Una historia local que retrata las codicias humanas
El próximo 7 de julio podréis ver en HBO Max la serie documental ‘Se busca millonario’. Una producción junto a Unicorn Content (‘Dolores: la verdad sobre el caso Wanninkhof’) que en tres episodios de casi una hora nos relata un suceso local que transgredió a las primeras planas nacionales pero que paulatinamente cayó en el olvido, sin haberse resuelto aún hoy en día.
Falacias, cambios de declaraciones, muertes, corruptelas… Este sería un caso ideal para Poirot o similares. Pero todo parte, así nos lo hace ver el documental, de la labor periodística de Alberto Mahía Rilo (La Voz de Galicia). Hubo mucho más de lo que nos llegó en los noticieros nacionales y fue más de lo que sucede siempre cuando los periodistas, abogados y bancos como crápulas se echan encima de este tipo de historias. Lo más interesante son las incongruencias detectadas en la investigación y por supuesto las teorías de aquellos que reclaman el premio como suyo. ‘Se busca millonario’ revela una vez más como el ser humano es capaz de agudizar el ingenio y de hacer actuaciones de Oscar. Además de intentar arrojar luz sobre este suceso la serie sirve como retrato de nuestra sociedad y de cómo el dinero envilece.
Sucesos, incongruencias, fallos en la custodia… Todo es sospechoso y excesivamente retorcido ya que el tiempo ha emponzoñado la verdad. Todo vale, agarrarse a casualidades numéricas, tirar de anclas emocionales… A veces parecen excusas y razones más cercanas al “mi perro se comió los deberes” que a historias cimentadas en pruebas comprobables y empíricas. De hecho, la prueba y el alegato de más peso que tiene cada uno de los demandantes/reclamantes es que los otros tampoco tienen pruebas. Para ello el documental enfrenta en un círculo de confesiones a los candidatos más destacados que aún viven. Sus historias son escenificadas con maquetas y recreaciones. Menos el caso de uno de ellos que está narrado en el segundo episodio con un dramatismo digno de un corto experimental.
Quizá lo adecuado habría sido sacar este documental cuando todo esté resuelto ya que hoy por hoy es un caso a la espera de dictamen judicial. Cuando salió todo en La Voz de Galicia se evitó que fuese un caso olvidado o que pasase de tapadillo, pero también produjo aún más desconcierto pues aparecieron los oportunistas como langostas. Nunca sabremos si eso entorpeció o aportó a la investigación. Ahora que sale ‘Se busca millonario’ yo no descartaría que surgiesen más arribistas, si yo fuese policía en A Coruña me iría preparando para recibir a más supuestos ganadores. Ahora bien, la docuserie remarca que ya hay dictamen, según el criterio de los policías que llevaron el caso durante casi una década. Pero también que cabe la posibilidad de que suceda lo que temen muchos de los que se declaran propietarios, que al final sea para nadie y paguen justos por pecadores.