Crítica de ‘Historias del bucle’

Genial exposición, escasa resolución

Las series antológicas tienen en común que enganchan al espectador planteando en cada episodio una situación diferente. Por lo general estas series son de carácter fantástico o terrorífico y en el caso de ‘Historias del bucle’ podríamos ubicarnos en el primer género. La serie creada por Nathaniel Halpern (‘Legion’) inspirándose en la obra del ilustrador Simon Stålenhag (por favor buscad sus increíbles dibujos) tiene mucho de antología. Cada episodio supone una nueva sorpresa y si bien podemos ver de manera independiente todas y cada una de las historias, estas están interrelacionadas entre sí formando un todo.

La idea está muy bien, pero falta o bien una trama central que le dé un sentido global a toda la serie o más profundidad en sus argumentos, ya que estos carecen prácticamente de mensaje. Pocas veces nos topamos con moralejas. Es muy fácil plantear elementos extraños y no parar de sumar misterios (todos ellos relacionados con algún artilugio o tecnología). Pero lo complicado y una de las virtudes de la buena ciencia ficción es darle una salida, un final y una explicación que de sentido a la exposición esbozada. En el caso de ‘Historias del bucle’ tenemos un planteamiento excelente con su ritmo, su ambientación y sus personajes pero la razón de ser brilla por su ausencia. Sucede que muchas de las «aventuras» que vemos en la serie nos recuerdan horrores a entregas de ‘Los Simpsons’ y la sensación con la que nos quedamos es la misma, esto ha sido algo episódico.

Los ocho episodios fueron estrenados el 3 de abril en Amazon Prime Video. En el reparto está Rebecca Hall, Jonathan Pryce, Daniel Zolghadri, Paul Schneider, Ato Essandoh, Nicole Law, Dominic Rains, el joven Duncan Joiner… ¡Y en un episodio está Jon Kortajarena! Uno no puede obviar el talento de Pryce el cual ejerce de introductor de la trama cargándose del misterio de series como ‘The Twilight zone’. Pero también destacaría el papel de madre ejercido por Rebecca Hall y el de hijo por parte de Joiner. Ambos se mueven con incredulidad y temor por este científico pueblo.

A colación de eso cabe destacar otro de los fallos de la serie. ¡Aquí prácticamente todo el mundo tiene conocimientos técnicos! Indiferentemente de la edad y formación de cada uno. Y otra cosa que tienen en común los habitantes del pueblo asentado sobre El Bucle es ir gritando por el bosque el nombre de alguien perdido o desaparecido. En casi todos los episodios tenemos una situación así. Efectivamente tenemos una sensación de bucle con esto.

En ‘Historias del bucle’ lo visual y lo dramático están por encima de lo aclaratorio. Como he dicho antes el guión se esfuerza poco o nada en dar explicación a lo que sucede. Esta producción parece más bien concebida para generar un drama cargadísimo de melancolía con la música de Paul Leonard-Morgan (‘Dredd’, ‘Sin límites’) y para lucirse visualmente. Porque si hay algo innegable en la serie de Prime Video es que atrapa con su diseño de producción. Mezcla maquinaria y naturaleza al estilo de Miyazaki y conforme vamos por un campo, un bosque o una barriada nos topamos con inmensas estructuras o robots que eliminan cualquier posible ambientación en un lugar ordinario. En muchas de sus localizaciones nos puede recordar a la URSS de la guerra fría con sus tipografías, tableros de ajedrez, relieves en las paredes, logotipos, ropajes… Pero a mí a lo que más me ha recordado es a esas películas de Neill Blomkamp (‘Distrito 9’, ‘Elysium’, ‘Chappie’) en las que los grandes avances, pese a ser portentos de la técnica, parecen chatarra.

Las tramas son predecibles y más aún cuando vas indagando a cerca de las películas que aparecen en el cine del pueblo de Ohio (‘La máscara del demonio’, ‘Un verano con Mónica’, ‘Missing’). Al menos están bastante bien dirigidas y eso que podríamos tener sensación de falta de continuidad al tener diferentes directores en cada capítulo. Puede llamar la atención la presencia de Jodie Foster por ser más conocida pero los episodios que brillan más son ‘Echo Sphere’ (1×04) y ‘Control’ (1×05) dirigidos por Andrew Santon y Tim Mielants.

Esta es una serie que a veces es muy ‘Lost’ y a veces es muy ‘Dark’. No intentéis verla encontrándole sentido. Ni siquiera se molesta en indicar por qué teniendo una instalación bajo tierra todos los objetos detonantes de las maravillas y misterios están desperdigados por todo el pueblo al alcance de cualquier incauto, sin que nadie de parte a las autoridades de que han visto algo peligroso o extraño, quiero entender porque lo inaudito es algo a lo que están acostumbrados, aunque sea en secreto.

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