Conclusiones tras ver la mitad de la tercera temporada de ‘Daredevil’

Continua siendo la mejor serie de Marvel/Netflix

El próximo 19 de octubre se estrena la nueva temporada de ‘Daredevil’. Ya hemos podido ver la mitad de los episodios (como siempre hay un total de 13) en los que Doble D vuelve por cuarta vez a Netflix. El personaje de Marvel ya gozó de dos pletóricas temporadas, fue protagonista de ‘The Defenders’ y ahora vuelve a su historia en solitario.

Como suele ser habitual en la serie protagonizada por Charlie Cox el comienzo es bastante tranquilo. Directores como Lukas Ettlin (‘Daredevil’, ‘Krypton’) o Marc Jobst (‘The Punisher’, ‘Daredevil’, ‘Luke Cage’)  se han encargado de retomar al personaje justo donde lo dejamos en ‘The Defenders’. A partir de aquel, literalmente, demoledor final, recogemos al superhéroe. La serie que creó y produce Drew Goddard (‘Perdidos’, ‘Marte’) arranca con un principio mucho más relajado, como era de esperar al estar familiarizados con ella. También como siempre hace va aumentando su intensidad y ritmo. De momento esa es la pauta, de estancarse en su cadencia y en sus giros argumentales estaríamos hablando del suicidio de una serie que de momento con sus guiones y tramas está siendo la mejor de Netflix en cuanto a superhéroes de Marvel se refiere.

El nuevo argumento de la serie además nos aborda al superhéroe de un modo distinto al que hemos visto en las anteriores temporadas y en ‘The Defenders’. Efectivamente como imaginábamos empieza con una dinámica y patrones muy similares a los del cómic ‘Born again’ (reseña aquí). Sigue esa línea que va destrozando al héroe y aboga por las tramas en las que se busca una segunda oportunidad pero en las que también los actos tienen consecuencias que repercuten en la actualidad de los protagonistas.

Porque si algo hace la primera mitad de la temporada tres es apoyarse en sus personajes secundarios convirtiéndolos más que nunca en protagonistas. Se acerca más a las figuras de Franklin «Foggy» Nelson (Elden Henson) y Karen Page (Deborah Ann Woll). Pero sobre todo se dedica a bucearen la mente Kingpin (Vincent D’Onofrio) y en el nuevo personaje estrella que han colocado sobre la mesa, Bullseye, interpretado por Wilson Bethel. Aunque tenemos al siempre contundente, terrorífico y lapidario Wilson Fisk es Bullseye quien tiene las escenas más icónicas de esta temporada, superando de lejos al interpretado por Colin Farrel en la película de Daredevil de 2003.

Las escenas sentimentales y dramáticas se mantienen en la serie. Sobre todo en esta ocasión que nos permite viajar al pasado de varios personajes. En concreto Daredevil se reencuentra con fantasmas y recuerdos viéndose obligado a permanecer en las sombras, a resurgir literalmente de las cloacas. Es por eso que las escenas con subterfugio e infiltración han aumentado pero las de lucha continúan dándonos espectáculo. Prueba de ello es la gran secuencia central del episodio cuatro y la pelea del sexto. Daredevil es ciego, Charlie Cox se hace muy bien el ciego, pero lo que no puede hacer el superhéroe es oídos sordos a todo lo que sucede porque en esta ocasión van directos a por él. Esto le obligará a salir de su nuevo refugio para afrontar peligros para sus dos personalidades.

Sobra decir que la serie tiene sus tomas y detalles que suponen guiños a las viñetas o que mantienen su conexión con el universo televisivo y cinematográfico Marvel. Ejemplo de ello son las portadas de los periódicos que llevan como titular «Harlem Terror», «Blackout cripples NY» o «Battle of NY». En estos y otros muchos aspectos Daredevil, cambios y licencias a parte, sigue siendo una gozada para los lectores.

