Crítica: ‘1992’


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La España de los trapicheos y los secretos retratada sin sorpresas en ‘1992’

1992 serie netflix alex de la iglesia (3)Tras el fantástico demoníaco de ‘30 monedas’ que HBO Max dejó en un coitus interruptus, Álex de la Iglesia estrena el 13 de diciembre una serie de seis capítulos de 45 minutos con Netflix. ‘1992’ es el sencillo título para esta serie con tintes policíacos y de cine negro ambientada a caballo entre Madrid y Sevilla, entre nuestra actualidad y el año de la expo universal. No es la primera vez que el director viaja al pasado (‘Muertos de risa’ o ‘Balada triste de trompeta’ retrataban etapas clave en la historia de España) y ahora ha escogido uno de los años más brillantes de nuestra historia reciente.

El año de las Olimpiadas de Barcelona, la primera Copa de Europa del Barça, el tratado de Maastricht, la II Cumbre Iberoamericana en Madrid, los 500 años del descubrimiento de América y por supuesto la Expo de Sevilla, sirve como continuo referente para una historia policial que podría sumarse a otras producciones recientes que mezclan el drama, los temas oscuros o los crímenes escabrosos como ‘La novia gitana’ o ‘Reina Roja’, dirigidas por Paco Cabezas y Koldo Serra, respectivamente. Directores que tienen denominadores comunes con Álex de la Iglesia, como es la locura en sus historias o los personajes trastocados, rondando lo extravagante e incluso deformes. Está claro que el neo-noir (si se me permite enmarcar ‘1992’ en ese género) nos sale bien en España, pero ¿cómo de recalcable es esta nueva serie?

En 1992 se aprobó la Ley Orgánica sobre protección de la seguridad ciudadana (la que el PP sustituyó por la Ley Mordaza). Irónicamente en esta serie nadie está a salvo y está claro que alguien guarda un secreto como si su boca tuviese puesto un candado. A causa de ello un asesino quema a sus víctimas y deja como firma un muñeco de Curro, la mascota de la Expo Sevilla ‘92, para los lectores de la generación alpha que me puedan estar leyendo. Recordemos también que un incendio devastó el Pabellón de los Descubrimientos de la Expo ‘92 antes de su inauguración. Por desgracia, conociendo esta negra efeméride, sabemos desde el principio buena parte del detonante que ha activado a este pirómano serial killer. No hay mucha sorpresa en su giro de guión, la verdad.

La serie arranca en nuestros días, en Cobo Calleja, con una brutal explosión y marcándonos desde el comienzo que vamos a estar rodeados de oscuridad. Los escenarios interiores, las noches investigaciones y las inclemencias del tiempo están representados por un etalonaje casi desaturado del todo, roto solo por el rojo anaranjado del fuego y los arcoíris de Curro. Unido a esto hay que reconocer que si en algo acierta ‘1992’ es en su puesta en escena, ofreciéndonos una buena colección de churruscados que van desde una especie de Deadpool hasta poses propias de la Pompeya más tremebunda.

Netflix tiene una cadencia de estrenos tremenda y casi siempre que hablamos de una decepción en su plataforma se debe a que sus producciones están hechas con prisas. No se si será el caso de ‘1992’ pero la sensación que tenemos durante sus pesquisas y persecuciones es que estamos viendo un caso más de una serie tipo ‘CSI’, ‘FBI’ y similares franquicias que sacan capítulos como churros. Se nota la mano y el estilo de ‘Álex de la Iglesia’ pero la trama tiene mucho relleno, momentos injustificados o erráticos y como acompañamiento una de las peores bandas sonoras que le he oído a Roque Baños.

Me gusta más lo que nos ofrecen Álex de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría cuando introducen temas fantásticos. La serie cae en una monotonía tan estándar que no hay espacio para la sorpresa, salvo la que trae consigo el personaje de Gorka Lasaosa, cuyo tratamiento o progresión sí que sale de la norma. Como siempre nos traen un retrato esperpéntico de nuestro país y en ‘1992’ se intuye una crítica a la España de los tinglados y los chanchullos, lo cual quizá es algo que tenía que estar sí o sí al estar impregnado en nuestro ADN institucional. Pero más allá de eso no hay mucha diferencia con un episodio de ‘Mentes criminales’, por citar una de las que se emiten en los canales lineales. Ojalá poder estar diciendo que les ha salido una buddy movie tipo ‘True detective’ o ‘Los casos del departamento Q’, pero en esta ocasión, para mí, no hay acierto.


Acerca de Furanu

De origen irlandés y criado en tierras vetonas, este ingeniero curiosamente nació en Bloomsday. Pegado desde pequeño a una televisión y a cientos de páginas, ahora gasta su tiempo montándose películas y disfrutando las de otros.

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