Al muñeco asesino no le sienta mal jugar con el formato serie
Antes de nada aclararé la duda que muchos tal vez tengan. Esta podría ser una secuela directa de la saga original pero sería mejor decir que reconduce la historia. El muñeco sigue siendo el mismo y el protagonista es consciente de lo que ha pasado con el asesino de las anteriores entregas (posesión incluida), de hecho, es fan de las historias del tipo true crime. Lo que no sabemos con los dos primeros episodios que hemos podido ver gracias a SYFY es cómo ha llegado el muñeco a la ciudad de este nuevo “amigo” de Chucky.
Otro detalle que nos deja claro que la historia continúa y no se reinicia es que desde el principio este diablillo se mueve y hace de las suyas. En esta ocasión además de atemorizar a su anfitrión le usa como herramienta, de un modo muy parecido al que acabamos de ver en ‘Freddy’ de los nuevos episodios de ‘Historias para no dormir’. Movimiento que vuelve a estar hecho con animatrónica, como era de esperar. Aunque hay alguna cosa, como sangre o incluso parpadeos del muñeco, que si tiene CGI.
El niño protagonista, Zackary Arthur (‘Mamá y papá) tiene un museo de los horrores a la altura del chaval malo de ‘Toy Story’, pero al contrario de él no es mal chico, simplemente no encaja y tiene pocos amigos. Diremos que Dios los cría y ellos se juntan. Lo malo que tiene la serie es que muchas veces Chucky está colocado en escena de manera demasiado evidente. Y la otra pega que le encuentro es el cómo la serie se ha desplazado tanto a una trama más infantil, es decir, tenemos muchas escenas que son más del género instituto pre-adolescente y eso nos resta momentos de terror con el Good Guy.
Esta es una actualización clara. Sigue siendo el mismo jugueteo macabro por parte de un cabroncete que se ha alojado en un inocente muñeco pero ahora hay smartphones y podcasts. Incluso la tipografía sigue siendo la misma solo que está compuesta a partir de piezas de muñecos como, las obras del chaval o de cuchillos, va cambiando en cada opening. Eso sí, ya que se ambienta en la actualidad aprovecha para profundizar en dos temas que siempre le han preocupado abiertamente a Mancini: el acoso escolar y la LGTBIfobia.
La serie de NBC Universal que llegará a SYFY en enero sirve como buena reacción a la nueva película que, de hecho se percibe una indirecta a ella en el primer episodios pues, aunque estaba divertida, se alejaba mucho de lo original y se hizo sin el permiso de Mancini y por eso cambió hasta el aspecto de Chucky. Está claro que es un producto para los fans del terror y la comedia habitual de Mancini. Solo ellos sabrán apreciar o reconocer el tono y la implicación del reparto original, así como la doble entrada de Devon Sawa (‘Destino final’). Además, como premio, nos aportan datos sobre Charles Lee Ray, algo que no se ha explorado en demasía hasta ahora.