Crítica: ‘Daaaaaalí!’

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Una joven periodista francesa se encuentra en varias ocasiones con el icónico artista surrealista Salvador Dalí para un proyecto documental que nunca llegó a realizarse.

Crítica

La comunión inevitable de dos genios del surrealismo

Hace dos años tuve la inmensa suerte de conocer a Quentin Dupieux en el marco del festival de Sitges. Allí vivimos una de las ruedas de prensa más divertidas de todas las celebradas en la localidad catalana. Entre muchas sugerentes e interesantes preguntas pude lanzar un par. Una de esas cuestiones era más una sugerencia pues planteaba al director usar su característico estilo y aplicárselo a algún suceso real. Me respondió rotundamente que no. Ahora se estrena ‘Daaaaaali!’ y lejos de señalar que se ha contradicho, hay que reconocer que tanto en la realidad y la ficción, con el genio surrealista era difícil distinguir lo que eran ensoñaciones y lo que eran hechos reales. Por eso era inevitable la comunión entre el director francés y el mítico artista español, porque ambos tienen pocas ligaduras con la realidad.

‘Daaaaaali!’ no es una película únicamente para los muy cafeteros de Dupieux pero tampoco la más accesible. Aún así es una muestra del absurdo estilo distintivo de Quentin Dupieux, un cineasta conocido por su enfoque disparatado y su capacidad para desdibujar las líneas entre lo posible y la ficción más lunática. El guion de ‘Daaaaaali!’ mezcla elementos excéntricos, cómicos y oníricos, reflejando las ocurrencias de dos genios capaces de crear de manera libre. Es una obra audaz y creativa que captura la esencia del surrealismo y rinde homenaje a uno de los artistas más influyentes del siglo XX. Dupieux demuestra su afinidad con el surrealismo y dadaismo de Dalí, sugiriendo que ambos habrían hecho buenas migas, estoy seguro de que se habrían adulado mutuamente. Al igual que Dalí podía soltar algo incomprensible que dejaba al oyente con el gesto torcido, Dupieux nos asalta siempre con escenas tan ocurrentes como sorprendentes e insondables. La película llega hasta el punto de ser capaz de deshacerse a sí misma e introducirnos en un bucle. Estoy seguro de que también le gustará a Christopher Nolan, de igual modo que los que amamos ‘Los Caballeros de la Mesa Cuadrada’ o ‘Top Secret!’ hemos encontrado gags conocidos.

Pero, ¿de qué tarta Dalí? Con todo lo que he dicho hasta aquí podrás imaginar que no es un biopic. La narrativa no sigue una estructura lineal tradicional, sino que se despliega como una serie de viñetas que exploran diferentes aspectos de la vida y la mente de Dalí, sobre todo acerca de su personalidad. Entre estos episodios se incluyen personajes como Gala, su musa y esposa, y su fiel chófer. El hilo conductor es una entrevista que no acaba de cuajar, subrayando así la naturaleza indómita y caprichosa del artista. Dupieux no tiene miedo de desafiar las expectativas del público, una valentía que es una de las fortalezas de su obra, de nuevo alineándose con otra característica de Dalí, su arrojo propiciado por su confianza ciega en su arte. A través de este enfoque, Dupieux logra retratar desde la imaginación a este maestro inigualable, llegando incluso a criticarse a sí mismo por intentar acercarse al arte del genio.

Una de las características más destacadas de la película es la interpretación de Dalí por múltiples actores. Las seis aes del título hacen referencia a los seis actores que llegan a lucir el bigote característico de Dalí. El de Figueres era inigualable pero hasta cierto punto no era inimitable, como demuestran casi todos los intérpretes del filme que clavan sus gestos y su hablar sin citar ni un solo detalle real. Este enfoque refleja la percepción pública de Dalí como una figura cambiante y multifacética. Dupieux utiliza este recurso para crear una sensación de desorientación y fascinación que mantiene al espectador cautivado.

A favor del filme está le haber rodado en la tierra de Salvador Dalí. Visualmente, la película es un festín para los ojos. Dupieux, quien también es conocido por su trabajo como director de fotografía, emplea una paleta de colores veraniegos y una composición visual meticulosa que captura la esencia del arte de Dalí, de hecho recrea por lo menos tres cuadros auténticos. Las escenas están llenas de imágenes surrealistas sumergiendo al espectador en un mundo casi sin sentido. Y por si queréis algo más de disparate. Dupieux es conocido por su faceta de Dj y su campaña con Flat Eric. Curiosamente la banda sonora de ‘Daaaaaalí!’ no está compuesta por él, sino por alguien con quien ya trabajó en ‘Reality’, Thomas Bangalter, uno de los miembros de Daft Punk.

