Crítica: ‘Kepler Sexto B’

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Zaida es una niña solitaria que vive con su padrastro en un barrio humilde. En el mismo edificio vive su peculiar vecino Jonás, un viejo solitario, que pasa sus días refugiado en su mundo imaginario creyendo que su piso es una nave espacial, la Orión, en un planeta extraño y lejano, Kepler, y él un astronauta de la NASA. El casual encuentro entre ambos devendrá en una peculiar y especial relación en la que ambos se descubrirán, se ayudarán y se salvarán el uno al otro embarcándose en una surrealista y emotiva misión de rescate mutuo que les pondrá a salvo de las inclemencias de la vida.

Crítica

Un exoplaneta con una atmósfera tóxica y corrompida, seguro que os suena al poner las noticias

Alejandro Suárez Lozano aterriza en nuestras carteleras con su nave procedente de un remoto planeta, ‘Kepler Sexto B’. Un mundo que para muchos es extraño y lejano pues proviene de los barrios pobres, de las clases sociales marginadas o de grupos desfavorecidos y evitados por las prioridades de la mayoría. Las personas en riesgo de exclusión social como los mayores de edad sin ingresos, los inmigrantes o los parados de larga duración y avanzada edad protagonizan este melodrama.

‘Kepler Sexto B’ es el nombre de este filme protagonizado por Karra Elejalde y Daniela Pezzotti. Una obra que funciona de manera directa pero a la vez sutil pues enarbola su discurso a través de recursos literarios como la metáfora o la alegoría. Todo ello para contarnos la historia de un hombre que vive encerrado en su casa sumergido en una fantasía de ciencia ficción que le mantiene alejado de una triste y cruda realidad. Y a la vez nos cuentan la vida de una muchacha de origen extranjero que vive con un padrastro borracho y maltratador. Sus vidas se entrelazan al convertirse en vecinos y se convierte todo en una misión de rescate mutuo.

Funcionan muy bien los símiles que continuamente se establecen durante la película. Descrita sobre el papel tiene tintes de dramón, de cine social lacrimógeno. Pero una vez vista la sensación que nos domina es la de haber visto algo entrañable, que parece buscar concienciar, pero que desde códigos muy tiernos entretiene e incluso nos hace reír. En los textos que la distribuidora nos enviaba para promocionar la película se mencionaba que tenía el humor de los Monty Python. Yo no he visto relación con el estilo del mítico grupo británico aunque es verdad que resulta surrealista todo el humor inherente a la locura que es capaz de desarrollar.

Donde a veces si podemos identificar la huella de los Pythons es en la construcción de la casa del personaje de Elejalde. Me ha hecho recordar la nave de ‘La vida de Brian’ o a los momentos más trash de ‘Los héroes del tiempo’. Pero sobre todo es su carácter quijotesco lo que nos hace retornar a las historias más locas. La relación entre el vecino del sexto B y la joven forastera es totalmente paralela a la que establecía Cervantes en su gran libro, sirviendo uno de alimento para la imaginación y la otra como ancla a la realidad.

No me gustaría cerrar sin antes señalar la calidad visual del filme. Tiene muchas escenas con recreaciones generadas por ordenador o que aprovechan paisajes naturales. Nos transportan a un planeta hostil que representa todos los peligros de nuestro mundo, de nuestras ciudades, de aquellos que solo saben mostrar hostilidad. Este Kepler es un exoplaneta con una atmósfera tóxica y corrompida, seguro que os suena todo esto de vuestro día a día, sobre todo si ponéis las noticias.

Diógenes, desahucio, maltrato infantil, alcoholismo, bancos e inmobiliarias sin escrúpulos… Todo eso aparece. pero esta es la historia sobre dos personas deprimidas, en una situación que sería capaz de sobrepasar a cualquiera. Al fin de al cabo de eso se trata la exploración espacial, de conseguir sobrevivir más allá de donde la gente normal lo hace.

