Crítica: ‘Spider-Man: No Way Home’

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Por primera vez en la historia cinematográfica de Spider-Man, nuestro héroe, vecino y amigo es desenmascarado y por tanto, ya no es capaz de separar su vida normal de los enormes riesgos que conlleva ser un Súper Héroe. Cuando pide ayuda a Doctor Strange, los riesgos pasan a ser aún más peligrosos, obligándole a descubrir lo que realmente significa ser Spider-Man.

Crítica

Un borrón y cuenta nueva que aún así unifica de un modo épico

Voy a intentar exponer mi opinión con la menor cantidad de pistas y spoilers posibles, que a pesar de que me parecen ridículos los extremos a los que se llega, sé que es un tema sensible. Y os lo dice alguien cuyo primer cómic norteamericano fue sobre Spider-Man. ‘Spider-Man: no way home’ es para mi la mejor de la trilogía de Tom Holland. En parte porque creo qué como seguidor he picado en el llamado fanservice y porque como lector he reconocido muchos puntos de cómics que Forum trajo a España en el siglo pasado.

Si es la información que buscabais os puedo decir también que hay dos escenas post-créditos, que nos dejan con unas ganas locas de ver más. Estaba justificado el hype, la expectativa, porque ya está desatado el crossover con las franquicias que controla Disney, por ser el segundo Spider-Man en llegar a tres películas y por los posibles cameos de los participantes en las otras secuelas. Seguro que en las cabezas de los fans más fantasiosos esta película podría haber sido aún más meta pero este spiderverso es eso, un multiverso que ha tejido bien su telaraña y seguirá jugueteando con sus posibilidades o consecuencias. ¿Lo llamamos fanservice? ¡Caramba! Es que las secuelas se hacen para los espectadores más fieles. Pero es que esta nueva aventura tiene además su justificación, con motivación y redención para todos los personajes.

Es un reencuentro con las otras franquicias que se cancelaron y a la vez un borrón y cuenta nueva que se suma al que se hizo en ‘Avengers: endgame’. Probablemente Warner/DC se tiren de los pelos porque se les han adelantado y llegarán tarde con su evento “flashpoint” al cine (no siendo así en la TV), creo que ‘Spider-Man: no way home’ se burla un poco del tema. Esta es una reconciliación con lo ya estrenado que tiene varios giros y sorpresas que podrían haberse mostrado en formato serie con finales cliffhanger incluidos. ¿Pero… se parece solo a los cómics o es otra película más tipo Marvel Studios/Disney? Probablemente este sea el personaje qué más se está conservando de una manera próxima a su esencia. No obstante no olvidemos quién pone aquí el dinero y eventos como la guerra contra Thanos, las escenas humorísticas o los cameos están omnipresentes.

¿Lo que más me ha gustado a mi? Quizá sea porque siempre he sido más de monstruos que de héroes por lo que lo mejor de esta película para mí es la manera en cómo interactúan los villanos entre sí. Aunque llegamos a tenerlos expuestos en lo que parece la galería de “El coleccionista” de ‘Los Simpson’, están mejor entremezclados que en la tercera entrega de Sam Raimi. Además algunos cogen de soslayo el aspecto de los cómics clásicos que las precuelas les negó. Las peleas y las conversaciones me recuerdan a tebeos como ‘Los enemigos mortales de Spiderman’ o ‘Los enemigos letales de Spiderman’. Viñetas que nos acostumbraron a ver al intrépido neoyorkino rodeado de mil peligros, con el sentido arácnido constantemente disparado. Eran aventuras sin descanso, repletas de villanos, de alianzas y de intrahistoria. Todo esto ayuda a sobrellevar la duración pues además cada enemigo conserva el carácter que tuvo en su película anterior e incluso gana nuevos matices. Pero vale ya, Jamie Foxx, ponte el traje de Spawn de una vez.

Después de ver los primeros tráilers tenía miedo en el sentido de si Disney no había tomado nota de los errores históricos de Marvel Comics. Pero no ha sido así. No me habría sorprendido si Doctor Strange se hubiese marcado un Mefistazo. Pero no hay un evento tan clamoroso. Roza el larguero pero al fin y al cabo ‘Spider-Man: no way home’ supone una re-escritura en la historia de Peter Parker, siguiendo muy de cerca la senda iniciada por ‘Spider-Man: un nuevo universo’. Sin embargo hay pegas.

