Crítica: ‘Sueños de una escritora en Nueva York’

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Nueva York, años 90. Joanna es una joven que aspira a ser una gran escritora que consigue trabajo en una agencia literaria como ayudante de Margaret, la agente literaria de J.D. Salinger. Entre otras tareas, Joanna debe responder las numerosas cartas que envían los fans de todo el mundo al autor de ‘El guardián entre el centeno’. Apartándose del protocolo, Joanna empieza a personalizar las respuestas. Mientras usa la voz de un gran escritor comenzará a descubrir la suya.

Crítica

Una historia interesante sin riesgos ni fascinación

Un compañero de otro medio de comunicación ya me dijo que esta película tenía un esquema similar al de ‘El diablo viste de Prada’ y tras ver ‘Sueños de una escritora en Nueva York’ no se lo puedo negar. Los mimbres que conforman esta película se mueven por derroteros similares. Una aprendiz entra a formar parte de una prestigiosa firma, en este caso no es una revista de moda, es una agencia que gestiona el trabajo de clientes como J.D. Salinger. La narración nos muestra como la protagonista se ve sometida a la rigidez de su jefa, como el trabajo se entremezcla con su relación sentimental o como la propia protagonista traiciona sus propios principios para prosperar en el mundillo.

La relación con los compañeros, con las celebrities del oficio e incluso su final se parecen a la película de David Frankel, pero el tono es muy diferente. ‘Sueños de una escritora en Nueva York’ está desprovista de crítica e incluso de mordiente, cae en estilos más “encantadores”. Esta es una película mucho más amable y no por ello tiene que considerarse mala, aunque si he de decir que de menor calidad, parece que cuando hay mala leche (y mejor reparto) todo cala mejor. El filme se mueve dentro del mundo editorial, abrazando el amor por la literatura, sobre todo la contemporánea. Al tratar sobre el sueño de dedicarse a escribir, al basarse además en una biografía o al plantear personas que necesitan volcar sus sentimientos en el reflejo de unos personajes ficticios el director, Philippe Falardeau, podría haberse puesto fácilmente profundo o pomposo. Pero la película sabe moderarse en ese sentido y no cae en diálogos o soliloquios rimbombantes, aunque a veces si un poco pastelosos.

Para hacer ‘Sueños de una escritora en Nueva York’, titulada originalmente como ‘My Salinger year’, Falardeau se basó en la autobiografía de Joanna Rakoff quien dando sus primeros pasos en el ámbito editorial acabó trabajando casi directamente con J. D. Salinger. Tenía que responder a las cartas de los fans que el reservado autor no quería atender pues era abrumadora la respuesta de sus lectores, en número y en impacto. Tengamos en cuenta que su obra culmen, ‘El guardián entre el centeno’ se convirtió en un clásico en todos los Estados Unidos y su leyenda se engrandeció con detalles como ser el libro que portaba el asesino de Lennon. “Los sentimientos de anonimato y oscuridad de un escritor constituyen la segunda propiedad más valiosa que le es concedida” dijo él y la película conserva ese ostracismo autoimpuesto y esa recóndita personalidad evitando con todos los trucos de cámara posibles mostrar el rostro del actor que le interpreta, un detalle muy elegante por parte de la película.

Al igual que ‘El guardián entre el centeno’ la película también está narrada en primera persona y el papel de Rakoff, el protagónico, ha recaído en Margaret Qualley, la chica que sedujo a Brad Pitt en ‘Érase una vez en… Hollywood’ para ir al rancho de los Manson o que trajo de cabeza a Russell Crowe y a Ryan Gosling en ‘Dos buenos tipos’. Su personaje ha de enfrentarse a la endiosada jefa que tiene, a la figura de un autor con el que muchos sueñan hablar, a sentimientos encontrados y a las inquietudes de las personas cuyas cartas ha de responder. Su trabajo funciona mejor, o es más creíble, cuando su personaje presenta una faceta más pilla que intelectual. No adolece de estar a la sombra de una Sigourney Weaver que hace tiempo que asumió papeles de mentora, en este caso, contenidamente cascarrabias y anticuada.