Crítica: ‘Últimos días en el desierto’

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Ewan McGregor interpreta a Jesucristo después de los cuarenta días de ayuno y rezo en el desierto, donde se verá acosado por la tentación del Diablo y al que deberá enfrentarse como prueba para demostrar su fe.

Crítica

Una curiosa y no homologada versión de Cristo que creará debate pero no ovaciones.

Una nueva película sobre la figura de Jesucristo llega a nuestras pantallas. En esta ocasión se nos ofrece el rodaje y la interpretación de una etapa poco o nada reflejadas en los largometrajes sobre este personaje bíblico. Según la sagrada escritura de los creyentes católicos, Jesús pasó cuarenta días en el desierto. Lugar donde fue tentado por el diablo y dónde se preparó o examinó para su posterior etapa de predicación y martirio. Lo que le pudo suceder en los últimos días de ese período está aquí narrado, no de un modo muy acertado he de adelantar.

En la película de Rodrigo García no se ha reflejado al pie de la letra la escritura sagrada. No se representan las tres tentaciones de Jesús según figuran en los evangelios. Esta es una versión algo distinta que nos deja un sabor perpetuo de parábola o fábula sin llegar a deslumbrar con milagros o fantaseos. Al contrario, aunque resulte ser muy espiritual esta es una visión muy terrenal, de las que más humaniza a Jesucristo. El Cristo de Ewan McGregor no viste una túnica blanca inmaculada, ni deslumbra seguridad en sí mismo, ni muestra un perpetuo semblante sosegado. Él es vulnerable y humano, precisamente la solución adoptada para mostrar al diablo refuerza más esos aspectos, casi hasta el punto de convertir la cinta en una intriga psicológica. Puede que esto levante la ira de muchos creyentes pero alegra ver como alguien se ha atrevido a mostrar al llamado hijo de Dios de un modo tan desvalido, mental y religiosamente.

El ver algo no rodado anteriormente y realizado además del modo en que se ha hecho resulta interesante, pero ha habido tramos en los que me he aburrido. Aunque cuentes en el equipo técnico, para hacer la fotografía del filme, con el triple ganador del Oscar Emmanuel Lubezki, no quiere decir que debas insertar tantos planos de paisajes y alargar tanto las transiciones entre unas y otras escenas. Sin ser larga ni lenta se nos transmite esa sensación, da la impresión de que podría haberse contado más rápidamente. No hay tanto contenido para asimilar como para que nos den tantos respiros.

Lo más meritorio es la interpretación de McGregor. Como he dicho antes, en la película hay un modo curioso de representar al diablo y esto le ha aportado al actor una dificultad añadida. Él ha superado bien este handicap interpretativo y gracias a eso se logra un juego muy curioso. Lástima que se perciba tanto su acento escocés en la versión original.

Occidente continúa haciendo suya la imagen de una figura que debió tener rasgos más orientales. Es más, en su afán de actualizar y acercar la figura de Jesús se nos aporta una escena final que yo he interpretado como la banalización de un lugar precioso y por el cual pudo pasar ese ser divino que tantos adoran. También tiende un puente entre pasado y presente y entre las relaciones padre e hijo.

Ficha de la película

Estreno en España: 31 de marzo de 2017. Título original: Last days in the desert. Duración: 98 min. País: EE.UU. Dirección: Rodrigo García. Guión: Rodrigo García. Música: Danny Bensi, Saunder Jurriaans. Fotografía: Emmanuel Lubezki. Reparto principal: Ewan McGregor, Tye Sheridan, Ciarán Hinds, Ayelet Zurer. Producción: Mockingbird Pictures. Distribución: La Aventura. Género: religión, drama. Web oficial: http://www.lastdaysinthedesert.com/

Crítica: ‘Ben-Hur’

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BEN-HUR es la épica historia de Judah Ben-Hur (Jack Huston), un príncipe falsamente acusado de traición por su hermano adoptivo Messala (Toby Kebbell), tribuno del ejército romano. Despojado de su título, separado de su familia y de la mujer a la que ama (Nazanin Boniadi), Judah tiene que vivir como un esclavo.  Después de varios años en el mar, Judah regresa a su tierra en busca de venganza, pero encuentra la redención. Basada en la intemporal novela de Lew Wallace, Ben-Hur: A Tale of the Christ. También la protagonizan Morgan Freeman y Rodrigo Santoro.

