Crítica: ‘El caballero negro’

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‘Mad Max’ más ‘Snowpiercer’ más ‘In time’

Cho Ui-seok es el creador de la adaptación de ‘El caballero negro’. Este productor ha pasado de trabajar en series como ‘Doraemon’ y ‘Shin Chan’ a desarrollar un drama en un mundo distópico. La serie está basada en un webcómic del mismo nombre. Si queréis buscarlo tenéis que emplear el título original ‘Taekbaegisa’ o ‘Delivery Knight’, supongo que en España no se ha hecho una traducción literal para evitar la sorna. Sea como fuere este doce de mayo podréis ver esta serie de la que ya os damos opinión.

Esta temporada concluye con un final que permite entrever la posibilidad de segunda parte pero queda cerrada. Dispone de seis episodios inferiores a una hora en la que nos proponen un futuro en una Tierra postapocalíptica, inundada tras el choque de un cometa. Solo sobrevive el 1% de la población mundial, la cual, crea una nueva sociedad intentando prosperar entre el aire contaminado. Los niveles de polución derivados del impacto del meteorito son tales que el sol está casi oculto y la atmósfera es irrespirable. En ese peligroso escenario los gobiernos intentan proteger a la población, pero como en tantas otras ocasiones domina el corporativismo elitista que con sus políticas aumenta la brecha entre diferentes grupos de personas.

De nuevo las mentes coreanas del entretenimiento nos plantean una lucha de clases entre los restos de la humanidad en un planeta totalmente dañino para el ser humano, como en ‘Snowpiercer’. Los protagonistas son unos repartidores de oxígeno puro y limpio que van por una Corea desértica y violenta a lo ‘Mad Max’. Es imposible no acordarse de Immortan Joe pues todos van con mascarillas y hechos unos zorros. También van marcados con un código y viven en un distrito aparte, como parias de clase baja al estilo de ‘In time’. Esas referencia o influencias parecen obvias pero mucha gente buscará en este producto oriental al nuevo ‘Juego del Calamar’. No creo que ‘El caballero negro’ llegue a causar tanto furor pues ni siquiera estéticamente está tan bien trabajada. Pero bien es cierto que los episodios tres y cuatro disponen un battle royale al estilo de ‘El juego del calamar’ o ‘Los juegos del hambre’.

Por supuesto esta mezcla tan variopinta va acompañada de artes marciales. Porque estos repartidores, que son como salvadores para aquellos que pueden permitirse el pagar aire depurado y comida, son héroes de acción que reparten hostias además de botellas de oxígeno. Tal es la ensaladilla que se han montado y tan pueriles son a veces sus protagonistas que a veces cuesta tomársela en serio, salvo cuando repite el machacado discurso del apartheid y la injusta diferenciación de estratos sociales. No obstante, la serie tiene giros interesantes, dosis de acción, una relación curiosa entre los protagonistas…

Para recrear el planeta Tierra en el que transcurre ‘El caballero negro’ han tenido que emplear muchísimas imágenes generadas por ordenador. El CGI canta en las escenas en las que hay que recrear localizaciones masificadas o bastas. Su diseño de producción y su calidad técnica no es lo más destacado, pero sin embargo este delivery del futuro nos entrega de nuevo el mensaje que viene a decir que la industria coreana va a estar entre lo más destacado en los próximos años.

Crítica: ‘Boksoon debe morir’

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Sinopsis

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Gil Boksoon, que trabaja para la agencia de homicidas MK, es una sicaria con un porcentaje de éxito del 100 % y la madre de la adolescente Jae-young. Puede que sea una asesina consumada, pero tiene muchas carencias como madre. Por eso, cuando llega el momento de renovar su contrato con la agencia, decide retirarse para volcarse en su hija. Pero, cuando se dispone a hacer su último trabajo, antes de comunicar su decisión a MK, Boksoon descubre un secreto sobre la misión e infringe la norma fundamental de la empresa: ejecutar todo encargo pase lo que pase. Entonces se convierte en el blanco de la agencia y del resto de sicarios.