No me funcionan los momentos dramáticos en los que nos quieren sacar la lagrimilla, en parte porque ya hemos pasado por eso y en parte porque se quedan cortos. Y otra cosa en la que Marvel no consigue acabar de ganarme es con su manía de hacer casi todos los trajes a través de imágenes generadas por ordenador. Hay ocasiones que es obligatorio, pero se nota muchas veces la diferencia de movimiento entre cuerpo y cabeza, como ha pasado tanto con los exoesqueletos de Iron Man.

En resumen. Es amazing, amazing, amazing. Como película ‘Spider-Man: no way home’ es tan épica que se pasa rápido, cómo extensión del UCM está totalmente coherente tras los eventos de las gemas del infinito y como adaptación del personaje original de Stan Lee y Steve Ditko se recupera bastante de la esencia.

Ficha de la película

Estreno en España: 16 de diciembre de 2021. Título original: Spider-Man: No Way Home. Duración: 148 min. País: EE.UU. Dirección: Jon Watts. Guion: Chris McKenna, Erik Sommers. Música: Michael Giacchino. Fotografía: Mauro Fiore. Reparto principal: Tom Holland, Zendaya, Benedict Cumberbatch, Marisa Tomei, Jamie Foxx, Willem Dafoe, Tony Revolori, J.K. Simmons, Angourie Rice, Alfred Molina, Jacob Batalon, Jon Favreau, Harry Holland, Christopher Cocke, J.B. Smoove, Hannibal Buress, Martin Starr. Producción: Columbia Pictures, Pascal Pictures, Marvel Studios, Sony Pictures. Distribución: Sony Pictures. Género: adaptación, ciencia ficción, aventuras. Web oficial: https://www.spidermannowayhome.movie/

Crítica: ‘El candidato’

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La película cuenta la historia del surgimiento y caída del carismático senador que capturó la ilusión de los jóvenes votantes y fue considerado el candidato favorito para la nominación presidencial demócrata de 1988. Su campaña fue boicoteada por la historia de su relación extramatrimonial con Donna Rice, en la que puede ser considerada como la primera vez en la que el periodismo político se mezcló con el periodismo de tabloides, y Hart tuvo que abandonar la campaña – eventos que causaron un profundo y duradero impacto en la política estadounidense y en el escenario político mundial.

Crítica

Muy importantes sus mensajes, poco relevante el personaje

Echar mano de argumentos políticos casi siempre ha dado buen resultado. Malo es que no haya una parte de la audiencia que no empatice con la ideología o alegatos de los personajes en pantalla. Con esta nueva película de Jason Reitman (‘Up in the air’) profundizamos en los acontecimientos que rodearon el intento de candidatura de Gary Hart, pero no es el personaje como tal lo que más importa, si no los hechos o planteamientos que presenta.

Gary Hart era alguien receloso de contar su vida personal, como deberíamos ser todos con la vida privada de los demás. ‘El candidato’ surge de una novela del también guionista Matt Bai titulada ‘All The Truth Is Out (Toda la verdad está fuera)’. En ella hay muchas escenas íntimas que se supone que tienen mucho de imaginación o se han recreado a partir declaraciones o entrevistas de los protagonistas. Pero también analiza lo sucedido a partir la repercusión de dichos actos públicos.

Hart es un político cuya carrera para mí me es indiferente, que no tiene trascendencia o no es muy conocida si no estás muy metido en política. Es más, la película lo que expresa en líneas generales es que a nosotros no nos debería importar su vida, por lo que en ese sentido me deja igual que antes de verla. Lo que sí que marca un punto de inflexión es el modo en el que los periodistas le acecharon y como explotó la exhibición de los trasuntos personales de los políticos desde entonces. A priori esta puede parecer la recreación de la gestación y posterior caída de una carrera política, desde las razones y elección del candidato hasta los motivos por los que no llegó a la Casa Blanca. Pero en realidad la vida de Hart es solo la excusa para enarbolar determinadas moralejas y materias.

Están muy bien varios de los discursos que proyecta ‘El candidato’ hacia nosotros. No me refiero solo a los mítines políticos, si no a problemáticas que pone sobre la mesa y que hoy en día siguen vigentes. Uno de los más tratados es la prostitución de los medios de comunicación. La caída en el sensacionalismo. El foco en temas equivocados, que se alejan de lo que es realmente importante. Una manera de rebajarse por parte de los noticieros que por otro lado está legitimada y pagada por los lectores o espectadores que consumen más temas morbosos que provechosos. De eso trata en gran medida ‘El candidato’, de la comercialización y faranduleo del mundo de la política. De que al final tendremos los políticos que nos merecemos. Un dicho que seguramente podría emplearse en cualquier país y época pero que con Trump se ha materializado más que nunca.

