Crítica: ‘Hombre muerto no sabe vivir’

Sinopsis

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La historia gira en torno a Tano (Antonio Dechent), quien ha trabajado toda su vida para Manuel, un empresario de la construcción que en épocas mejores controló toda la ciudad. Ahora, a la vejez, Tano ve como Manuel (Manuel de Blas) ya no puede llevar la empresa y toda la estructura se enfrenta a un cambio generacional, a nueva gente, nuevos negocios, nueva forma de llevar la empresa, pero la misma violencia de siempre.

Crítica

Funciona mejor cuando parece ser más sincera consigo misma y estalla con violencia

‘Hombre muerto no sabe vivir’ es el nuevo largometraje de Ezequiel Montes, quien ya llegó hasta nosotros con otros títulos (hablando de la dirección) como ‘Granit’, ‘Akemarropa’ o ‘50kilosdenosotros’. Películas en las que también aparecían Elena Martínez, Juanma Lara, Antonio Dechent y otros tantos actores secundarios. En esta ocasión el reparto es aún mayor y diría que uno de los puntos fuertes del filme es precisamente esa cuantía de personajes que se ha visto incrementada.

Si hay algo bueno que tiene ‘Hombre muerto no sabe vivir’ es que incorpora muchos bandos, muchos frentes, muchas facciones. Eso es bueno por la riqueza de personajes y por el juego que le puede dar a la trama. En este thriller hablamos de traiciones, tratos, lealtades, sentimientos y todos esos factores van haciendo que nos enfrentemos a giros que cambian la historia y que la van tensando más y más.

Que el guión no es algo novedoso o que no reserva giros interesantes es verdad. Esta es una película de villanos, en la que por cierto en ningún momento vemos policías, repleta de personajes viles y de tropelías. Un mundo de drogas, prostitución, atracos y dinero donde constantemente suena el sálvese quien pueda. Sin más, no hay una trama elaborada en plan Oriol Paulo o David Fincher.

Dicho todo esto así suena muy bien, pero la película se malogra. El filme se abre y se cierra con la profunda voz de Antonio Dechent, protagonista de la cinta, cavilando y poniéndonos en situación. En esas secuencias se observan dos cosas, un claro amor por el género negro y el thriller y demasiada precipitación. El texto va atropellado, apresurado y se pierde carga dramática. Todo lo que ocurre posteriormente es una sucesión de detalles que deslucen un filme que prometía marcar una gran diferencia con respecto a las corrientes actuales, recuperando además una manera de ver la realidad que se está perdiendo, la de ponerse del lado de los villanos sin blanqueamiento alguno.

Diversas sobreactuaciones, algunos trozos montados de manera que la continuidad se pierde y determinadas incoherencias en el comportamiento de los personajes restan calidad al filme. Pero sobretodo se percibe que la cinta es infiel a sí misma cuando se corta con la violencia. El tercer acto es el más eficiente pues se convierte en una escabechina en la que si que se ve cuál era la auténtica pretensión. La violencia de ‘Hombre muerto no sabe vivir’ hace que pienses que realmente aquí puede morir cualquier personaje, lo cual si le da un plus de interés. Ojalá hubiese tirado la película por toques más a lo ‘Snatch’ o a lo Tarantino, dos referentes que parece que están ahí pero que no acaban de dejar su impronta.

‘Hombre muerto no sabe vivir’ tiene un marcadísimo sabor calé y andaluz. La configuración de personajes se compone de andaluces, árabes, rusos y por supuesto gitanos. Pero sobre todo de músculo y testosterona. He oído decir que la película puede parecer machista, no me lo parece, ni el filme ni el director. Pero bien es cierto que refleja un mundo de corrupción y delincuencia que tradicionalmente ha estado compuesto por hombres mafiosos y proxenetas. Si a alguien le parece una película que degrada a la mujer es porque sus personajes están bien dibujados.

En cuanto a protagonistas podemos decir que hay extremos. Están bien esbozados, hay diversidad y todos aportan a la trama. Pulgar para arriba para Antonio Dechent como consigliere de mirada cansada y anclado en el pasado, para Ochandiano como la nueva y amenazadora e impertinente corriente de liderazgo o para el personaje repelente de Juanma Lara. Pulgar para abajo para un poco creíble Jesús Castro que se relaciona de nuevo con el narcotráfico como en ‘El niño’ y para el exagerado traficante de Jose Laurencio. Tras todos ellos también se observa un buen equipo de dobles de acción.

En resumen, una pena. Hay maldad gratuita, sin buscar disimular apatías y se ve que en general hay medios y talento. Pero algunas actuaciones y el andarse con medias tintas hacen que la película no termine de funcionar.

