Si gozamos de Drácula, por qué no de otros horrores mágicos de ‘Castlevania’
Desde el pasado jueves 5 de marzo podemos gozar en Netflix de la tercera temporada de ‘Castlevania’ la serie creada por el también guionista de cómics Warren Ellis (‘Iron Man’, ‘Wolverine’) que adapta el videojuego de 1997.
Tras dos temporadas muy exitosas y alguna de ellas excesivamente cortas (la primera tuvo 4 episodios y la segunda 8) ahora tenemos 10 nuevas entregas. ‘Castlevania’ continua con la trama incorporando nuevos personajes. Algunos de ellos muy bien doblados en su versión original, como Saint Germain ejecutado por el elegante Bill Nighy, El Juez con la voz del experimentado Jason Isaacs, Miranda con el sonido de las cueras vocales de la mítica Barbara Steele o El Capitán con la inconfundible voz de Lance Reddick. Componentes que se unen para a las diferentes intrigas en las que se ha dividido la historia. Pero sigue haciendo falta haber visto las temporadas anteriores por los detalles que se dan de los protagonistas, sobre todo hay que estar al día con lo que ha pasado en la guerra con los vampiros, con Drácula, su esposa y con los Belmont.
La narrativa continúa porque otros quieren continuar el legado de Drácula y otros quieren seguir venerándole o vengarle. Porque ‘Castlevania’ tiene ese curioso trasfondo místico que le da una visión diferente a la historia del empalador, de un modo atractivo y variado, sin ser estrafalario como el reciente estreno de Netflix protagonizado por Claes Bang. El universo Vampírico de ‘Castlevania’ se expande más allá de lo que rodea a Vlad Tepes y sus lindes. No se si será así en los videojuegos ya que no los he jugado en demasía pero lo que vais a ver en la tercera temporada lleva a unos límites que a veces solo puede calificarse de literalmente como alucinógeno.
‘Castelvania’ tiene un guión muy interesante, con una palabrería muy elaborada. Pero también hay que apreciar que continúa con sus brotes de violencia y sangre. Aunque sea de factura norteamericana puede decirse que es una serie tipo anime seinen (adulto, político. violento, extremo) en el que no solo la mente de los personajes va al límite, también sus cuerpos, bueno, los de las víctimas. Se revientan cabezas, arden cuerpos, cortan yugulares… Y surge todo tipo de demonios, más allá de los que vimos en las temporadas uno y dos aparecen otros del tipo oscuro y fluorescente que van de la mano de alguna de las alucinaciones que vais a ver.
Un atractivo, eso nos pasó desde el principio, es el estilo de dibujo anime clásico que ha empleado Powerhouse Animation para Frederator Studios Inc. Su potencial se explota sobre todo en los compases finales de esta temporada, que son tremendos. Esto ha convertido a ‘Castlevania’ en una serie fija que no puede faltar en el catálogo de Netflix y que ha sido punto de partida para otras muchas series, sobre todo inspiradas en videojuegos.