«Ibiza es el Hollywood de las discotecas»
Conoceréis a Christian Clavier por sus papeles en ‘Los visitantes’, ‘Astérix y Obélix’ o la más reciente ‘Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?’. El actor francés tiene una extensa carrera en el cine con casi cien papeles en su haber iniciada en los años setenta. La capacidad para crear personajes cercanos, elegantes o dicharacheros le ha hecho ganarse la simpatía del público francés e internacional. Es uno de los artistas más cotizados actualmente en Francia, de hecho últimamente estrena de dos a cuatro películas por año. Una de ellas es ‘Un verano en Ibiza’, la cual ha venido a presentar a España.
Podréis ver la nueva película protagonizada por Clavier y Mathilde Seigner (‘Vuelta a casa de mi madre’) el próximo 9 de agosto y por supuesto antes tendréis nuestra crítica aquí. Un título dirigido por Arnaud Lemort (‘El amor es cosa de dos’) que se ha rodado en la isla española y que cuenta con la actuación de la actriz española Blanca Jara (serie ‘Gran Reserva’). Una película en la que un podólogo intentará ganarse a los hijos de su pareja llevándoselos de vacaciones a Ibiza, donde tendrá que enfrentarse a las vacaciones que no quería y a sorpresas que no esperaba.
Hemos podido entrevistar a este gran artista y preguntarle por su papel protagónico en una entrevista en la que nos ha demostrado que es una estrella de lo más cercana y campechana.
-Tu personaje, Philippe, tiene una relación enfrentada con sus hijastros dada la diferencia de edad con su madre. Háblame de ese conflicto.
-Él tiene un problema y es que quiere que le acepten los hijos de la mujer, pero no quieren. Los hijos le odian. Tiene que encontrar una situación respecto a eso. Al principio es tan amable que hasta da pena (risas), pero es una comedia y hay que divertirse con eso también.
-‘Un verano en Ibiza’ se basa mucho en los contrastes. ¿Es en las diferencias de edades, de culturas, de climas… donde reside a veces la comedia? ¿En sacar punta a las diferencias?
-No, para mí la comedia es la situación. La comedia situacional. Si la situación habla de diferencia de edad o de cultura también, pero yo soy un adepto a los grandes actores franceses que hacen comedia situacional y al mismo tiempo describen socialmente a los personajes.
O bien hay psicología o bien hay aspecto social, o los dos. Pero para mí la comedia sin situación no existe.
-¿Qué música le pondría usted de banda sonora a esta película?
-La música de mi época. Bob Marley, más que claro, evidentemente. Incluso sabiendo que sin Bob Marley no hay rap.
-En la película su personaje está bastante chapado a la antigua pero poco a poco se va desmelenando. ¿Qué tiene Philippe de usted y usted de Philippe?
-(Risas) Ohhhh. Cómo lo diría. Hace mucho que no me planteo esta pregunta. Más de ochenta películas, imaginaos, qué hay de mi en una película o qué en una película de mi. Lo que me gusta es que siempre ponemos lo que uno tiene y a la vez no tiene nada de uno, es la magia de actuar. Ponemos mucho de uno mismo pero no hay nada de uno mismo. Pero al mismo tiempo da la sensación de que uno mismo es el personaje, lo cual está muy bien.
Hay un momento en el que ya no hay que representar, hay que ser, pero eso no quiere decir que uno sea el personaje (risas).
-En España hay una cosa que nos tiene preocupados, es lo que se conoce como el turismo de borrachera. ¿Ha oído hablar de ello? ¿Lo vieron durante el rodaje?
-Cómo lo diría. Hay un sentimiento de la fiesta. Hablamos en especial de los ingleses. Evidentemente no saben beber. Yo diría que es el puritanismo de una sociedad. Cómo lo explicaría. Es una diferencia de culturas y eso es terrible. A nosotros, lo de los latinos, españoles, italianos… nos gusta beber una copa cuando comemos. Ellos beben durante horas para emborracharse. Es terrible y da resultados catastróficos, en la gente y en la juventud. Es un problema real que deberían resolver.
