamos que se pretende crear un misterio en torno a la identidad de los jueces de Panic, pero nada más, son trasfondos que sobre todo sirven a desarrollar los romances.

A veces parece que todos tienen secretos y eso le da un punto de interés a la historia, aunque resulta bastante inverosímil que la mayoría de los personajes tengan trapos sucios y eso es algo que suele cargarse muchas series. Es un fallo que también tenían series como ‘Under the dome’, no nos interesan los enredos de los ciudadanos de esta pequeña villa, nos interesa aquello que la hace digna de una serie, en este caso las pruebas con alta probabilidad de muerte. Sobre todo nos cansan cuando se juega a eso de “los que se pelean se desean”.

Para colmo el final roza lo ridículo (sí, he aguantado toda la serie). El desenlace del juego es pobre y vago, uniendo elementos de manera desesperada. Y para inri se atreven a introducir un cliffhanger que dudo que interese alguien, si acaso al lector de las novelas.

Por suerte esta historia de malotes y hormonas no llega a los niveles de la saga After. Al menos ‘Panic’ está bien interpretada. En ella encontramos gratos descubrimientos, como Ray Nicholson, hijo del famoso Jack Nicholson.

Al final de algunos episodios se da un consejo o indicación para personas que pueden tener en mente el suicidio, veo que al menos son conscientes de lo que puede provocar su serie.

Crítica: ‘Parot’

Acción y debate es lo que trae ‘Parot’

El viernes 28 de mayo, llega a Prime Video, ‘Parot’, una serie de 10 episodios creada por Pilar Nadal. Hemos tenido la oportunidad de ver los 5 primeros episodios y os puedo decir, que me he quedado con ganas de más y sobre todo de ver el desenlace de esta serie policiaca.

En 2013 el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos de Estrasburgo anula la doctrina Parot en España. Con ello un centenar de presos por delitos de violación, asesinato o terrorismo van a ser puestos en libertad al ser aprobadas las reducciones de sus condenas.

Pero alguien se está encargando de que no vivan demasiado tiempo en libertad, asesinándolos impunemente. La policía tiene que tomar cartas en el asunto.

‘Parot’ crea bastante debate, pues vemos como la noticia no es bien recibida ni por la policía ni por supuesto por las víctimas. Ya sean las víctimas directas o los familiares de estos. Es difícil ver como una persona que asesinó o dañó a un familiar o amigo, es puesto en libertad así de repente.

En la serie tenemos caras muy conocidas, entre ellas a la protagonista Adriana Ugarte, encargada de dar vida a Isabel Mora, una agente de policía íntegra y que hará todo lo posible por lograr encontrar al asesino.

Blanca Portillo, Michel Brown, Javier Albalá, Antonio Dechent o Markos Marín, son parte del reparto que podemos ver en los distintos episodios.

Mención aparte merece Ivan Massagué, que nos trae un personaje muy turbio y siniestro. Os aseguro que lo hace estupendamente y su vena cómica se pierde completamente dándonos a un villano estupendo.

Además la acción de la serie está muy bien rodada. Hay bastantes persecuciones, incendios y escenas que les ha debido de ser difícil llevar a cabo por ser bastante complejas.

Aunque lo que he visto de ‘Parot’ me ha gustado, si que ha habido ciertos detalles que me han chirriado un poco. A ver, si que es cierto que vemos como presos peligrosos son puestos en libertad, pero que casi en el mismo día vuelvan a intentar delinquir me ha parecido irreal. Y luego el personaje de Nicole Wallace, Sol, la hija de la protagonista, me parece poco real. Ella está estupenda, pero eso, su papel no me convence nada, demasiado tóxica con su madre.

Pero pese a estos dos detalles, que realmente se pueden dejar de lado, la serie me ha entusiasmado bastante, me ha hecho sufrir por algún personaje que otro y también me ha dado mucho que pensar. Así que ya sabéis, a partir de este viernes 28 tenéis nueva serie en Prime Video.

Crítica de ‘Love, death & robots vol. 2’

Nueva tanda de magníficas historias animadas

La primera temporada de ‘Love, death & robots’ supuso una serie, o un conjunto de cortos, de lo más entretenidos, en algunos casos incluso cabría decir que más que superar a la media de todo lo que nos suele llegar rozaban la excelencia, sobre todo en el apartado visual. Este 14 de mayo se estrena en Netflix una segunda tanda de cortometrajes, también con animación.

Volvemos a tener géneros variados y si en 2019 vimos 18 cortos firmados por algunos españoles o por los realizadores de ‘Spider-Man. Un nuevo universo’, por ejemplo, en este volumen dos de ‘Love, death & Robots’ hemos perdido diez entregas, solo consiste en 8 cortometrajes. Menos cantidad, pero la misma calidad. Al igual que otras antologías ‘Love, death & robots’ consigue hacer que nuestra mente y nuestra mirada viaje por distintas propuestas y en los mejores casos darnos algo en lo que pensar. Habiéndose mantenido el nivel de la anterior temporada estamos más que satisfechos, no obstante el bálsamo llegó al saber que ya está previsto estrenar otros 8 episodios en 2022 y que Tim Miller tiene historias hasta para un volumen cuatro.

‘Love, death & robots’ fue creada y producida por talentos como Tim Miller (‘Deadpool’), David Fincher (‘Seven’), Jennifer Miller (‘Jack Ryan’) y Josh Donen (‘House of Cards’). Ellos han vuelto a contar con artistas multidisciplinares para crear estos episodios. Todos con el leitmotiv de la animación, las tramas en el futuro y las narraciones extraídas de novelas. Sobre todo este año predomina la obsesión por mejorar al ser humano y principalmente por conseguir la vida eterna.

Como hicimos con el volumen uno de ‘Love, death & robots’ vamos a comentar los capítulos de manera individual, lo merecen. La duración indicada es la de cada cortometraje sin créditos.

‘Respuesta evolutiva (Pop squad)’ (15 min.)

No se pueden tener hijos no registrados en este futuro que proporciona a los humanos la vida eterna. Un precio a pagar y que un agente se preocupa por que se pague. Una restricción de descendientes que provoca un dilema moral y existencialista, fruto de la creencia de aquellos que responden a patrón procreativo de la vida en busca de experimentar nuevas sensaciones.

Un potente toque de cine negro y matices de distopía cyberpunk al más puro estilo ‘Blade Runner’ en un coto dirigido por Jennifer Yuh Nelson (‘Spawn’, Kung fu Panda’), una directora que trabajo a trabajo va ganando enteros.

La historia se inspira en la obra del ganador del Hugo y el Nebula, Paolo Bacigalupi. Los encargados de recrear este futuro de manera realista son los empleados de las oficinas de Blur Studio quienes ya han hecho muchos trabajos para videojuegos y el corto ‘Trajes’ el de los granjeros con exoesqueletos de la primera temporada.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? Si
  • Tipo de animación: 3D, realista
  • Calidad de animación: Excelente
  • Género: ciencia ficción, drama

‘Cobijo (Life hutch)’ (10 min.)

Dirigido por Alex Beaty y realizado también por Blur Studio. Este es el corto en el que interviene Michal B. Jordan (‘Creed’). La historia surge de una novela del prolífico escritor de novelas y guiones Harlan Ellison.

Bien interpretado pero cuenta poco. Un piloto queda varado en un planeta tras una batalla y tiene que cobijarse en un refugio. Allí surge algo que pone en peligro su supervivencia. Se puede resumir en esas veces en las que todos hemos jugado con un puntero láser con un gato.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? No
  • Tipo de animación: imágenes generadas por ordenador
  • Calidad de animación: muy buena
  • Género: ciencia ficción, terror

‘Hielo (Ice)’ (10 min.)

Una historia de otro novelista, Rich Larson, sirve para la trama de esta historia hecha por Robert Valley director de versiones animadas de ‘Tron’ o el cómic ‘Invincible’. Passion Pictures es quien ha creado estas imágenes con predominio de tonos fríos.

Una trama futura en la que aquellos que han sido modificados para tener más fuerza o resistencia tienen un privilegio sobre los demás. Le falta crítica social, tiene aventuras y predomina la calidad visual. Un corto que bien podría ser un videoclip de Gorillaz.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? No
  • Tipo de animación: 2D, digital
  • Calidad de animación: muy buena
  • Género: ciencia ficción

‘La hierba alta (The tall grass)’ (8 min.)

Los campos de maíz de Jeepers Creepers pudieron servir de inspiración para esta obra. ‘En la hierba alta’ es también el título de una obra de Stephen King y la verdad que el corto tiene ese toque de terror desconcertante. El protagonista tiene un aire a H.P. Lovecraft y los horrores o el misterio de ese autor también está presente.

Simon Otto, animador en películas o series como ‘Kung Fu Panda’, ‘Cómo entrenar a tu dragón’ o ‘El príncipe de Egipto’ se ha aliado con el estudio Axis Animation para crear esta narración donde se emplea un 3D muy peculiar. En este caso es Joe Lansdale quien escribió las líneas que narran la historia.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? no
  • Tipo de animación: 3D
  • Calidad de animación: buena
  • Género: terror

‘Servicio al cliente automatizado (Automated customer service)’ (10 min.)

¿Y si cuando fuésemos mayores pudiésemos retirarnos a una urbanización donde estuviese todo automatizado? Sin preocuparnos de limpiar, de colocar cosas, de hacer deporte… Una jubilación al sol sin preocupaciones. Solo una, sobrevivir a nuestros electrodomésticos. Una cruenta y divertida aventura en la que un retorcido operador robotizado y un aspirador automático mezcla Terminator mezcla Hall 9000 intenta exterminar a su propietaria.

Tres directores (Kevin Dan Ver Meiren, David Nicolas y Laurent Nicolas) del Meat Dept de París han creado esta historia junto a Atoll Studio. John Scalzi, autor de la novela ‘La vieja guardia’ (no confundir con el cómic) es quien ideó esta historia. De viejetes también va esta historia, unos ancianos bastante cabezones, aunque no tan cabezotas como sus siervos electrónicos.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? Si
  • Tipo de animación: 3D
  • Calidad de animación: Muy buena
  • Género: comedia, acción

‘Por toda la casa (All through the house)’ (4 min.)

Esta vez tenemos cuento de Navidad. Una versión retorcida que va más allá del Grinch o los Gremlins. Un corto para que lo vean muchos niños, veréis como así sí que se portan bien.

Blink Industries, autores de mucho material infantil han recreado a esta narración. El director ha sido Elliot Dear y la historia está basada en una novela de Joachim Heijndermans.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? si
  • Tipo de animación: stop motion
  • Calidad de animación: buena
  • Género: terror

 ‘Nieve en el desierto (Snow in the desert)’ (15 min.)

Las rarezas siempre han atraído al ser humano, aunque esa rareza sea otro ser humano. Un albino con capacidades tipo Deadpool huye por el desierto de otro planeta mientras que unos cazarecompensas le persiguen. Un mundo de carroñeros intergaláctico con una escena a lo cantina de Star Wars y lances tipo ‘Firefly’ o ‘Guardianes de la galaxia’.

La animación corre a cargo de Unit Image, especializados en animación 3D realista para películas, videojuegos o publicidad. Autores de la intro y del teaser del próximo ‘Baldur’s Gate 3’. Con ese curriculum tenía puestas muy altas las expectativas en este corto. No decepciona con su calidad hiperrealista en el que humanos y alienígenas están excelentemente recreados. Visualmente el mejor de esta temporada de ‘Love, death & robots’.

Leon Berelle, Dominique Boidin, Remi Kozyra y Maxime Luere son los directores y Neal Asher el autor de la obra original.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? Si
  • Tipo de animación: realista
  • Calidad de animación: excelente
  • Género: ciencia ficción, drama

‘El gigante ahogado (The drowned giant)’ (10 min.)

Es como si Guiliver hubiese llegado a una de nuestras costas en pleno siglo XXI. En la playa de un pueblo pesquero inglés aparece un gigante de 60 metros, tumbado, inerte. Las reflexiones del científico local, la manera en cómo está escrito su soliloquio es lo mejor del corto. Una buena obra sobre lo despreciables e irrespetuosos que somos, sobre lo fútil que son en nuestra mente las cosas que nos encontramos en la vida, por sorprendentes que sean.

El propio Tim Miller se ha encargado de cerrar este segundo volumen con esta obra que ha extraído de una novela de J.G. Ballard autor de las novelas de ‘Crash’ y ‘El imperio del sol’. Animada de nuevo por Blur Studio.

  • ¿Tiene mensaje o reflexión? Si
  • Tipo de animación: 3D, realista
  • Calidad de animación: excelente
  • Género: fantástico

Crítica de ‘Castlevania’ T4, el cierre de la saga

Merece la pena terminar este camino de magia y horrores

Continúa en Netflix desde el 13 de mayo la sangrienta aventura de ‘Castlevania’. Continúa y termina ya que esta cuarta temporada finaliza la serie. Cuatro, ocho y diez episodios han tenido las anteriores temporadas y en esta ocasión se mantienen los diez episodios, parece que Powerhouse animation no ha acusado la etapa en confinamiento y le han dado las manos para cerrar de manera extensa esta serie a la vez que se encarga de la nueva serie de ‘Masters del Universo’ que se llamará ‘Revelation’.

La serie creada por Warren Ellis (‘Iron Man’, ‘Wolverine’) tenía bastante de intrigas palaciegas durante sus primeras temporadas y ahora más que nunca parece una especie de ‘Juego de Tronos’ vampírico. Por lo menos ha sabido concluir a tiempo y de mejor manera. Si toda esta historia ha salido de un juego de acción que durante mucho tiempo fue de plataformas ha llegado el punto en el que se ha incorporado el componente estratégico y se suceden las sorpresas además de las batallas.

¿Dejamos atrás la alucinógena trama de la temporada tres y recuperamos la figura de Drácula? Pues casi casi. ‘Castlevania’ T4 arranca con muchos personajes tras las pistas de los resquicios o la vuelta de Drácula. Otros sin embargo van tras aquellos que pretenden resucitarle. Una dura tarea que devuelve a Sypha y a Trevor a Targoviste, donde empezó todo y donde no saben qué buscar o cuál es su papel. La relación de ellos se da por desarrollada y prácticamente matan el tiempo exterminando criaturas hasta el tramo final de la temporada, donde recuperan el protagonismo.

Mientras Alucard ha de salir de su castillo tras la decepción y traición de la anterior temporada y lo hace para atender a una llamada de socorro. El personaje es en mi opinión el que más se ha desfigurado al suavizarse. Su final no me ha convencido en demasía, su acción va correlativa a sus habilidades pero su destino bien podría haber sido otro.

El Conde de Saint Germain (que es el único personaje basado en una persona real) vuelve a hacer acto de presencia y nos lleva irónicamente a la parte más fantasiosa de la serie, la más conspiranoica también como corresponde al mito real. Una especie de trama nolaniana con viajes temporales y mundos del revés. Suya es la parte más romántica de este ‘Castlevania’ T4.

