Un thriller fantástico que no defrauda
El 28 de enero llegó a Netflix ‘Feria: La luz más oscura’. Creada por Carlos Montero (‘El desorden que dejas’) y Agustín Martínez (‘La caza. Monteperdido’) nos traen una serie llena de misterios en la Andalucía profunda.
Dos hermanas se van a celebrar la noche de San Juan, mientras que sus padres marchan fuera de su casa. Al día siguiente 23 cuerpos aparecen muertos al lado de una mina.
Dirigidos por Jorge Dorado y Carles Torrents, tenemos 8 episodios de unos 41-58 minutos aproximadamente cada uno. En ellos vamos conociendo poco a poco el secreto de los padres de Eva y Sofía. Mientras tanto, ellas sufren del acoso del pueblo y también sus propios secretos.
No le tenía muchas ganas la verdad, he de admitir, que, aunque ‘Paraíso’ logré verla y bueno, con sus fallas no me disgustó, si que se me quedó bastante floja y pensé que ‘Feria: La luz más oscura‘ iría por el mismo camino. Y que equivocada estaba. Pues ‘Feria: La Luz más oscura’ nos da algo distinto y una historia mejor contada.
Sin duda el punto fuerte son las dos protagonistas. Ana Tomero (‘La Templanza’) y Carla Campra (‘Verónica’) y es que su actuación le da credibilidad y mucha fuerza a la historia.
Pero no solo ellas, en general todo el reparto está estupendo. Desde Marta Nieto, Salva Reina, Ernest Villegas, Patricia López Arnaiz, Pablo Gómez–Pando, Ángela Cremonte, Kandido Uranga hasta Manolo Caro.
Otro de los puntos fuertes es todo el diseño de producción. Un trabajo grandísimo, que hace que nos adentremos perfectamente en los años 90. Además de ir cambiando poco a poco la atmosfera de la serie para que veamos la evolución que está sufriendo el pueblo.
Los efectos especiales no están mal. Si que hay una criatura que aparece de vez en cuando que bueno, podría mejorarse. Esa criatura, por cierto, la manera en la que aparece me ha recordado a la serie de ‘Nuevo sabor a cereza’.
El final queda abierto, pero aun así, se puede dejar así perfectamente. Así que si tenéis oportunidad de verla, os la recomiendo.