Un sacerdote militante del partido comunista en plena transición
El director, guionista y productor, Juan Luis de No, presenta en el documental ‘Un hombre sin miedo’ la peripecia del padre Llanos, un hombre sin miedo a nada ni a nadie, que durante los años de la transición trabajó en la sombra tendiendo puentes entre las llamadas “dos Españas”. El padre Llanos contribuyó al entendimiento entre diferentes pensamientos en una época convulsa. Sin duda, un referente indispensable para entender el cambio que hubo en España en la segunda mitad del siglo XX.
Son muchas las personas que han querido participar en este documental y han contado su historia de aquellos años de barro y lucha en el Pozo del Tío Raimundo y su relación con el padre Llanos, algunos de ellos son: Pedro Miguel Lamet, Nicolás Sartorius, Cristina Almeida, Francisca Sauquillo, J. María Álvarez del Manzano (exalcalde de Madrid), José Luis Martín Palacín, Dolores Ruiz-Ibárruri (Nieta de “Pasionaria”), o Miguel Ángel Pascual (expresidente de la Asociación de Vecinos del Pozo).
Según comenta el director Juan Luis de No, “Hoy resulta muy excitante y valiente salirse del plan establecido, ser altruista y ayudar a los demás, pero si nos situamos en la época en la que discurre esta historia descubriremos que entonces tenía muchísimo más valor, pues había que enfrentarse a una dictadura, con todo lo que ello conlleva. Entonces, ser generoso, altruista y combativo era realmente peligroso. Es importante no olvidar esto. El significado de la palabra “valentía” varía mucho dependiendo del contexto y recordar lo que suponía ser valiente en la dictadura franquista nos debería ayudar hoy a orientarnos”.
Harto de la inoperancia del régimen franquista, del que forma parte, un jesuita escritor y de carácter aventurero se retira a un barrio de chabolas donde es evangelizado por sus habitantes, convirtiéndose en militante del Partido Comunista y en luchador incansable por la democracia.
Exhibe mucha complejidad y espectacularidad, pero como en ‘Juego de Tronos’, procrastina en exceso el desenlace
Netflix estrena este 21 de marzo la adaptación a televisión de ‘El problema de los tres cuerpos’. La rompedora obra de ciencia ficción escrita por el escritor chino Liu Cixin que causó sensación cuando se publicó la primera parte de la trilogía, ahora se convierte en serie de ocho episodios. Han sido los artífices de ‘Juego de Tronos’, David Benioff y D.B. Weiss, quienes han realizado esta traslación. Y les pega mucho esta narración pues al igual que la obra de R.R. Martin nos hace saltar rápidamente por diferentes localizaciones, épocas y personajes, sembrando misterio y peligro allá por donde va. Pero sobre todo se asemeja en que todo trata sobre una amenaza en principio desconocida y a priori imposible de vencer, además de que no hay personaje que esté a salvo.
Con la Revolución Cultural china y el mundo actual como telón de fondo, la novela explora temas como las carreras tecnológicas, la política y la búsqueda de vida extraterrestre, asimilándose en algunos aspectos a los relatos de Asimov. El libro es más lineal que la serie, la cual alterna mucho más las diferentes líneas temporales. Aún así no se ha perdido el toque de Liu Cixin, el cual tejió una historia compleja y sugerente que ahonda en las consecuencias de las acciones humanas y los retos existenciales que plantean los encuentros con civilizaciones avanzadas. Quizá habría que decir que el libro es intelectualmente más interesante pues profundiza mucho más en cuestiones tecnológicas, pero emocionalmente la serie está al mismo nivel, sobre todo gracias al poder de sus imágenes, las cuales plasman perfectamente todo aquello que imaginamos al leer el libro. Evidentemente esto sucede sobre todo en las escenas del videojuego o en los momentos más enmarcados en situaciones fantásticas. Pero más allá de su gancho visual uno de los puntos fuertes de ‘El problema de los tres cuerpos’ reside en su retrato de la colisión entre diferentes ideologías y la naturaleza impredecible del comportamiento humano ante una amenaza cósmica. Igualmente se entremezclan conceptos científicos con indagaciones filosóficas, no al nivel de magníficas obras como ‘Devs’, pero si de un modo que abre debate. Por ejemplo, yo me cuestiono si se ha incurrido en un fallo enorme de guión cuando se habla de diferencias de tecnología poniendo sobre la mesa la picotecnología alien frente a la capacidad del ser humano de progresar de manera exponencial.
