La serie de Movistar Plus+ sobre el asesinato de Carrero Blanco
Movistar Plus+ presenta ‘Todos querían muerto al Presidente’, la primera entrega de la serie documental ‘Matar al Presidente’ que se estrena el próximo 5 de diciembre. Han configurado un thriller de espionaje de tres episodios con entrevistas, escenas ficcionadas y material de archivo inédito en el 50 aniversario del asesinato de Carrero Blanco. Esta es una producción original Movistar Plus+ en colaboración con 100 Balas (The Mediapro Studio).
‘Matar al Presidente’ cuenta con los testimonios de testigos cercanos, ex miembros del CESID (antiguo servicio de inteligencia español), periodistas especializados, familiares, técnicos y expertos, además de incluir material de archivo y recreaciones dramatizadas. Todo ello configura un mosaico de hechos y conjeturas dirigidas a que sea la audiencia quien configure su opinión sobre los mismos. Esta ha sido la primera vez que se ha autorizado el acceso ilimitado al contenido del sumario por el asesinato de Carrero Blanco.
Sinopsis episodio 1:
Es 1973 y la emergente banda terrorista ETA está decidida a cometer un gran golpe en Madrid. Los etarras Argala y Wilson se encuentran con un misterioso personaje que les señala al Vicepresidente del Gobierno, el Almirante Luis Carrero Blanco, como objetivo perfecto para un secuestro. Mientras los terroristas preparan los detalles, la salud de Franco se va deteriorando, lo que precipita una serie de traiciones, mentiras y luchas de poder en el gobierno que Carrero intenta combatir con la creación de sus propios servicios secretos. Cuando el secuestro está a punto de ejecutarse, Carrero es nombrado Presidente del Gobierno, lo que cambia los planes de ETA por otros más radicales: matar al Presidente. La ‘Operación Ogro’ está en marcha.
‘El Conde’ es una comedia de terror y humor negro ambientada en un universo paralelo inspirado en la historia reciente de Chile. La película representa a Augusto Pinochet —símbolo del fascismo mundial— como un vampiro que vive recluido en una mansión abandonada en el gélido extremo sur del continente, saciando su apetito de maldad para subsistir. Pero después de 250 años, Pinochet decide dejar de beber sangre y renunciar al privilegio de la vida eterna. No puede soportar más que el mundo lo recuerde como un ladrón. Pese a que sus familiares son unos arribistas y fuente de decepción para Pinochet, una relación inesperada lo anima a seguir adelante, pero esta vez con una vida de pasión contrarrevolucionaria.
Crítica
Pocas veces las burlas hacia la sombra siempre acechante del fascismo han sido tan mordaces
‘El Conde’ es una comedia negra que transcurre en un universo paralelo. Augusto Pinochet no murió, o si… tal vez ya estaba muerto en vida. Esta película nos desvela que el tirano es realmente un vampiro de más de 250 años (interpretado por Jaime Vadell, un actor de casi 90) que vive recluido y harto de sentirse decepcionado por sus familiares y ser recordado como el mal encarnado, como un ladrón. Es por ello que alcanza el punto crítico de decidir dejar de beber sangre. Pero un giro de los acontecimientos, que debéis descubrir, cambia esa determinación a dejar este mundo.
La capa que lucían muchos dictadores del siglo pasado es lo que evocó a Pablo Larraín a la figura del Conde Drácula y lo que desató la imaginación que ha sido plasmada en el guión. Un texto que ha hecho que ‘El Conde’ sea la recién ganadora del premio a mejor guión en Venecia, obra que ha escrito junto a Guillermo Calderón. Entre ambos han rescatado esta figura que nos pintan cómicamente como la de un revolucionario de derechas cansado de ser súbdito y con una evidente megalomanía, un ser tan egoísta que es capaz de negarle la inmortalidad a sus propios hijos y esposa.
Llega este estreno tras la decepción con Larraín por ‘Spencer’ ya que yo era de los que disfrutaron ‘Jackie’. Debí ir prevenido ya que tampoco me gustó ‘Neruda’. Hay algo que no se le puede negar a Larraín, sabe buscar un punto de vista diferente para rescatar personajes históricos. En este caso, además de un cambio estético abraza dos géneros distintos, la comedia (negra) y el “terror”. Eso le hace incluso a llegar a tocar no a no uno, sino a varios personajes odiados por su pueblo ya que, por ejemplo, la condición de inmortal del protagonista nos hace volver a la Francia de María Antonieta.
Larraín se lanza al mundo del blanco y negro. Con esta decisión nos transporta a un mundo alternativo, donde hay una uniformidad y ausencia de color, con además tonos muy oscuros. Sobra decir que la época dorada del Conde Drácula fue aquella en la que sus historias se rodaban aún en escala de grises. ‘El Conde’ podría considerarse como una adaptación libre de Drácula. No falta el fiel ayudante familiar, la residencia en tierras inhóspitas, el (en este caso la) Jonathan Harker que visita el feudo para arreglar el papeleo… Si queremos resumir todos los símiles habría que decir que la familia Pinochet ha succionado la sangre a todo un país. Los asesinados, las cuentas en el extranjero, el odio visceral a la izquierda, las torturas que han quedado impunes… Si Chile está convulso actualmente el refrescar todo esto puede ser todo un acto de memoria de la cual aprender pero también hay que reconocer que es un zarandeo arriesgado. Larraín parodia, imagina, pero también clava escenas como la del velatorio, cuando recibió el escupitajo del nieto de una de las víctimas de su golpe de estado.
