Crítica: ‘Griselda’

En qué plataforma ver Griselda

Una historia de madre desesperada, de empoderamiento y también de enloquecimiento

Los creadores de ‘Narcos’, Eric Newman y Andrés Baiz, junto con Doug Miro, Ingrid Escajeda y Carlo Bernard, vuelven con una historia real sobre el tráfico de drogas. ‘Griselda’ podría considerarse una precuela de ‘Narcos’ pues se ambienta en los años setenta y ochenta. Y no solo por el espacio temporal que abarca, sino porque trata sobre Griselda Blanco, la que en muchas ocasiones se ha considerado como una de las personas que contribuyó al imperio de Pablo Escobar en sus primeros años.

Sofía Vergara es quien interpreta a la protagonista. Encarna a una mujer que se abrió paso en un mundo de hombres jugándose lo poco que tenía y la vida misma. Curioso que en la entrevista con Pablo Motos el presentador hiciese unas preguntas tan inapropiadas que parecían dignas de uno de los personajes que pugnan por arrebatarle su poder. Vergara plantó cara al capitán de El Hormiguero y su personaje hace lo mismo. Esta es una serie que ha hecho que la actriz se enfrente a un reto interpretativo. Se ha sumergido en el drama intentando huir de dos corsés en los que estaba metida desde hace años. Por un lado se aleja significativamente de la comedia que era ‘Modern family’ y por otro se escabulle de los personajes que explotan su cuerpo. Interpretativamente esta miniserie es sin duda para ella un impulso que le puede abrir otras muchas puertas. Lástima que el maquillaje solo consiga afear su aspecto y no asemejarla al personaje original, como nos dijeron en la rueda de prensa que podéis ver aquí, se ha rodado tan rápido y durante tanto tiempo que no había tiempo para conseguir un resultado más fidedigno.

La propia actriz declaró en el encuentro que tuvimos con ella que no le agradaría someterse a más sesiones de prostéticos. Es esa quizá una de las razones por las que ‘Griselda’ concluye solo con seis episodios. Eso y que se han intentado alejar del formato de ‘Narcos’. No tenemos múltiples temporadas y tampoco una voz en off. Todo ello en favor de buscar una visión más personal del personaje, lo cual recordará a muchos a series como ‘Breaking Bad’ o ‘Los Soprano’. También se ha querido mostrar una etapa y faceta concreta del personaje que impide ver porqué se la apodó “La viuda negra” o cómo creó el cartel de Medellín junto a los Ochoa, Escobar y Lehder, aunque esto último se deja intuir. ‘Griselda’ es una historia de madre desesperada, de empoderamiento y también de enloquecimiento. Los creadores de la serie parecen encasillados o ensimismados con el mundo de las drogas, pero se agradece este cambio con una perspectiva más íntima y menos política de la historia.

Para Vergara, Colombiana de nacimiento, también ha supuesto quitarse una espina clavada y poder rodar con un reparto latino. Además de ella están en el elenco Alberto Guerra, Christian Tappan, Martín Rodríguez, Juliana Aidén Martinez, Vanessa Ferlito y haciendo su debut en la pantalla, Carolina Giraldo (a.k.a Karol G). Y el reparto de la serie incluye otras colaboraciones especiales entre los que se encuentran Alberto Ammann y Ernesto Alterio, los cuales hacen de hermanos y en el caso del segundo de ellos con un trabajadísimo acento.

Hablo mucho de Sofía Vergara porque efectivamente ella es el centro de la serie y lleva bien el peso del protagonismo. Pero siendo justos hay que destacar el trabajo muy logrado de secundarios como Juliana Aidén Martinez en el papel de la agente June que también se enfrenta al machismo y racismo de los ochenta. O el hipnótico personaje de Martín Rodriguez como Rivi.

Quizá hay que reprocharle a la serie que en su búsqueda de abordar una dimensión diferente de “La madrina” no siga la pauta que nos marcan en los títulos de inicio. La serie abre con una frase de Pablo Escobar en la que reconoce que la única persona que le ha dado miedo en la vida ha sido ella pero durante todos los episodios solo vemos a una mujer falible, temerosa y errática, aunque despiadada en momentos puntuales y desesperados. Eso y que para ir de principio a fin en su vida en tan pocos episodios se dan varios saltos temporales que nos dejan con la sensación de que nos hemos perdido algo.

El sector del cortometraje indignado con Juan del Val

Secundamos el comunicado en contra de las palabras del escritor Juan del Val

El pasado 30 de junio en el famoso y populista programa de televisión El Hormiguero se dijeron cosas muy hirientes e inciertas contra él sector del cortometraje. El escritor Juan del Val cargó contra los cortometrajistas y eso que estaba junto a el la presentadora Nuria Roca (que es también su esposa) quien también ha sido directora de cortometrajes.