Por otro lado, aunque es una historia interesante y cautivadora hay que reconocer que tiene demasiados puntos en común con ‘El juego de Ender’. Un videojuego que no es ni un entrenamiento, ni un entretenimiento recreativo, sino que sirve a intereses reales además de un enfrentamiento interplanetario con una especie alienígena que nunca vemos. De igual manera podemos asemejarla a ‘Ready Player One’, donde los protagonistas también debían resolver un acertijo en un mundo virtual cuyo resultado afectaba a la realidad.
Los personajes están bien desarrollados, cada uno de ellos lidiando con sus propios dilemas morales y luchas personales mientras navegan por las complejidades de la misteriosa amenaza y los desconcertantes eventos con los que se tropiezan. Por encima de un reparto con rostros conocidos como los de Liam Cunningham, Jonathan Pryce o Benedict Wong cabe destacar los papeles de Zine Tseng y Eiza González. Esta última se diría que gracias a ‘El problema de los tres cuerpos’ ha encontrado un papel que le permite mostrar sus verdaderas dotes interpretativas más allá de su figura y su rostro, normalmente cosificados.
En conjunto, esta primera temporada de ‘El problema de los tres cuerpos’ es un visionado cautivador que invita a la reflexión y que traspasa los límites de la ciencia ficción tradicional. Su exploración de grandes temas cósmicos combinada con un drama humano íntimo la convierte en una obra por encima de la media. Tanto si te gusta la ciencia ficción pura y dura como la especulación filosófica, esta serie ofrece una experiencia rica y gratificante que permanecerá en tus pensamientos mucho tiempo después de que hayas terminado el último episodio, sobre todo porque su final queda abierto.
Escrita y dirigida por Christopher Nolan, ‘Oppenheimer’ es un épico thriller rodado en IMAX® que transporta a los espectadores a la trepidante paradoja de un enigmático hombre que deberá arriesgarse a destruir el mundo para salvarlo.
Cillian Murphy como Julius Robert Oppenheimer y con Emily Blunt interpretando a su esposa, la bióloga y botánica Katherine Oppenheimer. El ganador de un Oscar® Matt Damon se convierte en el general Leslie Groves Jr., director del Proyecto Manhattan, y Robert Downey Jr. da vida a Lewis Strauss, un miembro fundador de la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos.
Crítica
Un caramelo para los antibelicistas y los amantes de la ciencia
A pesar de su proximidad en el tiempo es muy probable que la historia de J. RobertOppenheimer nos haya llegado con detalles tergiversados, ya sea por la desinformación, por las campañas de descrédito o por el material clasificado. A pesar de que no han pasado aún ni cien años lo único verdaderamente fiable y contrastable a la hora de reproducir su vida serían sus logros científicos. Ante la imagen tan desdibujada o borrosa que la historia ha creado de este importantísimo científico Christopher Nolan ha decidido basar su primer biopic en ‘Prometeo americano’, el libro de Kai Bird y Martin J. Sherwin.
Primera película biográfica del autor de películas como ‘Origen’ o la trilogía de ‘El Caballero Oscuro’. Es un director que siempre nos ofrece espectáculo o nos deja rallados. Cuesta creer que se haya pasado a los códigos de esas películas que narran la vida o la etapa de un personaje real y relevante. Pero Nolan es muy suyo y ha creado una comunión un tanto difícil de digerir. Para mí ‘Oppenheimer’ es una gran película que recrea detalles importantes de nuestra historia que hoy en día tienen mucho eco además de acercarnos a las figuras que estuvieron tras ello, pero el modus operandi de Nolan la convierten en un “mucho ruido y pocas nueces”.
Aunque me pese y mi amor por la ciencia se resienta habrá que decir que más allá de descubrir a este científico el atractivo de ‘Oppenheimer’ es el de recrear los hechos que hicieron a este neoyorquino citar la frase “ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos”. En el 45 se detonó la primera bomba atómica, en la prueba Trinity, como fruto del proyecto Manhattan en las instalaciones de Los Alamos. Hitler estaba muerto, pero aún había que derrocar a los japoneses. Para ello se hizo uso del triunfo en la mayor apuesta científica de la historia, la carrera armamentística de la bomba atómica. Gran parte del ruido o la promoción del filme ha sido el ver esa bomba que ha recreado Nolan con diversos efectos prácticos, nada de ordenador. Esto sucede a las dos horas de película y no es para tanto, aunque la escena está muy bien montada. Lo cual me lleva a la otra obsesión de la campaña de marketing. No veo tan necesario ver este filme en las específicas condiciones que pide el director a pesar de que su fotografía es magnífica y su edición de sonido hace que te tiemblen hasta las tripas con la vibración.