‘Sueños de una escritora en Nueva York’ tiene sus tópicos pero por otro lado sabe por dónde caminar a la hora de mover algo tan mítico como las reacciones a ‘El guardián entre el centeno’ o el mito de Salinger. Aunque las anécdotas de esta escritora y poetisa son interesantes Falardeau ni se embarra ni se expone, es bastante conservador con sus argumentos y como todos sabemos el que no arriesga no gana. El filme se queda un poco en tierra de nadie y nos cuenta cómo uno no ha de traicionar sus principios y como no hay que crecer a la sombra de nadie. Eso y que a nadie le viene mal dedicar quince minutos al día a la escritura, de algo creativo, no de mensajes de texto.

Ficha de la película

Estreno en España: 4 de junio de 2021. Título original: My Salinger Year. Duración: 101 min. País: Canadá. Dirección: Philippe Falardeau. Guion: Philippe Falardeau. Música: Martin León. Fotografía: Sara Mishara. Reparto principal: Margaret Qualley, Sigourney Weaver, Douglas Booth, Seána Kerslake, Brian F. O’Byrne, Colm Feore, Yanic Truesdale, Leni Parker, Tim Post. Producción: micro_scope, Parallel Film Productions. Distribución: A Contracorriente Films. Género: adaptación. Web oficial: https://www.ifcfilms.com/films/my-salinger-year

Crítica de la temporada 2 de ‘The Umbrella Academy’

El paraguas se despliega en el tiempo y se abre de nuevo cubriéndonos con una divertida trama

Desde el día que supimos de la adaptación a serie de ‘The Umbrella Academy’ quisimos hacerlo saber pues el cómic de Gerard Way y Gabriel Bá (reseña aquí) es una locura la mar de divertida, normal que tenga un Eisner. La primera temporada nos dejó satisfechos pues, aunque no calcase lo sucedido en el cómic resultó ser una buena traslación que ha sabido conservar la extravagancia, hilaridad, despreocupación y violencia de sus personajes.

Esta segunda temporada, que se estrena el 31 de julio en Netflix, conserva el espíritu alocado, imaginativo y absurdo. Mantiene ideas retorcidas y malsanas aderezadas con humor, aportando aún más notas de diversidad. El objetivo final de esta temporada es el mismo que el del último volumen del cómic pero los tiros de los episodios, literalmente, van por otros caminos. En el cómic el final es distinto y se ha cambiado para caer un poco en redundancias. Tampoco podrían haber repetido exactamente el final de la colección ya que cambiaron la raza de uno de los personajes y eso ha hecho inviable incluirle en un determinado punto clave de la historia de Estados Unidos.

‘The Umbrella Academy’ regresa retomando la historia justo en el final de la anterior. Viajamos al pasado pero nos adelantan que hay un cambio en la historia. Esta primera secuencia y algunas posteriores nos pueden recordar a ‘The Man in the High Castle’, ‘X-Men. Días del futuro pasado’ o incluso a ‘Watchmen’, sobre todo cuando vemos que de nuevo el reloj del apocalipsis está a punto de llegar a las 12. Aún así, línea temporal nueva o no, hay unos cuantos sucesos que parten de hechos totalmente verídicos.

Los hermanos Hargreeves se las tienen que apañar cada uno por su cuenta al estar desperdigados y por supuesto se entremezclan como buenamente pueden con los elementos característicos de la USA de mediados del XX, como la lucha de los derechos de los afroamericanos, las sectas, los mafiosos, la Guerra Fría o la saga de los Kennedy. Puede cansar que siendo Netflix nos podemos ver venir a los lejos lo que va a pasar porque siempre quiere meter con calzador determinadas temáticas, lo cual se suele cargar muchas tramas. Pero los personajes están tan bien llevados que te diviertes igualmente.

La segunda parte de ‘The Umbrella Academy’ utiliza un misterio famosísimo de la historia para elaborar en torno a él todo el hilo argumental y conseguir así una serie de sucesos causales. El guión no es excesivamente intrincado pero sabe usar a su favor ciertos eventos que nos aportan nuevos personajes que ayudan además a desarrollar la personalidad de los protagonistas y descubrir algunos de sus intríngulis.

Narcisistas, heróicos, resignados, derrotistas, deprimidos… Vanya, Luther, Klaus, Cinco, Ben, Allison y Diego conservan su frescura. Personajes que al margen de ser muy diversos son totalmente diferentes entre sí y están condenados a entenderse. Ese aspecto como siempre nos trae gran parte de la diversión de la serie. Sobre todo en esta temporada la comedia vuelve a aportar Klaus (Robert Sheehan) que sigue siendo tremendamente alocado dentro de su incansable depresión. Por otro lado me sigue fascinando el personaje de Cinco (Aidan Gallagher) pues continúa haciendo un papelón muy carismático y en esta temporada da la sensación de que tiene más protagonismo. Esta puede parecer una serie muy tontorrona con todos sus desvaríos, pero hacer el papel que hace él con 14 años se me antoja prometedor.