Por supuesto no nos olvidamos de los humanos (Héctor e Isaac), los dos protagonistas cuya vida está a merced de los designios de sus amos vampíricos que guerrean para ampliar sus dominios tras la desaparición de Drácula. En esta ocasión van más por libre urdiendo sus propios planes, aunque a la sombra de los chupasangres. Junto al maestro forjador Isaac hay un personaje que parece la mosca de Cronenberg ejerciendo de lacayo y confidente para mostrarnos que ahora más que nunca estos personajes piensan en su futuro.

La serie sigue gozando de una excelente calidad visual y de una cantidad de acción apabullante. Literalmente la lucha tiene lugar sobre litros de sangre. Eso nos lleva a los seres a los que deben enfrentarse los protagonistas. ‘Castlevania’ T4 no tiene solo una gran riqueza de localizaciones, también una variada e imaginativa cantidad de seres de la noche. Quizá no son exactamente las criaturas que encontramos en los videojuegos pero son aberraciones del mismo tipo.

La profundidad de la historia continúa manteniendo esa mezcla de romanticismo y modernidad que desde luego es interesante a la par que ofrece un entretenimiento sangriento que sin todo este trasfondo parecería mera casquería. No nos pasa como con otras series que pisan el acelerador para provocar su desenlace y todo sucede de manera meditada y bien contemporizada.

Ha sido una saga la mar de divertida y la mar de satisfactoria, de las que más adelante volveré a ver. Muchos jugadores dirán que no es exacta o parecida a la de los juegos pero la saga de Castlevania es tan extensa que como para elegir, lo veo justificado. En líneas generales puede que haya sido similar el ‘Requiem: rondo of blood’, ‘Curse of darkness’ o al ‘Castlevania III: Dracula’s Curse’, sobre todo en su tramo final donde hay una lucha a tres bandas en las que se intercalan los personajes. Creo que se ha escogido un final bastante convencional para lo rompedora que ha sido la serie, pero por lo menos el viaje bien ha merecido una transfusión de sangre.

Crítica de ‘Reyes de la noche’

Ondas plagadas de puñaladas con una deteriorada ética periodística

Aunque ‘Reyes de la noche’ avisa en sus créditos iniciales de que no se inspira en nadie en concreto es imposible no acordarnos de como José Ramón de la Morena destronó a José María García, sobre todo cuando la locución del personaje de Javier Gutiérrez es clavada a la del mítico presentador de Supergarcía desde el primer momento en que aparece. Teniendo en cuenta lo que va sucediendo en la serie y conociendo un poco la trayectoria radiofónica de ambos periodistas podemos saber que esta no es una serie biográfica, aunque ahí están los paralelismos con las consecuencias del “antenicidio”. También podemos pensar que los nombres de los personajes están rescatados de periodistas reales pues Paco Maldonado ‘El Cóndor’ y “Jota” Montes pueden venir de Paco González, Julio Maldonado “Maldini”, Jordi Gimeno “Jota” y el revolucionario Andrés Montes. Es decir, las personas reales pueden haber servido como patrón para crear los personajes pero no hay que darle a la historia carácter de adaptación de hechos realmente acontecidos.

Este es un sorpasso en el que vemos como la sangre nueva pone al borde del precipicio la supremacía de los viejos dinosaurios. No, no estoy hablando de política, aunque la serie tiene, sino de dos periodistas deportivos con filosofías diferentes, pasado en común e idéntica ambición, os juro que sigo hablando de la serie. Se enfrentan los conservadores contra aquellos que quieren nuevas fórmulas. Están muy presentes los tópicos del mundo de la prensa de fútbol, otrora vista como algo extremadamente rancio y perteneciente a una época de clichés. ‘Reyes de la noche’ funciona en ese aspecto como una buena parodia. Prueba de ello es la aparición del caprichoso Jesús Gil imitado por Manuel Gancedo, cuyo personaje es curioso que mencione algo sobre Hitler ya que el actor rodó la malagueña y excéntrica película ‘Ellos robaron la picha de Hitler’.

‘Reyes de la noche’ está protagonizada por dos rivales interpretados por Javier Gutiérrez (El Cóndor) y Miki Esparbé (Jota). Un maestro y un pupilo enfrentados al convertirse en competencia y al vislumbrar diferentes horizontes, tanto éticos como periodísticos. Y uno de los mayores elementos que nos habla de moral y principios es el papel de la tercera protagonista en discordia. Una periodista condenada al ostracismo de la madrugada, a recibir llamadas de los pirados de la noche interpretada por Itsaso Arana. En su trama de consultorios se vislumbran los machismos de la época que no permiten a una mujer colarse ni en las altas esferas, ni en el prime time, haciendo poner en tela de juicio toda la deontología profesional periodística.

Movistar+ Originales marca con esta serie una línea más en su contador de comedias ácidas. Si ‘Vergüenza’ o ‘Nasdrovia’ os gustan seguramente ‘Reyes de la noche’ también. Cada una se decanta por aristas diferentes, pero pertenecen todas a ese poliedro con caras capaces de hacernos reír con momentos dramáticos. En concreto el juego de ‘Reyes de la noche’, a parte del fútbol, es el de las puñaladas, los comentarios fuera de tono, las sobradas… Es una de esas comedias donde no se identifican gags pero si momentos graciosos.

A partir de la animadversión que se crea con Paco el Condor llega la mayor parte de la comedia. Muy al estilo de José María García insulta sin pelos en la legua empleando además la labia de un literato, cual Quevedo dirigiéndose a Góngora. De ahí y del morbo que surge con los rifirrafes enviados a través de las ondas. Esta es una serie en la que hay mucho jeta y mucho cabroncete, mucho pelota y grandes cantidades de rencor o envidia. Son personas altamente envenenadas y de ahí que en un episodio oigamos el Poison de Alice Cooper.

La radio de los 80 en España es el objeto de la serie creada entre Adolfo Valor (Cuerpo de élite’), Cristóbal Garrido (‘Fariña’) y Carlos Therón (‘Lo dejo cuando quiera’). Y la verdad es que se ejemplifican bien los tejemanejes que hay más allá de los micrófonos, en las salas de realización y despachos. ‘Reyes de la noche’ supone un repaso, ficticio, pero un repaso en el que entran también momentos famosos de los noventa como el tergiversado “Rafa no me jodas”. Ya sabíamos que la prensa muchas veces maneja órdagos y puede agitar masas e incluso mover hilos que no imaginamos, pero si es como en la serie algunos deberían hacérselo mirar.

Apuntaos a su estreno el próximo 14 de mayo en Movistar+ pues os aguardan 6 episodios de 30 minutos realmente divertidos e interesantes que serán emitidos de dos en dos.

 

Crítica de ‘Jupiter’s Legacy’

Tomándose con más calma y para bien la historia del cómic

La colección ‘Jupiter’s Legacy’ del sello Millarworld fue editada por Image Comics en 2013 y ahora su adaptación a imagen se puede ver en Netflix. Arrancamos con una primera temporada de 8 episodios cuya duración oscila entre los 35 y los 56 minutos. Una primera etapa que adelanto que queda inconclusa y vaticino que tendrá segunda fase.

Si conocéis el Millarworld no tendré que deciros quién es el artífice intelectual de esta saga. Pero por si sois neófitos en el mundo del autor británico os diré que los cómics los desarrollaron Mark Millar, Frank Quitely y Peter Doherty, por lo menos en su esencia inicial. En el caso de la adaptación ha sido Steven S. DeKnight (‘Daredevil’, ‘Spartacus’, ‘Buffy’) quien ha dirigido el primer episodio además de escribir y producir la serie. Una serie que se presenta visualmente bastante fiel al cómic pero que ha cambiado el devenir de los acontecimientos, añadiendo material nuevo y mezclando cosas de ‘Jupiter’s Legacy’ y ‘Jupiter’s Circle’. El espíritu original se conserva pero en esta ocasión Millar se ha permitido darle más trasfondo a los personajes, por lo que la cosa se alarga. Esto juega en contra de las sensaciones de las viñetas de ‘Jupiter’s Legacy’ que nos abordaban con mucha más acción. La impresión que nos deja esta serie es que se ha querido construir mejor la razón de ser de los protagonistas, algo que en los cómics va llegando más a cuentagotas o con un par de pinceladas se dejaba entrever. Al margen de eso tenemos los típicos cambios de Netflix, como el cambio de raza de algunos personajes.

Para mi este es un cómic que está por debajo de obras como ‘Kick-Ass’, ‘Civil War’ o su etapa en ‘Dredd’. Cuando hablamos de Millar hablamos de un mito viviente de los cómics capaz de retorcer y llevar a su terreno a personajes famosos. Pero en este caso son creaciones nuevas. Y precisamente de mitos retorcidos tenemos que hablar. De manera similar que en ‘La vieja guardia’ nos encontramos con unos hombres extremadamente longevos que han dejado su huella a lo largo de la historia reciente, solo que estos se dejan ver y tienen poderes que van más allá de la inmortalidad. Unos poderes que si saben de dónde proceden y que utilizan para hacer el bien.

‘Jupiter’s Legacy’ supone un live action en la línea de ‘The Boys’ en el sentido en el que los superhéroes son personajes populares que dan la cara frente a la sociedad y su presencia altera de modo más o menos realista el American Way of Life. Y también va en sintonía con esa serie cuando vemos que no se han cortado con la sangre, cosa que también hereda de sus viñetas originales, aunque lo haga más puntualmente. Igualmente los superhéroes forman parte de tinglados corporativistas, pero en esta ocasión hay un sabor más a negocio familiar y a servidores del pueblo.

Nos encontramos ante una realidad utópica que huele a podrido, que se va deformando, como pasaba en cierto modo con ‘Watchmen’. La serie nos lleva desde el crac del 29 hasta su actualidad repleta de superhéroes. Poco a poco la trama del pasado va absorbiendo el protagonismo y ahí es donde percibimos más las intenciones de la serie, el cómo intenta hablar más de la gestación de unos héroes más que del fascismo o el capitalismo, como hacían las viñetas. Es un relato que supone una historia de orígenes y una contienda de superhéroes con un pasado en común al mismo tiempo.

Como adaptación tiene mi visto bueno pues aunque no es un calco mantiene el espíritu que hace de esta historia algo familiar y complejo. Esa complejidad necesitaba mostrar su background y lo hace muy bien, aunque nos deje con la miel en los labios y no nos lleve al futuro de los cómics que puede recordarnos a confrontaciones como la de ‘Injustice’ u ‘Old man logan’, también de Millar. Hablando de viejos, una de las cosas que me saca de la serie son sus pelucas o el maquillaje que les envejece.

Realmente ‘Jupiter’s Legacy’ no revolucionará el género, no cuando tenemos en activo series que juegan con el lado humano u oscuro de los suerhéroes como ‘The Boys’, ‘Doom Patrol’ o ‘Invincible’. Es la apuesta fuerte de Netflix en cuanto a los live action y merece la pena que progrese, sobre todo si sigue desarrollando con calma y valentía sus argumentos.

Crítica de ‘El inocente’

Oriol Paulo en formato serie es un chute de giros

La serie ‘El inocente’ viene firmada por Oriol Paulo. Un autor de esos a los que puedes llegar a admirar con cualquiera de sus películas por las sorpresas que introduce en ellas. Se ha convertido en un experto del suspense capaz de retorcer las tramas hasta puntos insospechados sin que estas pierdan verosimilitud. Prueba de ello son películas como ‘Contratiempo’, ‘El cuerpo’ y seguramente lo llegará a ser su versión de ‘Los renglones torcidos de Dios’.

Netflix nos ha permitido ver un adelanto, los tres primeros episodios de ocho que tiene ‘El inocente’ y que serán estrenados el 30 de abril. El toque de Oriol Paulo está por todas partes, especialmente en el segundo capítulo que constantemente tiene revelaciones y te mantiene enganchado. El primer episodio viene cargado de intriga como buen punto de partida y además gestiona bien su pelea, que es vital para la trama. Pero es en el segundo donde la serie muestra de verdad sus cartas.

‘El inocente’ nos cuenta la historia de Mat (Mario Casas) y Olivia (Aura Garrido). Él esconde un pasado conflictivo y ella le hace a él una llamada bastante desconcertante cuando está en un viaje de trabajo. A partir de ahí empiezan las pesquisas, los misterios y los peligros. En ese juego entran personajes policiales como el de Alexandra Jiménez o Jose Coronado y otros bastante más oscuros como el de Miki Esparbé y Juana Acosta. Pero aparte del trabajazo que se marcan algunos de los protagonistas hay dos actores a destacar, como siempre que se les hace mención: Ana Wagener y Gonzalo de Castro. No voy a decir qué papel juegan en todo esto pero su actuación es la más intensa de todas, por lo menos así me ha alcanzado a mí.

La serie es de esas que dedica un episodio a cada personaje, o eso hace en sus tres primeros capítulos. Y lo hace de un modo novelesco, obligando a los protagonistas a presentarse y a hablarse a sí mismos. Ya habréis visto en el tráiler como arranca cada uno de ellos con el “Te llamas…” y así siguen relatándonos su camino hasta el día en que transcurre la acción. El montaje de la serie nos lleva por muchas localizaciones rápidamente y eso hace que la narración no sea nada estática, pero como digo, al menos al principio, procura centrarse en la figura de un solo personaje por episodio.

Al tener a Coronado, Wagener y Casas en la misma historia Paulo corre el peligro de caer en la misma jugada de ‘Contratiempo’. Pero al fin y al cabo, esta es la adaptación de un libro de Harlan Coben y si respeta el original no puede controlar el resultado. Algún parecido hay pero ‘El inocente’ tiene un toque más… malsano y retorcido.

De momento, a pesar de dejarme con la intriga y gustarme, le veo una pega importante a la serie. Oriol Paulo está genial en su justa medida pero en formato serie no ha sabido contenerse. Existen muchas casualidades desde el principio, tantas como factores sospechosos o secretos. ¿Esto es lo que llamó la atención del director al leer el libro o ha sido marca de la casa? Aquí todos parecen lobos vestidos de cordero o malas bestias injustamente señaladas. Llega un punto en el que esto se convierte en un todo cada vez más improbable y la famosa verosimilitud del guionista peligra con cada giro de guión. Quizá al final todo quede en una serie de coincidencias que desembocan en daños colaterales pero así de entrada cuesta tragar la gran cantidad de podredumbre y artimañas que parecen urdir prácticamente todos los personajes.