Ficha de la película

Estreno en España: 16 de junio de 2023. Título original: Kepler Sexto B. Duración: 97 min. País: España. Dirección: Alejandro Suárez Lozano. Guion: Alejandro Suárez Lozano, Grete Suárez. Música: Vanesa Garde. Fotografía: Pablo Bürmann. Reparto principal: Karra Elejalde, Daniela Pezzotti, Jorge Bosch, Vicente Vergara, Pablo Molinero, Ramiro Blas. Producción: Crea SGR, Institut Valencià de Cinematografía, ICO, Kepler Sexto B, Noodles Production, Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Quexito Films, Pincheforn Producciones, RTVE, Turanga Films, À Punt Mèdia. Distribución: Filmax. Género: drama, comedia, ciencia ficción. Web oficial: http://www.quexito.com/portfolio-items/kepler-sexto-b/

Crítica: ‘Brian y Charles’

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Brian and Charles nos descubre la historia de Brian, un solitario inventor que vive en un remoto valle de Gales del Norte. Aparentemente, la soledad no parece molestarle, y se pasa la mayor parte de su aislada vida en su ruinoso taller creando objetos extraños que nadie quiere. Hasta que, un día, Brian construye un robot. Fabricado con una vieja lavadora y una maltrecha cabeza de maniquí, la imponente máquina de más de 2 metros de altura es una peculiar construcción similar a un anciano destartalado.

Crítica

Precioso enfrentamiento entre la inteligencia artificial y la inteligencia emocional

Hay que ver qué bien recibidas son estas nuevas visiones cinematográficas. ‘Brian y Charles’ es un nuevo vehículo para expresar muchas facetas de la psique humana con tremendo tacto y sin que con ello se necesite mermar la comedia o el absurdo.

Expandiendo el corto homónimo que realizó el mismo equipo de director y guionistas (Jim Archer, David Earl y Chris Hayward) nos cuentan la vida de Brian, una especie de inventor que vive casi aislado en su pequeña finca de Gales. Con un cerradísimo acento y una aún más cerrada personalidad, este creador pasa el día materializando todo aquello que pasa por su cabeza. De entrada, la película es tronchante solo por mostrarnos qué majaderías realiza este entrañable personaje interpretado por David Earl. Realiza con cualquier tipo de desperdicio multitud de cachivaches raros e inútiles hasta el punto de parecer un lunático e incluso mendigo. Tiene lo que podría llamarse un síndrome de Diógenes creativo.

Tras infinidad de creaciones fallidas consigue dar vida a un robot dotado de la cabeza de un maniquí con cierto aire a Eduardo Punset y con un cuerpo compuesto por una lavadora. Este autómata posee inteligencia pero también parece estar sumergido en la irracionalidad de la edad del pavo. La comedia prosigue tras el primer acto pues choca la excentricidad del protagonista con la personalidad pueril del robot, bautizado como Charles Petrescu (podéis seguirle en Twitter). A parte de la nada trivial propuesta humorística descubrimos en ese punto el otro valor de ‘Brian y Charles’. A mi manera de entenderlo el robot es como una proyección de la mente y el corazón del protagonista. Utiliza el mecanismo psicológico del amigo invisible sirviendo al Brian para exteriorizar aquello que no se atreve a mostrar. Es ahí cuando nos topamos con una historia que intenta recrear un difícil paso a una adultez tardía, a la búsqueda del valor para enfrentarse a la vida más allá de la burbuja en que vive. Pero también hay quien verá aquí la salida de una profunda depresión. En un mundo superficial, donde impera la ley del más fuerte o la lógica de las máquinas nos topamos con un precioso enfrentamiento entre la inteligencia artificial y la inteligencia emocional.

El filme está rodado como si fuese un falso documental, cámara en mano, casi tipo found footage. Pero no se mantiene esa técnica y se pierde esa sensación tan íntima que produce el ver como una cámara se mete en la vida de otra persona. Porque si hay algo importante en esta cinta es el sentir como alguien intenta vivir, crear y soñar. Por esas características y por su vertiente indie me ha recordado mucho a ‘Brigsby Bear’. Y también, por sus efectos tan caseros y sus momentos tan absurdos me ha llevado de vuelta a las películas de Quentin Dupieux, incluyendo el rap de los postcréditos. Deberíais apuntaros estas dos referencias en caso de que os guste ‘Brian y Charles’.

