Palmarés del Another Way Film Festival

Conocemos aquellos trabajos que el jurado y el público han decidido destacar

El Another Way Film Festival clausuró el martes pasado su décima edición superándose a sí mismo logrando reunir a más de 11.500 espectadores, subiendo la afluencia en 1.000 personas más. Tuvo lugar del 16 al 22 de octubre y tras unas enriquecedoras jornadas tratando el progreso sostenible anunció su palmarés.

“Con esta edición teníamos un reto prioritario: conseguir expandir nuestras expectativas hacia un futuro más optimista. Desde la pandemia, hemos estado viviendo una especie de confinamiento no sólo físico, sino también mental, causado por la crisis ecosocial en la que estamos inmersas”, afirma Marta García Larriu, directora del festival. “Durante el festival hemos vivido y compartido momentos excepcionales, donde se han reforzado los lazos sociales y comunitarios incentivando el tan necesario futuro común que, aunque sobrio, también es muy apetecible”.

De estos títulos, 15 documentales (Sección Oficial e Impacto) han entrado a competición y han podido verse en Cineteca Madrid, Sala Equis y Filmin.

La película ‘We Are Guardians’ de Edivan Guajajara, Chelsea Greene y Rob Grobman, que ha competido en Sección Oficial y cuyo estreno nacional se ha celebrado dentro del marco del festival, se ha alzado con tres galardones: Premio del Jurado de 1.500€, Premio WWF Inspirando el Planeta de 1.000€, y Premio del Público de la Sección Oficial. El documental nos muestra la lucha por proteger el Amazonas de la deforestación entrelazando política, historia y economía.

Por su parte, el jurado de esta edición ha querido conceder de manera excepcional, dada la gran calidad de la programación, dos Menciones especiales. La primera mención, debido a su enorme originalidad, ha recaído en ‘Apple, Cider, Vinegar’ de Sofia Benoot, película a medio camino entre el documental de naturaleza y una fábula filosófica, este hipnótico ensayo plantea urgentes preguntas ecológicas. La segunda mención, por su necesaria denuncia sobre la amenaza que sufren los activistas medioambientales en todo el mundo, ha sido para ‘Black Snow’ de Alina Simone, una muestra sobre el poder del periodismo ciudadano y los peligros de la desinformación con el costo humano del carbón como telón de fondo.

La Mención especial EELISA (European Engineering Learning Innovation and Science Alliance), con un apoyo valorado en 2.000€ para presentar la película ganadora en algunas universidades que conforman la alianza, ha recaído en ‘A Mirror of the Cosmos’ de Isabelle Carbonel. La película explora a través del género documental y la ciencia ficción cómo el paraíso utópico del Mar Menor (Murcia) ha llegado a estar al borde de la extinción.

La película ganadora del Premio del Público de la Sección Impacto ha sido para ‘Salvaxe, salvaxe’ de Emilio Fonseca, un ensayo fílmico que rastrea imágenes y ausencias de lobo ibérico y nos invita a agudizar los sentidos. Los dos premios del público han consistido en accesorios hechos con material reciclado cortesía de la marca Sin Desperdicio.

Durante la clausura también se han revelado los trabajos ganadores de la octava edición del concurso de cortometrajes “Rueda por el cambio”, patrocinado por SIGNUS; y el proyecto ganador de la primera edición de la convocatoria “Another Narrativas”, realizada en colaboración con El Gatoverde Producciones y RCservice, en alianza con Greenpeace, con el fin de apoyar a los creadores audiovisual y fomentar el desarrollo de historias que incluyan dentro de sus temáticas la crisis climática. En la categoría nacional, los trabajos ganadores de “Rueda por el cambio” han sido ‘To Bird or not To Bird’ de Martín Romero, Premio del Jurado de 600€, y por primera vez también se ha otorgado una Mención especial del Jurado que ha recaído en ‘Donde se quejan los pinos’ de Ed Antoja. En la categoría internacional el cortometraje ganador ha sido ‘Citizen Tourist’ de Gustavo Carreiro, Premio del Público de 400€ destinado al trabajo con más visionados en el canal de YouTube del festival. Además, el proyecto ganador de la convocatoria “Another Narrativas”, ha sido para ‘Un fogal’ de Neus Pagès i Selga, con producción de Nanouk Films y Glia Films, dotado de un premio en metálico de 1.500€ y otro de 1.500€ destinado al alquiler de material cinematográfico.