La primera temporada tenía también a unos villanos que eran pura guasa, Hazel y Chacha. En esta ocasión se incorporan algunos nuevos perseguidores, unos suecos bastante soseras. Aunque son lo suficientemente peculiares como para incluirlos en la serie no tienen el gancho de Hazel y Chacha. Por supuesto también está el particular “Ministerio del Tiempo” llamado La Comisión, a parte de alguna cosa nueva que nos descubren.

Os podréis imaginar que hay nuevos personajes y sorpresas, algunos inspirados en el cómic otros totalmente nuevos derivados también de las variaciones introducidas en la temporada anterior. También tenemos información nueva sobre los ya conocidos. Nos sueltan alguna perla a cerca de la verdadera personalidad de cierto personaje protagonista que en los cómics ya se evidenció.

Steve Blackman continúa gestionando series tan buenas como ‘Altered Carbon’ o ‘Fargo’, está claro que ‘The Umbrella Academy’ demuestra de nuevo que tiene buen ojo para sus adaptaciones. En esta segunda temporada ha contado con directores/as como Sylvain White (‘Slender Man’), Stephen Surjik (‘The Punisher’), Tom Verica (‘Scandal’), Ellen Kuras (‘The son’), Amanda Marsalis (‘Ozark’) y Jeremy Webb (‘Merlin’, ‘Altered Carbon’) que se ha encargado de cerrar.

Precisamente el final de esta segunda etapa de ‘The Umbrella Academy’ es uno de los problemas de la serie. Finaliza con una secuencia que parece una cacería al más puro estilo Fornite con toques de X-Men. Es algo pobre a nivel argumental y además no acaba de darle empaque o justificación a una de las tramas principales en las que inciden una y otra vez. Sirve sobre todo para dejarnos con varios puntos abiertos que deberán resolverse en una tercera parte.

A parte de eso el montaje a veces se ve torpe. Hay cortes o escenas algo inconexas que requieren explicación o hacer ejercicio de imaginación para determinar cómo se ha llegado a ese punto. Pasa sobre todo en el cuarto episodio.

Si no sabes como resolver una situación usas a tu componente viajero en el tiempo para reescribirlo todo. Eso es lo que hacen varias veces en esta temporada. Al menos el tono cómico de la serie hace que se resuelva una paradoja de un modo gracioso y con una serie de reglas bastante chistosas.

No hay que olvidarse de la música. De nuevo ‘The Umbrella Academy’ es muy musical y con ello rinde culto a la cultura popular. No hay que olvidarse que el guionista del cómic, Gerard Way, es miembro de My Chemical Romance. Oímos varias covers de canciones famosas adaptadas a determinadas escenas. Hay una versión del ‘Crazy’ de Gnarls Barkley o una variación en sueco de ‘Hello’ que canta My Kullsvik. Pero es que también hay escenas o tomas que son claros homenajes a ‘Terminator’, ‘Oldboy’ o ‘La vida de Brian’, quizá la más reconocible la que imita a Brad Pitt en ‘Snatch’. Todo buenos referentes.

Crítica: ‘The prodigy’

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El perturbador comportamiento del pequeño Miles hace sospechar a su madre, Sarah (Taylor Schilling), que una fuerza maligna y probablemente sobrenatural se ha apoderado de él.

Temiendo por la seguridad de su familia, Sarah debe elegir entre su instinto maternal de amar y proteger a Miles y la desesperada necesidad de investigar qué o quién le está provocando ese inquietante comportamiento. Pronto descubrirá que para poder salvar a Miles se verá obligada a buscar respuestas en un pasado muy peligroso y aterrador.

Crítica

Explota medianamente bien un nuevo y terrorífico concepto de niño superdotado

La trama de ‘The prodigy’ me ha parecido una mezcla entre ‘Muñeco diabólico’, ‘La profecía’ y ‘El pequeño Tate’. En la película de Nicholas McCarthy se juntan los temas paranormales, los psicópatas y los niños prodigio. En ella un niño muestra desde bebé que es capaz de aprender muy rápido y a sus ocho años empieza a inquietar a sus padres, los cuales se encuentran con un serio debate que enfrenta su paternidad y su buen juicio.

