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Reseña

Evolución

Encargarse de narrar una saga como ‘Dragon Ball’ o ‘Star Wars’, aunque parezca una apuesta segura, es un arma de doble filo. Y el problema más importante son las expectativas de los fans más acérrimos, que son justo los que mantienen vivos la llama y son responsables en gran medida del eco cultural de la obra en nuestra sociedad.

Seguimos con las paradojas. Los fans (entre los que me incluyo) queremos cambios, pero… no tan drásticos que, si no, no reconocemos la obra favorita de nuestra infancia. Los cambios tienen que producirse de manera gradual.

En esta ocasión os hablaré del número 8 de ‘Dragon Ball Super’ ( el 219 si contamos todo el manga publicado hasta ahora) en formato serie roja a 2,95€ con periodicidad mensual. Un manga que pone en práctica los cambios graduales en este número para que a los fans más radicales no les dé un infarto y a los que buscan nuevos horizontes motivarles a seguir leyendo. Notareis una evolución sutil tanto en guion como en el dibujo.

En la ilustración de portada podréis ver a viejos personajes aliados y a nuevos enemigos. La composición de la portada es clásica, con un imponente Son Goku. Al final del número (como pasaba en el anterior) nos adelantan la ilustración del siguiente número.

Cuando tengáis en vuestras manos el número 8 y 9 podréis juntar las portadas a modo de doble ‘splash page’. Si crecisteis en los 90 os acordareis de como el cómic americano (en especial la editorial Image) abusaba de este recurso para atraer la atención de los lectores con su espectacularidad.

En la contraportada (y el interior) encontrareis anuncios de las diferentes colecciones de ‘Dragon Ball’. También os encontrareis anuncios de otros mangas actuales del mismo tono de ‘Dragon Ball’.

GUION

A estas alturas el manga explora los sucesos más allá de las dos primeras películas y no solo eso, se diferencia del anime notablemente.

Estamos en pleno combate. Ya empezamos a ponernos serios, lo notareis en las técnicas marciales utilizadas y en el ritmo de las peleas. A destacar varios giros de guion muy propios de Akira Toriyama.

Hacía tiempo que no veíamos combates tan ingeniosos que os recordarán a los primeros torneos de artes marciales y el uso de poderes no vistos hasta ahora, que ponen en más de un apuro a los protagonistas. Os encantará el nuevo rival (con un diseño familiar) muy fuerte e inteligente. Un hábil estratega que demuestra que ‘Dragon Ball’ puede ser algo más que fuerza bruta.

Sospecho que Akira Toriyama está quitándose una espina debido a que ahora no tiene tanta presión por dos motivos: tiene a su cargo al dibujante Toyotaro que se encarga del trabajo duro y en la actualidad es el anime el que lleva el timón de la franquicia. Toriyama puede centrarse tranquilamente en los detalles del manga obsequiándonos con una historia con diversidad de técnicas, personajes, giros de guion y mucho humor (seguimos encontrando viñetas – gag a página completa como interludio y desahogo cómico muy integradas en la narración).

DIBUJO

Dentro de la habitual fidelidad de Toyorato al estilo Toriyama, el dibujante oficial de ‘Dragon Ball Super’ otorga al dibujo un trazo más estilizado. Poco a poco Toyorato imprime su propia personalidad.

Con respecto a las coreografías, Toyorato hace todo lo posible para asemejarse al anime. La sensación de velocidad en el combate es impresionante, unido a interesantes perspectivas y una focalización visual de la pelea que seguramente dejará un buen sabor de boca a los fans,parecida a la que nos proporcionaba Toriyama cuando empezábamos a leer una nueva saga en el manga.

Un último apunte sobre el dibujo. Este detalle es muy sutil y supongo que solo lo notarán los fans más acérrimos. En cuanto a la puesta en escena y montaje de los combates (la disposición y orden de las viñetas) se podría considerar a Akira Toriyama como uno de los autores más cinematográficos de Japón. Un combate de ‘Dragon Ball’ es como ver un storyboard de una película. Si repasáis los combates dibujados por Toyorato en ‘Dragon Ball Super’ tiene una tendencia a acortar los combates, dando a veces la sensación de que faltan viñetas y movimientos.

Pero no lo considero algo negativo porque aporta una perspectiva nueva. Este recurso es utilizado por Marvel/ DC y a Toyorato le queda mejor. Los americanos en los momentos de acción en el que vemos varios movimientos en una misma viñeta no hacen más que llenarla con un montón de diálogos. En cambio, Toyorato aporta mucha velocidad dentro de la viñeta, sin diálogos.

Como curiosidad, a Toriyama le pasaba lo mismo en los inicios de las aventuras de Son Goku. No era un gran especialista en dibujar combates (su fuerte siempre ha sido el humor) pero conforme avanzó la serie su estilo se convirtió es más cinematográfico. Algo normal cuando el propio sensei Toriyama ha reconocido que siempre miraba de reojo a las películas de acción y aventuras que tenía puestas en la tele mientras dibujaba ‘Dragon Ball’.

DIFERENCIAS CON EL ANIME

Anime/manga se complementan sin perder independencia a partir de este número. En el anime se opta por la espectacularidad, por eso se ha rescatado una técnica/nivel de poder olvidado en ‘Dragon Ball’ y se ha combinado con el último estado de poder mostrado hasta este momento.

En cambio, en el manga nos muestran un combate muy ingenioso y aclaran la clasificación de niveles de poder en ‘Dragon Ball’. Gracias a esta aclaración, que se muestra en la práctica, se reivindica un nivel de poder que justamente el anime de ‘Dragon Ball Super’ ha dejado un poco de lado.

Ficha del cómic

Guionista: Akira Toriyama. Dibujante: Toyotarô. Editorial: Planeta Cómic. Datos técnicos: 40 págs., rústica sin solapas, blanco y negro, 16,8 x 25,7 cm.  Publicación:  junio de 2018. Precio: 2,95€.