Diario de Sitges 2024. 3 de octubre

Lo nuevo de Soderbergh abre Sitges 2024

Estamos de vuelta. Ha empezado la 57ª edición del Festival de Sitges y como cada año iniciamos nuestros diarios con experiencias, declaraciones y críticas de lo que veremos día a día. Estad atentos a nuestras redes que comentaremos decenas de títulos, gran parte de ellos ya con distribuidoras que los van a mostrar en España.

‘Presence’, el nuevo estreno de Steven Soderbergh, ha sido la película inaugural acompañada de títulos como ‘House of Boils’ la nueva versión de ‘El misterio de Salem’s Lot’ llevada a cabo por Gary Dauberman. El director estadounidense ha estado presente y por la alfombra roja han desfilado nombres como Fred Dekker, Carlota Pereda, Lisa Dreyer y Christophe Gans, miembros del Jurado Oficial de Sitges 2024.

Casi todas las secciones del festival han tenido ya proyección en esta jornada inaugural de Sitges 2024. Pero también han comenzado algunas de las múltiples secciones que pueden visitar los asistentes entre cine y cine. La zona gastronómica FOODTASTIC está ya abierta, la FANSHOP ofrece su terrorífico merchanddising, el CENTRE CULTURAL MIRAMAR ya aloja el pasaje del terror bautizado como RODAJE MALDITO, las exposiciones ONE OF US!!! A FREAKS COMIC TRIBUTE y Los extraños colores de Vranckx.

A continuación, como siempre, breves reseñas de lo proyectado y visto durante el día de hoy. Como otros años iremos publicano también críticas extendidas que podéis encontrar aquí enlazadas.

‘El segundo acto’ (crítica completa)

Comedia surrealista en la que Quentin Dupieux sigue fiel a su estilo peculiar, sobre todo el de los últimos años en los que con películas como ‘Daaaaaali!’ o ‘Fumar provoca tos’ nos ofrece una narrativa con giros inesperados y montajes desconcertantes. En esta ocasión la baza que juega el director y DJ francés es la de mezclar realidad con ficción, lo cotidiano con lo irracional.

El filme está a medio camino entre lo que buscan los muy cafeteros de Dupieux y lo apropiado para acercarse por primera vez a su cine. Si bien no es una obra para todos los gustos, es un viaje que recompensa a quienes están dispuestos a aceptar el surrealismo como una exploración de lo absurdo en la vida moderna. Puede ser desconcertante para algunos espectadores, ya que desafía las convenciones narrativas y nos invita a sumergirnos en un caos controlado embadurnado de metacine y figuras retóricas.

Romper la cuarta pared es poco para Dupieux que es capaz de romper esquemas atreviéndose más que nunca con temas actuales que presentan dilemas morales y tecnológicos. ‘El segundo acto’ podría ser un alegato contra aquello que amenaza la espontaneidad y naturalidad de lo humano.

Comentado por Furanu.

‘Twilight of the Warriors walled in’ (crítica completa)

‘Twilight of the Warriors: Walled In’, basada en ‘City of Darkness’ de Li Jun, retrata la decadencia de Kowloon, una caótica y sobrepoblada ciudad dentro del Hong Kong británico, pero sin pertenecer realmente a ningún país. Fue refugio de criminales y desamparados. Dirigida por Soi Cheang, la película se cimenta en bandas criminales y venganzas. A nivel visual, mezcla la atmósfera opresiva de películas del tipo terror japonés con intensas secuencias de acción acrobática, influenciada por el cine de Jackie Chan, Jet Li y Chow Yun-Fat. Aunque entretenida, su enfoque en la acción extrema sacrifica profundidad emocional y realismo. La actuación de Raymond Lam destaca, pero el guion es criticado por sus giros previsibles y falta de matiz social.

Comentado por Furanu.

‘Nightwatch: Demons Are Forever’ (crítica completa)

Secuela del título danés de 1994 que también estaba dirigida por Ole Bornedal (‘The Possession: El origen del mal’) y contaba con Nikolaj Coster-Waldau como protagonista. Su hija (Fanny Leander Bornedal, hija también del director) indaga sobre el trágico pasado de este deprimido vigilante nocturno, sobre el cual pesa la sombra de la muerte y el crimen

Ambos se sumergen en una trama en la que se mezclan con los fantasmas interiores con los secretos. Historia de serial killer e imitador. De fetiches y problemas mentales. Sobre todo de dramas y traumas. ‘Nightwatch: Demons Are Forever’ parte de una premisa interesante, pero se estanca rápidamente en un intento de profundizar en el tormento emocional de sus personajes, lo que acaba entorpeciendo la dinámica narrativa.

Comentado por Furanu.