Ficha de la película

Estreno en España: 2 de julio de 2021. Título original: Hombre muerto no sabe vivir. Duración: 105 min. País: España. Dirección: Ezequiel Montes. Guion: Ezequiel Montes. Música: Luis Hernaiz. Fotografía: Ezequiel Montes. Reparto principal: Antonio Dechent, Rubén Ochandiano, Elena Martínez, Jesús Castro, Paco Tous, Nancho Novo, Manuel de Blas, Juan Fernández, Juanma Lara, Roberto García, Manolo Caro. Producción: 7314323 Producciones Cinematográficas, Orange TV. Distribución: Filmax. Género: thriller. Web oficial: https://www.filmax.com/distribucion/hombre-muerto-no-sabe-vivir.228

‘Antidisturbios’, crítica de la serie policíaca de Sorogoyen y Peña

Saca a la palestra la actualidad a través de personajes muy humanos

The Lab, Caballo Films y Movistar+ se han unido para crear ‘Antidisturbios’, una serie de seis episodios realizada por Rodrigo Sorogoyen quien la ha creado junto a Isabel Peña. El próximo 16 de octubre se estrena completa bajo demanda tras ser aplaudida en el Festival de San Sebastián.

Y pese a su nombre ‘Antidisturbios’ podría provocar algún que otro revuelo. Tal vez muchos policías podrían no sentirse cómodos con el retrato que se hace de los agentes y las organizaciones españolas. O tal vez otros demanden más dureza con la crítica que se hace en determinados momentos. A mí me ha quedado claro que esta es una ficción con buena base real que procura ser amplia y repartir para bien y para mal a todas las partes. Es una historia inventada, pero nos recuerda a casos como el del mantero muerto de un infarto mientras era perseguido, la escasez de medios para el funcionariado, los innumerables desahucios perpetrados a merced de intereses particulares o bancarios, las pruebas eliminadas… El gran secreto que hace la vida imposible a estos policías y a sus familias también saca a la palestra otro tema de candente actualidad. Todo ello con temas como la independencia de Cataluña de fondo.

Pero esto no va solo de unos antidisturbios, también trata acerca de una agente que investiga el caso que se produce nada más empezar la serie. Vicky Luengo es quien interpreta a esta agente que lo cierto es que no me ha parecido que tenga bien encauzada su motivación, a ella misma se lo dicen varios personajes. ¿Es una búsqueda de justicia o una perpetua visión de culpables por todas partes a descubrir para beneficio de su carrera? Pese a no estar mal interpretada creo que tiene una personalidad poco convincente y un entusiasmo que confunde.

Raúl Arévalo, Álex García, Hovik Keuchkerian, Roberto Álamo, Raúl Prieto y Patrick Criado son los miembros del grupo de antidisturbios y cada episodio se centra ligeramente en uno de ellos. De todas las interpretaciones de Hovik Keuchkerian, Raúl Arévalo y la de Patrick Criado me parecen las más interesantes. Patrick Criado ha evolucionado mucho como actor, podéis comprobarlo en otra serie de Movistar como ‘La línea invisible’.

Me parece la obra más socialmente comprometida de Sorogoyen y Peña. Tiene giros en las investigaciones que mantienen el nivel alto pero cuando toca temas importantes y siempre presentes en las portadas de los periódicos reales es cuando más interesa. Su humanización de los personajes ante el trágico suceso es también marca de la casa en cuanto a la obra de Sorogoyen se refiere. Hay personas bajo el casco y tras la porra. ‘Antidisturbios’ nos cuenta que algunos cumplen ciegamente con sus órdenes y otros son meros funcionarios con otra visión del deber. Nada que no sepamos o que no suceda en otras profesiones, pero si que es verdad que la valentía de esta obra reside en su acercamiento y en que instituciones como la policía parecen intocables.

Movistar estrenó hace no mucho ‘La unidad’. Esa serie me convenció ligeramente más. Fue un excelente thriller. En el caso de ‘Antidisturbios’ es mucho menos trepidante. Tenemos una trama que pese a tener factores muy presentes en nuestra vida cotidiana sigue algunos esquemas de las series policíacas norteamericanas, donde los agentes de policía deben estar más que hartos de que se hagan películas donde se les tache casi siempre de corruptos o comedonuts. Esta es una investigación de esas en las que hay que cruzar nombres y asociar unos con otros de una manera que se pasa más a la ficción. Falla sobre todo en que a pesar de elaborar unos personajes que no son ni negro ni blanco se enreda con las relaciones que se producen entre ellos.

Es buena en como ejemplifica los derrumbes, las pifias, el tesón o los diferentes tipos de policías que podemos tener. Maneja bien la tensión, el suspense y la explosión de sus personajes. Si hubiese seguido los derroteros del primer episodio que parece un reportaje cámara en mano casi en plano secuencia la serie nos habría dejado clavados en el sitio. Entiendo que busca empezar con un acercamiento bastante intenso para después alejarse y tener más perspectiva y secuencias plagadas de paneos. No obstante, tiene una trama lo suficientemente elaborada como para devorar los seis capítulos del tirón.

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