Ficha de la película

Estreno en España: 13 de enero de 2023. Título original: Brian and Charles. Duración: 90 min. País: Reino Unido. Dirección: Jim Archer. Guion: David Earl, Chris Hayward. Música: Daniel Pemberton. Fotografía: Murren Tullett. Reparto principal: David Earl, Chris Hayward, Louise Brealey, Jamie Michie, Lynn Hunter, Lowri Izzard, Mari Izzard, Cara Chase, Nicholas Asbury, Sunil Patel, Vivienne Soan. Producción: Bankside Films, BFI Films, Film4 Productions, Mr. Box. Distribución: Universal Pictures. Género: comedia, drama. Web oficial: https://www.focusfeatures.com/brian-and-charles/

Crítica: ‘Esperando a Mister Bojangles’

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El pequeño Gary, vive con, Camille (Virginie Efira) y Georges (Romain Duris), sus excéntricos padres y un pájaro exótico en un apartamento parisino. Cada noche, Camille y Georges bailan con amor Mr. Bojangles, su canción favorita.

En casa de los Fouquet solo hay sitio para la diversión, la fantasía y los amigos. Pero a medida que su fascinante e impredecible madre se adentra más profundamente en su propia mente, su seguridad quedará en manos de Gary y su padre. De ellos dependerá que Camille esté a salvo.

Crítica

Parece una comedia naif y se convierte en una tragicomedia que te desmonta

No tenía ni idea de la existencia de ‘Esperando a Mister Bojangles’, de hecho, no tengo controlada la carrera del director francés Régis Roinsard, pero al ver quién protagonizaba ese filme me entusiasmé súbitamente. Dos son las caras conocidas en esta adaptación de la novela de Olivier Bourdeaut. Por un lado, Romain Duris que me encantó en ‘Vernon Subutex’ y a quien hace poco habéis visto interpretando a Gustave Eiffel. Por otro Virginie Efira, a quien vengo conociendo desde sus trabajos en ‘Elle’, ‘El gran baño’ y la controvertida ‘Benedetta’.

Pero seamos justos. Hay un tercer protagonista en la historia. Es el peculiar niño interpretado por el joven Solan Machado Graner. ‘Esperando a Mister Bojangles’ es una comedia agridulce, una tragicomedia, en la que importa mucho la visión de los niños. La trama nos cuenta el enamoramiento loco de dos balas perdidas. Fruto de esa apasionada relación y vida de derrochismo nace una criatura que pronto sigue los pasos de sus padres. Es fácil, ambos protagonistas adultos llevan una vida de castillos en el aire y despreocupación pueril. Si conocéis a Julita Salmerón (como personaje) sabréis a qué límites de extravagancia y esnobismo puede llegar esta pareja.

La Francia de los años 60 es el escenario por el que se mueve la pareja de tortolitos. Los disparates y majaderías que cometen nos pueden hablar de una comedia naif, con muchos tintes inocentes, infantiles e incluso poéticos. Pero cuando nos muestra la locura y el daño colateral que se produce descubrimos una desgarradora historia que hará a más de uno salir del cine con congoja. Régis Roinsard nos da una de cal y una de arena llevándonos por una historia muy bien narrada. Con música y baile se va tejiendo una tierna historia de excentricidades tipo Warhol y locuras a lo estrella del rock que me ha fascinado.

Una fascinación que en mi caso se produce por la capacidad de transmitir de Romain Duris, quien gestiona los sentimientos del caradura de su personaje de un modo pasmoso y demoledor. No tanto por Virginie Efira quien me sigue pareciendo que sobreactúa, pero también es cierto que lo último que le he visto interpretar ha sido a dos mujeres totalmente fuera de sus cabales que a la vez relaman mucha atención. Al fin y al cabo el idilio que se desarrolla entre ambos protagonistas recuerda mucho a lo destructiva y malsana que es la relación entre el Joker y Harley Quinn, quienes se lo pasan pipa juntos pero son conocedores de su locura y saben que no va a terminar bien.

‘Esperando a Mister Bojangles’ es un filme elegante, divertido y con doble filo. No os dejará indiferente. Su título puede parecer estrambótico o difícil de pronunciar pero que eso no os engañe, no es baladí, tiene mucho que contar. Brad Pitt dijo cuando se metió en la piel de Tyler Durden “nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock. Pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados”. Sobre ese tipo de depresiones y de rabia nos hace pensar la película. Sobre eso y sobre el daño que sufren muchos pequeños. Hace poco os hablaba de otro título francés, ‘A tiempo completo’, en el que una madre no pasaba tiempo con sus hijos por estar todo el día trabajando y eso acababa repercutiendo en la vida de los pequeños. Aquí sucede lo contrario, los padres desatienden sus obligaciones para estar con su familia y el pequeño lo paga igualmente. Amigos de Francia, un poco de término medio por favor, que nos vais a machacar sentimentalmente.