Crítica: ‘Respira’

En qué plataforma ver Respira

Sinopsis

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La falta de oxígeno ha convertido la Tierra en un planeta inhabitable. Para sobrevivir, Maya (Jennifer Hudson) y su hija Zora se ven obligadas a confinarse en un búnker bajo la superficie. Para poder salir al exterior deben ponerse un traje especial diseñado por el marido de Maya, Darius, desparecido tras embarcarse en un peligroso viaje. La llegada de una misteriosa pareja (Milla Jovovich y Sam Worthington) que dice saber dónde se encuentra Darius hará que Maya y Zora bajen la guardia. Sin embargo, los visitantes esconden más de un secreto y su ansia por refugiarse en el búnker a toda costa hará que madre e hija deban luchar por sus vidas.

Crítica

Traslada eficientemente los códigos del home invasión a un mundo apocalíptico

Una vez oí que en toda película debe haber un conflicto, de cualquier tipo, para suscitar el interés del espectador y hacer progresar la trama. En el caso de ‘Respira’ es así, pero ello no significa que deba de haber un villano. El malo de esta película de supervivencia son las prisas, la desconfianza y la naturaleza traicionera de la que llevamos haciendo alarde los humanos durante siglos de historia. El sentimiento de piña, de comunidad, de sociedad, da paso fácilmente al individualismo cuando la cosa se pone fea y escasean los recursos, esto no creo que a nadie le suene a chino, solo hay que ver cuales fueron los comportamientos generalizados en el supermercado cuando se anunciaron los confinamientos de 2020. En esta película nos mantienen divididos pues a veces cuesta saber de qué lado ponerse y estamos deseando que se saque la bandera blanca y se ponga fin a la locura que enfrenta a los protagonistas.

Antes si sucedía, pero ya a casi nadie le extraña que haya gente que encargue construcciones de búnkeres y se prepare para una catástrofe o colapso. Son personas que cada vez están menos tildadas de locos. Eso es lo que le sucede a la familia que protagoniza ‘Respira’, que está a salvo gracias a esa previsibilidad extrema. La acción transcurre en 2034, en un planeta Tierra con niveles de oxígeno en mínimos impracticables para cualquier tipo de vida, animal y vegetal. Todos vimos tras los confinamientos que, de nuevo la realidad cercana nos asalta, la naturaleza se recupera si el hombre no está, esa es la esperanza a la que se aferran los protagonistas. Pero cualquier fallo en el soporte vital puede poner en peligro a los supervivientes mientras esperan recuperar su hábitat en la superficie. Todo esto nos recuerda a la recientemente estrenada ‘Fallout’ y la lucha por los recursos en un mundo desértico podría servir de precuela a ‘Mad Max’, de hecho están todos al borde de una locura similar fruto de la urgencia que trae inherente la supervivencia. ‘Respira’ no es ni una advertencia ecologista ni un alegato contra el consumismo, pero si expone acertadamente cómo es la naturaleza humana cuando le faltan aquellas necesidades que se ha creado a sí mismo, excluyendo evidentemente el oxígeno de esa lista.

