Crítica: ‘La memoria de un asesino’

Sinopsis

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Alex Lewis (Liam Neeson) es un asesino profesional de gran reputación y discreción. Cuando se niega a completar un trabajo que viola su código moral, debe cazar y matar rápidamente a las personas que lo contrataron antes de que ellos y el agente del FBI Vincent Serra (Guy Pearce) lo encuentren primero. Alex está hecho para la venganza, pero, con una memoria que comienza a fallar, se ve obligado a cuestionar cada una de sus acciones, desdibujando la línea entre el bien y el mal.

Crítica

Liam Neeson explotando su edad y aumentando su kill count

Liam Neeson, respóndeme por favor. ¡¿No ibas a dejar la acción?! Me preocupa que a tus setenta años un día nos des un susto pero… gracias por seguir partiendo crismas en pantalla grande. Aunque la trama difiere en algunos puntos de tus últimos y repetitivos trabajos ya va tocando ir más allá y que nos regales una comedia como la que le pedías a Gervais en ‘Life’s too short’. Creo que la verdadera broma, la comedia, estuvo en cuando dijiste que ibas a dejar la acción y te reíste de todos vendiendo titulares y regresos.

Basándose en la novela de Jef Geeraerts, que ya fue adaptada en Bélgica bajo el título homónimo ‘De zaak alzheimer’, ‘La memoria de un asesino’ cuenta cómo un sicario intenta retirarse a causa de su Alzheimer, es obvio que el título original era más revelador. También es obvio que a este asesino no le van a dejar abandonar el negocio con baja por enfermedad y ha de enfrentarse a sus compinches mientras lidia con sus remordimientos y sus escurridizos recuerdos.

Un villano pintado como bueno. ¿Un asesino con moral es bueno? ¿Y si lo que pasa no es que tenga principios, sino que le embargan las lagunas mentales? ‘La memoria de un asesino’ juega con la doble moral, como tantas otras películas, para poder hacer uso de un protagonista despiadado e incluso deleznable pero hacia el cual podamos sentir un mínimo de simpatía. Alex Lewis (así se llama Neeson en el filme) ha de escoger si seguir trabajando para el cártel que siempre le ha dado objetivos y dinero o proteger a la niña que está a punto de desenmascarar a ese mafioso haciendo justicia por una vez en su vida. Una crisis de avanzada edad inclina la balanza en este caso y este es un thriller de esos en los que nadie confía en nadie, ni siquiera el protagonista de sí mismo.

Trama de villanos repulsivos, investigadores chocándose contra el muro de la corrupción (y de México), algún tiroteo sin demasiada confrontación física para Neeson, algún doble de acción y película de criminales con estructura piramidal montada. A la estrella irlandesa se le notan los años y puede que por eso haya escogido hacer esta película, más basada en el suspense que en la acción y descansando más de lo habitual en las subtramas de otros personajes, interpretados por Guy Pearce, Taj Atwal o Monica Bellucci. Por lo menos ‘La memoria de un asesino’ no es la clásica película de venganza, se asemeja más a las aventuras de El Castigador, con quien encontramos dos relaciones curiosas. Por un lado tenemos a Dario Scardapane (guionista de la serie protagonizada por Jon Bernthal) y por otro la aparición de Ray Stevenson (‘Punisher 2: Warzone).

Ficha de la película

Estreno en España: 22 de julio de 2022. Título original: Memory. Duración: 114 min. País: EE.UU. Dirección: Martin Campbell. Guion: Dario Scardapane, Carl Joos, Erik Van Looy. Música: Rupert Parkes. Fotografía: David Tattersall. Reparto principal: Liam Neeson, Guy Pearce, Monica Bellucci, Taj Atwal, Harold Torres, Ray Fearon, Ray Stevenson. Producción: Black Bear Pictures, Welle Entertainment, Arthur Sarkissian Productions, Camera Hogs, Signature Pictures. Distribución: Diamond Films. Género: suspense, acción. Web oficial: https://blackbearpictures.com/film/memory/

Impresiones de la segunda temporada de ‘The Punisher’

No es para desearle castigo pero la serie ha perdido

El 18 de enero vuelve ‘The Punisher’, vuelve el Castigador interpretado por Jon Bernthal con una segunda temporada en Netflix. El personaje creado por Gerry Conway, John Romita y Ross Andru para ser un rival de Spider-Man continúa con su brutal versión televisiva. Como siempre contra viento y marea se abre paso a tiros y puñetazos pero en esta temporada eso no es suficiente.

Todo sucede tras la tercera entrega de Daredevil. En esta segunda etapa en solitario el personaje se tiene que enfrentar a un antiguo amigo que emplea sus conocimientos militares para causar estragos en la ciudad. Por otro lado Castle tendrá que proteger a una adolescente que está siendo perseguida por un reverendo que hace las veces de sicario. Individuos muy relacionados con la muerte, porque en esta temporada juegan mucha importancia los traumas, pero los causados por las muertes causadas por uno mismo.