Ficha de la película

Estreno en España: 13 de mayo de 2022. Título original: En attendant Bojangle. Duración: 126 min. País: Francia. Dirección: Régis Roinsard. Guion: Romain Compingt, Régis Roinsard. Música: Clare Manchon, Olivier Manchon. Fotografía: Guillaume Schiffman. Reparto principal: Romain Duris, Virginie Efira, Solan Machado Graner, Grégory Gadebois. Producción: Curiosa Films, JPG Films, StudioCanal, Sofinergie Capac, France 2 Cinèma, Umedia, France Télévisions. Distribución: Vértice Cine. Género: drama, comedia, adaptación. Web oficial: https://vertice360.com/ficha/1682/0/esperando-a-mister-bojangles

Crítica: ‘Otros mares, otras ballenas’

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Normalizar el diálogo en torno al suicidio es fundamental para ayudar a prevenirlo. Decía Herman Melville, autor de ‘Moby Dick’, que lo que se nombra es menos temible. En varias costas del mundo es común que cada cierto tiempo aparezcan ballenas varadas a la orilla del mar, como si hubieran decidido morir voluntariamente. La “depresión” de las ballenas es, en realidad, otra manifestación de la alteración que la tecnología ha provocado en la vida natural. ‘Otros mares, otras ballenas’ quiere trazar una analogía entre las ballenas y los seres humanos a través del retrato de dos mujeres que comparten sus soledades urbanas, plasmadas mediante un cúmulo de pequeños gestos cotidianos, tras los que se agazapan las más sórdidas miserias y desequilibrios

Crítica

Profunda cavilación que parece surgir directamente de la Fosa de las Marianas

‘Otros mares, otras ballenas’ es un corto documental meditabundo que, entre otras cosas, viene a hablarnos de esas personas varadas, que casi siempre son encontradas cuando ya están muertas, cuando aparecen en nuestras costas, en nuestras vidas. Cuando ya es tarde.

José Luis Campos, junto al guionista Carlos Rico, al cual está dedicado el corto, nos envía una profunda cavilación que parece surgir directamente de la Fosa de las Marianas. ¿Somos animales desorientados cuya naturaleza ha sido volatilizada por las tecnologías? Está claro que elementos como las redes sociales o la era de los macrodatos han provocado que nos distanciemos como nunca en toda la historia de la humanidad. ¿Las relaciones interpersonales han dado un paso atrás al ampararnos casi las 24 horas del día tras perfiles anónimos? En una realidad en la que todos los detalles son registrados parece mentira que se nos escapen esos pequeños elementos que van mermando la vitalidad del ser humano con más letalidad que el mismo paso del tiempo.

‘Otros mares, otras ballenas’ demuestra que Campos conoce el concepto de entropía mejor que la mayoría de espectadores de ‘Tenet’. Además, es un corto cargado de analogías, tanto físicas como metafísicas. Concienciación, visibilidad y normalización. La vida es un camino sin retorno y la muerte lo es aún más. Nos habla a la vez del miedo y del respeto a la muerte, como algo tan inevitable como la gravedad, de la cual tenemos conciencia desde que llegamos a este mundo. Es una obra en la línea de las corrientes actuales, en una etapa en la que España ha aprobado la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia.

El tono lúgubre del filme nos cuenta que el caos nos sume en desesperación y esta a su vez en depresión. En blanco y negro y con diferentes calidades de imagen se sigue un discurso taciturno y existencial. Precisamente esa reacción negativa que acabas de sufrir, lector que sigues estas líneas, con palabras tan poco alentadoras como “taciturno” o fatigosas como “existencial”, es el rechazo que busca evitar esta obra. Pretende que cuando oigas “depresión” o “suicidio”, lo afrontes, lo asumas, lo manejes, no lo rehúyas.

Ficha de la película

Estreno en España: por determinar. Título original: Otros mares, otras ballenas. Duración: 8:24 min. País: España. Dirección: José Luis Campos. Guion: Carlos Rico, José Luis Campos. Música: Ángel Luis Quintana. Fotografía: José Luis Campos. Reparto principal: Pilar Jiménez, Maritza Núñez, Pablo Ibáñez Durán, Tomás Pardo, Jaime Penalva, José Rubio, José A. Pavón. Producción: Presa Canario Producciones. Género: documental. Web oficial: canal de Youtube

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