En este tipo de películas suele sobrevivir el más astuto, el más frio y quien se preste más a llevar a cabo juegos sucios. El perjudicado suele ser el honesto o el que tiene sentido de colectividad. Como decía el ser humano es el enemigo de sí mismo ya que evolucionamos hace tiempo hacia las necesidades sociales. En ‘Respira’ se muestra cómo nos llevamos la contraria antropológicamente cuando le ponemos constantemente la zancadilla al prójimo, actuando de manera egoísta y sin sopesar que realmente estamos todos en el mismo barco, uno llamado Tierra. La película consigue mantener nuestro interés gracias a que su reparto, incluido Jennifer Hudson que explora el género por primera vez, se presta a una acción y a una tensión a la que Milla Jovovich y Sam Worthington están más acostumbrados. La película pertenece al género del home invasión y es prima de títulos como ‘Green room’ o ‘La habitación del pánico’. La diferencia es que estamos en un mundo postapocalíptico del que ni siquiera necesitamos conocer sus causas o detonantes. Es más, entretiene tan bien, sabe mover tan bien a sus personajes, que podemos pasar por alto sus pequeños fallos de coherencia, los deus ex machina o unos pocos momentos que parecen de comedia involuntaria.

Como curiosidad hay que señalar también que hay elementos claros que defienden la lucha de los afroamericanos contra la opresión de los blancos. La película se reduce a unos blancos invadiendo el espacio de unos negros, los cuales dicen varias veces, “esos blancos están locos”. Hay citas de Malcolm X, se pluraliza el “I can’t breathe” que generó el Black Live Matter y se usa como código el 1867, año de la Ley de Reconstitución, que fue la que surgió en la etapa en la que los Estados Unidos abolieron la esclavitud, se acabó con los gobiernos confederados y los afroamericanos comenzaron a tener derechos civiles. El director Stefon Bristol puede que haya aprovechado para introducir todos estos guiños y hacer algo de reivindicación, pero creedme que la película no va por derroteros aleccionadores. También aparece el eslogan “eat the ricth” y no por eso vamos a pensar que es una película que esgrima argumentos anti-capitalistas.

Ficha de la película

Estreno en España: 14 de junio de 2024. Título original: Breathe. Duración: 93 min. País: EE.UU. Dirección: Stefon Bristol. Guion: Doug Simon. Música: Isabella Summers. Fotografía: Felipe Vara de Rey. Reparto principal: Jennifer Hudson, Milla Jovovich, Sam Worthington, Common. Producción: Capstone Pictures, Thunder Road Pictures, Streamline Global Group. Distribución: DeAPlaneta. Género: ciencia ficción, suspense. Web oficial: https://www.capstonepictures.com/breathe

Un mes para el Another Narrativas, seminario para cineastas comprometidos

Una iniciativa de Another Way, Greenpeace y El Gatoverde Producciones

Hoy en día, crear una historia sin incluir el cambio climático es crear una historia de ciencia ficción. Por eso, y con el fin de generar interés en esta temática y situar el cambio climático como fuente de inspiración para la creación de historias potentes y conmovedoras, la Asociación Another Way, en alianza con Greenpeace y El Gatoverde Producciones, ha lanzado «Another Narrativas, seminario para cineastas comprometidos» que tendrá lugar el jueves 27 y viernes 28 de junio, de 10:00h a 18:30h en la sede de DAMA Autor (Madrid). Las inscripciones son gratuitas y ya están abiertas a través de este link hasta completar aforo.

La acción se completará con una intervención urbana en otoño y la presentación de proyectos en formato pitch en octubre, dentro del marco de la décima edición de Another Way Film Festival.

Este innovador encuentro profesional está dirigido a creadores/as, guionistas y directores/as que, conscientes de la gran influencia y el poder transformador que tiene el cine, desean incorporar el cambio climático dentro de sus narrativas ya que esta temática puede llegar a ser una importante fuente de inspiración para desarrollar grandes historias.

Según una encuesta del Ministerio de Transición Ecológica, el 49% de la población española quiere saber más sobre el cambio climático. Incorporando estas temáticas en la narrativa audiovisual se fomenta su conocimiento y las conversaciones críticas al respecto.

