De drogas y posesiones
Penúltimo día de Sitges 2020 para nosotros, el 18 lo reservamos para nuestro recopilatorio especial. Hoy os brindamos tres críticas más pero no os preocupéis que no hemos desfallecido. Para el día de mañana os espera una traca final bastante copiosa. No obstante para hoy tenemos unas películas en las que tanto nosotros como los protagonistas flipamos en colores.
‘Fried Barry’
Aunque ‘Fried Barry’ avisa de antemano de su violencia y escenas de sexo ese aviso se queda corto. No es que haya que calificar esta película como X, con la categoría R es más que suficiente, pero es que se ceba y regodea constantemente en lo mismo. Aquí todo el mundo está salido e inexplicablemente ve atractivo a Barry. La primera mitad de la película es una noche en la que el protagonista es poseído por un alienígena que parece haber venido a la Tierra simplemente a desfasar. Parece graciosa la premisa pero es una concatenación de escenas soeces y burdas que además no van a ninguna parte.
Si que es cierto que la segunda parte del filme, claramente reconocible por un letrero de “intermission” es más divertida. Pero igualmente la película de Ryan Kruger nos deja con la sensación de haber visto un episodio de algo que podría haber contado más. Se nota ahí que el director está avezado en hacer videoclips. Tiene secuencias que visualmente funcionan de lujo pero su narrativa es pobre.
No cabe duda que este es un tripi visual con sexo, drogas y sangre a la altura de películas como ‘Mandy’, visualmente digo. La interpretación del protagonista es plana, más allá de lo que le pide su condición de poseído por un extraterrestre, antes de darse ese suceso ya actuaba igual. Este filme es sudafricano y la verdad es que su protagonista encajaría también con los músicos sudafricanos Die Antwoord que conocimos en ‘Chappie’. Y el resto del reparto tampoco dice mucho actoralmente.
Es como ver deformado el realismo sucio de Bukowski desprendido de alma alguna. Hay un momento en el que una porra se convierte en metralleta, diciéndonos que aquí cada loco puede tener su visión de este E.T. vicioso. En vez de llamarlo una película hay que definirlo de manera diferente, como dice su director en los títulos de crédito, “una cosa de Ryan Kruger”, hay que agradecerle su sinceridad.
Comentado por Francisco J. Tejeda White.
‘76 Horror Bookstore: Tin of Fear’
Estamos ante una serie online de 4 episodios, que se han ensamblado para crear una película de 97 minutos.
En ella vemos 4 historias de terror bastante distintas unas de otras. Viene bastante curioso el cine Taiwanes y sin duda esta película o historias están muy bien dirigidas.
Fantasmas, monstruos y mucho más es lo que vais a ver en esta película en la que los protagonistas van a sufrir de una manera u otras. Pero también tenemos algún episodio bastante sentimental.
La fotografía, el montaje de sonido y toda la puesta en escena es digna de admirar. Edificios abandonados, edificios que no están abandonados pero lo parece, casas de lujo encantadas, infinidad de detalles que harán que disfrutemos mucho con estas cortas historias.
Como detalle, hay actores que repiten en algún que otro episodio, pero no con los mismos personajes por supuesto.
Comentado por Vicky Carras.
‘The old ways’
Dirigida por Christopher Alender y escrita por Marcos Gabriel (‘Más Muppets que nunca’). En el reparto encontramos a Brigitte Kali Canales, Andrea Cortés, Julia Vera, Sal Lopez y AJ Bowen. Hay mucho sabor latino, tanto por los intérpretes como por toda la iconografía que usa la historia.
Es un retorno a las raíces y a las creencias ancestrales. Una reportera viaja a su región natal para hacer un reportaje sobre brujería y acaba siendo secuestrada por supuestamente estar poseída. El filme es una especie de escape room donde la protagonista se ve forzada a pasar extrañas y esotéricas pruebas. Todo ello mientras se droga para evadirse.
Esta es una historia de creencias, familia y sobre todo de convicciones. No solo de lo seguros que están los personajes acerca de lo que creen o no si no de lo que son y de lo que recuerdan. Todo esto le da una dimensión dramática al filme que no está de más.
La imagen está muy bien tratada, introduce algún que otro jump scare, tira a veces de efectos digitales y sobre todo de mucha casquería. El último tramo está de más y se va a una especie de ‘El exorcista’ a lo mexicano.
Sin ánimo de peloteo, estos son noventa buenos minutos brindados por una distribuidora con tan buen ojo como XYZ.
Comentado por Francisco J. Tejeda White.