Hasta ahora puedo decir que ‘El inocente’ es una de esas series que puede hacer que llegues tarde a una cita o te vayas a la cama a las tantas de la noche y encima no pegues ojo por darle vueltas y ordenar o intentar desvelar lo que acabas de ver. Si la veis acompañados no parareis de hablar porque da para teorías, pero cuidado con perderos detalle. Uno se pregunta qué giro se reservan para el final o quién será finalmente el inocente en todo esto. Quizá acabemos diciendo eso de “cosas más raras se han visto en la vida real”.

Crítica de ‘Palomares’

Documentado como nunca, contando lo que nunca dijeron los documentos

Movistar+ lanza el 22 de abril una nueva bomba, una producción documental original creada en colaboración con ‘93 Metros’ acerca de un famoso episodio sucedido en España que tuvo lugar el 17 de enero de 1966. Famoso pero quizá no tan gravemente considerado como se debería, debido a la mofa que se ha ido haciendo con el tiempo sobre el tema y debido a la información oculta desde el primer instante. ‘Palomares’ llega a para mostrar mucho material inédito y para dar voz a aquellos que con el tiempo nos pueden devolver a la historia original, algo nublada con el tiempo, ahora libre de censuras.

Cuatro episodios para cuatro bombas que cayeron sobre el municipio almeriense en 1966. Pero no unas bombas cualesquiera, explosivos que habrían dejado en algo anecdótico lo de Hiroshima pues podrían alcanzar hasta una potencia hasta 75 veces mayor. Cuatro bombas de las cuales al poco aparecieron tres, actualmente expuestas en el Museo Nacional de Ciencia e Historia Nuclear de Albuquerque (Nuevo México), claro, donde los isótopos. Y por supuesto una cuarta de la que tarde se sospechó que había caído en el mar, en ese mar en el que hoy en día la gente se baña, pesca y en cuya arena hay un chiringuito y una discoteca.

El desconocimiento y la ignorancia es un factor clave en este suceso. Desconocimiento por cómo sucedió, por lo que hacían esos aviones previamente y por cómo había que manejar esos restos del accidente. Los sencillos habitantes e incluso los Guardias Civiles de la región estuvieron expuestos a la radiación y a una posible muerte fulminante sin ni siquiera ser conscientes de ello. Interesaba que predominase la desinformación en todo esto, pero el despliegue militar era tan de película que el suceso dio la vuelta al mundo. El documental Daniel Boluda (‘El Palmar de Troya’), Maria Cabo (‘Clandestino’) y Álvaro Ron (‘Los protegidos’) abre una pregunta ¿Quién es más cateto? ¿El que hace sin conocimiento o el que sabe que lo que hay y aun así lo gestiona de un modo imprudente y egoísta? No son pocas las negligencias de esta historia.

‘Palomares’ se centra en entrevistar a los supervivientes, tanto pilotos como aquellos que por entonces eran unos niños. Gentes que usaban la aparición de los aviones en el cielo como un indicador horario dada su repetitividad de maniobras. Gentes casi totalmente ajenas a la guerra fría y soldados listos para atacar a los soviéticos en unos minutos. Sus testimonios se contradicen en determinados puntos pero gracias al denominador común que extrae el documental vamos hilvanando la historia. Que este choque de mundos y culturas no acabase en una tragedia fue cosa del azar, para los creyentes, un milagro.

Con ‘Palomares’ descubrimos multitud de detalles relacionados con el accidente y todo lo que le rodeo y eso puedo decirlo habiendo podido ver previamente solo dos de los cuatro episodios. Con más o menos conocimiento lo que sí que predomina en todas las versiones de la historia es que los voluntariosos habitantes de Palomares y alrededores fueron clave para salvar las vidas de algunos de los ocupantes de los aviones. ¿Habrían hecho lo mismo si supiesen que lo que llevaban tiempo haciendo sobre sus cabezas y a diario eran maniobras de repostaje en pleno vuelo cargando siempre con bombas termonucleares? Yo diría que sí.

El gobierno de la época y las autoridades militares actuaron desconsideradamente hacia los palomareños. Obviamente son muchos los que aquí se lavaron las manos, incluido Fraga que literal e insensatamente se las lavó en esa costa mediterránea. Siempre me he preguntado si ese baño con posible dopaje radiactivo fue la causa de su longeva y gruñona vida, emergió del mar cual Godzilla. Hasta la veracidad de ese chapuzón fue cuestionado y el documental habla de ello.

Este accidente se considera uno de los más graves de la aviación estadounidense, un Broken Arrow como tipifican ellos. Sucedió antes que Chernobyl y pudo haber sido aún mucho peor. Pese a todo esto sus consecuencias prevalecen en la zona y salvo medidas del CIEMAT poco se tiene en cuenta. A pesar de los esfuerzos posteriores de limpieza del ejército de EE.UU. Palomares es a día de hoy la población más radioactiva de España. Muchos esperan aún una compensación por lo sucedido pues o bien su economía o bien su salud se ha visto afectada, protestas que en la época llevaron a algunos a la cárcel. La propaganda de la época caló en una población crédula, pero la historia va poniendo en su lugar a aquellos que decían aquello de “Spain is different”, irradiantemente diferente.

Crítica de ‘La Guardia’

Cualquier atisbo de épica en este equipo de seres fantásticos es pura casualidad y nos encanta

Muchas son las ramificaciones o sagas ambientadas en el Mundodisco que creó Terry Pratchett. ‘La Muerte’, ‘Revolución industrial’, ‘Los Magos’, ‘Las Brujas’… Nombres de series de novelas que pueden dar para infinidad de adaptaciones. La que finalmente ha sido escogida para transformarse en una serie es la que se llama ‘La Guardia’, una de las más icónicas, y el próximo 16 de abril podréis comenzar a verla en Movistar+, en Seriesmanía.

He de reconocer que tengo una gran asignatura pendiente, una troncal. Soy lector habitual y controlo la obra de Tolkien, Paolini, Salvatore, R.R. Martin, Rothfuss, Hickman y Weis… Vamos que me gusta la fantasía. Pero también soy un gran seguidor de la ciencia ficción, por eso he de confesar que el no haberme acercado aún a la obra de Pratchett se puede considerar un pecado. El autor mezcla géneros y tiene fama de “burlarse” de ellos de tal modo que su combinación de imaginación y humor engancha al lector. Tras su muerte nos dejó una extensa obra que estoy seguro que poco a poco irá alcanzando al público general, dejando de ser solo una obra de culto y siendo objeto de adaptaciones, realizadas ya sea por verdaderos seguidores del autor o simplemente por productoras escasas de ideas.

Si nos ceñimos a lo que es solamente la serie de ‘La Guardia’ hay que enmarcarla dentro del género policial y fantástico. Está en la línea de muchas series como ‘Bones’, ‘Castle’… Pero tengamos en cuenta que la novela (publicada en el 89) ya tenía este carácter humorístico mezclado con pesquisas detectivescas. Sinvergonzonería y sátira no le pude faltar a esta serie que en buena parte tenía que hacer parodia del género y que se lo lleva todo a toques más… punk. Seguro que os gusta u os suena el estilo de la serie si habéis visto otra adaptación de una de las obras de Pratchett pues esta no es la primera. ‘Good Omens’ es una de sus creaciones, no estaba ambientada en el Mundodisco, pero si cargada de su personalidad entremezclada con el talento de Neil Gaiman.

‘La Guardia’ nos cuenta como en una peligrosa ciudad, llamada Ankh-Morpork, reina el crimen organizado y ha quedado carente de sentido el cuerpo de policía, llamado La Guardia. El capitán de ese grupo de peculiares agentes es Sam Vimes, el cual está muy bien interpretado por Richard Dormer, el carismático Beric Dondarrion de ‘Juego de Tronos’. En este mundo de enanos, goblins, dragones y alquimistas él es un humano que intenta ahogar en alcohol un pasado turbulento, que se respalda en un grupo formado por un chico criado por enanos, un troll, una mujer-lobo… Toda una camarilla digna de una partida de rol que pone en ridículo cualquier concepción de equipo épico tipo La Compañía del Anillo.

Aunque la comisaría tiene cierto parecido estructural con la de ‘Gotham’ e incluso su tono oscuro puede recordar a la serie de Bruno Heller, la dinámica de ‘La Guardia’ puede considerarse más similar a la de series como ‘Doom Patrol’. Tenemos unos personajes que no son del todo buenos, que tienen capacidades especiales que usan de manera un tanto autodestructiva o ridícula, que no son un ejemplo a seguir precisamente… Y aún así se les coge un cariño especial. Además no es raro que la serie nos deje rallados con algunas de las majaderías que se atreve a llevar a cabo.

Por lo que tengo entendido el tono y las sensaciones si son muy similares a las de las novelas, pero me consta que hay cambios con respecto al original que han levantado las suspicacias de Rhianna Pratchett y de Neil Gaiman, hija y amigo del autor. En esto de las adaptaciones ya sobra decir que hay cambios de sexo en personajes, que algunos roles se han entrecruzado o que incluso ni se parece el vestuario. No sé si esto altera en exceso el espíritu original de los libros, quizá no tanto como para perder el título de “adaptación”. Diría que le falta incrementar su complejidad, pero al margen de eso como serie ‘La Guardia’ funciona fantásticamente. Y desde mi desconocimiento de estas novelas pero si desde mi admiración a ‘The Sandman’ pregunto, ¿los góticos que aparecen en esta serie podrían ser un guiño Muerte y Sueño de Gaiman?

Aunque en esta serie desarrollada por la BBC está presente la famosa Muerte de las novelas de Mundodisco y parece que será un personaje recurrente, me da la impresión de que ‘La Guardia’ es un estupendo entretenimiento para quien busque una nueva e imaginativa serie, pero una fuente de enojos para los lectores más acérrimos. Si sigue esta línea y la audiencia la respalda seguro que vamos a disfrutar mucho tiempo de esta producción. E incluso agradeceremos que adapten otros arcos argumentales que se crucen y nos lleven por los confines del Mundodisco a lomos de la tortuga y los elefantes.

Crítica de ‘De yakuza a amo de casa’

Una gilipollez letalmente graciosa

Tatsu el Dragón Inmortal es un exyakuza que pasa sus días como amo de casa, es el jodido jefe de su hogar, así, tan mal como suena. Sin dejar sus maneras chungas de comportarse o su lenguaje, Tatsu aplica los códigos de la yakuza a su nueva vida cotidiana y de pareja donde el gato ocupa el tercer puesto en su jerarquía. Le queda muy cuco el mandil con su ropa negra de mafioso.

Esta serie es cachondísima. Es hilarante ese tono fatal de matón hablando de cosas hogareñas como preparar la fiambrera de la comida, las instrucciones para hacer bricolaje, el poner en marcha la aspiradora automática, ir a comprar el merchandising de las ‘Policías brujitas’ para su novia… Suena ridículo pero él se lo toma todo como una misión a superar, es como si todo fuesen negocios, nada personal. Recuerda a Robert de Niro en ‘Una terapia peligrosa’. Da la impresión de que esto lo ha hecho algún seguidor de la trilogía ‘Outrage’ de Takeshi Kitano con el cerebro frito de ver ‘Bobobo’.

Desde el 9 de abril podéis ver en Netflix esta miniserie sobre este temido mafioso que dedica su día a día a cocinar (divinamente), a hacer fotos a sus platos y a descubrir cosas como las clases gratis de yoga. ¿Qué se quiere comprar un coche con su novia? Pues mira si en el maletero entra un cadáver o si el cristal es a prueba de balas. ¿Qué le visita un comercial de cuchillos? Lo primero, eso no son cubiertos, los llama armas y por supuesto los maneja con la maestría de un asesino ninja. ¿Qué hay rebajas? Pues le toca hacer un mercadillo callejero con las compras compulsivas que ha hecho.

Las confusiones con la jerga están servidas. Para él los perros es la policía y cantar es chivarse. Esta es una serie llena de malentendidos y momentos épico-cotidianos. No es raro que se confunda la salsa de tomate con sangre o que una cucaracha en el salón sea vista como un rival en territorio prohibido.

‘De yakuza a amo de casa’ consta de 5 episodios cortos de unos 20 minutos que se dividen a su vez en otros más pequeños, en unos 6 por capítulo. Realmente lo que hace la serie es juntar las tiras cómicas lanzadas en la revista Kurage Bunch. Una obra de Kōsuke Ōno que posteriormente ha sido recopilada en tomos manga y que en España edita Ivrea.

Se nota que ya estamos recuperando el funcionamiento de la industria pues la serie está estupendamente doblada al castellano. Gran trabajo en versión doblada por parte de Marc Zanni, Irene Mirás, Nerea Alfonso, Luis Gustems… Un síntoma contrario, quizá de ahorro de recursos, podría ser la animación de la serie que no es nada del otro mundo. Peca de falta de dinamismo, de hecho tiene muchos cortes o saltos en los movimientos de los personajes. Eso no le aporta mucha agilidad al estilo visual pero la serie es tan viñetera que no le hace falta, no pierde continuidad en sus escenas.

‘De yakuza a amo de casa’ no tiene desperdicio, ni siquiera los sketches del gato Gin. Los quehaceres caseros son mucho más épicos desde el punto de vista de un yakuza. No voy a extenderme más con mis comentarios, que al final vais a tardar más en leer la crítica que en ver la serie. Vedla ahora mismo u os bajaré puestos en la jerarquía del fan del anime. Yo mientras me voy a buscar la serie de acción real que se llama igual que el manga, Gokushufudo.

Crítica: ‘The Nevers’

Una grata sorpresa con acción y poderes en el siglo XIX

No es el mejor momento de Joss Whedon, abandonó todo el proceso de ‘The Nevers‘ por fatiga personal, después de las diferentes acusaciones hacia su persona. Pero al fin y al cabo esta serie está creada por el y sin duda su sello lo encontramos por todos lados de esta historia nada original, pero que logra sorprendernos.

Como acabo de decir la serie no nos trae nada nuevo. Agosto de 1986, nos vamos al Londres victoriano que se ve sacudido por un evento sobrenatural que otorga a ciertas personas, en su mayoría mujeres, habilidades anormales. Estos tocados, están en peligro desde muchas partes de la ciudad. Le corresponde a la misteriosa y astuta viuda Amalia True y a la brillante joven inventora Penance Adair, proteger y albergar a esos talentosos «huérfanos». Para hacerlo, tendrán que enfrentarse a las fuerzas brutales decididas a aniquilar a los de su especia.

Una mezcla entre los ‘X-Men’ o ‘Héroes’. The Nevers nos logra sorprender y convencer gracias a sus protagonistas. Llenos de carisma y con los que disfrutaremos de una serie que como digo, termina siendo algo bastante peculiar. Y por supuesto gracias a toda su puesta en escena.

Como protagonista encontramos a Laura Donnelly (‘Outlander’). Está fantástica y las coreografías realizadas para las peleas que tiene durante los episodios, dejan ver el gran trabajo detrás de las cámaras.

Otro de los personajes protagonista es el de Ann Skelly, la cual también nos trae la estética steampunk a esta historia. Coches y máquinas ideadas por ella, hacen de este Londres algo distinto a como lo conocemos.