También se pone muchas veces sobre la mesa la dignidad y respeto de la mujer. Las consecuencias de un político mujeriego no repercuten solo sobre su carrera, sino también sobre su esposa e hija. Respeto por parte de la persona que hace daño a su pareja y respeto por aquellos que también aprovechan para hacer leña del árbol caído. También se habla en determinados puntos sobre la importancia de no prejuzgar por las apariencias o por las intenciones de aquellos que hipócritamente se acercan a los que parece que tendrán éxito.

Para encarnar al político demócrata no es que se haya planteado un papel excesivamente difícil pero Hugh Jackman lo interpreta bien. Es fácil que con un rostro tan conocido como el suyo nos cueste toparnos con el personaje más que con la persona. Pero se diferencia mucho de otros papeles que ha ejecutado.

Ayudan mucho a sumergirse en los ochenta y en el político que interpreta Jackman las diferentes imágenes televisivas que se intercalan con las escenas de otros personajes. Nos sitúa así en uno de los momentos en los que las campañas electorales se convirtieron más en un tablón sentimentaloide que en una apuesta de futuro para una nación. Reitman marca aquí un buen punto de inflexión en la historia política para que se haga examen de conciencia y algunos procuren cambiar los hábitos de consumo.

Ficha de la película

Estreno en España: 15 de febrero de 2019. Título original: The front runner. Duración: 110 min. País: EE.UU. Dirección: Jason Reitman. Guion: Jason Reitman, Matt Bai, Jay Carson. Música: Rob Simonsen. Fotografía: Eric Steelberg. Reparto principal: Hugh Jackman, Vera Farmiga, J. K. Simmons, Alfred Molina, Mark O’Brien, Molly Ephraim, Kaitlyn Dever, RJ Brown, Mamoudou Athie. Producción: Columbia Pictures, Bron Studios, Right of Way Films, Stage 6 Films, Creative Wealth Media Finance. Distribución: Sony Pictures. Género: política, drama, adaptación. Web oficial: http://www.sonypictures.com/movies/thefrontrunner/

Crítica: ‘El vicio del poder’

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‘El vicio del poder’ explora la historia real jamás revelada sobre cómo Dick Cheney (Christian Bale) un callado burócrata de Washington, acabó convirtiéndose en el hombre más poderoso del mundo como vicepresidente de los Estados Unidos durante el mandato de George W. Bush, con consecuencias en su país y el resto del mundo que aún se dejan sentir hoy en día.

Crítica

McKay se consuma como un gran narrador y crítico de la Norteamérica contemporánea

Es un clamor que Christian Bale es un grandísimo actor, ya no solo por los premios que acapara, entre ellos un Oscar, sino por su capacidad para transformarse en otras personas hasta el punto de comprometer su propia salud o el aspecto de su cuerpo. Lo suyo más que una habilidad camaleónica son aptitudes de mímesis. Se mezcla con la historia de su personaje y con el entorno o reparto que ponen a su disposición. Esta vez, jugándose la salud hasta un límite opuesto al que llegó con ‘El maquinista’, sigue los pasos de uno de sus mentores, Gary Oldman, y se convierte en un político al que siempre hemos visto de buen año, Dick Cheney.

Bale es un tipo de extremos, de método. Aunque en ‘El vicio del poder’ le vemos con mucho maquillaje ha tenido que convertirse en un auténtico zampabollos para ganar peso. Con ese aspecto físico conseguido solo le quedaba calcar los ademanes del vicepresidente de George W. Bush hijo. Desde los andares hasta su tunante risa ladeada vemos al personaje hecho realidad. Pero no solo de Christian Bale es meritorio de ese logro. Otros actores como Sam Rockwell, Amy Adams o Steve Carell nos esbozan maravillosamente a las personas a las que interpretan, especialmente Rockwell que encarna ese sandio, embaucador y engreído que era Bush. Si la cinta deja claro que Bush llegó donde llegó por la gente que le rodeó también nos remarca que Cheney tenía en todo momento a su esposa que le aleccionó para llegar a las más altas esferas.