Ficha de la película

Estreno en España: 25 de octubre de 2024. Título original: Daaaaaalí! Duración: 79 min. País: Francia. Dirección: Quentin Dupieux. Guion: Quentin Dupieux. Música: Thomas Bangalter. Fotografía: Quentin Dupieux. Reparto principal: Anaïs Demoustier, Gilles Lellouche, Edouard Baer, Jonathan Cohen, Pio Marmaï, Didier Flamand, Romain Duris. Producción: Atelier de Production, Associates M Productions, France 3 Cinéma. Distribución: A Contracorriente Films. Género: comedia. Web oficial: https://es.unifrance.org/pelicula/55586/daaaaaali

Crítica: ‘Esperando a Dalí’

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Los hermanos Fernando y Alberto, cocineros del mejor restaurante francés de Barcelona, huyen a Cadaqués debido a las implicaciones políticas de uno de ellos. Una vez allí, quedaran atrapados por el «ambiente mágico» del lugar, impregnado por la presencia del artista universal Salvador Dalí. Jules, el excéntrico propietario del restaurante El Surreal, los contrata como friegaplatos y les hará compartir su obsesión por Dalí. Mientras esperan ansiosos la llegada del artista, Fernando se enamora de Lola, la hija de Jules, quien le influirá para empezar una verdadera revolución en el mundo de la cocina.

Crítica

Posee un carácter soñador y risueño que es contagioso

Salvador Dalí fue precursor, maestro, estandarte y habitante del surrealismo. Era de esperar que una película que añora un encuentro con tan magno autor también hiciese uso de esa corriente artística. ‘Esperando a Dalí’ transita muchas veces por ese movimiento tan cultivado por autores como Buñuel, Breton o Ernst. Pero para mí lo que impera en esta película de David Pujol es la bohemia.

‘Esperando a Dalí’ está repleta de soñadores e idealistas, de personajes caóticos e inconformistas. El surrealismo siempre ha estado asociado al comunismo y en este caso se enfrenta a la represión y las pataletas de los últimos años del franquismo, cuando predominaba la opresión cultural y los baremos de los recatados. Pero este no es un filme político ni politizado, como decía simplemente impera el modo de vida despreocupado y eso contrasta con la época. Lo que sucede es que se enmarca en 1974, años en los que Dalí residía en Cadaqués. Allí algunos quieren cumplir el sueño de dar un servicio de comida a uno de los artistas más importantes de nuestra historia y otros solo quieren desarrollar su cocina sin límite alguno, hasta donde les alcance la imaginación. Existe un paralelismo entre la obra cubista y dadaísta y la capacidad abstracta de crear nuevos platos que esta película explota al máximo. El gérmen de esta cinta de ficción puede ser la serie documental que rodó Pujol en 2010, ‘El Bulli – Historia de un sueño’. Además, hablando de comida, el filme está patrocinado por Chupa Chups y Dalí diseñó el logotipo de esa marca en poco más de una hora. ¿Hay algo más surrealista que eso? Toda la vida hemos tenido en nuestro bolsillo una obra de Dalí y la hemos tirado a la basura para comernos su contenido.

Quizá las caras más conocidas dentro del reparto franco-español de ‘Esperando a Dalí’, sean las de Paco Tous y la de Iván Massagué. Este segundo es el protagonista de la película y cumple magníficamente en su papel de amante de su hermano y de la cocina. Pero debo destacar que aquel que ejerce de dueño del restaurante El Surreal es quién ha calado más en mí. Está interpretado por José García y simboliza a esos empresarios despreocupados, charlatanes y embaucadores qué tienen un carisma indiscutible, pero que también representan esa gran irresponsabilidad que tienen aquellos que quieren vivir solo para un sueño. Ojalá tener el carácter resiliente y risueño de este personaje, es contagioso y posee un optimismo envidiable. “Aquí los problemas siempre duran poco” dice en una parte de la película y creo que esa filosofía es el mayor legado de esta película, junto con su amor por el artista de Figueras.

El filme arroja muchas curiosidades sobre el pintor, como sus frecuentes visitas al restaurante Barroco, su domicilio de verano junto a la zona de los pescadores, sus “buenos días” saliendo de un huevo gigante junto a Gala… Pero más allá de girar entorno a la personalidad o historia del genio catalán nos intenta retratar a los habitantes de una casa de locos que por extensión podría ser nuestro mundo. ‘Esperando a Dalí’ es quizá menos cómica de lo que cabría esperar al enmarcarse dentro del surrealismo, pero es lo suficientemente reflexiva y fantaseadora como para considerarse un amor de verano.

Ficha de la película

Estreno en España: 14 de julio de 2023. Título original: Esperando a Dalí. Duración: 114 min. País: España. Dirección: David Pujol. Guion: David Pujol. Música: Pascal Comelade. Fotografía: Román Martínez de Bujo. Reparto principal: José García, Iván Massagué, Clara Ponsot, Nicolas Cazalè, Pol López, Paco Tous, Alberto Lozano, Jose Ángel Egido, Vicky Peña. Producción: Fishcorb Films, Arlong Productions, TV3, Chupa Chups, Constant Productions. Distribución: Alfa Pictures. Género: comedia. Web oficial: https://www.arlongproductions.com/esperando-a-dali

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