El poder puede terminar destrozando una familia
Rodada entre Londres y España, la serie consta de 8 episodios de 1 hora de duración aproximadamente, según vamos adentrándonos en la historia, vemos la terrible persona que se esconde detrás de Max (Richard Gere), el dueño de uno de los imperios mediáticos más influyentes del mundo. Éste posee oscuros secretos de todo el mundo que no dudará en utilizar de forma despiadada. Aunque eso signifique destrozar más a su familia.
Las tramas de espías, los asesinatos, lo importante que son los medios de comunicación en el mundo actual y lo peligrosos que pueden llegar a ser, es uno de los principales temas que trata esta serie que nos da una muy buena interpretación de Richard Gere.
Pero no sólo él está bien, sino que Helen McCrory, que interpreta a su ex mujer, nos da una actuación perfecta como madre coraje. Pues culpa a Max de todo lo que le ha ocurrido a su hijo durante toda su vida.
Aunque todo el peso dramático se lo lleva Billy Howle, su personaje es imprescindible. Un niño consentido que de repente decide boicotear su propia existencia. Muy bien su interpretación, su desesperación se palpa desde que ocurre el accidente y sobre todo sabe como llevar la voz cantante entre los dos pedazo de actores que interpretan a sus padres.
Elena Anaya es la responsable de representar a la nueva mujer de Max, ella parece ser que es la única que se da cuenta con quien está casada y aun estando embarazada es capaz de hacerle frente desde el principio. Hace poco tuvimos el placer de hablar con ella y si tenéis interés aquí podéis ver su entrevista.
Como he comentado al principio, la zona más ejecutiva de Londres, con sus grandes edificios de oficinas es una de las grandes protagonistas. Pero nuestro protagonista viaja también a México, aquí es donde entra Sevilla, pues la ciudad es convertida en una ciudad Mexicana. Vemos zonas de San Juan de Aznalfarache y algún edificio de la ciudad capital.
En general la serie tiene muy buena manufactura, se nota la buena producción que tiene y como todos los detalles están muy cuidados. El guión es bastante sólido, sencillo, no tiene demasiado giro inesperado. Es cierto que según vas conociendo a los personajes poca sorpresa se ve en la serie.
Tim Palmer, James Friend (‘Patrick Melrose‘) y David Luther han sido los encargados de la fotografía de la serie y se nota el cuidado de ésta. Se centran en los personajes, en sus gestos y sus miradas, olvidando los paisajes o lugares en los que se encuentra que no interesan nada.
Una historia de personas, donde cada personaje cuenta y por supuesto, cada acción por muy individual que sea, hace que la trama se convierta en una tela de araña que Max va tejiendo perfectamente y que cree tener completamente bajo control.