Durante estas dos jornadas se tratarán ecotopías como el entendimiento de la crisis climática y la inmersión en la ecología a través de dinámicas con expertos/as, presentaciones de casos de estudio y herramientas para poder incluir la lente climática en los guiones. Las ecotopías hablan de alternativas con futuro para frenar esta crisis, es un conjunto de futuros esperanzadores, deseables para todas las personas, respetuosos con el resto de seres vivos y posibles dentro de los límites del planeta. Aunque incluye el cambio climático, apunta a una crisis del modelo socioeconómico que provoca y acelera el cambio climático y las desigualdades. 

Hasta la fecha se ha confirmado la presencia de los/as siguientes ponentes: Carmen Madorrán Ayerra, profesora en el Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid y coordinadora del Grupo de Investigación en Humanidades Ecológicas (GHECO); Francisco del Pozo Campos, ingeniero técnico industrial especializado en mecánica y coordinador de campaña contra los combustibles fósiles en Greenpeace; Mónica Parrilla, responsable del Área de Biodiversidad en Greenpeace, Nerea Ramírez, licenciada en ciencias ambientales y coordinadora del Área de Ecofeminismo en Greenpeace España; y Jaime Bartolomé, coguionista y codirector del documental Hope, estamos a tiempo, producido por El Gatoverde Producciones; y Óscar Pérez, profesor de documental en el Grado de la Universidad Pompeu Fabra y la ECAM, su cortometraje Dejar el nido, el piloto de una serie de ficción sobre la irrupción de lo silvestre en lo urbano que se llamará Natural.

Durante estas dos jornadas se tomarán fotos para «Another Narrativas: visiones de futuro», una intervención urbana que se mostrará en otoño y se realizará en colaboración con los creadores y participantes del seminario para visibilizar las caras y voces del mañana. Forma parte de Inside Out Project, un proyecto artístico global y participativo de retratos en blanco y negro a gran escala en espacios público que más tarde se documentan y se comparten online. Desde 2011, esta plataforma ya ha ayudado a más de 500.000 personas de 152 países a defender un mensaje o causa a través del arte público. Hasta la fecha, sus acciones han girado en torno a temáticas como la diversidad, la comunidad, el feminismo, el racismo, el cambio climático, la educación, los derechos de los niños o el arte.

Además, durante los meses de julio y agosto, se abrirá la participación (tanto a participantes del seminario como a quienes no lo hayan hecho) de una convocatoria de proyectos audiovisuales que incluyan el cambio climático como temática dentro de su propuesta y que quieran presentarla en formato pitch ante un público de profesionales de la industria audiovisual y expertos medioambientales. En otoño, y coincidiendo con la semana de inauguración de la intervención urbana citada, se realizará una sesión preparatoria de pitch para todos aquellos y aquellas que tengan un proyecto a presentar. Finalmente, la sesión de pitch de los proyectos seleccionados tendrá lugar el viernes 18 de octubre dentro del marco de la décima edición de Another Way Film Festival. El proyecto ganador recibirá un premio de 1.500€ a cargo de El Gatoverde Producciones destinado a proyectos de ficción o documentales, y se otorgará el 22 de octubre, en la propia clausura del festival.

Another Narrativas es una actividad subvencionada por el Ministerio de Cultura y Deporte, cuenta con el apoyo de El Gatoverde Producciones, y la colaboración de Greenpeace y DAMA.

¿Es posible un mundo en blanco y negro como el de Dune: parte 2?

¿Podría la escena en escala de grises responder a una explicación física?

La segunda parte del Dune de Denis Villeneuve está dejando a todos atónitos (crítica aquí). Una de las virtudes de esta película es su capacidad para desarrollar un mundo en el que los mayores extremos de la religión y la tecnología conviven en el mismo ambiente. Por supuesto también está ganándose a los adeptos a las novelas de Frank Herbert por su fidelidad para con el espíritu de la historia. Pero sin duda otra razón por la que nos ha cautivado a los que ya la hemos visto es su poder visual.