Ni de lejos esta película se apoya solo en sus intérpretes. ‘El vicio del poder’ es tan buena porque la ha elaborado un gran contador de historias. Si los estadounidenses son expertos en saber contarnos sus propias crónicas Adam McKay ya es un artesano en ese campo. Elabora un discurso bien estructurado, fácil de seguir y en muchos puntos revelador. Todos los actores de su equipo o han trabajado juntos o con el director en otras películas. Sobre todo hay que tener en cuenta el anterior título de Adam McKay, ‘La gran apuesta’, que tiene un carácter similar y que cuenta también con Bale y Carell.

La película está trabajada a través de la comedia y el biopic, desde una orientación política clara pero sin los métodos agresivos de un extremista. Es menos combativa que las obras Michael Moore pero desde su lectura también hace uso de una gran sátira. Se palpa mucha improvisación en las escenas, pero también premeditación en un guión en el que se reconoce ya una marca de la casa, un estilo reclamado por McKay. La complicidad del reparto también es evidente, imagino que el rodaje debe haber ido como la seda.

De antemano el director y guionista nos manifiesta con humor cuáles son sus intenciones e inclinaciones políticas, así como que hay algo de ficción en la cinta dada la inaccesibilidad de su protagonista. Pero por si acaso no queda claro en los post-créditos no los remarca. Espero con total sinceridad que esta película sirva para que en nuestro país muchos puedan hacer examen de conciencia, para que establezcan los claros paralelismos que tiene. Este filme nos habla de las responsabilidades de los políticos, de las repercusiones históricas de sus actos y decisiones, así como de aquellos que les votan. El título hace referencia no solo al ansia de poder de los mandamases, sino también del pueblo que escoge a quién le gobierna guiándose por la necesidad de nutrir su hambre de superioridad y supremacía sobre el resto del mundo o sobre quienes considera inferiores.

Otro puntazo a favor es su narrativa. Desde una tercera persona nos elaboran una biografía que por si resulta menos explicativa que ‘La gran apuesta’ está repleta de metáforas, tanto gráficas como orales. Veo este título mucho más fácil de seguir que el anterior estrenado por McKay y sus alegorías son del todo acertadas y aclaratorias.

En ‘El vicio del poder’ vais a recorrer las etapas de Nixon, de Bush padre, de las elecciones con recuento de votos, del 11-S, de la segunda guerra de Irak… En estos dos últimos tramos que menciono el filme pierde mucho su sarcasmo y hace peligrar su ritmo. Muy importante es también que trate temas personales como los infartos de Cheney, por algo que no quiero desvelar para no quitarle gracia y porque el propio director sufrió uno antes de finalizar el filme e insertó imágenes de su intervención en la película.

Este nuevo estreno que ya tiene varias nominaciones en los Globos de Oro nos da brillantes momentos. Entre ellos una gran escena en la que hace una breve aparición Alfred Molina. En ese momento vemos con meridiana efectividad la sátira y crítica de McKay. Con esta mención quiero hacer énfasis en el tono sarcástico del filme, en su búsqueda de remover conciencias sin dejar nada al azar y en su denuncia hacia el ciudadano medio que mira con indiferencia y anestesia los actos evidentes de destrucción que tiene ante él. Comedia histórica que no os debéis perder.

Ficha de la película

Estreno en España: 11 de enero de 2019. Título original: Vice. Duración: 132 min. País: EE.UU. Dirección: Adam McKay. Guion: Adam McKay. Música: Nicholas Britell. Fotografía: Greig Fraser. Reparto principal: Christian Bale, Amy Adams, Steve Carell, Sam Rockwell, Tyler Perry, Eddie Marsan, Jesse Plemons, Naomi Watts, Alfred Molina. Producción: Gary Sanchez Productions, Plan B Entertainment, Annapurna Pictures. Distribución: eOne Films. Género: drama, biográfico. Web oficial: https://www.vice.movie/

Crítica: ‘Ralph rompe Internet’

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El malo del videojuego Ralph (voz de John C. Reilly) y su compañera Vanellope von Schweetz (voz de Sarah Silverman) navegan por la gigantesca y dinámica red de redes en busca de una pieza de repuesto para salvar Sugar Rush, el juego de Vanellope.

