Crítica: ‘La maldición del Windsor’

Restaurando nuestra memoria, rescatando datos, pero dejándonos igual de desorientados

Este domingo 12 de febrero HBO Max lanza ‘La maldición del Windsor’. Una serie de cuatro episodios que hemos podido ver y que hemos devorado casi maratonianamente a pesar de que cada uno de ellos dura 45 minutos..

Dirigida por Raül Calàbria y producida por Jordi Évole y Ramón Lara (Producciones del Barrio) nos trasladan a 2005. Un año en el que aún estaba presente la hecatombe del 11S y permanecía fresco el dolor del 11M. Con esa memoria colectiva empezó a arder uno de los edificios más importantes de la ciudad, el Windsor. Las primeras teorías o impresiones derivaron en el terrorismo, pero la cosa fue por otros derroteros que aún hoy en día no están para nada claros.

Para intentar esclarecer lo sucedido o darnos herramientas con las que extraer nuestras conclusiones, ‘La maldición del Windsor’ cuenta con testimonios de los responsables de los servicios de emergencias, del primer y del último bombero en estar allí, de los vecinos, de los peritos, los arquitectos del edificio, políticos, el abogado que grabó a los “fantasmas del Windsor”, parapsicólogos, fiscales anticorrupción, los responsables de su demolición… La miniserie hace muy buen trabajo a la hora de intentar atar cabos, en su afán por mostrar versiones objetivas, hipotéticas e incluso fantasiosas.

Siendo quienes son los responsables de esta serie sobra decir que la clave usada es la humorística. En tono de ironía, con poca especulación y dando voz a distintas vertientes, se plantean las diferentes teorías explicativas como si coexistiesen en universos paralelos. El primer tema controvertido es el origen, la velocidad y dirección de propagación del incendio. El segundo se cuestiona dónde están los papeles del banquero Francisco González y pone sobre la mesa la cuestión del sabotaje, lo cual nos lleva a la tercera dimensión paralela. ¿Qué eran las siluetas conocidas como los “fantasmas del Windsor”? Por supuesto se habla del excomisario Villarejo, con toda la dimensión y repercusión que ello conlleva, pero quizá el dato que me ha dejado más pasmado es el de su papel de Frankenstein en ‘Aquí huele a muerto’ de Martes y Trece.

En el Windsor había nombres muy importantes. Garrigues Abogados, El Corte Inglés, Comparex y sobre todo destaca la auditora Deloitte. En las oficinas de esta última se sabe que comenzó el incendio y con ello la hipótesis más sencilla que nos presentan con pruebas y fundamentos. ¿Fue una colilla mal apagada la que desató el incendio que rememoró al ‘El coloso en llamas’? Por supuesto el documental no tiene pelos en la lengua ni se anda con paños calientes y bucea en explicaciones más complejas como el tema de Francisco González y Villarejo o el contexto previo al incendio retrocediendo hasta su construcción y todo lo que rodea a la familia Reyzabal, lo cual, es algo más propio de intrigas y enredos palaciegos que de un grupo empresarial.

Como valor añadido ‘La maldición del Windsor’ muestra unas imágenes, liberadas por el juez que las tenía, de una cámara de seguridad instalada solo tres días antes en la zona donde empezó el fuego. Se suma a esa casualidad el hecho de que se habían instalado sistemas de rocío pero estaban pendientes de activarse en un breve espacio de tiempo. Es normal que surjan sospechas que se enfrenten la hipótesis accidental. Este fue un siniestro inédito de esos que levantan suspicacias y teorías conspiranoicos, que se analizan tanto que es comprensible que se le haya sacado todo tipo de explicaciones, hasta maldiciones a los Reyzabal o fantasmas jugosos para Iker Jiménez. Desde luego fue algo muy conveniente para vender periódicos o hacer carrera investigadora.

¿Saca el documental una conclusión clara? No. Pero nos animan a aceptar la explicación menos enrevesada tirando de la navaja de Ockham (la explicación más sencilla siempre es la más plausible). Pero se deja flecos pues no nos dicen qué pasó posteriormente con los allí presentes en el momento del incendio, es decir, con los guardias de seguridad o la empleada de recursos humanos que supuestamente tiró la colilla. También nos anuncian en los créditos finales de que Villarejo aceptó salir en el documental, pero “más adelante”.

Tráiler de ‘Jugando con fuego’

Bomberos niñeros por accidente

Dirigida por Andy Fickman, director de ‘Kevin puede esperar’ y ‘La extraña pareja’ nos llega el primer tráiler de la película ‘Jugando con fuego’, un largometraje que próximamente Paramount Pictures pondrá en nuestras carteleras. Su reparto es de lo más peculiar. Protagonizan la cinta nada más y nada menos que John Cena (‘Bumblebee’) Brianna Hildebrand (‘Deadpool 2’), Judy Greer (‘Ant-Man y la Avispa’), Keegan – Michael Key (‘Predator’) y John Leguizamo (‘John Wick: pacto de sangre’).