Una de las grandes sorpresas para mi ha sido volver a encontrarme con Ben Chaplin, está fantástico en su papel y sin duda da mucho juego.

Y para terminar, no puedo dejar de mencionar Amy Manson. Una de las villanas que realiza un papel exquisito. Una locura y a la vez cordura que da miedo.

La serie no es para toda la familia, no por nada, pero no se cortan en la violencia o los desnudos y por supuesto tampoco en el vocabulario. Pero no es algo malo, solo lo comento de modo informativo.

El tema de la acción me ha gustado mucho, está muy bien rodado y preparado. Y los efectos especiales están bastante logrado, pese a ser para una serie se nota un gran trabajo.

El 12 de abril comienza a emitirse la serie en HBO, donde todos los lunes tendréis un nuevo episodios. No os la perdáis y como siempre podéis poner vuestra opinión en los comentarios.

Crítica de ‘Exterminad a todos los salvajes’

La incómoda verdad de vivir en una civilización cuyos cimientos apestan

Seguro que todos habéis oído la historia de personas que han decidido romper con el ruido de la ciudad e irse al campo a llevar una existencia más sencilla, sin llegar al extremo de Beatriz Montañez, pero buscando reducir la complejidad de los quehaceres y reconectando a la vez con aquello que únicamente satisface las necesidades más básicas. Esa confrontación de conductas o filosofías de vida es la que sucede siempre que dos civilizaciones se encuentran por primera vez. Casi siempre la “más avanzada” siente envidia por la sobria felicidad de la otra y acaban mirándose por encima del hombro y llegando al conflicto armado.

‘Exterminad a todos los salvajes’ es una nueva obra de Raoul Peck, cineasta concienciado tanto política como cinematográficamente con los conflictos raciales. El autor de ‘I am not your negro’ analiza esta vez en formato de serie de cuatro episodios la construcción de la supremacía blanca, del colonialismo que tradicionalmente ha buscado la imposición de su cultura. Desde el 8 de abril en HBO podréis ver esta exposición o visión de cómo el hombre blanco se ha fraguado a sí mismo y con la fuerza de las armas o el comercio como una raza preponderante.

A través de recreaciones, simulaciones y sobre todo mucho material de archivo Peck nos transmite su visión de la evolución del ser humano en los últimos siglos, empleando además su experiencia personal. Hilando todo eso muy bien ha conseguido que ‘Exterminad a todos los salvajes’ sea un Interesantísimo documental, con reflexiones valiosas, con verdades incómodas. También con imágenes duras, de masacres y de masacrados.

Quizá en España no nos haga falta este documental para saber que la raza blanca tiene un pasado oscuro. Conocemos los detalles de la conquista de América o lo que sufrieron los conversos en nuestra tierra tiempo después de aquello. Al fin y al cabo todo se reduce a la teoría darwinista de “la supervivencia del más apto o la preservación de las razas favorecidas en la supervivencia”. Pero si nos queremos considerar civilizados hemos de dejar a un lado el comportamiento animal.

El documental va a la raíz de muchos conflictos y conceptos que están hasta injertados en nuestro ADN. Mal conservados tras años de prejuicios y de historia tergiversada, manipulada o poco documentada. En ambos bandos (si se me permite usar la palabra bando para distinguir entre oprimido y opresor) hay errores y adulteraciones de la visión del pasado. Pero es innegable que las palabras codicia, esclavitud, traición, conquista, fascismo, masacre, incomprensión… están grabadas a fuego en algunos episodios de nuestra historia que se han producido por diferencias de culturas, raza o religión.

Al final todo se reduce a una historia de racismo y de preponderancia de una raza. A parte de a imperios o exterminios clamorosos ‘Exterminad a todos los salvajes’ dedica tiempo a cosas tan básicas como el uso de la palabra “negro” o a analizar los instintos más básicos del ser humano. El documental acaba encallando una y otra vez en las costas del nazismo y el mismo movimiento nacionalsocialista es el eje del último episodio, que culmina Peck con un apabullante plano de Auschwitz. Al fin al cabo el culmen de todo proceso es la sistematización del mismo para optimizarlo y eso es lo que los alemanes hicieron con su propaganda, sus campos y las cámaras de gas.

“La inquietante confianza de la ignorancia”, «¿Quién diablos es Colón?», «Matar a distancia o… cómo disfruté mucho la excursión» y «Los colores brillantes del fascismo» son los más que ilustrativos títulos de los capítulos que nos llevan desde América hasta las Indias. El ser humano ha extinguido a muchas especies de animales, pero el aniquilarse por el simple color de la piel demuestra que la civilización que actualmente domina la Tierra es altamente ignorante y a menudo olvida su negro pasado.

Las comparativas o las ironías que emplea el documental ponen en relevancia la hipocresía de nuestra sociedad actual. El primer mundo a menudo olvida que se ha construido a base de movimientos migratorios y que se conservan vestigios colonialistas como Guam, Gibraltar, Polinesia, Malvinas, Nueva Caledonia… Mientras en algunos países crecen los fanatismos anti extranjeros, sus propios ciudadanos dejan de lado ciertas asignaturas sin aprobar desde hace siglos. ‘Exterminad a todos los salvajes’ también se fija en lo preocupante que es que en pleno siglo XXI se alcen presidentes como Trump o Bolsonaro.

Josh Hartnett, el actor que rechazó ser Superman por querer apartarse un tiempo de Hollywood, se encarga desde la ficción de dar vida a una cara cruenta y realista de esos colonizadores que por muchas de sus acciones bien pueden considerarse asesinos o genocidas. Muchas de sus escenas surgen del proyecto fallido que se iba a llamar ‘Continental drift (Deriva continental)’ y que iban a hacer juntos Peck y Hartnett. Sus imágenes os pueden parecer duras, pero aún más lo van a parecer otras reales que las suceden.

Nuestra cultura pop a veces ha contribuido a enmascarar la historia y otras a intentar arrojar luz. Es por eso que Raoul Peck emplea fragmentos de novelas o de películas como ‘El Álamo’, ‘Gangs of New York’, ‘Indiana Jones’… así como de películas suyas como ‘Moloch Tropical’. Tanto los unos como los otros han intentado siempre quitarse de encima salvajadas y atribuírselas a otros. Y no digo que ambas partes no se hayan atacado mutuamente, en muchos casos no sabremos nunca quién tiró la primera piedra, pero la hipocresía del hombre blanco está histórica y reiteradamente probada (en guerras, cruzadas, holocaustos o actuaciones policiales). Esperemos que no tengan que salir más documentales como este para que aprendamos del pasado.

Crítica de ‘Them’

Es como si Jordan Peele hubiese versionado Las mujeres perfectas

Amazon Prime Video estrena el próximo 9 de abril una nueva serie antológica. ‘Them’ no es una antología en el sentido de que cada episodio suponga una historia distinta girando en torno a un mismo tema, si no que el desarrollo de la narración dura una temporada entera y próximamente tendremos una segunda con personajes diferentes pero el mismo leitmotiv, el terror en Norteamérica, en concreto en esta primera temporada, el racismo.

En ‘Them’ conocemos a una familia de mediados del siglo XX que se muda a East Compton, el mismo barrio que en los 70 se convirtió en una vecindad de mayoría negra y vimos por ejemplo en ‘Straight Outta Compton’. En ese distrito de verde césped y casas color pastel pretenden iniciar una nueva vida sustentada por el trabajo de ingeniero del cabeza de familia. La peculiaridad de la situación es que es una de esas familias pioneras en intentar cultivar la relación vecinal entre blancos y negros. Ellos son de etnia afroamericana y pronto comienzan a sufrir el acoso de algo o alguien que les hace la vida imposible.

La serie sigue los pasos de otras producciones modernas y vanguardistas. El referente más claro es Jordan Peele. Tanto en contenido como en técnica ‘Them’ sigue los pasos de un cineasta totalmente entregado a la causa e innovador en cuanto a estilo visual y narrativo. Como coetáneos e incluso pupilos del autor de ‘Us’ o ‘Déjame salir’ los creadores de la serie, Little Marvin y Lena Waithe, intentan calcar el mismo estilo. El resultado es una especie de versión de ‘Las mujeres perfectas’ cargado de terror y desconcierto. Un nuevo título que se suma al compendio fantástico de lo que probablemente en el futuro conozcamos como una generación de esas que marcan un punto de inflexión.

‘Them’ podría decirse que es como ‘Las mujeres perfectas’ o incluso ‘Suburbicon’ en el sentido de que nos adentramos en los perfectos años 50 estadounidenses. Ahí encontramos un duelo interpretativo de alto valor en el que Deborah Ayorinde y Alison Pill intentan ser la esposa ideal o una americana de pro. Pero el American way of life de ‘Them’ trae de serie un racismo normalizado. Las actuaciones de ambas actrices son arrolladoras, son la punta de lanza, sobre todo en el caso de Ayorinde.

El terror de ‘Them’ se sustenta en momentos muy desconcertantes y en la mayoría de las ocasiones con una gran carga visual. Todo gira en torno al hombre blanco que como fuerza antinatural se opone al cambio. La serie nos lleva constante y confusamente entre lo psicológico y sobrenatural, manteniendo su secreto hasta casi el clímax final. Un broche que resulta demasiado convencional, sobre todo para los brochazos tan particulares que va dando y que prometen un desenlace más rompedor.

Una virtud de la serie es ser capaz de crear nuevas figuras para el imaginario del horror. Entes que responden a la psique de los personajes y que van a quedar para el recuerdo. Intuimos la silueta de Javier Botet en uno de ellos y al igual que en ‘Poltergeist 2’ se aprovecha la carga de una imponente figura alta ataviada de negro. Pero absorbe protagonismo el otro duelo interpretativo de la serie, el que mantiene Ashley Thomas con una especie de jazzman. Ese personaje pintado de negro carcome la mente y crea la misma sensación maquiavélica y salvaje que Venom. Su piel untada en betún negro brillante, contrastando con la pintura blanca y la enorme y perfecta mandíbula da escalofríos, tan maquiavélico como Pennywise. Icónico sin duda alguna.

Lo cierto es que la serie bebe de muchas fuentes o por lo menos en múltiples tramos recuerda a otros títulos míticos del terror. No son pocas las escenas que pueden remontarnos a ‘El resplandor’ o ‘Poltergeist’. Una de las mejores escenas de la serie recuerda a ‘Carrie’ y está interpretada por Shahadi Wright Joseph, a quien habéis visto en ‘Us’. Incluso hay algún momento que va de la mano de ‘Territorio Lovecraft’ pero por suerte no se va por esos derroteros extravagantes.

La serie arranca con la mítica canción de ‘El Mago de Oz’ y en un cine vemos que proyectan ‘Peter Pan’. Es como si quisiesen decirnos que los 50 había una sociedad que en el fondo no tenía corazón y no tenía el valor para crecer. En general las figuras literarias que más usa ‘Them’ son la metáfora y la hipérbole. De ese modo muestra sentimientos reprimidos, represiones y represalias. Siempre que aparecen la serie funciona muy bien, pero del todo cabía esperar una resolución más audaz. Volviendo a la comparativa con la obra de Peele podríamos decir que en vez de un ‘Déjame salir’ este es un “déjame entrar en tu vecindad”.

Como último apunte. Desde Amazon nos comunican que la serie se estrena solo en versión original subtitulada, en verano será cuando esté disponible doblada al castellano.

 

Crítica de ‘Invincible’

Animación comiquera para público adolescente o adulto

‘Invincible’ surge de unos cómics que en España se han venido a llamar simple y llanamente ‘Invencible’, sin cabriolas de marketing que arruinen el título. Al igual que ‘The walking dead’ esta obra también de Robert Kirkman, conserva su título y en su traslación no se ha perdido mucho de su espíritu.

El cómic ‘Invincible’ (reseña aquí) presenta una trama adolescente en la que un joven de unos dieciocho años descubre que al igual que su padre tiene poderes y puede llegar a ser un superhéroe. En mi artículo de opinión sobre el cómic relacionaba todo un poco con ‘Los increíbles’ o con ‘Superman y Lois’ y tras ver la serie me reafirmo y además debo sumar el videojuego ‘City of heroes’.

El 26 de marzo en Amazon Prime Video podréis comenzar a ver esta serie de 8 episodios de larga duración. En ella interactúan héroes o grupos de héroes a los que va conociendo Mark Grayson, el hijo del todopoderoso Omni-Man. Es una especie de Superboy tutoreado por Superman. Instituto, vida familiar, aventuras con superhéroes adolescentes y agentes del gobierno. Entre esas cuatro tramas nos va moviendo ‘Invincible’ de un modo dinámico, aunque algunos momentos se pueden hacer algo tediosos.

Con respecto a la colección de cómics. ¿Qué pierde? Se deja por el camino algo de intrahistoria que en las viñetas enriquece el camino de Invincible. De este modo la trama avanza mucho más rápido pero nos da la sensación de que pasa por alto ciertas cosas. Y hablando de riqueza también se han eliminado casi todos los guiños o referencias a otros cómics que había insertado Kirkman, lo cual hace que tenga menos gracia, supongo que hay licencias de por medio. ¿Qué gana? Dinamismo, la acción siempre es más eficiente cuando se ve en movimiento. Aunque a continuación hablaré de la animación hay que decir que en los tramos de acción la serie funciona muy bien. De hecho entra al meollo de la cuestión y a la violencia antes que el cómic. A parte de eso las voces de los famosos escogidos hacen buena comunión con los personajes, más adelante os enumero algunos.

La animación es obra de Wind Sun Sky Entertainment. Un estudio que no tenía fichado, que creo que no ha llegado con ningún trabajo a España y que por lo que he indagado realiza todo tipo de estilos animados, desde el 3D hasta cosas más “sencillas” o planas como ‘Invincible’. Obviamente todo ello bajo la tutela de Skybound Entertainment, la compañía de entretenimiento de Kirkman y Alpert. El caso es que la animación no difiere mucho de la que hemos visto en muchas películas animadas de Warner/DC. El diseño de personajes, los colores e incluso el trazo es parecido. Son dibujos que no emplean casi texturas, usan más colores sólidos pero que aun así introducen algún efecto en sus luces. Cabe señalar que no está a la altura de ‘Liga de la Justicia: Dioses y Monstruos’ o ‘Liga de la Justicia Oscura’.

En las voces de la versión original vais a encontrar a Steven Yeun como Invincible, J.K. Simmons en el rol de Omni-Man, Mark Hamill como su sastre, Sandra Oh como la madre y esposa de ambos héroes protagonistas, Gillian Jacobs como la poderosa Atom Eve y Zachary Quinto algo modificado pero reconocible como Robot. Pero además si soléis ver material en versión original vais a reconocer a Seth Rogen, Zazie Beetz,, Walton Goggins, Clancy Brown, Mahershala Ali, Lennie James, Jon Hamm, Djimon Hounsou, Ezra Miller….