Entre desérticas escenas y futuristas escenarios Villeneuve nos ha colado una escena en blanco y negro. Muchos le atribuyen un sentido artístico o poético al más puro estilo Zack Snyder, que es algo que nadie puede negar. Pero otros le encuentran un sentido dentro de la “física de la ciencia ficción”. Y es que en dicha escena que transcurre en el planeta Giedi Prime, propiedad de los Harkonnen y donde el sol es negro, se ve todo en escala de grises. Ahí presenciamos una vibrante escena protagonizada por Austin Butler y Stellan Skarsgård al más puro estilo cine clásico de gladiadores, tan clásico que está en blanco y negro. Pero esto solo sucede cuando los personajes están al aire libre. Por el contrario, cuando en ese planeta se hayan en un interior, bajo la influencia de luz artificial, todo se ve en color. Por lo tanto hay algo en la luz solar, los materiales o la atmósfera que produce este efecto.

Partamos de lo básico. En la Tierra vemos el mundo a todo color gracias a la luz solar. El color real de nuestro astro rey es el blanco. Esa La luz blanca que emite es el resultado de la combinación o superposición de todos los colores, lo que llamamos el espectro visible. Cada color posee un rango de radiación magnética emitida con su característica longitud de onda. Sucede que podemos distinguir colores en los objetos debido a las longitudes de onda que rebotan en ese objeto. En otras palabras, los objetos absorben todas las longitudes (o colores) menos una. Ese color que no atrapan y que rebotan es el color que nuestro ojo capta. Si queréis saber más os lo explica en profundidad CuriosaMente.

Si aceptamos esto como una regla física presente en la saga Dune solo podría existir un mundo en escala de grises si considerásemos algunas remotas posibilidades. Una de ellas es que ese mundo estuviese hecho de materiales que absorban todas las longitudes de onda o ninguna. Habría que asumir que el material biológico, los minerales o los metales de ese planeta están compuestos de sustancias que rebotan toda la luz o que la absorben por completo. Por lo tanto sería un mundo en blanco y negro, no en escala de grises. La segunda hipótesis supondría que los rayos que emite el venerado sol negro de Giedi Prime no portasen el espectro de color dentro de ellos. Por lo tanto los objetos pueden tener propiedades que en otros ambientes emiten color, pero bajo la influencia de esos rayos solo pueden transmitir tonalidades blancas, negras o grisáceas. Podríamos atribuir este triste ambiente a algo más biológico y comprobable. Los encargados de recibir la luz en nuestro ojo son los fotorreceptores, que se dividen entre conos y bastones. Los conos se ocupan de transmitir la información del color, mientras que los bastones registran la intensidad. Si la luz del sol negro fuese capaz de anular nuestros conos solo podríamos distinguir la intensidad de los colores, pero no su tonalidad, veríamos en blanco y negro. Por último, está la opción de la atmósfera. Podría ser que los gases que componen la atmósfera de ese planeta repeliesen todo el espectro de color de nuevo al espacio dejando pasar hasta la superficie solo los tonos más oscuros y claros, hasta tal punto que todo se ve en tonalidades grisáceas. Teniendo en cuenta que en las novelas nos explican que ese planeta es industrial hasta el punto de haber acabado con casi toda la flora y fauna, se antoja como la opción más cercana a los libros. Quizá lo que hemos encontrado oculto en esta escena es un alegato ecologista.

Todo esto es evidentemente es una serie de postulaciones que solo cabe concebir dentro de un mundo de ciencia ficción. A día de hoy no se ha encontrado un mundo, una atmósfera o una luz con similares propiedades, pero no sería la primera vez que una película adelanta un descubrimiento científico ¿verdad?

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