Trata bien sus personajes, pero fatal su ciencia ficción
El próximo viernes 29 de julio llega una de las adaptaciones de cómic a serie más esperadas dentro del panorama indie. ‘Paper Girls’ estrena su primera temporada intentando dar vida a la serie de Image Comics creada por Brian K. Vaughan, Cliff Chiang y Matt Wilson. En este primer acercamiento, creado por la guionista de ‘Toy Story 4’ o ‘Los anillos de poder’, Stephany Folsom, se han aproximado a la idea original en solo algunos aspectos, pero quedado muy cortos en otros.
Son ocho episodios que muestran el gran guión de los cómics totalmente de manera alborotada y cortada. Todo lo que sucede en la historia original (reseña aquí) es muy difícil condensar en una sola temporada. Y así es, tras los ocho capítulos de la serie ‘Paper Girls’ nos quedamos en vilo para una nueva tanda de episodios. Pero esto se debe no solo a la complejidad y extensión de la historia, también al ritmo que se ha empleado. La serie de Prime Video me ha aburrido en casi la totalidad de sus episodios. Le sobra charlatanería y le falta ciencia ficción. Ya no es mi frustración como lector al ver que la historia está totalmente desordenada, sino mi hastío como espectador al ver que la aventura progresa a trompicones y dedica la mayoría de su espacio a charlas triviales. Dije que en la reseña que si lo hacían bien sería el nuevo ‘Stranger things’ pero es que además falta gracia, carisma, gancho o como lo queramos llamar.
El que la serie esté repleta de palabrería y muy poca acción se debe a un claro intento de ahorro. Si se hubiese hecho todo tal cual sucede en los cómics la cantidad de efectos especiales necesarios habría encarecido este producto. Eso hace que apenas se perciba que estamos en una historia de ciencia ficción. Se ha modificado la manera en cómo se topan las protagonistas con todos los misterios e incluso se han reducido la cantidad de personajes y eventos extraños, lo cual le quita mucha gracia y emoción. Estos cambios han trastocado el camino de descubrimiento y las correrías tan bien escritas e hiladas por Brian K. Vaughan en las viñetas. El último episodio es el único que tiene el ritmo, la idiosincrasia y el fantástico que hace justicia al cómic.
A este ‘Paper Girls’ le han quitado toda la espectacularidad y la complejidad en cuanto a las paradojas temporales se refiere. Además, han sesgado todo aquello que le puede parecer más extravagante al público más “normal” o comercial. Está tan cambiado que incluso cuestiona el determinismo de la serie de cómics y se perciben muchos menos argumentos de empoderamiento de la mujer. Está más centrada en el paso a la madurez y el autodescubrimiento tan peculiar que plantea esta idea, pero dice casi adiós al feminismo y a la lucha entre generaciones.
Si sois lectores de estos cómics estoy seguro que os va a desencantar el no ver ni los dinosaurios, ni los tardígrados, ni la cápsula del tiempo, ni la catedral, ni esos sueños tan inquietantes… La decisión es arriesgada. Si tardan en incorporar a la serie todos sus elementos fantásticos van a perder a la mayoría de audiencia. Por no hablar de otro factor, que es al que se han tenido que enfrentar como buenamente han podido los artífices de ‘Stranger things’ o ‘Juego de tronos’. No es otro que el del crecimiento de sus protagonistas que muy pronto dejarán de tener aspecto de niñas de doce años.
La música no ayuda nada a darle vidilla a esta visión (que no versión) de ‘Paper Girls’, el poco sentido del suspense de los episodios dirigidos por Georgi Banks-Davies tampoco. Encontrarnos con algún que otro fallo también nos saca de la historia o nos habla del poco cuidado que se ha puesto. No me refiero a lo cutre que aparece el título en cada episodio o a la ausencia del logo de Apple en la historia, algo que entenderán también los lectores y supongo que se debe a un tema de derechos. Hablo de particularidades como el traductor automático. Se supone que unos personajes hablan en otro idioma y gracias a un invento su voz suena en nuestra lengua. Pero no se han percatado al rodarla que los labios de los actores se mueven realmente como si vocalizasen directamente en nuestro idioma. Esa poca atención por los detalles hará que la serie se acabe precipitando al olvido. No entiendo como Vaughan ha dado su «ok», por lo menos el casting de protagonistas se parece a las que dibujó Cliff Chiang.