Sinopsis oficial:

Cuando el jefe de bomberos Jake Carson (John Cena) y su equipo de élite (Keegan-Michael Key, John Leguizamo y Tyler Mane) llegan a un incendio en medio del bosque y rescatan a tres hermanos: (Brianna Hildebrand, Christian Convery y Finley Rose Slater), se dan cuenta rápidamente de que ningún entrenamiento podría prepararlos para su trabajo más desafiante hasta ahora: hacer de niñeros. Incapaces de localizar a los padres de los niños, los bomberos tienen sus vidas, trabajos e incluso su estación de bomberos revolucionadas y aprenden rápidamente que los niños, al igual que los incendios, son salvajes e impredecibles…

Impresiones de la gran miniserie ‘Chernobyl’

‘Chernobyl’ es una serie de aciertos que narra una serie de desaciertos

Accidente nuclear, catástrofe natural, incidente político y ahora serie. Lo ocurrido en Chernóbil (Ucrania) en 1986 tuvo muchas repercusiones a muchos niveles y fue fruto de una sucesión de malas decisiones en un país en el que las prioridades no eran las adecuadas. Todo el mundo ha oído hablar en mayor o menor medida de la catástrofe y de su famosa nube pero muy pocos conocen realmente sus detalles. Como siempre una obra de entretenimiento llega para despertar la curiosidad del gran público.

La serie que desde el 6 de mayo hemos podido ver en HBO España y que este 4 de junio ha emitido su quinto y último episodio ha mostrado con creíble exactitud todo lo sucedido en la central nuclear soviética y en localizaciones cercanas como Prípiat. Esta creación de Craig Mazin (‘Superhero Movie’, ‘Scary Movie 3’) se ha tratado enfocándola desde los aspectos técnicos y físicos hasta los humanos, pasando por los políticos. Quizá los efectos de la radiación en el cuerpo humano sean lo más llamativo para la audiencia más escrupulosa pero sin duda el hermetismo o recelo de los políticos soviéticos es la parte que más ha llamado la atención a buena parte de la audiencia que por otro lado desconocía como en gran medida la causa del accidente fue la soberbia rusa por encima de la ignorancia o la inexperiencia técnica. «Cada mentira que decimos supone una deuda a la verdad, así es como explota un reactor RBMK» dice el personaje de Jared Harris en una ocasión y es la frase que mejor define la política de la URSS con respecto al incidente.

Aquello que ocurrió en la URSS y que tuvo repercusión en los alrededores del país de manera irregular se ha plasmado con un reparto mucho mejor sopesado que las decisiones tomadas en los ochenta. Para mi Jared Harris siempre será el villano de ‘Fringe’ pero papeles como el que ejerce aquí o el que desempeñó en ‘The terror’ me ponen difícil enmarcarle en un «personaje favorito», desde luego está en estado de gracia. También está brillante como física nuclear Emily Watson la cual se diría que es la otra gran protagonista, en un rol que aunque sea ficticio no carece de fuerza, por lo menos ella representa eficazmente la vertiente investigadora del proceso. Junto a ellos dos está Stellan Skarsgård, quien simboliza con su actuación déspota ese poder ruso receloso y controlador del que os hablaba. Aparecen otros rostros conocidos y talentosos como los de Jessie Buckley, Ralph Ineson, Barry Keoghan… ‘Chernobyl’ incluso se toma el lujo de tener a James Cosmo en un cameo como minero durante unos segundos. Es toda una demostración de talento interpretativo, veracidad y dramatismo.

Quizá a muchos les parezca curioso que una serie tan exacta y excelente, con un carácter tan serio, surja del guionista de ‘Resacón en Las Vegas’. A ver si esto da más alas a la hora de contar con artistas multidisciplinares y hace que las comedias se tomen más en serio. Además está dirigida por una apuesta segura como es Johan Renck quién cuenta en su haber con episodios de ‘Bates motel’, ‘Breaking Bad’ o ‘Vikingos’. Entre ambos nos cuentan de manera cronológica lo que sucedió. La documentación sobre el suceso es extrema y nos narran los eventos tal y como pasaron pero algunos hay que puntualizar que están cambiados de orden para beneficio del dramatismo de la serie. También se han tomado alguna licencia con cierto personaje para mostrar el impacto de la radiación en la salud. Otro punto a favor es la ambientación, la cual tiene algo de digital pero hay que apreciar que gran parte del rodaje tuvo lugar en una central nuclear de similares características emplazada en Lituania.

Mucho material de la serie es real. Gran parte de las grabaciones que oímos proceden de audios originales, de las llamadas ‘Voces de Chernóbil’, de Svetlana Alexievich. Son auténticas las historias de los ciudadanos de Prípiat contaminándose totalmente desinformados, del exterminio de animales, de los mineros trabajando semi-desnudos y sacrificándose o de los bomberos agonizando tras haber sido irradiados. ‘Chernobyl’ deja huella y su creador sabe reconocer los momentos únicos y los que marcan un punto de diferencia con respecto a otras series del mercado. Como ese en el que los mineros manchan al ministro su impoluto traje con sus sucias manos, como si ese simple gesto fuese su única oportunidad de conseguir una mínima justicia popular ante lo que ha sucedido y la marca que les va a dejar.

Chernóbil es un enclave que se ha convertido en un lugar post-apocalíptico en la era moderna, un imán para los amantes de la fotografía con rincones muy sugerentes para ser capturados por nuestras cámaras. Es por eso que Johan Renck detiene muchas veces la acción de sus imágenes en determinados puntos, en emplazamientos que ya son icónicos. Ahora la zona se ha convertido en un lugar turístico, pero hasta hace muy poco había que colarse ilegal o furtivamente para visitar con cierto morbo esta zona cero que HBO en colaboración con Sky han transformado con muy buena calidad técnica en serie. Si sois o conocéis a amantes de la física, la historia o la política no dudéis en echarle mano a ‘Chernobyl’.

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