A continuación, os permitimos leer el comunicado que han lanzado organizaciones como Plataforma de Nuevos Realizadores, Coordinadora del Cortometraje Español, Asociación de la Industria del Cortometraje, Alianza Audiovisual, FAGA y Unión de Cineastas.

Desde la Coordinadora del Cortometraje Español queremos expresar nuestra total repulsa a las declaraciones sin sentido en contra del cortometraje dentro de un programa de máxima audiencia en una televisión nacional como es Antena 3. Entendemos que crear polémica sea atractivo para el público, pero fueron unas declaraciones que se realizaron fuera de contexto y que pueden generar una visión absolutamente desvirtuada y errada de lo que es verdaderamente el cortometraje.

Podemos entender que haya hecho dichas declaraciones desde el desconocimiento y por ello pasamos a explicar lo que es en realidad:

  • Nuestro cine corto ha obtenido nominaciones a los Oscar, premios en Berlín, Venecia, Sundance, ha ganado el primer concurso mundial de YouTube o el Récord Guinness a la película más premiada tanto en ficción como en animación. El cortometraje español suma más de 5.000 premios internacionales en la última década y encontramos éxitos recientes como el cortometraje español, Timecode de Juanjo Giménez que ganó la Palma de Oro en Cannes en 2016 o el Oscar alcanzado por el director español Alberto Mielgo por El limpiaparabrisas. Tampoco deberíamos olvidar a Lois Patiño, premiado en la pasada edición de la Berlinale con El sembrador de estrellas (2022); o a Estíbaliz Urresola (Cuerdas, 2022), reciente ganadora del premio Rails d’Or en la Semana de la Crítica de Cannes, donde también competía este año Anna Fernández de Paco (Nisam je stigao voljeti, 2022). Y recordemos también a Rodrigo Sorogoyen, nominado en los Oscar de 2019 con Madre (2017), un corto que luego desarrolló como largometraje. Esta indiscutible muestra de la calidad de nuestros trabajos hace del cortometraje español un referente en la cultura de nuestro país.
  • Supone una herramienta de aprendizaje para futuros cineastas y como configuración de nuevos equipos de trabajo.
  • Es una obra corta de interés didáctico y pedagógico en el aula e inculca valores.
  • El cine corto ha supuesto la creación de miles de festivales en todo el mundo.
  • Para muchos, incluso directores ya consagrados en un medio único de expresión y comunicación teniendo en cuenta la dificultad actual en levantar un largometraje por los altos costes de producción.
  • Podría ser un recurso creativo y publicitario si las empresas se arriesgarán e hicieran uso del Branded Content en creación de piezas cortas, como argumentos de venta para sus productos dejando atrás la publicidad tradicional que ha agotado al público.
  • El corto necesita un presupuesto más modesto que el largo, y eso favorece el acceso a los realizadores noveles.
  • Un director de cine es también aquel que dirige historias de corta duración. Todo son películas. Tan difícil como hacer un largometraje es contar una buena historia en pocos minutos.

En la actualidad, el audiovisual es el principal medio de comunicación gracias a Internet, redes sociales y plataformas como TikTok.

Los que nos aventuramos a filmar películas de corta duración tenemos una independencia que no permiten los formatos más extensos, pero al mismo tiempo padecemos una invisibilidad que solo se interrumpe en festivales o en plataformas digitales. Vivimos en un momento importante de cambio, y el audiovisual, sobre todo el cortometraje, debe buscar nuevos caminos para acceder a los nuevos públicos.

El cortometraje es ese género cinematográfico que no siempre recibe en España la atención que merece, a pesar del respeto que recoge en todo el mundo. Simplemente es un modo de narración distinto y tiene sus propias condiciones y leyes, a veces más complejas y difíciles. Por eso merece todo el respeto y oportunidad dentro de las nuevas formas de consumo audiovisual.

Es muy desafortunado utilizar un programa nacional de máxima audiencia para ridiculizar de forma gratuita y dañar la imagen del colectivo del cortometraje como si fuera un NINI. Exponer que este proceso creativo es culturalmente innecesario, que no aporta nada y que se utiliza para dilapidar el dinero de familiares y amigos. Y todo ello con el beneplácito de la dirección de un programa cuyos contenidos han sido guionizados y aprobados.

Es además una falta de respeto hacía aquellas creadoras, creadores y profesionales que sí invierten dinero, esfuerzo y muchas horas, que se arriesgan en contar historias que derriban prejuicios sociales, que nos hacen reflexionar y que muestran una sociedad española mucho más diversa.

Atentamente,

La Coordinadora del Cortometraje Español

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