La serie acabó con sangre y empieza con The Punisher cubierto de sangre y rellenando a los demás de balas. Media temporada se sostiene manteniendo varias cuestiones. ¿Quiénes son o para quien trabajan de verdad los malos esta vez? También nos engancha el conocer el secreto que guarda con tanto recelo la chica interpretada por Giorgia Whigham (‘The Orville’), con quien comparte la mayoría de sus correrías el justiciero de la calavera. En los primeros capítulos, mientras esperamos la respuesta a esas preguntas, si que está bien ver cómo va cambiando el tipo de aventura. Hay episodios con un componente de thriller psicológico, tenemos algunos al estilo buddy movie, un enfrentamiento como en ‘Asalto al distrito 13’, romances repentinos…

Por lo general esta segunda temporada pasa por muchos momentos muy aburridos y eso se debe a varios de sus personajes secundarios. El primer episodio es sin duda el más tedioso y gran parte de su trama no tiene ninguna repercusión en el resto de la temporada, pero en él no aparecen aún aquellos que hacen que la serie arrastre varios problemas.

Principalmente son sus villanos quienes no funcionan. Es decir, esta temporada sufre el mal de muchas películas de superhéroes. Uno de ellos ya conocido y otro nuevo. Ambos pecan de demasiado arquetípicos y sobre todo en el caso de Puzzle/Billy Russo (Ben Barnes) nos topamos con discursos poco creíbles, manidos y acompañados de una máscara de lo más pueril. Como sucede en otras series de Marvel/Netflix estos enemigos acaparan bastantes minutos de metraje para intentar crearles trasfondo o ilustrar sus motivaciones. Pero el hecho de que sean demasiado tipicones y que sus interpretaciones no sean nada destacables nos alarga la duración de los episodios.

‘The Punisher’ está muy metida en la Norteamérica más genuina. Es normal que llegue a esos puntos tratándose del héroe de Marvel que anteriormente era un marine. A su favor juega que ya no bebe tanto del trauma de Frank Castle por la pérdida de su familia. La mayoría de sus actos siguen la filosofía de un hombre chapado a la antigua. Continúa siendo un fuera de la ley, en esta ocasión mucho más estable mentalmente. Es de esos tipos que no dice «lo siento», si no que más bien te dice «prepárate para las consecuencias de conocerme o de lo que voy a hacer». Sigue con su filosofía de cowboy moderno, de forastero de vuelta a un hostil hogar con un sentido muy particular e implacable de la justicia. Lo que se procura que pensemos en esta temporada es que es un solitario egoísta, un paranoico que tiene algo roto dentro de él, pero que aún así se cuida mucho de no matar inocentes. Así lo respaldan algunos guiños a la canción de Linkin Park «papercut» que habla de alguien así. Por descontado podéis pensar que es la misma máquina de matar que casi siempre acaba hecho un Cristo.

Obviamente siguen apareciendo personajes inspirados en os cómics como John Pilgrim, interpretado por Josh Stewart (‘The Collector’, ‘Interstellar’). La doctora Dumont, especializada en veteranos militares interpretada por Floriana Lima. La agente Madani, también continúa en esta temporada, el personaje que interpretó Amber Rose Revah. También tenemos la incorporación de Annette O’Toole pasando de DC a Marvel, de ser la madrastra de Superman en ‘Smallvile’ a ser la ambiciosa Eliza Schulz, esposa de Anderson Schulz, interpretado por Corbin Bernsen (‘Psych’).

Sus guiones pegan un bajón con respecto a su primera temporada y su participación en ‘Daredevil’. Con la tendencia de Marvel/Netflix a cancelar sus series no me extrañaría que no tuviese más temporadas. La serie vuelve a contar con Joe Quesada, Alan Fine, Karim Zreik y el difunto Stan Lee como productores, así como Jim Chory o Jeph Loeb y Steve Lightfoot (escritor de los guiones de la serie). También han escrito capítulos Ken Kristensen (‘Happy!’), Dario Scardapane (‘The bridge’), Felicia D. Henderson (‘Fringe’), Bruce Marshal Romans (‘Infierno sobre ruedas’), Angela Lamanna (‘Hannibal’) o Laura Jean Leal (‘The bridge’). Entre todos han escrito episodios muy similares y aunque hay que agradecer que mantienen la misma línea no aportan nada nuevo.

Tampoco han conseguido salirse de la norma directores como Jim O’Hanlon (‘Sleepy Hollow’), Jeremy Webb (‘The Runaways’), Stacie Passon (‘Transparent’), Jamie M. Dagg (‘Sweet Virginia’), Jet Wilkinson (‘Jessica Jones’), Michael Offer (‘Arrow’), Salli Richardson-Whitfield (‘American Gods’), Alex Garcia Lopez (‘The Witcher’), Meera Menon (‘Titanes’) o  Stephen Kay (‘Hijos de la anarquía’).

En su último episodio todos se van cruzando de un modo correcto y ni con eso ni con la aparición de Karen Page (Deborah Ann Woll) y el in memoriam final a Stan Lee se salva la temporada. Tiene más de un sinsentido y no va a sentar cátedra. Se olvida por otro lado de personajes o de aspectos importantes de estos que hacen que todo lo visto tenga poca consistencia y profundidad.

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