Está claro una vez más que a Nolan le chifla la ciencia. A mí me ha enganchado porque no es parca en detalles y nombres, ya faltaría con tres horas de duración. No se deja a casi ningún científico o hecho relevante, aunque la fase en la que Oppenheimer se dedicaba a la cuántica queda a un plano secundario por motivos obvios que la propia historia también se ha ocupado en tapar. No veréis por lo tanto cómo se saltaba cursos enteros o cómo llegó a formular la aproximación de Born-Oppenheimer. Pero si otros detalles como que fue quien importó la física cuántica a los Estados Unidos o su estrecha relación con Albert Einstein. Todo esto a partir de otro amor que tiene Nolan, el de sus amigos actores. El reparto podría arruinar a cualquier productora con su caché y a algunos de nosotros a base de pagar entradas de cine. Las actuaciones de Cillian Murphy y Robert Downey Jr. son laureables. Ambos lucen en pantalla como si fuesen estrellas del Hollywood dorado y son capaces de llevar a cabo un duelo interpretativo a pesar de que no comparten muchas escenas.
‘Oppenheimer’ está mejor armada, concebida o es más comprensible que ‘Tenet’. Aunque de nuevo, salvo en los compases iniciales y finales, Nolan descuida el ámbito emocional. ¿Será que Christopher Nolan está acusando no escribir junto a su hermano Jonathan? Recordemos que no lo hace desde ‘Interstellar’. Intenta suplirlo con una banda sonora que de nuevo a estado a cargo de un Ludwig Göransson que cada vez imita mejor a Hans Zimmer. Algo que también nos transmite el guión es una saturación de temas, lo cual hace que la película sea densa o dispersa al mismo tiempo. Toca el ámbito científico con la incursión de la física cuántica, los nuevos inventos cuando están al servicio de lo bélico (el hombre siempre pervierte el progreso, como nos recuerda Nolan al comienzo con el mito de Prometeo), es a todas luces un thriller político que incluye hasta la permisibilidad de USA en la Guerra Civil Española y el auge del fascismo, por supuesto funciona como biopic de un científico que a muy poco podría haber sido como ‘La Teoría del todo’ o ‘The imitation game’, también reflexiona el cómo cambió el mundo a partir de aquello y cómo lo comprobamos hoy en día que tenemos candente una guerra violenta que a la vez es fría… Para todo esto se ha dispuesto un montaje en tres tiempos fílmicos distintos. El mayor tiempo de metraje se dedica a cómo Oppenheimer progresó en el campo de la física dentro de determinados ámbitos académicos y a cómo se desarrolló su moral durante su etapa como director en el proyecto Manhattan. A parte de eso saltamos por una auditoría en la que fue martirizado y una comisión ante el Congreso. Son tres horas de concatenación de escenas que no llegan a superar los cinco minutos cada una y por eso agradezco que se pasa rápido. Pero el montaje podría considerarse intenso y agotador. En mi lugar habría recortado algunas escenas, como muchas en las que interviene Florence Pugh que están no solo fuera del tono del filme, también de lo que acostumbra a mostrar Nolan.
Aunque tiene muchas temáticas pienso que se centra la atención en la caza de brujas y el escarnio que sufrió Oppenheimer por parte de ciertos miembros de su propio país, lo cual fue desvelado tras la desclasificación en 2014 de los juicios que fueron llevados a cabo en su contra. Él era de opiniones progresistas, consideradas de izquierdas y tal y como se empeña en mostrar el filme, con lazos comunistas. En lo que coinciden los historiadores es sobre todo que su carácter era pacifista. De ahí su segunda temática principal. Esta película es la filmación de su camino hacia la culpa que sintió toda su vida, llegando a manifestar su propia vergüenza, la oposición al uso de su propio invento, tras lo que consideró un verdadero abuso de poder y una masacre. ‘Oppenheimer’ nos deja como último mensaje la constatación de que ya hemos puesto el último clavo en el ataúd de la humanidad con la invención de la bomba atómica. Su mensaje es sin duda melancólico y catastrofista, esperemos que eso no sea vaticinio de lo que les espera a las salas de cine tras la invención del streaming y las IAs.