El protagonista sigue siendo igual de tontorrón y novato, hay quienes ocultan cosas, continuamente se incorporan nuevos personajes, hay humor (procrastinado entre episodios además), no falta la épica… ‘Invincible’ es una buena traslación de un cómic. Os recomiendo tanto su lectura como su visionado.

Crítica de ‘Q: en el ojo del huracán’

Las consecuencias de un Internet libre pero… ¿sano?

Gran parte de la opinión pública supo del movimiento QAnon cuando se produjo el peligroso, pero tomado a mofa, asalto al Capitolio. Las propias redes se rieron de lo sucedido con infinidad de memes y precisamente en Internet está el germen de esa explosión de hartazgo y conspiración.

HBO estrena ‘Q: en el ojo del huracán’ el próximo 22 de marzo. Una miniserie documental de emisión semanal que se ha rodado a lo largo de los tres últimos años intentando arrojar luz a esta teoría que se originó en el portal 4chan. Os esperan 6 episodios de teorías y personajes.

‘Q: en el ojo del huracán’ nos acerca a la historia de esos portales que están repletos de mensajes y mentes propensas a caer en los complots. Este es un reportaje de emparanoiados, de personas que claramente se ve que necesitan un cambio para dar sentido a sus vidas. Se obsesionan con la idea de una persona sapiente, que acapara conocimiento desde la sombra y que se esconde tras una letra. ¿Quién hubiese dicho que podíamos vivir un fenómeno como el que genera L en ‘Death Note’? La realidad supera de nuevo a la ficción. “Esto no es un juego, aprendamos a jugar” es lo que dice Q en uno de sus posts. Una persona que también insinúa ser alguien con acceso a información secreta y además tener un plan para salvar el mundo.

Este documental producido por Adam McKay (‘El vicio del poder’, ‘La gran apuesta’) va directo a la raíz. Por eso toca de primeras los orígenes de 2channel, la creación de 4chan, la aparición de 8chan y en última instancia 8Kun. Es por eso que más que ser un título político, ‘Q: en el ojo del huracán’ es un reportaje casi únicamente tecnológico en el que acompañamos a los creadores, administradores o propietarios de esos sitios.

Vais a conocer a Fredrick Brennan alias Hotweels, a Jim Watkins y a su hijo Ron Watkins. Ellos son los que están detrás de esas páginas web donde aparte de prodigarse la libre expresión se ha alojado contenido supremacista o de extrema derecha. Sabiendo esto es obvio decir que en el documental se muestran las consecuencias de las palabras de Q traducidas en el movimiento QAnon (cuyo nombre viene de combinar Q con el término Anonymous).

Tanto el documental como las personas a las que sigue juegan a menudo al despiste. Una táctica que no es difícil de conseguir ya que la personalidad de los entrevistados es tan peculiar como la del propio Trump. Esta es una historia de confusión, de información difusa y de patriotas un tanto desorientados. Lógicamente el trumpismo está muy presente, así como figuras como la de Steve Bannon, el consejero que abandonó a Trump, que fue detenido por fraude e indultado posteriormente por Trump en sus últimas decisiones.

‘Q: en el ojo del huracán’ no entra demasiado en la dimensión política, no tanto como lo hace con sus raíces en la red. Da por hecho que muchos sabemos quienes son algunas personas de USA que pone sobre el tablero y se habría agradecido un poco más de información al respecto. Tampoco parece ser el interés de esta serie. Busca sus respuestas en los responsables de los portales web, quien por otro lado han estado relacionados en sitios de pornografía, teorías sobre fraude electoral, apoyos a la esterilización voluntaria u otros temas controvertidos. De ahí que en mi titular indique que son personas que hablan abiertamente de lo que piensan pero cuyas artimañas pueden tener graves repercusiones.

Siendo una obra de Adam Mckay el tono podría ser más burlesco, pero aun así da la impresión de que se ha hecho con una constante risa contenida. Es lógico pues en ocasiones se topan con seguidores de Q cuya vida cobra sentido solo con poder decir que Trump les ha señalado/saludado en alguno de sus mítines, que ven conspiraciones hasta en una camiseta de ‘Onward’, que creen en el Pizzagate y por supuesto, son aquellos que piensan que actualmente vivimos una “plandemia”. Estas mentes que se creen iluminadas o más despiertas le dan mil vueltas al significado de la letra Q e incluso a las implicaciones de la forma de este carácter. Más allá de hacer un retrato de quienes respaldan QAnon, ‘Q: en el ojo del huracán’ lanza sus posibles candidatos a tener el login y la contraseña de Q. ¿Llega a una conclusión definitiva sobre la identidad de Q? La gracia está en que indaguéis por vosotros mismos o que veáis el documental.

Crítica: ‘Que viene el lobo’

Intrigante y muy bien escrita

Este 16 de marzo de 2021, llega a Movistar+ Que viene el lobo una serie donde nada parece lo que es. Esta serie danesa, creada por Maja Jul Larsen, consta de ocho episodios y cuenta ya con innumerables premios por todoa Europa.

Holly, una joven adolescente, llama la atención del profesorado tras escribir una redacción escolar donde expone con detalles el supuesto comportamiento violento de su padrastro. El asunto se traslada a Lars Madsen, un veterano trabajador social, el cual decide profundizar en el caso y cuya primera decisión es separar provisionalmente a Holly y a su hermanastro de la familia. Los padres niegan las acusaciones y mantienen que la niña se ha inventado todo en un arranque de rebeldía adolescente. ¿Quién miente entonces y quién dice la verdad?

Hemos tenido la oportunidad de ver los dos primeros episodios y sin duda el título de la serie no podría ser mas acertado. En este punto en el que nos hemos quedado bien podría ser, ‘Qué viene el lobo‘ como gritaba el pastorcillo mintiendo a los demás, o que de verdad viene el lobo.

Maja Jul Larsen, logra crearnos dudas por todos lados. Al principio, por supuesto crees a la niña, pero según van pasando los minutos comienzas a dudar. Los distintos comportamientos o ataques de ansiedad que la acucian pueden ser de miedo real hacia su padrastro o miedo a que se le ha ido todo de las manos.

Flora Ofelia Hofmann Lindahl, encargada de dar vida a Holly, nos muestra muchas caras y muchos matices de un personaje en muy pocos minutos. Un gran trabajo por parte de esta joven actriz que nos regala su primer papel.

Otro de los grandes protagonistas es sin duda, Bjarne Henriksen. Lars, el trabajador social con el que se encuentra Holly, no parará hasta lograr que estos niños salgan de esa casa para poder hacer una investigación lo más rápido posible. Un hombre cansado de su trabajo, pero que en el fondo lucha para intentar salvar la verdad.

Al menos, en sus dos primeros episodios, ‘Que viene el lobo’ avanza muy rápido y está bien narrada. Conoces a los personajes, su lado oscuro y también por supuesto su lado bueno. Además de plantarnos una historia muy creíble por ambas partes. Puedes creer a cualquiera, pues las dudas están ahí en todo momento presentes.

Vemos el trabajo de los trabajadores sociales y a todas las situaciones que se encuentran en su día a día. Y como además de defender, también tienen que tener cierto recelo en algunos momentos porque al fin y al cabo están trabajando con menores y puede haber confusiones. Es bastante duro para ellos y los padres y al final deben tomar decisiones que no siempre van a estar bien vistas.

Así que ya sabéis, a partir de 16 de marzo podréis ver todos los martes un nuevo episodio de esta interesante serie en Movistar+.

Crítica: ‘Pacific Rim: Tierra de nadie’

Dos películas han dado a luz a un nuevo anime moderno con tintes clásicos

Tras dos películas en cines, con mayor o peor aceptación, ahora Netflix lanza una serie sobre el universo que Guillermo del Toro ha creado y llamado ‘Pacific Rim’. Un universo en el que robots gigantes y kaijus de otra dimensión luchan para proteger o dominar la Tierra. Una nueva etapa que se llama ‘Pacific Rim: Tierra de nadie (The black)’.

En las anteriores películas vimos como una brecha dimensional surgida en el océano Pacífico permitía la entrada de unas bestias titánicas a las que la humanidad solo podía vencer a bordo de unos mechas. En la serie que podemos ver desde este 4 de marzo lo que sucede es que han pasado algunos años y la Tierra, más concretamente Australia, ha perdido el pulso. Han aparecido brechas por todas partes y nuestro planeta se ha convertido en un lugar hostil plagado de criaturas, al más puro estilo ‘Monster hunter’.

Casi coincidiendo con el cumpleaños de ‘Mazinger Z’ surge esta serie que bebe de esas referencias. Personajes jóvenes que casualmente se ven en la oportunidad de salvar su planeta ayudados de un colosal robot. Taylor y Hayley es como se llaman estos chicos cuya misión realmente es encontrar a sus padres. ‘Pacific Rim: Tierra de nadie’ es una gran aventura en tierras donde impera la ley del más fuerte o avispado.

Del Toro no está involucrado en el proyecto, es Legendary Entertainment, productora de las dos películas de acción real, quien se ha encargado de esta serie. Los episodios han sido escritos por Greg Johnson (‘X-Men: evolution’), Craig Kyle (habitual de Marvel en títulos como ‘Thor: Ragnarok’ o ‘Wolverine and the X-Men’) o Paul Giacoppo (‘La joven Liga de la Justicia’, ‘Star Wars: La resistencia’).

Los fans, yo entre ellos, pensábamos que esta historia iba a acabar teniendo como localización la dimensión enemiga, que los mechas harían un auténtico contraataque y se aventurarían en territorio rival para acabar de una vez por todas con la amenaza. El devenir de los acontecimientos ha hecho que sea al revés, que los humanos hayan perdido y que esta sea una lucha por la no extinción más crítica todavía. Obviamente no se pierde de vista todo lo sucedido en las películas, incluso la banda sonora está en sintonía a la que compuso Ramin Djawadi con riffs de guitarra eléctrica. Ha sido una composición de Brandon Campbell, quién trabajó con Djawadi en ‘Slender man’.

La animación es sumamente digital, con luces y fuegos muy logrados, con movimientos bastante dinámicos. Esta nueva versión de ‘Pacific Rim’ está llena de texturas, efectos y detalles, como por ejemplo el movimiento del pelo. El estudio japonés Polygon Pictures es quien se ha encargado de dar vida a esta historia. Esta subsidiaria de Amana Holdings ha impreso un claro estilo nipón a la serie como ya hizo en otros excelentes trabajos como ‘Human Lost’ o ‘Godzilla: the planet eater’. El diseño de personajes y la mecánica de la serie recuerda mucho a producciones japonesas de nuestra infancia y visualmente sigue la estela de animes tipo ‘Gantz’ o ‘Ghost in the shell’, pero va más allá.

Obviamente al ver ahora esta historia en formato animación es más fácil que tengamos sensaciones similares a las que despertaron en su día ‘Gundam’, ‘Evangelion’ o incluso sucesores o evoluciones como los ‘Power Rangers’.

La serie tiene valores. Eso ya lo hacían las películas, sobre todo cuando nos hablaban de jinetes de jaeger que tenían que encontrar una sintonía entre sus mentes. Además el mecha que tienen que controlar ambos hermanos tiene solo fines formativos, no va armado, a si es que también potencia el ingenio. Este es un drama con hermanos que tienen confrontaciones y catarsis, como lo fue ‘Fullmetal Alchemist’. Además incorpora novedades para darle más jugo a la historia, como un inquietante niño que me ha encantado.

Son siete episodios de veinticinco minutos de media que nos dejan para una segunda temporada que esperemos llegue pronto.

Crítica de ‘Superman y Lois’

Un disfrute de Superman de pueblo y mundo, de familia y archienemigos

Aún recuerdo con mucho cariño ‘Lois & Clark’, la serie que protagonizaron Dean Cain y Teri Hatcher. Casi treinta años después, casi a modo de secuela, con un tono más serio y mostrando una historia diametralmente diferente volvemos a tener a la pareja más famosa de DC Comics, teniendo además no solo el trasfondo de los cómics sino de todo un nuevo universo generado por series como ‘Arrow’, ‘The Flash’ o ‘Supergirl’.

Si hay un personaje difícil de adaptar a la pantalla por la expectativa y exigencias de los fans ese es Superman. Reto aceptado por parte de HBO que ha lanzado este 24 de febrero una nueva serie producida por el prolífico Geoff Johns. ‘Superman y Lois’ llega en modo de what if, de historia alternativa en la que los periodistas del Daily Planet tienen que cuidar a sus hijos gemelos mientas ocultan el alter ego del kryptoniano criado en Kansas. Y tras ver el piloto parece que el reto va de camino a ser superado.

Sabiendo que Greg Berlanti es el creador de esta serie me tenían ganado de antemano. Es el director de ‘Con amor, Simon’ y el productor de ‘Green Lantern’, ‘Stargirl’, ‘Doom Patrol’, ‘Titanes’ y ‘Constantine: Ciudad de demonios’ entre muchas otras. Y junto a él está como padre de esta serie Todd Helbing que también nos ha traído grandes títulos. Aunando sus estrenos anteriores tenemos este resultado. ‘Superman y Lois’ es una serie de personajes con mallas pero también un drama adolescente en el que la pubertad y la ciencia ficción entran en conflicto.

‘Superman y Lois’ arranca con una secuencia introductoria que muestra por enésima vez la llegada de El Hombre de Acero a la Tierra, la muerte de Jonathan Kent y así como alguna de sus andanzas. En esa primera secuencia podemos ver como el director Lee Toland Krieger ha introducido guiños a ‘Watchmen’, a la primera portada de Action Comics y más adelante al juego ‘Injustice 2’ o incluso símiles visuales con ‘El Hombre de Acero’. Pero me quedo sobre todo con el guiño que encontramos en la pizarra de la cocina en la que vemos como el doctor de la familia Kent se llama Donner, como Richard Donner. Con todo esto, aparte de citar algunos huevos de pascua, quiero llegar a que la serie tiene mucho carácter cinematográfico y sabe de donde beber.

El de Tyler Hoechlin es un Superman creíble (no lo había visto aún en las otras series) y Lois tiene el carácter de siempre, mostrándose a través de Elizabeth Tulloch como una persona fuerte e incluso siendo quien lleva los pantalones en una relación con el hombre más poderoso del planeta. Los dos hijos son realmente como un grano en el culo pero la manera en cómo irrumpen en el “trabajo” de Superman es interesante. Con ambos han creado una versión deceita de Thor y Loki en la que uno es el guaperas, con éxito y poca inteligencia mientras que el otro es listo, irascible y algo emo.