Lo cierto es que con el título que tiene más cosas en común es con el del muñeco asesino, de hecho podría funcionar como secuela o historia alternativa a lo que sucede tras la primera parte de la criatura de Don Mancini. No me gustaría destripar nada y entrar en demasiados detalles pues lo cierto es que el filme esgrime buenos argumentos y además hace uso de acertadas herramientas. En este título nos encontramos con un equilibrio entre escenas que ya son clásicas en las películas de terror de la época y momentos realmente originales. Se pueden reconocer varios referentes cinematográficos y aún así el filme evita repetirse demasiado, no podemos decir mucho eso de «¡qué topico!». Sí que es cierto que con algunas escenas y con varios detalles nos salimos del ambiente generado en la cinta. Pero no es difícil volver a enganchar la senda del thriller y del terror y eso que no emplea una atmósfera excesivamente oscura. ‘The prodigy’ tiene varias escenas que intrigan o incluso inquietan lo suficiente como para que estemos pendientes de lo que va a pasar con el niño.

Un chico que está interpretado por Jackson Robert Scott. Este joven al que hemos conocido en ‘IT’ o en ‘Fear the Walking Dead’ está bastante más que acertado. En esta ocasión tiene que jugar aún más con su rostro angelical para alternarlo con miradas aviesas. Aunque ha contado con la carta de la heterocromía (un ojo de cada color), que no es lo que tenía David Bowie como muchos piensan o como se apunta malamente en el filme.

En el reparto adulto tenemos a Taylor Schilling ejerciendo de madre que se ve ante la seria duda de si recurrir a la protección materna o al sacrificio. Menos presente está quien ejerce de padre, Peter Mooney (‘Heroes Reborn’) al contrario que Colm Feore (‘The Umbrella Academy’, ‘House of cards’) que protagoniza uno de los mejores momentos del filme. Esperaba ver más a Brittany Allen, sobre todo después de que me gustase su trabajo en ‘Saw VIII’ o sobre todo en ‘Extraterrestrial’ o ‘What keeps you alive’, pero su participación aquí, aunque indispensable, es escueta. Aún así me queda constancia de lo bien que se le da interpretar a alguien con dolor. Y como curiosidad me gustaría decir que uno de los personajes está interpretado por alguien que actuó en la serie que se hizo sobre ‘La profecía’, Elisa Moolecherry.

Muy bien el niño, pero en quien tengo puesto mi foco de atención es en el guionista. Jeff Buhler es quien ha escrito esta historia, que como he dicho tiene aciertos y desaciertos. Vamos a poder ver su trabajo en la adaptación de la obra de George R. R. Martin, ‘Nightflyers’ o en la nueva versión del ‘Cementerio de animales’ de Stephen King. Me han gustado los cánones de terror a los que ha recurrido añadiendo además algún toque nuevo. Al final emplea una solución que nos llega a través de un buen giro pero que podría haber ido un poco más allá, podría haber sido más intrépida, estando más alejada de desenlaces comerciales o frecuentes.

Ficha de la película

Estreno en España: 8 de febrero de 2019. Título original: The prodigy. Duración: 100 min. País: EE.UU. Dirección: Nicholas McCarthy. Guion: Jeff Buhler. Música: Joseph Bishara. Fotografía: Bridger Nielson. Reparto principal: Taylor Schilling, Jackson Robert Scott, Colm Feore, Brittany Allen, Peter Mooney, Paula Boudreau, Oluniké Adeliyi. Producción: Vision Films, Orion Pictures. Distribución: Filmax. Género: terror, thriller. Web oficial: https://whatswrongwithmiles.com/ http://theprodigy.filmax.com/

Filmax estrenará el año que viene ‘The prodigy’

El niño que hizo de Georgie en ‘IT’ vuelve con terror

El próximo 8 de febrero Filmax estrenará en España ‘The prodigy’. Nicholas McCarthy (‘El Pacto’) dirige esta película de terror que ha sido escrita por Jeff Buhler (coguionista de ‘Cementerio de animales’). Está protagonizada por Taylor Schilling (serie ‘Orange Is The New Black’), Jackson Robert Scott (‘It: Capítulo 1’) y Colm Feore (‘Chicago’; serie ‘House of Cards’), entre otros.

La película, cuyo estreno será simultáneo al de Estados Unidos, se centra en la historia de Sarah, una madre preocupada por el perturbador comportamiento de su hijo, que teme pueda estar poseído por fuerzas paranormales.

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