Ficha de la película
Estreno en España: 20 de julio de 2023. Título original: Oppenheimer. Duración: 180 min. País: EE.UU. Dirección: Christopher Nolan. Guion: Christopher Nolan. Música: Ludwig Göransson. Fotografía: Hoyte van Hoytema. Reparto principal: Cillian Murphy, Emily Blunt, Matt Damon, Robert Downey Jr., Florence Pugh, Benny Safdie, Michael Angarano, Josh Hartnett, Rami Malek, Kenneth Branagh, Dane DeHaan, Dylan Arnold, David Krumholtz, Alden Ehrenreich, Matthew Modine. Producción: Universal Pictures, Atlas Entertainment, Gadget Films, Syncopy. Distribución: Universal Pictures. Género: biografía. Web oficial:https://www.instagram.com/oppenheimermovie/
Brillante, inteligente, apasionada y libre. Así es Eleanor “Tussy” Marx (Romola Garai), la hija pequeña de Karl Marx, una de las primeras feministas que continuó con el legado de su padre y de su compañero Engels. Luchadora incansable por los derechos de los trabajadores, por la abolición del trabajo infantil, por los derechos de las mujeres y en general por muchas injusticias; menos de las de su vida privada, dónde su atracción por el desenfrenado y presumido Edward Aveling pone del revés todo lo que Eleanor defiende en su vida pública.
Crítica
Suena punk pero se ve pastel
Eleanor “Tussy” Marx, interpretada por Romola Garai, es la protagonista de ‘Miss Marx’. Una película sobre una de las primeras feministas, entendiendo ese adjetivo como alguien que quiere realmente iniciar un movimiento por los derechos de las mujeres de una manera francamente activa. Creo que tanto el filme como yo tenemos el mismo concepto de feminismo, pero el problema de esta cinta es el poco tiempo que dedica su directora y guionista Susanna Nicchiarelli a esbozar realmente aquellas acciones que convirtieron a la hija pequeña de Karl Marx en una de las primeras mujeres en poner en marcha el verdadero cambio para su género.
No puedo entender el guión de este filme si no es enfocándolo como un mal ejemplo de feminista o esgrimiendo el dicho “en casa del herrero cuchara de palo”. Porque la mayor parte de ‘Miss Marx’ nos muestra realmente a una mujer sometida. Una persona que está subyugada pese a sus esfuerzos a un mundo de hombres y a una relación francamente destructiva. Si lo que quiere este filme es mostrar a alguien que gritaba en calles y fábricas por los derechos de los menos favorecidos mientras que en su casa hacía totalmente lo contrario siendo concesiva con aquello que la menospreciaba, misión cumplida.
El filme y la figura que trata prometía ser un acto de rebeldía cargado de irreverencia. Y su banda sonora está sorprendentemente repleta de momentos punk o rock. Pero esos compases solo funcionan en algunos momentos, entre los que no incluyo ni el de “La Internacional” ni un final que a la desesperada busca suscitar el nervio que nos ha ido apagando con un cover punk de “Dancing in the dark” de Bruce Springsteen.
Sin duda se buscaba el contraste o la ironía en esta película. Pero la vertiente sentimental se come de calle a la panfletaria. Únicamente hay un discurso y una ruptura de la cuarta pared que sirven realmente como argumento de fuerza para retratar a este personaje. Porque cuando nos sumergen en las sucias y peligrosas fábricas de finales del siglo XIX la película parece más un vídeo de prevención de riesgos laborales que la muestra de una consecución del legado de Marx y Engels a través de las generaciones a las que directamente educaron.
El desenlace llega por sorpresa si como yo no conocíais como terminó la historia de esta marxista y también por lo poco que aportan al respecto los momentos previos. Me quedo con el símil que establece Nicchiarelli martirizando a las mujeres y a la clase obrera por igual, siendo ambos grupos conscientes de las tropelías que viven pero asimilando tristemente su opresión. Si es cierto que con una o dos escenas parece que ‘Miss Marx’ va a levantar el vuelo y se va a desarrollar una historia de autodependencia y agitamiento, pero ni hay disturbios ni nos descubren nada más valioso de lo que nos desvelan los cartelones finales.
Ficha de la película
Estreno en España: 9 de julio de 2021. Título original: Miss Marx. Duración: 107 min. País: Italia. Dirección: Susanna Nicchiarelli. Guion: Susanna Nicchiarelli. Música: Gatto Ciliegia Contro il Grande Freddo. Fotografía: Crystel Fournier. Reparto principal: Romola Garai, Patrick Kennedy, Felicity Montagu, Karina Fernández, Oliver Chris, Emma Cunniffe, John Gordon Sinclair, Philip Gröning, George Arrendell, Célestin Ryelandt. Producción: Vivo Film, Rai Cinema, Tarantula, VOO, BE TV. Distribución: BTeam Pictures. Género: hechos reales, drama. Web oficial:https://bteampictures.es/miss-marx/
Con la ayuda de un grupo de prisioneros españoles que lideran la organización clandestina del campo de concentración de Mauthausen, Francesc Boix (Mario Casas), un preso que trabaja en el laboratorio fotográfico del campo arriesga su vida al planear la evasión de unos negativos que demostrarán al mundo las atrocidades cometidas por los nazis en el infierno del campo de concentración austríaco. Miles de negativos que muestran desde dentro toda la crueldad de un sistema perverso. Las fotografías que Boix y sus compañeros lograron salvar fueron determinantes para condenar a altos cargos nazis en los juicios de Núremberg en 1946. Boix fue el único español que asistió como testigo.