No toda la serie es “Padres forzosos” versión superheróica. También hay acción, aunque en el piloto sea breve. Ya tenemos un primer villano ataviado con armadura al más puro estilo Jefe Maestro del ‘Halo’. Nos llevan por todo el mundo peleando como si este fuese el climax de ‘Superman Returns’ versión mejorada. Y dada la edad de sus protagonistas también apunta a que vamos a tener algo de ‘Smallville’ en todo esto. Con los protagonistas que dispone ‘Superman y Lois’ promete aventura local y global.

 

‘Fantasmas’, una serie de una mansión encantada que nos ha encantado

Una serie de Tom Kingsley llena de momentos divertidos

Nos llega ahora la serie británica ‘Fantasmas (Ghosts)’ y lo hará a través de Movistar+ desde el 26 de febrero. Una historia cómica, muy divertida, que está esperando estrenar su tercera temporada y que inicia su andadura en España. Debido a esto Movistar nos ha permitido ver el primer episodio y lo primero que debemos decir es… ¿Por qué no ha llegado antes?

‘Fantasmas’ es una serie con ese sarcasmo inglés que tanto se agradece en cuanto vemos que han sido capaces de desprenderse de la famosa sofisticación y refinamiento inglés. Una serie sin pelos en la lengua, que no por ello ha de considerarse de clasificación R, pero si que no tiene límites a la hora de ser descabellada o absurda.

Y para muestra su argumento. Una familia habita una gran mansión. Los Button velan por la Button House pero lo curioso es que no lo hace atemorizando a sus ocupantes, si no que cuidan y observan atentamente sus vidas, ya que todos comparten apellido, se preocupan porque su clan mantenga el hogar ancestral. Y eso es porque cada fantasma se ha ido incorporando con el paso del tiempo, son de diferentes épocas. Por eso tenemos un cavernícola, una dama cortesana, un militar del siglo XIX, un boy scout, un político, una mujer quemada por brujería… ¿Qué sucede? Pues que la última Button fallece sin descendencia y hereda la casa un familiar lejano, desarraigado, que quiere convertir el otrora majestuoso lugar en un hotel. Estando desacuerdo con esa transformación los fantasmas deberán aprender a asustar a sus nuevos inquilinos.

La comedia de esta serie viene sobre todo de la incapacidad y la torpeza de sus espectrales protagonistas. Llevan décadas e incluso siglos viviendo juntos en las tierras que han sido siempre de su familia y aun así no consiguen llevarse bien. Pero también son inútiles a la hora de asustar y esa absurda idea es de las que más juego dan. Absurda pero no única. En la famosa película ‘Ghost’ ya le pasaba eso a Patrick Swayze, no conseguía interactuar con el mundo de los vivos. A la ya clásica escena del movimiento de la moneda se le hace un guiño en ‘Fantasmas’.

Los guionistas Jim Howick y Mathew Baynton (que interpretan además a dos de los espectros protagonistas) desarrollan también sus gags a partir de las diferencias o contrastes que resultan evidentes nada más ver cómo va ataviado cada uno de ellos. Lo obvio es pensar que el enfrentamiento entre el mundo sobrenatural y aquellos que aún no se han ido al otro barrio es la principal arma de ‘Fantasmas’. Pero extrae muchas situaciones a partir de enfrentar los clichés de cada época.

En cierto sentido estos fantasmas tontorrones me recuerdan a los traicioneros hermanos de ‘Stardust’, son igual de bobalicones y se les coge cariño rápidamente. Pero a lo que más me ha recordado esta serie es al filme ‘El hotel de los fantasmas’, la película protagonizada por Steve Guttenberg y Daryl Hannah que nos enseñó el término esqueletear. Más allá del evidente símil que nos muestra su título, lo digo por el heterogéneo reparto y su capacidad para tomarse a broma el género fantástico de una manera bastante sana.

La serie tiene cierta candidez en sus argumentos y también algo de misterio, pues no sabemos si se acabarán llevando todos bien, si finalmente se convertirá en un hotel o simplemente por el hecho de ir descubriendo cómo murió cada uno de ellos. ¿Por qué el fantasma del político va siempre sin pantalones? Si toda la serie es como el primer episodio lo iremos descubriendo con sumo gusto.

Crítica: ‘Allen v. Farrow’

La guerra entre Woody Allen y Mia Farrow desde un único punto de vista

El 22 de febrero llega a HBO ‘Allen v. Farrow’, una serie documental de cuatro episodios dirigidos por Kirby Dick y Amy Ziering, cineastas de investigación.

En este documental ponen su centro de atención en uno de los escándalos públicos y notorios de Hollywood: la acusación de abuso sexual contra Woody Allen, que involucra a Dylan, su hija, que en la época tenía siete años, hija también de Mia Farrow.

Pero no solo eso, si no también se hablará que justo este año y la razón porque la director y actriz decidieran dejar su relación. Woody Allen admitió una relación sentimental con la hija de Mia Farrow, Soon-Yi.

Hemos tenido la oportunidad de ver los cuatro episodios de esta serie. ‘Allen v. Farrow‘, nos muestra solo un lado de la moneda. El lado de los Farrow.

Tenemos llamadas telefónicas, en las que escuchamos a la actriz llorar desesperada al enterarse de la relación con su hija Soon-Yi, por culpa de unas polaroids olvidadas en una mesa. Esto hace que al poco, grabase un video en el que su hija pequeña Dylan admitiese que Woody Allen abusó de ella.

El director lo ha negado todo, por supuesto. Fue declarado inocente y desde entonces este suceso le ha perseguido. Intentó conseguir la custodia de sus dos hijos, pero le fue imposible.

El vídeo de Dylan aparece en el documental varias veces, además se le suma mucho archivo fotográfico. Vemos también fotografías del director con sus hijos, mostrando el cariño especial que les tenía a Dylan y a su otro hijo Ronan. Además de como he dicho llamadas y entrevistas antiguas del director.

Por supuesto las grandes protagonistas son Dylan, ya mayor y su madre Mia Farrow. Entiendo que el documental quiera ser una prueba evidente del abuso del director hacia esta mujer. Pero no hubiese estado mal que hubiesen contactado con él para que diese su opinión de nuevo, más actual o con Soon-Yi.

Además si que cuentan todo lo malo del director, pero no cuentan los problemas en la casa Farrow, ni de dos de sus hijos que murieron en extrañas circunstancias. No lo veo un documental nada parcial. No se si Woody Allen es culpable realmente o no, pero no veo justo que no se vean ambas partes.

También es cierto que llega un momento que le dan tantas vueltas a la relación del director con Soon-Yi, que parece que la actriz actúo por odio más que por justicia.

En el documental también vemos al supuesto hijo biológico de ambos (para este hay una historia aparte en la que no me voy a meter ahora). Ronan Farrow, que fue el encargado de investigar a Harvey Weinstein para el ‘The New Yorker’. Por supuesto defiende a su hermana y le entrevistan en varias ocasiones. También veremos a amigos de la familia y algún especialistas en estos casos.

¿Merece la pena verlo? Sí, pero en mi caso, os recomendaría leer también ‘A propósito de nada’ la autobiografía de Woody Allen, para poder comparar y tener información de ambos lados.

Crítica de ‘Resident alien’

Un doctor en Alaska de ciencia ficción

Un pequeño pueblo en la nieve, un doctor forastero, un hombre con mucho por aprender, una villa con gente peculiar… La sinopsis de ‘Resident alien’ se parece bastante a la de ‘Doctor en Alaska’ pero tenemos una significativa diferencia, el protagonista es el más raro de todos ya que es un alienígena que se hace pasar por humano.

En ‘Resident alien’ un extraterrestre se estrella en la Tierra y mientras intenta finalizar su misión suplanta la identidad de un hombre que acaba siendo el nuevo doctor de un pueblo de Colorado. Para escarnio de este ominoso alienígena se produce un crimen y se ve obligado a interactuar con los lugareños más de lo que tenía pensado. De ahí viene la gracia de esta serie que hace que tengamos un alienígena bastante sarcástico que me recuerda algunas veces a Alf.

Anoche nos conectamos a SYFY para comenzar a ver esta serie en la que Alan Tudyk interpreta al protagonista de cuatro brazos que está inspirado en un cómic de Dark Horse realizado por Peter Hogan y Steve Parkhouse. Hay diferencias sustanciales con respecto al cómic (estéticamente es poco parecido y cambian cosas de la historia) aunque se mantiene el carácter retorcido, analista y petulante del alienígena. El actor ha sabido trasladar la incomodidad de un ser en otro cuerpo realizando un trabajo de mímica, gesticulación y ejercicios faciales que nos meten en el personaje y además nos aportan muchísimo humor.

Chris Sheridan (productor de ‘Padre de familia’) ha creado esta serie y le ha salido graciosísima. El extraterrestre, fan de las series policíacas tipo ‘Ley y orden’ (imitando su famoso ¡chan chan!), tiene cero tacto y vive situaciones muy incómodas y desconcertantes. Para inri encuentra su némesis en un pequeño niño capaz de ver su verdadero aspecto y además sacarle de quicio. Un letal ser de otro mundo se enfrenta a un pillo, esta podría ser una versión actualizada de Daniel el travieso enfrentándose al gruñón del señor Wilson.

He dicho que esto podría parecerse a ‘Doctor en Alaska’ y aunque ni siquiera el cómic transcurre en ese escenario nos llevan del emplazamiento de Washington creado en el papel a la villa de Patience en Colorado. En los tres casos la trama transcurre en una pequeña villa y al margen del toque de ciencia ficción la serie funciona como tantas otas historias tipo ‘Castle’, ‘El mentalista’ y demás, con un protagonista extraño y casos por resolver. Se agradece que la serie se distinga añadiendo ingredientes fantásticos. Quiero creer además que la transformación del primer episodio rinde homenaje a un clásico del género como ‘Un hombre lobo americano en Londres’.

‘Resident alien’ desarrolla una guía sobre cómo ser un humano a partir de los aprendizajes del hombre gris. Y en consecuencia saca a la luz nuestras luces y defectos. Entre muchas capas de humor negro se esconden personajes bastante más complejos de lo que parece. Eso es algo que hemos visto en comedias clásicas, como ‘El gran levo Lebowski’ a la que además también se hace un guiño con la escena de la bolera.

 

‘El Internado: Las Cumbres’, crítica de la primera temporada

Misterios y crímenes se mezclan en ‘El Internado: Las Cumbres’

El próximo 19 de febrero llega a Prime Video los 8 primeros episodios de ‘El Internado: La Cumbres’. No he visto ‘El Internado: La Laguna Negra‘, pero después de ver esta nueva entrega, puedo decir que ahora tengo mucha curiosidad de verla.

El Internado: Las Cumbres‘ es un nuevo comienzo. Aunque no se llega a desvincula totalmente de su predecesora. Pues para los fans, tendréis un pequeño cameo en el primer episodio.

Estamos en el internado Las Cumbres, ubicado junto a un antiguo monasterio, situado en un lugar inaccesible entre las montañas, aislado completamente del mundo. Los alumnos, son chavales rebeldes y problemáticos que vivirán bajo la estricta y severa disciplina indispuesta por el centro que les prepara para la reinserción en la sociedad. El bosque circundante alberga antiguas leyendas, amenazas que siguen vigentes y que les sumergirán en aventuras trepidantes y terroríficas.

La serie comienza rápido, nos presentan a los personajes y su importancia en la trama.  Aquí todos importan, ya sean alumnos o profesores. Los alumnos. socialmente problemáticos, harán lo que puedan por escapar de esas cuatro paredes que les tienen recluidos. Mientras que los profesores, parecen verdaderos carceleros, en alguna ocasión me parece un poco exagerado.

La historia me ha gustado bastante. Llena de secretos sobre la Edad Media, con un ambiente muy tétrico, con cuervos por todas partes y monjes que no sabes muy bien de que palo van.

Desapariciones, hombres vestidos de médico de la Peste, muertes con una gran puesta en escena y un monasterio con demasiados secretos en su interior. Y por supuesto adolescentes con las hormonas disparadas. Bueno, adolescentes y adultos también.

No se si pasará como con ‘El Internado: La Laguna Negra‘ que se creó una cantera de actores muy buena. Pero en ‘El Internado: Las Cumbres‘ se ven caras ya conocidas y que apuntan con fuerza para sobresalir en nuestro ámbito cinematográfico.

Asia Ortega (‘Tu hijo‘, ‘Cuando los ángeles duermen‘) es la encargada de dar vida a Amaia, una chica con mucho temperamento que no parará hasta conocer los secretos que todo el mundo intenta esconder. Junto a ella encontramos a Paul, interpretado por Albert Salazar (‘Los pájaros no vuelan de noche‘).

En el reparto encontramos también a Claudia Riera, que es el personaje que más secretos esconde y del que poco a poco conoceremos cada vez mas.

Daniela Rubio, Carlos Alcaide, Alberto Amarilla, Daniel Arias, Francisca Aronsson, Sara Balerdi, Ramiro Blas, Joel Bosqued, Natalia Dicenta, Mina El Hammani o Gonzalo Díez, son algunas de las caras que veréis en estos 8 episodios.

Como he mencionado, la ambientación de la serie es de lo mejor y es que las localizaciones no podrían estar mejor escogidas. Nos vamos al Monasterio de Iratxe, construido en el siglo XI, que sirvió como hospital para peregrinos, universidad y hospital de guerra. Así que imaginaos el ambiente tétrico que puede tener.

Quizás en el tema del CGI es donde peor trabajo vemos en esta serie. Se nota demasiado el ordenador para lo poco que lo utilizan.

El equipo de guionistas está formado por Asier Andueza. Co-creador de esta nueva entrega junto a Laura Belloso, Sara Belloso y Abraham Sastre, quienes ya participaron en los guiones de ‘El Internado: La Laguna Negra‘.

Por último decir, que ‘El Internado: Las Cumbres’ no cierra. Por supuesto tendremos la suerte de tener una segunda temporada que espero sea igual de entretenida que esta e indague más en el misterio de este colegio y por supuesto nos de soluciones a los secretos que guardan.

Crítica de la tercera temporada de ‘Star Trek: Discovery’

¿Y ahora qué?

Terminada la tercera temporada de ‘Star Trek: Discovery’ solo me queda decir. ¿Y ahora qué? La serie creada por Bryan Fuller y Alex Kurtzman es una toalla empapada de ideas que por más que se retuerce no se seca. Desde que arrancó en Netflix nos ha apabullado con giros y giros y no se les acaban las ocurrencias.

Además, hay de todo, cosas locas y menos locas. Hemos llegado al punto en el que la Discovery puede hacer de todo. Ya pudo parecernos bastante disparatado el tema de la red micelial y el teletransporte de una nave de una punta a otra de la galaxia. A eso le sumamos viajes en el tiempo y una inteligencia artificial incorporada con una base de datos universal que alberga siglos de conocimiento. La Discovery parece ser como Superman, casi todopoderosa. Pero aún así sus guionistas le encuentran puntos débiles y dificultades a superar.

