Una especie de Bourne adolescente
Las doce novelas de Anthony Horowitz son la base para la serie que estrena Movistar+ el próximo 17 de septiembre, ‘Alex Rider’. Hemos visto tres episodios y el primer día de su emisión podréis disfrutar de las dos primeras entregas. Una ficción en la que el autor ha trabajado como guionista y que desconozco si es fiel a sus páginas, pero si que tiene gancho para pasar de un episodio a otro.
Esta nueva adaptación viene a superar la película ‘Alex Rider: Operación Stormbraker’ de Geoffrey Sax que contaba con un reparto enorme en el que figuraban Bill Nighy, Mickey Rourke, Ewan McGregor, Stephen Fry, Andy Serkis… Un filme nada convincente que rozaba el ‘Spy Kids’ y que no gustó a muchos a pesar de estar dirigido un público familiar. Ahora con una tarma más madura y con más tiempo para desarrollar la evolución del protagonista se puede disfrutar mejor.
La trama gira en torno al secreto que hay tras las palabras “point blanc” y a como este adolescente ha de dejar su vida cotidiana atrás para conseguir a cambio las respuestas que busca. Alex Rider está bien interpretado por Otto Farrant (‘La reina blanca’, ‘Guerra y paz’), quien tiene el visto bueno del autor. El joven actor le ha cogido bien el pulso a un personaje que si bien podría tener algo más de carácter dramático va mutando, entrando en sintonía con un nuevo elemento.
Es un joven protagonista, pero está acompañado de caras conocidas que le dan mejor empaque a la serie. Stephen Dillane (Stannis en ‘Juego de Tronos’) y no es el único de la serie de HBO que figura en el reparto, también está Brenock O’Connor (quien hizo de Olly). Figuran además entre los personajes secundarios Ronke Adekoluego (‘Doctor Who’), Vicky McClure (‘Broadchurch’), Andrew Buchan (‘Broadchurch’) y Thomas Levin (‘Borgen’).
Guy Burt (‘The Hole’, ‘Los Borgia’) es quien ha desarrollado esta serie de ocho episodios largos. Debe reconocer que tiene un exceso de trajes oscuros. El único personaje que no viste de negro o pardo no se quita el gorro de lana ni para dormir. Además el protagonista se hace un Clark Kent cuando con solo cambiarse de ropa y ligerísimamente de peinado pretende ser otro. Pequeños detalles que no hacen perder interés a esta trama con un toque juvenil.