Crítica

Ralph rompe Internet y probablemente también reviente la taquilla

‘Ralph rompe Internet’ puede tener varias lecturas y una de ellas nos la da el personaje doblado por Taraji P. Henson (‘Figuras ocultas’). Una residente del mundo virtual llamada Yesss (Sssi) que dice «regla número uno, nunca leas los comentarios de Internet». ¿En qué momento de los casi cincuenta años de vida de Internet tuvimos que llegar a ese punto? Una de las virtudes de la red es poder poner algo en común y debatirlo, pero todos sabemos que el anonimato a muchos les da alas para ser hirientes. ¿Quiere decir que mejor no miro qué opina la gente acerca de esta crítica por miedo a réplicas? No. Algunos nos negamos aún a sucumbir a los llamados «haters» y la película además no tiene una orientación alarmista, deja algunas pinceladas de ese estilo y me ha gustado la manera en como advierte sobre la red de redes. No es una película educativa al uso pero sí puede ser indirectamente orientativa, consiguiendo allanar el terreno para aquellos pequeños que cada día comienzan más temprano a acceder a los millones de conexiones digitales que se extienden por todo el mundo.

Valores como la amistad o la seguridad en uno mismo tienen más relevancia en el nuevo largometraje de Disney que ha sido dirigido por los responsables de la primera entrega, Rich Moore y Phill Johnton. La historia que nos cuenta la aventura por salvar el videojuego de Vanellope tiene un carácter infantil pero también tiene conceptos y gags que se adaptan más a un público adulto, por lo menos es ligeramente más madura que la película que salió en 2012. Las redes sociales, los anuncios trampa, el consumo insaciable y masificado, la obsolescencia… Muchos aspectos a los que nos exponemos al conectarnos están materializados de una manera muy gráfica. El mero hecho de que los avatares de los usuarios estén representados con unos rostros sonrientes, casi drogados, me parece buena crítica eufemística a la voracidad con la que nos lanzamos a consumir contenido en línea. También nos muestra que hoy en día se aprecia más una idea tonta que el verdadero talento. Esa es una de las virtudes de ‘Ralph rompe Internet’ que me parece de las mejores representaciones del mundo virtual que he visto, mucho más eficiente que ‘Emoji la película’, título con el que comparte algún que otro chiste.

Por otro lado diseño de localizaciones y personajes es tan particular y sencillo que nos sorprende con trajes hechos con fibra óptica o edificios que escenifican de un solo vistazo un sitio web. Esto también ha llevado a Disney a hacer un ejercicio brutal de product placement con un desfile de marcas que nos rodea constantemente.

Personajes de ‘Zootrópolis’, ‘Toy Story’, ‘Star Wars’, ‘Vengadores’, lo clásicos de animación… Ya suponíamos que veríamos algo así por los tráilers publicados previamente y la verdad que la película es una demostración de músculo por parte de Disney. Son muchísimos los cameos introducidos en la película, incluido el recientemente fallecido Stan Lee. Hasta se incluyen guiños a Batman o Deadpool, sin olvidarse del clásico A113. Las princesas u otros personajes de la compañía de Burbank, así como otros seres del mundo de los videojuegos nos dan los mejores momentos de la película. Pero lo bueno es que ‘Ralph rompe Internet’ genera nuevos individuos que además son los que hacen progresar la trama. Y como virtud añadida hay que mencionar que su historia transcurre sin necesidad de generar a un villano, algo muy atípico en las películas de esta casa.

El filme también tiene como tema la salida de la rutina, escapar del aburrimiento. Y desde luego que con el espectador va a cumplir ese objetivo. Muchas ideas frescas y dos escenas post-créditos os darán para charlar a la salida del cine. En la película Ralph rompe Internet y probablemente también reviente la taquilla.

Ficha de la película

Estreno en España: 5 de diciembre de 2018. Título original: Ralph breaks The Internet. Duración: 112 min. País: EE.UU. Dirección: Rich Moore, Phil Johnston. Guion: Phil Johnston, Pamela Ribon. Música: Henry Jackman. Fotografía: Nathan Warner. Reparto principal (doblaje original): John C. Reilly, Sarah Silverman, Gal Gadot, Taraji P. Henson, Jack McBrayer, Jane Lynch, Alan Tudyk, Alfred Molina, Ed O’Neill, Sean Giambrone, Flula Borg, Timothy Simons, Ali Wong. Producción: Walt Disney Animation Studios, Walt Disney Pictures. Distribución: Walt Disney. Género: animación, secuela, aventuras. Web oficial: https://disney.es/peliculas/ralph-rompe-internet

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