Crítica de ‘El Pacificador’

Tan fresca como estúpida

Cuando una serie empieza su primerísimo episodio piloto con un clásico “anteriormente en…” y sus escenas proceden de una disparatada película (‘El Escuadrón Suicida’) ya nos podemos imaginar el tono burlesco que va a tener. Pero es que además ‘El Pacificador’ arranca con un opening en el que los protagonistas bailan en plan musical sobre un escenario a ritmo del glam metal de Wig Wam. La parodia, la mofa y el heavy metal están omnipresentes en esta serie de HBO Max que se estrena el 13 de enero. Un lanzamiento que arrancará permitiendo ver tres episodios de los ocho que tiene la serie. Esta reseña la escribo tras haber visto siete de ellos, todos con escena post-créditos.

Segunda serie de James Gunn. El director de ‘Guardianes de la galaxia’ vuelve a la misma sintonía de su serie de 2008 titulada ‘PG Porn’ aunque rebajando un poco el tono grosero para acercarlo a la gran audiencia. Se nota que la calidad viene garantizada por el presupuesto de HBO Max y DC Comics pero eso no resta que la serie esté repleta de sangre, palabrotas y desnudos. A James Gunn le funcionó aplicar su pasado en la Troma para resucitar al escuadrón más desastroso de DC Comics y ahora con este spin-off secuela volverá a conquistar a gran parte de la audiencia. Aunque no puedo evitar seguir sintiendo a ‘Doom Patrol’ como la mejor serie de DC que HBO Max tiene en su catálogo.

El Pacificador de John Cena ha perdido la epicidad y luce muy poco la puntería demostrada en ‘El Escuadrón Suicida’, pero conserva su estupidez. Con la serie vemos que es más patriota que pacificador. Es tan “americano” que vive en uno de esos pintorescos parques de caravanas en una casucha pintada con la bandera norteamericana. La serie llega para plantar unos cuantos huevos de pascua con respecto a los cómics (como los múltiples cascos) pero no plantea nada serio salvo algunos datos del pasado del protagonista. Básicamente solo es una historia de acción y comedia. A Cena se le da bien hacer el tonto, pero no actuar. Viene del espectáculo que viene, pero aún le falta mucha escuela interpretativa. Se lo notamos sobre todo cuando tiene que hilar muchas frases o en los momentos dramáticos… A si es que lo mejor de la serie es la acción y los momentos incómodos. La frase “Si vis pacem, para bellum” (“Si quieres paz, prepárate para la guerra”, ya usada en ‘The Punisher’), es la máxima de Pacificador, solo que él no va directo a la confrontación, se tropieza de una manera obtusa con ella.

Junto a Cena está el reparto de agentes que a las órdenes de Amanda Waller (Viola Davis) monitorizaban las misiones del Escuadrón Suicida. Tienen el encargo de acabar con una amenaza mundial ideada para la serie, “Las mariposas”, una especie de invasión de los ultracuerpos un tanto diferente a la que ‘El Escuadrón Suicida’ planteó con Starro. Y para ampliar la trama se incorpora otro villano que si proviene de las viñetas, Judomaster (Nhut Le), una especie de guardaespaldas canijo que no hace más que comer snacks. Además hay otras sorpresas o enemigos que prefiero no desvelar.

Pero las novedades no vienen solo de parte de los villanos. Descubrimos que quien provee de trajes y armas al Pacificador es su padre, interpretado por Robert Patrick (el T-1000 de ‘Terminator 2’). Parece que va a ser su propio Alfred pero pronto descubrimos que esconde una personalidad y sorpresas diferentes. Al igual que la especie de Robin que se le une, encarnado por Freddie Stroma. Me refiero a Adrian Chase cuyo alter ego es El Vigilante, un personaje ya aparecido en la serie ‘Arrow’ interpretado por Josh Segarra.

Pero si hay una incorporación divertida es la del águila. Eagly es la mascota y compañera del Pacificador y resulta la mar de simpática. Está estupendamente recreada por ordenador y aunque se nota a veces que falla el punto al que miran los personajes y donde está realmente colocado el ave, es tan realista que lo pasamos por alto.  La personalidad de este personaje es tan tierna como traicionera, no descartemos que tenga un papel importante en el último episodio.

Sinceramente, me trae sin cuidado todo el trasfondo dramático de los personajes secundarios. Creo que duermen la trama. Sobre todo se adormece cuando los agentes, que más bien son oficinistas que tienen que trabajar obligados por Amanda Waller (si habéis visto ‘El Escuadrón Suicida’ sabréis por qué), nos plantean sus inquietudes o miedos. ‘El Pacificador’ funciona cuando el antihéroe se muestra fascista, racista, sexista… sin ser consciente de lo que es realmente. Cuando se ve que es un tipo que intenta ser superhéroe pero que a veces es villano. En la serie no lo es tantas veces como debería y se separa en ese sentido de ‘El Escuadrón Suicida’, quitándole parte de la gracia.

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