Crítica
Buena fuente de partida pero un agua demasiado dulce de beber
Mar Targarona vuelve a las carteleras tras ‘Secuestro’ y lo hace de nuevo con una historia de cautiverio, pero de uno masivo y más truculento. ‘El fotógrafo de Mauthausen’ nos acerca a la historia de unos presos españoles en Alemania. Tras la Guerra Civil Española muchos soldados republicanos y militantes del Partido Comunista se vieron exiliados. Franco les arrebató la nacionalidad y para los alemanes que les capturaron no eran más que gente sin una patria o bandera a la que acogerse.
Todos hemos tenido siempre una visión muy cruel de la Alemania nazi y de sus campos de concentración. Ya sea por testimonios de ancianos, películas o documentales la imagen que nos ha llegado del tratamiento que le daban a sus presos de guerra es terrible. Y si recientemente habéis acudido a exposiciones como la de Auschwitz seguro que os habéis dado cuenta de que en realidad las atrocidades que se les hicieron a los presos eran aún peores e inimaginables, mucho más difíciles de asimilar que lo que hemos visto en el cine. Es por eso que siempre que tenemos material gráfico real nos sensibilizamos aún más. Esta película se fundamenta en la obra gráfica que un español realizó durante su cautiverio, la cual podemos ver en los títulos de crédito. F. Boix en su trabajo como fotógrafo de Mauthausen inmortalizó la miseria y degradación que tuvo lugar allí. Con semejante base se podría haber conseguido algo desgarrador e incluso difícil de ver. La película muestra auténticas canalladas y burradas, recrea las instantáneas rescatadas por Boix, pero el carácter dramático de la cinta no es lo suficientemente intenso o profundo, demasiado suavizado como para calar en ese sentido.
Sobre todo nos saca de la tragedia el carácter risueño que le ha impreso Mario Casas al protagonista. Sin duda se ve que se ha entregado a su papel (aprendiendo alemán y perdiendo bastante peso) y soy de los que le defienden como actor polivalente. Pero o bien su interpretación o bien las instrucciones de Mar Targarona le acercan a una especie de ‘La vida es bella’ y no se consigue el mismo efecto que en la película de Benigni.
Es valioso que podamos ver un episodio de la historia de España que no es extremadamente popular y que además transcurre lejos de nuestras fronteras. El valor humano, informativo y educativo del filme es innegable. Enseña bien el peso que tuvieron unas fotografías que el catalán tuvo que tomar con cierta inconsciencia y pesar y que más adelante se volvieron en contra de los miembros del ejército de Hitler y las SS de Himmler.
Es muy buen recurso y elección de casting el haber contado con actores como AlainHernández o MacarenaGómez, entre muchos otros, que si que han tenido papeles más sobrecogedores. También es adecuado hacer un guiño o aludir a ‘La vida es sueño’, obra en la que los sueños e ilusiones impiden ver la realidad, como si el desempeñar su trabajo de fotógrafo hubiese sido para Boix una burbuja en la que refugiarse eludiendo así un destino que conoce. El problema de ‘El fotógrafo de Mauthausen’ es que cuando el protagonista es realmente consciente de lo que se les viene encima o lo que realmente se hace allí no se le da el dramatismo necesario. Este fue un capítulo muy triste del siglo pasado y vital en muchos de los Juicios de Nuremberg que habría merecido un tratamiento más sucio y oscuro. Además, pasa de decorados muy fieles a lo documentado a cromas bastante pobres que la deslucen casi tanto o más que el tono emotivo empleado.
Ficha de la película
Estreno en España: 26 de octubre de 2018. Título original: El fotógrafo de Mauthausen. Duración: 110 min. País: España. Dirección: Mar Targarona. Guion: Roger Danès, Alfred Pérez Fargas. Música: Diego Navarro. Fotografía: Aitor Mantxola. Reparto principal: Mario Casas, Alain Hernández, Macarena Gómez, Richard Von Weyden, Emilio Gavira, Luka Peros, Stefan Weinert, Richard van Weyden, Frank Feys, Adrià Salazar. Producción: TVE. Distribución: Filmax. Género: drama, hechos reales. Web oficial:http://www.filmax.com/peliculas/el-fotografo-de-mauthausen.82
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