Ahí está lo entretenido de esta serie, que siempre se sacan de la manga nuevas adversidades y por ende nuevos personajes. Esta temporada transcurre en un futuro en el que casi no existe la Federación y en el que no queda a penas dilitio, el mineral que hace posible el funcionamiento de los motores de curvatura. En una galaxia llena de carroñeros y sintiéndose solos tienen que abrirse paso los tripulantes de la Discovery, todos unos abanderados de los valores de la Federación.

He hablado de la inclusión de nuevos personajes y la sensación que tengo es que en esta tercera temporada se ha buscado más espacio para desarrollar las tramas individuales. Bien es cierto que Michael Burnham es la protagonista, sumando otra historia de amor a su lista. Pero todos evolucionan de un modo u otro. Desde Saru (con un Doug Jones a cara descubierta por motivos que no desvelaré) hasta los rangos más bajos dentro de los oficiales del puente de mando.

Tenemos una emotiva despedida para el Emperador Philippa Georgiu (Michelle Yeoh), que siendo como es esta serie no descarto que vuelva en la temporada 4. Y coge su testigo y su tiempo en pantalla un nuevo grupo de actores. La villana interpretada por Janet Kidder, el empático (David Ajala) y un nuevo cerebrito al que da vida Blu del Barrio, convirtiéndose en el primer personaje de género no binario en la historia de Star Trek. Y no me quiero olvidar del mítico Oded Fehr que se enfunda en el papel más sobrio que jamás le había visto.

Me considero un Trekkie de muy bajo nivel. Como decía el profesor Fink de ‘Los Simpson’ al robarle un juguete a un niño “disfrutarías, pero no a tantos niveles como yo”. Así me siento al ver esta serie. Si a uno le gusta la ciencia ficción con su propia base y sin ningún tapujo a la hora de desarrollar sus trasuntos ‘Star Trek: Discovery’ es ideal. Si uno quiere volver al espíritu de la serie original también podrá hacerlo pues la serie lo tiene. Es más diversa que nunca, respeta los ideales de la Federación de Planetas Unidos y encima tiene multitud de guiños. Ahí es donde seguramente me haya perdido alguna cosa, pero he identificado retornos a episodios como el titulado ‘La ciudad al fin de la eternidad’ o a elementos más recientes, como el homenaje que se ha hecho al bautizar a una nave USS Yelchin.

Me ha quedado una incógnita para la temporada cuatro, ¿ha aprendido el teniente Linus a manejar los nuevos teletransportadores incorporados en la insignia?

Crítica: Segunda temporada de ‘Hache’

De manera comedida e interesante vuelve ‘Hache’

El 1 de noviembre de 2019 Netflix nos presentaba ‘Hache‘ una muchacha sin suerte en la vida que de la noche a la mañana termina trabajando para el mayor narcotraficante de Barcelona. Este 5 de febrero  de 2021, vuelve con una segunda temporada.

Hemos tenido la oportunidad de ver los 6 nuevos episodios de esta nueva temporada y vemos como le ha ido ha Hache un año después de todo lo ocurrido en el episodio final. La encontramos en Italia, con una aparente vida feliz, pero ella se siente encerrada y logra convencer a Lucky Luciano para que la deje encargarse de nuevo con el negocio en Barcelona.

La primera temporada me gustó mucho, os hablamos de sus dos primeros episodios, pero no de su final y he de decir que cuando terminó me dejó muy satisfecha, tanto, que no veía necesaria esta segunda temporada. Pero he de admitir, que pese al miedo a que me estropeasen una buena y sencilla historia, esta continuación me ha parecido bastante correcta y sigue dándonos muy buenos momentos.

Acción, drama y el toque de novela negra que tenía desde el principio la serie, es lo que nos siguen dando. Esa Barcelona de  los años 60 vuelve a estar muy presente. Sus clubs, sus diferencias sociales y sus noches turbulentas en los puertos vuelven a adentrarnos en esta historia de narcotraficantes y detectives.

‘Hache’ está muy bien llevada, es bastante cabal con todas las acciones y sus consecuencias y eso al final suele ser algo difícil de lograr. No adentra en las complicaciones de Helena a la hora de conseguir sus propósitos. Sus miedos, inseguridades y a la vez las ansias de poder hacen que tenga más de un susto.

Con muchas caras conocidas y también nuevas. Hache, se impondrá de nuevo en la noche barcelonesa gracias a su querido Club Albatros, que tantas penas y alegrías le ha dado.

El trabajo en la ambientación y vestuario fue algo que ya llamó mi atención con anterioridad. Lo bueno de seguir con el mismo equipo es que estos pequeños detalles no fallan y nos vuelven a dar una gran realización y credibilidad a toda la historia.

En el tema de las actuaciones, siguen siendo bastante comedidas. Pero sí que es cierto que el ritmo que pide la historia es ese. Y logran perfectamente no sobresalir en ningún momento para no sacarnos de lo que nos están contando.

Adriana Ugarte, vuelve a ser la reina de todos y no duda ni un momento en plantarle cara a cualquiera que quiera destrozar su reino. Eduardo Noriega, Pep Ambròs, Nuria Prims o Ingrid Rubio, por nombrar ha algunos actores, son parte del reparto que lidiarán con los planes de Hache.

Mención especial para Marc Martínez, que da vida a Arístides. Sin duda el personaje que más me gusta y que borda en cada escena en la que aparece.

La historia de Verónica Fernández, vuelve a estar dirigida por Jorge Torregrossa y Fernando Trullols.

Crítica de ‘El infiltrado’, un documental sobre Corea de Norte

Nada que no supiésemos, pero sí que no hayamos visto

Hace poco hicimos un programa sobre cine con dictaduras donde os hablábamos de la controversia que surgió cuando se fue a estrenar ‘The interview’, esa película en la que James Franco entrevistaría en la ficción al dictador de Corea del Norte. Incluso os contamos el intento fallido de enviar al impenetrable país copias del filme, en DVD o pendrives, atadas a globos con helio. Ahora toca hablar de una propuesta parecida pero enmarcada en un enfoque mucho más sensato y peligrosamente anclado a la realidad.

‘El infiltrado (The Mole: Undercover in North Korea)’ es una serie de dos capítulos que Filmin estrena el 5 de febrero de 2021. En ella dos hombres se infiltran en las cloacas de la República Popular de Corea del Norte asumiendo dos identidades ficticias: la de un simpatizante del país asiático y la de un millonario que quiere llevar a cabo negocios ilegales. Mads Brügger, director vetado en Corea tras ‘The red chapel’, un reportaje que puso en ridículo el hermetismo coreano, ha empleado como topo a un cocinero sin trabajo como Ulrich Larsen convirtiéndole en una figura cada vez más relevante de la Asociación de Amistad con Corea (KFA). Él y un actor llamado Jim Latrache-Qvortrup llegan a contactar con gerifaltes del régimen y ponen imágenes a muchas de las cosas que son vox populi cuando hablamos del gobierno de Kim Jong-un: tráfico de armas, lavado de cerebro, belicismo, alcoholismo…

Obviamente no llegan hasta el dictador, habría sido marcarse mate a lo Rodman. Pero si consiguen poner en marcha una trama que les lleva de Dinamarca a España a Uganda o la propia Corea del Norte. Y todo esto gracias a que consiguen engatusar al tarraconense Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez. Las imágenes grabadas con cámara oculta junto a este español, representante oficial de Corea del Norte, y los fragmentos de él en la televisión española son los que le dan verosimilitud a ‘El infiltrado’. Porque la verdad es que pasan cosas de película y uno llega a pensar si no son ficcionadas. Incluso es lícito plantearse si Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez ha hecho alguna vez algo tan criminal como lo que vemos pues cabe pensar que le incita a ello el propio documental invitándole a alardear de poder. Otra impresión que me da este personaje es que es alguien que busca el favor de los coreanos para recuperar el “esplendor” de su familia otrora con el dinero propio de marqueses, barones y condes.

‘El infiltrado’ es un documental a valorar por el peligro que ha supuesto hacerlo e incluso publicarlo. También por el tiempo que han dedicado a recopilar información e indagar. Es una historia que desde luego ha estado llena de sacrificio y por qué no, de la adictiva adrenalina que da sumergirse en trapos sucios y dinero. Si habéis visto ‘Juego de armas’ vais a saber a qué me refiero. Ha sido definida por el ex coordinador del Panel de Expertos de la ONU sobre Corea del Norte, Hugh Griffiths, como el mayor bochorno para el presidente Kim Jong-un que jamás hayamos visto. Y es que en más de una ocasión vais a descubrir cosas que hacen gracia por vergüenza ajena pero sobre todo vais a llevaros las manos a la cabeza.

Podríamos pensar que lo que vemos aquí está grabado con croma, como aquellas escenas de Forrest Gump en momentos clave de la historia. Pero otro aspecto que le da visos de verdad a ‘El infiltrado’ son las acusaciones que afirma haber llevado a cabo y que ha puesto en conocimiento de todos aquellos que han sido grabados. Aunque todo lo aquí expuesto no llegue a escalar hasta nuestras altas esferas me parece que va a ser los suficientemente trascendente como para llegar al Oscar. De ser así, me gustaría ver si se repite la cara de Alejandro en su último fotograma.

Por último, me gustaría avisar de que haremos copia de seguridad de esta modesta página para protegernos, por no hacer perder el tiempo a hackers coreanos. Para cerrar me gustaría poner en relevancia una dicotomía que me ha despertado ‘El infiltrado’. Al margen de que para hacer este relevante documental se ha jugado con los sentimientos de varias personas (daños colaterales entre los que no incluyo a los secuaces o contactos de Corea). Vivimos en un mundo que predica la paz, la libertad y la diversidad, que deja hacer y elegir. Quizá por eso no se ha metido la comunidad internacional en una libertadora invasión contra un país que por otro lado tiene poder nuclear. Pero irónicamente esa permisibilidad actual hace que en pleno siglo XXI haya un dictador y un país cerrado al resto del mundo, donde además se pasan por alto los derechos humanos. Quizá si todo esto llegase a ojos y oídos del pueblo norcoreano la cosa cambiase por si sola. ‘El infiltrado’ es un civilizado paso más hacia un mundo libre que me gustaría pensar que no quedará en agua de borrajas.

Así es el comienzo del fin. ‘Ataque a los titanes’ T4

Han sido emitidos los primeros episodios de la temporada cuatro

SelectaVisión ha proyectado en su página, en la modalidad simulcast previo registro, la temporada 4 de ‘Ataque a los titanes’, la temporada final. Tras ver los episodios del 60 al 67  tengo que decir que nos han sorprendido nuevamente. Si pensabais que ‘Ataque a los titanes’ ya no tenía nada nuevo que mostrarnos o que ya había puesto todas las cartas sobre la mesa os equivocabais. Este nuevo arranque nos muestra la cara B de la historia. Es decir, la situación actual del enemigo que como supimos ya, viene de una zona continental. Además tenemos múltiples flashbacks contándonos sus intríngulis personales y aquello que sucedió al inicio de la serie bajo su punto de vista. Por lo tanto además de revivir la ruptura del muro María vais a poder explorar otro concepto para esta despiadada guerra.

Por si fuese poco ‘Ataque a los titanes’ T4 incorpora todo un abanico de nuevos personajes pertenecientes a la nación de Marley, esa civilización del otro lado del mar que está familiarizada con el uso armamentístico de los titanes. Con los nuevos y jóvenes personajes se huele una nueva trama y en sus trasuntos se desarrolla un discurso sobre el apartheid, el odio o el racismo, no muy alejado de los muros y el desprecio del trumpismo o los guetos nazis. Además os va a parecer muy interesante el cómo se interpreta y utiliza la existencia de los Titanes. Desde luego a parte de sus escenas de acción ‘Ataque a los titanes’ siempre ha hecho valer tanto sus tácticas como su diversidad de perspectivas.

La serie ha sabido mantenernos enganchados (creo que con diferencias con el manga pues no lo tengo leído). Sí que es verdad que perdió fuelle cuando nos abordó con multitud de episodios basados en mera política. Pero Wit Studio (que se encargaba antes de esta producción) supo reconducir la serie, además que le venía dado así en el material escrito. Bien es sabido además que tenemos fecha de finalización del manga por parte del autor Hajime Isayama a si es que había que encauzar todo.

Daba miedo que ahora que hemos llegado a ‘Ataque a los Titanes’ T4 se cambiase de estudio de animación. Pero es verdad que Mappa (‘Dorohedoro’) ha hecho un trabajo encomiable. Manteniendo el mismo estilo para los personajes ha hecho aún más dinámica la serie y ha incorporado nuevos efectos visuales que seguro que os van a encantar. A lo mejor ha bajado el nivel de gore, ya no solo por la animación, también por los eventos que se producen. Pero esta sigue siendo una buenísima serie tipo seinen.

No queda nada para que se publique el último volumen de este manga de 34 números. Con el anime pasa igual, se prevé que todos los episodios hayan sido emitidos en este 2021. Esta temporada tendrá 16 episodios, a si es que mientras escribo esta crítica estamos ya en el ecuador. ¿Cómo terminará la humanidad y los miembros del Cuerpo de Exploración? Seguro que devoráis cual gigantes enfurecidos este ‘Ataque a los Titanes’ T4.

 

Acompañados de ‘The lady and the Dale’ hemos descubierto una historia interesantísima

Vendía un coche ecológica y económicamente revolucionario, vendía humo

Emocionante. Así se podría describir la vida de Jerry Dean Michael o más bien conocido como Elizabeth Carmichael. Liz Carmichael era un transexual que fundó la 20th Century Motor Car Corporation. Una compañía que promovía el uso de un coche sujetado por solo tres ruedas. Con un diseño futurista para los años setenta, época de gran crisis de petróleo, Liz aseguraba tener una solución ecológica y además muy segura o robusta.

Lo cierto es que suena bastante prometedor, pero si hoy en día no vemos esos coches en las calles es por varias razones. Las primeras te las da ‘The lady and the Dale’ en el primer episodio de cuatro que estarán en HBO España desde el 1 de febrero. Antes de convertirse en mujer esta empresaria estaba buscada por la ley y llevaba a su familia a cuestas de una ciudad a otra (algo que nunca dejó de hacer, hasta el punto de recorrer el país de una costa a la otra). Su personalidad le hizo pasar por multitud de “trabajos” que embaucaban y engañaban a la gente. Básicamente todo en su vida era vender humo. A pesar de ello vemos como se atestigua que al menos era una entregada madre.