-¿Si usted fuese su hijastro y le diesen la opción de irse a un país si aprueba todo, como pasa en la película, dónde iría?
-Hace tanto que aprobé el bachiller… (risas). Para mí un lugar al que me gustaría ir sería la Polinesia Francesa. Me gusta navegar, los peces, el submarinismo. El Pacífico hay que preservarlo al máximo. Pero seguramente en la época de bachillerato hubiera escogido otra cosa, hubiera escogido hacer una película (risas).
-¿Cree que en la película su personaje es un reflejo de las personas de su edad?
-Es el reflejo de un médico de una ciudad grande de Francia. Representativo de eso. Pero no de otra cosa más de eso, él está en su mundo.
-Tu personaje tiene que decir un par de cosas en castellano dado que visita la isla de Ibiza. Quizá en la versión doblada se pierda la gracia de esas partes. ¿Has oído alguna vez como suenas en castellano? ¿Sientes esa curiosidad?
-Lo he visto, lo he escuchado, no está mal.
-Siempre he tenido la curiosidad de cómo reaccionáis a vuestras voces dobladas.
-Está muy bien. Es muy importante doblar las películas. Los actores de doblaje nos permiten que la película llegue. Reconozco mucho el mérito de los actores de doblaje. Esto ha estado siempre prohibido en Estados Unidos, por ejemplo. Si no estuviera prohibido llegaríamos a exportar nuestra cultura allí. Son muy proteccionistas incluso antes de Trump. Mucho antes de Trump.
-Recuerdas durante la película algo de Ibiza. Luego retornas a ese lugar. ¿Habías estado realmente allí?
-Si había estado. Todas las discotecas están completamente nuevas, todo es enorme. No es lo que prefiero. Pero es muy espectacular. Ibiza es el Hollywood de las discotecas. Todo el mundo va ahí. Y por eso ha sido interesante hacer una película en Ibiza, porque si sufres a una familia como esta entonces recomponen un marco que no es propicio para esto.
-Ha hecho mucha comedia. Con la faceta tan camaleónica que nos gusta de usted ha llegado a adaptar algunos cómics como Astérix o Spirou. ¿Cómo se sintió cuando adaptó a personajes surgidos de cómics?
-Es muy difícil. Es solo una hojita de papel. Normalmente no hay psicología, no es sencillo. Por eso hice las que hice de Astérix y después paré, es complicado. El placer desaparece un poco.
-Hablando de otros proyectos. ¿Algo sobre la secuela de ‘Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?’?
-En la primera parte quería que mis yernos no estuvieran ahí, quería que se fuesen y en la segunda parte voy a hacer todo lo posible para que no se vayan. No es más divertida la una que la otra para el personaje.
-¿Y sobre lo que está escribiendo? ¿’Do you do you Saint-Tropez’ donde actuará de nuevo con Gérard Depardieu?
-Si con Depardieu y Benoît Poelvoorde que es un genio extraordinario. Habrá muchas mujeres como Rossi de Palma. Es una comedia policíaca tipo Agatha Christie pero divertida, muy divertida. Ubicada en 1970 en Saint-Tropez, el Saint-Tropez de Brigitte Bardot. Donde todo era libre. Todo el pueblo fumaba, las mujeres en topless en la playa lejos del bikini… la época era muy ligera y pensábamos que todo iba a ir bien.
-Para finalizar. ¿Lo más divertido y lo más complicado de rodar en Ibiza?
-Es muy complicado una película allí. Es una Isla conocida mundialmente y no esperan el cine. Por lo que les molesta más que otra cosa. Por las complicaciones, bloqueas una calle… Al mismo tiempo coges a las personas de vacaciones y están contentos de figurar en una película. Es un contraste entre las dos cosas. Por una lado la isla que preferiría que no estuviésemos ahí y por otro la gente que está contenta de vernos.
-Pues muchísimas gracias por tu tiempo y tus películas. ¿Volverán Los Visitantes?
-No por ahora. Pero nunca se sabe.