Crítica

Aunque pierde su flow es tan descarada que casi rompe la cuarta pared con sus alusiones cinéfilas y su modernización frívola de las historias de yakuzas

Ver a un asesino o un agente secreto combinando su vida personal y hogareña con su licencia para matar. No es la primera vez que vemos una composición de guión así, ahí están ejemplos contemporáneos como ‘Sr. y Sra. Smith’, ‘Red’, ‘León’, ‘Kingsman’… Es curioso y divertido imaginar qué pueden hacer en su día a día aquellos que trabajan en la sombra, aquellos que tienen asuntos turbios o que sesgan vidas mientras estamos viendo Netflix o durmiendo plácidamente. En ‘Boksoon debe morir’ además de una coreografiada acción, de la presentación de una nueva antiheroína y del desarrollo de una original agencia secreta del hampa se dispone un drama maternofilial.

‘Boksoon debe morir’ nos sumerge dentro de una agencia que reúne “empresas” dedicadas a materializar encargos delictivos, principalmente asesinatos por contrato. Regida por una serie de reglas y por la estricta mano de un presidente, la compañía de los bajos fondos conocida como MK tiene entre sus estrellas a la agente Gil Boksoon (Jeon Do-yeon), la cual, combina su vida secreta como criminal con la crianza de una hija adolescente. La película de Byun Sung-hyun frivoliza con el negocio de la muerte viéndolo con la perspectiva de una empresa multinacional con su escalafón, jefes y obreros descontentos. Es una película totalmente insensible o indiferente ante la violencia (como gran cantidad del material que disfrutamos hoy en día) pero que busca explorar emotividad con la trama entre la madre protagonista y su hija (Si-ah Kim).

Hay que reconocer que ‘Boksoon debe morir’ lo mola con su acción y su protagonista femenina que está dividida a lo ‘Gunpowder milkshake’ o ‘Kate’. Está narrada en su arranque en retrospectiva y con una estupenda escena de lucha parece que va a romper moldes y a desarrollar un gran carisma. Además parece estar riéndose de los clisés, las tradiciones y los estereotipos del género. Dispone una trama y una manera de indagar en los personajes muy bien armada, dibujando estupendamente la psique de cada uno de ellos. Sin embargo, ese planteamiento nos mantiene durante muchas fases en stand by esperando la acción, todo ello a favor de desarrollar la relación entre madre e hija y conforme nos sumergen en un desenlace que se torna cada vez más oscuro. La gran lástima es que la película pierde su mojo, el flow que le hace marcar la diferencia y congratularse con el cine moderno mientras que conservaba elementos clásicos. Puntualmente recupera esa dinámica pero cuesta recuperarse de tanto adormecimiento dramático acumulado.

Te gustará si aprecias las coreografías de lucha modernas herederas de Jet Li y compañía o las claras referencias al cine de Miike o Kitano. Es tan descarada que casi rompe la cuarta pared con sus alusiones cinéfilas y su modernización de las historias de mafiosos y artes marciales. Prometía su mezcla de yakuzas, katanas, organizaciones secretas, asociaciones de padres y dramas púber. Pero intenta desarrollar demasiado su universo delictivo y emocional perdiendo aquello que le hacía especial.

Ficha de la película

Estreno en España: 31 de marzo de 2023. Título original: Kill Bok-soon. Duración: 137 min. País: Corea del Sur. Dirección: Byun Sung-hyun. Guion: Byun Sung-hyun. Música: Kim Hong-jip, Lee Jin-hee. Fotografía: Cho Hyung-rae. Reparto principal: Jeon Do-yeon, Sol Kyung-gu, Kim Si-a, Esom, Koo Kyo-hwan, Lee Yeon, Hwang Jung-min. Producción: See At Film, Seed Films. Distribución: Netflix. Género: acción, thriller. Web oficial: ver en Netflix.

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