Aunque en ‘The lady and the Dale’ se dan más razones que un cambio de personalidad todo apunta a que Elizabeth Carmichael modificó su aspecto casi únicamente para pasar desapercibida y eludir a la justicia (cosa que parece que fue su principal ocupación). Dada su condición de transexual o de mujer sufrió el sesgo, la discriminación y las críticas de algo más que el sector del automóvil. Y aunque el documental dedica casi la mitad de su material a santificar a una persona que independientemente de su sexualidad o apariencia era bastante poco de fiar, convence poco y cuesta tener a Carmichael como referente para un movimiento en plena lucha por sus derechos.

Pocos visos de verdad en su pasado y muy pocos también en el diseño del coche que ni siquiera llevo a cabo ella. Era una comercial con dotes innegablemente buenas para la convicción. Esta serie creada por Mark y Jay Duplass (‘Room 104’) no tiene muchas filigranas cinematográficas. Se centra en contar la historia de un modo bien estructurado con el material del que disponen (acabas un poco harto de ver una y otra vez la misma foto de familia) más el que han generado con entrevistas. Todo aquello que no está documentado en vídeo lo recrean con animaciones tipo Terry Gilliam, en plan papeles recortados en movimiento.

A modo de marinero pasando de puerto en puerto, cuando era Jerry, Liz Carmichael dejó hijos y novias en varios lugares antes de hacer vida familiar. Finalmente quien le capturó fue la justicia y de ese modo sumó un capítulo más a su truculenta vida. Lo relevante de su figura es cómo consiguió posicionarse en la industria del automóvil y de qué manera cuestionó a su sociedad.

Amazon Prime Video ha estrenado la serie ‘Jodi2’

Jodi2 pero divertidos

Desde hace unos días podéis ver en Amazon Prime Video la serie española ‘Jodi2’. Una serie corta en cuanto a número de episodios y minutos pero que no me molestaría que volviese con más entregas. De hecho, el equipo se encuentra en pleno proceso de rodar dos más y así completar la temporada uno con seis partes.

‘Jodi2’ cuenta con claros referentes, tipo Tatantino o Ritchie. Sin perder de vista a esos maestros y en clave de comedia nos cuentan la historia de una pareja que va realizando encargos bastante violentos. Y la comedia es negra… muy negra. ¡Hay ese niño jugando a palmas palmitas con un cadáver!

Emily (Sonia Expósito) y Manu (Carlos Giner) son dos miembros de una banda organizada que maneja de todo: tráfico de órganos, manipulación de apuestas, extorsiones… Son como un Vincent y Jules o un Walter y Jesse pero en tremendamente torpe. La sangre no falta y las ideas ingeniosas para retorcer el género criminal tampoco.

‘Jodi2’ es una serie que se disfruta rápidamente ya que tiene un tono tremendamente desenfadado o podría entenderse que incluso estúpido y además sus cuatro episodios duran del orden den cinco a veinte minutos. Podéis pasar por alto el que sea una producción modesta y tenga sus carencias en cuanto a nivel técnico porque hace destacar su carácter canalla por encima de todo.

Esta serie creada por los responsables de interpretar a ambos protagonistas se incluye en ese tipo de historias surrealistas que se pueden guardar con cierto cariño y que sobre todo respiran el mismo amor por la acción, las tramas de mafiosos y la parodia.

Crítica: ‘Los espabilados’

Valientes y diferentes. ‘Los espabilados’ vienen pisando fuerte a Movistar+

Este viernes 29 de enero de 2021, llega a Movistar + la nueva serie basada en un libro de Albert Espinosa y escrita por él mismo, ‘Los espabilados’ y hoy os podemos hablar de los dos primeros episodios y de nuestras impresiones de esta serie que llega en el decimo aniversario de ‘Pulseras Rojas’.

‘Los espabilados’ cuenta la historia de Mickey L’Angelo, Yeray, Guada, Samuel y Lucas, unos jóvenes especiales que se escapan de un centro psiquiátrico en busca de su lugar en el mundo. A pesar de sus diagnósticos clínicos, estos cinco amigos se enfrentan a la vida con humor y valentía porque en su interior tienen claro que es la sociedad la que está enferma, no ellos.

Los chicos emprenden un viaje por Europa para encontrar al hermano de uno de ellos, mientras se van enfrentando a sus miedos. En esta serie disfrutaremos de sus aventuras, de su búsqueda por la aceptación mientras sacan el máximo partido a sus vidas.

Soy lectora de las novelas de Albert Espinosa desde ‘El mundo amarillo’ he leído casi todo de él y puedo decir que es una de las personas más bonitas que he podido conocer, ya que también tengo casi todos sus libros firmados y he logrado coincidir muchas veces con él. Viendo ‘Los espabilados‘ vemos muchas de las situaciones que leemos en sus novelas, al fin y al cabo siempre suele escribir sobre sus experiencias y es algo que hace todo muy real.

Según he leído en alguna de sus entrevistas, esta historia viene de sus años en el hospital, y estos espabilados estaban en una de las plantas de arriba. Y este guion viene de todas las historias que estos niños les contaban.

El comienzo de ‘Los espabilados’ es violento. Conocemos a estos niños que no saben muy bien que hacen encerrados allí. Simplemente se han acostumbrado a que se les medique cuando sus crisis reaparecen. En el hospital conocemos a dos doctores. Uno muy tradicional y que simplemente trata las enfermedades con medicina y otro joven e ilusionado que ve que hay otro camino diferente.

La entrada de Yeray en el centro hace que todo a lo que estaban acostumbrados. Un chico agresivo que en el fondo no quiere estar solo.

La historia es emotiva, trata de la amistad, los miedos y sobre todo las ganas de vivir. En estos dos episodios vemos todo esto, además de varias lecciones que vivirán estos chavales de mano de desconocidos. Esto también es algo típico de Albert Espinosa. Personas que pasan por tu vida por algo, aunque sea una conversación de media hora, puede ser para enseñarte algo.

En el reparto tenemos a Marco Sanz, Sara Manzano, Aitor Valadés, Héctor Pérez y Álvaro Requena, encargados de dar vida a estos espabilados. Todos ellos bastante correctos en sus actuaciones, rompiendo la cuarta pared en más de una vez con el espectador.

Pero también tenemos caras conocidas, como Miki Esparbé (‘Perdiendo el Este’), Álex Brendemühl (‘Akelarre’), Marta Torné (‘El Internado’) y Bruno Sevilla (‘Las distancias’).

El encargado de dirigir la serie es Roger Gual (‘Smoking Room’) y logra un gran trabajo. Pues rodar siempre con niños es bastante complicado y aquí sin duda lo hace genial.

Así que poco más puedo deciros, me ha gustado bastante y solo quiero que llegue el 29 para poder seguir viendo la historia de estos cinco chicos. Este día se estrenarán los tres primeros episodios y después cada viernes tendremos dos nuevos episodios disponibles.

Crítica de ‘Star Trek: Lower Decks’

Una serie animada que nos invita a tomarnos aún menos en serio el universo Trekkie

El universo de ‘Star Trek’ no para de expandirse. La propia franquicia (o saga según si hablamos de producto o arte) trata acerca de eso, de buscar nuevos horizontes e incorporar nuevas generaciones, como rezan varios de sus títulos. Actualmente esta ciencia ficción creada por Gene Roddenberry vive una segunda o tercera juventud gracias a las nuevas películas impulsadas por J.J. Abrams y a la serie ‘Discovery’. En este caso hay que dar las gracias al creador Mike McMahan y al productor omnipresente en estos proyectos, Alex Kurtzman, por sacar un nuevo producto que explora otras caras de la misma moneda, ‘Star Trek: Lower Decks’.

Podría parecer que es algo totalmente nuevo y fresco pero ‘Star Trek: Lower Decks’ desarrolla en cantidad y en hilaridad algo que ya se hizo en un episodio de la serie ochentera ‘Star Trek: la nueva generación’. En concreto lo que nos propone esta serie animada es acompañar a aquellos que siempre aparecen como figurantes en segundo plano en las películas. A los tripulantes de más bajo rango de una nave de la Federación a la que pertenece la Enterprise. Pero el vehículo en el que nos embarcamos no es el de Picard, Spock y compañía (aunque se les mencione), es la USS Cerritos.

Esta nave con nombre de cereales está capitaneada por primera vez y de manera continua por una mujer de raza negra. Y a sus órdenes están los protagonistas que intentan cómicamente con un fracaso tras otro alcanzar un mejor estatus. Personajes doblados en su versión original por Tawny Newsome, Jack Quaid, Dawnn Lewis, Jerry O’Connell, Noël Wells o Eugene Cordero.

El nivel de la franquicia no decae con ‘Star Trek: Lower Decks’. Durante la historia de la saga se ha demostrado que es ciencia ficción casi sin límites, sorprendiendo con multitud de argumentos, desde los más tecnológicamente premonitorios a los más imaginativos. En este caso dado el carácter cómico y animado de la serie se sobrepasan ciertos límites, haciéndose más sangrienta y absurda que nunca.

Era de esperar este tono pues McMahan ha sido guionista de ‘Rick y Morty’. La serie no llega ni al ritmo frenético de la serie de Adult Swim ni a su originalidad. Parece que a veces lo intenta pues se desboca de vez en cuando pero también da la impresión de cohibirse para no aproximarse a ese tipo de guiones en exceso. No faltan los momentos violentos o absurdos en los que, por ejemplo, un villano obsesionado por los juegos de mesa irrumpe en la Cerritos. Pero esta es una serie ligeramente más calmada.

Esta serie de CBS que estrena en España Amazon Prime Video el 22 de enero se tuvo que realizar durante el confinamiento a través de videollamadas y tiene además guiones preparados ya para una segunda temporada también de 10 episodios con la misma duración, 25 minutos. Una manera de crear que en 2019 habríamos firmado que sería impensable, casi de ciencia ficción. Y precisamente a otras obras de ciencia ficción rinde culto en algunas escenas. Veréis guiños a ‘La cosa’, ‘Alien’, ‘El juego de Ender’, ‘La mosca’, ‘Independence Day’, ‘Horizonte final’… e incluso a aquel capítulo de ‘Me llamo Earl’ en el que Hombre Cangrejo y su padre dejaban inconsciente constantemente a Earl.

Por supuesto hay muchas citas que nos hablan del universo Trekkie y multitud de guiños visuales, como la estatuilla del reptiliano que tiene la Capitana Freeman en su despacho y que nos recuerda la mítica y bochornosa pelea entre Kirk y Gorn. ‘Star Trek: Lower Decks’ no pierde de vista ni esos momentos tan lejanos ya en el tiempo ni a los recientes destellos de luz de Abrams.

El dibujo y a veces el tipo de humor recuerda a ‘Final Space’, solo que aquí se consiguen gags más eficientes. Sí que es cierto que se habría agradecido que hubiese una trama central a seguir, pero por lo menos hay un leitmotiv, que es el de la pugna por ascender. En resumen, esta es una serie muy apta para los que buscan echarse algunas risas y tener detalles de ‘Star Trek’ por todas partes. Si uno es un Trekkie escrupuloso y cerrado en cuanto al canon de la franquicia es mejor abstenerse porque difiere bastante en tono de todo lo visto hasta ahora.

Impresiones de la segunda temporada de ‘(Des)encanto’

Mejorada a golpe de vapor

Será porque es una obra de Groening por lo que he vuelto a viajar a Utopía y a pegarme una panzada de ‘(Des)encanto’. La serie animada de Netflix creada por el autor de ‘Los Simpson’ y ‘Futurama’ ha estrenado el pasado viernes 15 de enero su tercera temporada y tras recorrer sus diez nuevos episodios tengo que reconocer que me he reído bastante más pero que a la serie le sigue costando arrancar. Arrancarnos risas y aumentar su ritmo y eso que irónicamente viajamos a un mundo lleno de motores a vapor.

La primera temporada me supuso un gran chasco pues las obras cumbre de Groening están siempre entre mis preferidas a la hora de pensar en rankings de series animadas. Poco a poco, demasiado progresivamente, ‘(Des)encanto’ ha ido mejorando sus gags e incorporando secuencias más ágiles. Pero está tardando demasiado.

El problema de la música permanecía en la segunda etapa y se mantiene en esta tercera. Tenemos una banda sonora que no es mala como obra musical pero que no acompaña para nada a la historia o a la acción junto a la que transcurre. Además el guión se empeña a veces en alargar chistes que en su punto inicial no tienen chispa. Y lo que más se nota es que la serie no es capaz de generar personajes secundarios con los que llevar a cabo sus gracias, no al menos tan memorables como los que hasta ahora había creado Groening.

En la tercera temporada la cosa cambia un poco. El humor se hace aún más adulto, más burro. Quizá nos estamos acostumbrando a la velocidad y a las gamberradas de series como ‘Rick y Morty’ u otros éxitos de Aduls Swim, pero le ha venido bien a ‘(Des)encanto’ el ganar más mala leche. Quizá lo que se ha notado es la entrada de guionistas como Ken Keeler, Patric M. Verrone o Bill Odenkirk, ya habituados a hacer episodios de las otras series de Groening. Creo que la mano más presente a la hora de elaborar las tramas es la de Liz Suggs, que no ha trabajado nunca con Groening pero cuyos episodios tienen el tono necesario para levantar este ‘(Des)encanto’. Aunque hay que reconocer que el episodio 6 es puro relleno.

Retomando la ironía hay que decir que cuando más efectiva es esta serie fantástico medieval es cuando saca a sus personajes del reino de Utopía. La ciudad steampunk que funciona con vapor aporta los mejores momentos de la serie, con una burla hacia Alva Edison que por desgracia queda demasiado aparcada en el resto de la serie. Ahí nos apabullan con muchos detalles ingeniosos, guiños y momentos imaginativos. Y fuera de allí me quedo con que han salido bien graciosos los lúgubres Drøgs y el caballo que se parte la caja con cualquier cosa.

El socialismo, la monarquía y la teocracia son los componentes iniciales de la trama de la tercera temporada. Para acabar con una historia de legado y locura. Como dije en la crítica de la primera temporada se agradece que la trama sea continuista y que podamos incluso adivinar sketches de los Monty Python.  Se agradece que en estos nuevos episodios se exploten más momentos absurdos.

Al contrario que otras series de animación el casting en castellano que Deluxe ha escogido para esta serie es muy acertado. Me gustaría saber por qué ha cambiado la voz de Elfo de Luis García Marquez a José Javier Serrano, pero me parece que el personaje gana, sobre todo teniendo en cuenta que la serie en esta temporada 3 se ha hecho menos tristona y más “salvaje”. También en cuanto a doblaje, refiriéndome al original, me gustaría dar una curiosidad. Varios actores de ‘Los informáticos (The IT Crowd)’ ponen sus voces. En concreto Richard Ayoade como Alva, Matt Berry como el puerco príncipe Merkimer y Noel Fielding como Stan el verdugo.

Ya que me he visto tres temporadas y la cosa parece que progresa adecuadamente me veré la cuarta. Esperemos que por entonces si estemos disfrutando de originalidad y riéndonos a carcajadas con Bean, Luci y Elfo.

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