Crítica

Muchos más pecados que virtudes.

No me gustaría poner a ‘Ben-Hur’ tan mal que después, tras verla, penséis que me he pasado de largo. Pero tan poco quiero suavizar esta crítica tanto que luego perdáis la credibilidad en un servidor. El film arranca con el título ‘Ben-Hur 2016’, en vez de con ‘Ben-Hur’ a secas, un modo deslucido que no augura nada bueno.

La cuestión es que el diseño de producción y la puesta en escena no están nada mal. Se hace algo de uso de decorados pero mucho más de imagen generada por ordenador y el resultado no es malo. El reparto no es moco de pavo, aunque se haya desperdiciado la presencia de un poderoso James Cosmo (‘Juego de Tronos’). Toby Kebbell (‘RocknRolla’), Morgan Freeman (‘Millon Dollar Baby’), Ayelet Zurer (‘El hombre de acero’) o Rodrigo Santoro (‘300’) conforman un equipo competente que ha estado atado a un libreto más que fallido.

Y es que no hay malas interpretaciones si no mal guión. Si has visto versiones anteriores, excluyendo la novela original de William Wyler, comprobarás que en líneas generales la historia de Ben-Hur está ahí. Es por eso que no se comprende la gran cantidad de sucesos que no sabes porqué ocurren como ocurren, lo que vienen a llamarse desatinos o incoherencias. La película está plagada de ellos. Por ejemplo, está mal ubicada en el tiempo la guerra entre Grecia y Roma, además, en la novela simplemente luchaban contra unos piratas griegos. Por poner un desacierto técnico, de repente hay tomas inexplicables que parecen grabadas con una GoPro, no vienen a cuento. Aun así, salvo momentos como la última frase, lapidaria, del Poncio Pilato de Pilou Asbæk (el Euron Greyjoy de ‘Juego de Tronos’) dirigida al personaje de Freeman.

El climax, porque lo tiene, llega con la carrera de cuadrigas. La competición de carros tiene intensidad, esplendor y espectacularidad. Se nota que al director le van más las escenas de acción, se recrea en ellas como ya hizo en ‘Abraham Lincoln: cazador de vampiros’, en ‘Wanted – Se busca’ o en ‘Guardianes de la noche’.

Esta es una historia con tintes bíblicos y la Iglesia estará contenta con la película en general y con el Jesús de Rodrigo Santoro en particular. El actor brasileño lleva bien la piel de profeta y ha asumido del todo la imagen de esta figura imprescindible para esta historia. Además esta versión de ‘Ben-Hur’ tiene un final más bíblico que el de las otras versiones, tratando seguramente de aproximarse a la novela.

Pero ese final nos viene edulcorado, en formato cuento de hadas, con fallo de raccord garrafal incluido y una canción para los créditos que no pega ni con cola. En resumen, no llega al nivel de la conocidísima película protagonizada por Charlton Heston y no me gustaría entrar en comparaciones con la ideada por Steve Shill (‘Dexter’) y Alan Sharp (‘La noche se mueve’) en 2010.

Ficha de la película

Estreno en España: 2 de septiembre de 2016. Título original: Ben-Hur. Duración: 124 min. País: EE.UU. Director: Timur Bekmambetov. Guión: Keith Clarke, John Ridley. Música: Marco Beltrami. Fotografía: Oliver Wood. Reparto principal: Jack Huston, Toby Kebbell, Morgan Freeman, Rodrigo Santoro, Nazanin Boniadi, Ayelet Zurer, Sofia Black D’Elia. Producción: Metro-Goldwyn-Mayer, Paramount Pictures, Sean Daniel Company. Distribución: Paramount Pictures. Género: drama, aventuras. Web oficial: http://www.benhurmovie.com/

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