‘El Conde’ es la revisión de un villano dotado de la vileza de aquellos que siendo claramente culpables se dicen ser la verdadera víctima, describiéndose con el descaro de esos abyectos personajes de la prensa del corazón que son incapaces de ver el freak en el que se han convertido. Y terror no tiene la película, pero imagino el miedo que deben sentir en Chile ante la idea de que este dictador se mantenga con vida y además con poderes sobrenaturales. Aun así hay que decir que hay bastantes escenas horripilantes y violentas que pueden herir sensibilidades. La película es abiertamente cruda en varios sentidos, tanto con sus indirectas como con imágenes explícitas de decapitaciones. Y con todo esto una de las secuencias que destacan es un precioso vuelo que parece un anuncio de colonia, muy a lo ‘Jupiters Moon’.
Ante todo esto es sátira y farsa política (aunque todos sabemos que la política es una farsa por definición). Estamos ante una burla como la que fue en su día ‘El gran dictador’ o hace poco ‘Jojo Rabbit’. Menuda manera ácida y mordaz de rememorar que han pasado 50 años desde el golpe de estado en el país americano. Tras todo un mandato dictatorial Pinochet no respondió ante la justicia, como tantos otros tiranos. Eso conlleva un legado funesto que nunca termina de limpiarse. Prueba de ello es la división que vive hoy en día Chile. Ahí surge la fuerza de esta burla que reclama que hay que cerrar heridas y reconocer errores para que la sombra del pasado no vuelva a acecharnos. Al fin y al cabo lo que se busca, casi de manera literal, es exorcizar los males del pasado.
Los siguientes títulos de Larraín nos devolverán a María Callas con Angelina Jolie encarnando a la cantante de opera y al 11S con ‘The true american’, curiosamente fecha en la que publico esta crítica. Espero que se atreva con otro volantazo a su carrera pues saliéndose por la tangente es cuando saca lo mejor de él, al menos para mi gusto.
Ficha de la película
Estreno en España: 15 de septiembre de 2023. Título original: El Conde. Duración: 111 min. País: Chile. Dirección: Pablo Larraín. Guion: Guillermo Calderón, Pablo Larraín. Música: Juan Pablo Ávalo, Marisol García. Fotografía: Edward Lachman. Reparto principal: Jaime Vadell, Gloria Münchmeyer, Alfredo Castro, Paula Luchsinger, Catalina Guerra, Marcial Tagle, Amparo Noguera, Diego Muñoz, Antonia Zegers, Stella Gonets. Producción: Fabula. Distribución: Netflix. Género: terror, comedia. Web oficial:https://www.netflix.com/es/title/81590652
En una Suiza distópica que ha caído bajo el dominio fascista de un malvado tirano del queso, Heidi vive una vida pura y sencilla en los Alpes suizos. El abuelo Alpöhi hace todo lo posible por proteger a Heidi, pero sus ansias de libertad pronto la meten en problemas con los secuaces del dictador. La inocente niña se transforma en una fuerza de combate femenina que se propone liberar al país de los locos fascistas del queso.
Crítica
Una película no apta para intolerantes a la lactosa y a la sangre
Por fin ‘Mad Heidi’ ha llegado a salas españolas. Nos estamos acostumbrando a tener cada año una o dos películas independientes e incluso realizadas por fans, que se hacen virales en las redes pero no siempre tenemos la suerte de verlas en pantalla grande. Los autores de esta autodenominada Swissplotation son Johannes Hartmann y Sandro Klopfstein. La distribuidora #ConUnPack Distribución la ha estrenado para nuestro regocijo en algunas salas de cine tras su exitoso paso por un par de festivales de la península. Os recomiendo ver en sala y con compañía a esta Heidi crecidita que se pone los famosos coloretes de nuevo, pero a base de sangre, es una apoteósica perversión.
Si el clásico anime presentaba cambios con respecto a la obra original de Johanna Spyri imaginad la trama de ‘Mad Heidi’. Un cacique toma el control de Suiza y la somete a una dictadura del queso. Este villano va ataviado con una indumentaria que alude claramente a la Alemania de la II Guerra Mundial y está interpretado por Casper van Dien. Uno de sus lugartenientes mata a Pedro y comienza así una historia de venganza, una sangrienta vendetta. Tarantino estará complacido con esta película que persigue a unos fascistas esparciendo sangre, lactosa y vísceras por la tierra de los relojes, las cuentas bancarias y las navajas, aunque por tema de licencias no hayamos podido ver el logo de la clásica Victorinox cortando miembros.
‘Mad Heidi’ respira amor por el cine de género, sobre todo por el western, el gore y la acción. Emana mala leche y ganas de reírse de la nostalgia. Tienes que tener muy claro qué vas a ver y con quién vas a mofarte de lo que se ha rodado para poder disfrutarla. Sigue la estela de chifladuras desatadas como ‘Sharknado’, ‘Velocipastor’, ‘Zombies nazis’, ‘Iron Sky’… y surge de un crowdfunding, como ‘Kung Fury’. La campaña recaudó 3 millones de euros a si es que puede haber casquería y argumento extraño, pero calidad visual no le falta. Pertenece claramente a la escuela de la Asylum salvo por el hecho de que no viola ningún derecho de autor.
Pedro es un cabrero negro con pinta de chulo, el queso es un elemento de tortura, las maestras de Heidi son unas monjas ninja, hay muertes por Toblerone, zombies queseros… Se fusilan escenas de ‘Sonrisas y lágrimas’, ‘Apocalypse Now’, ‘Malditos bastardos’, ‘Kill Bill’ e incluso Batman está presente con una escena muy a lo Bane.
A priori el cabeza de cartel de la película es Casper Van Dien, actor conocidísimo por otra película sangrienta como ‘Starship troopers’, el cual, está volcando su carrera en el cine de Serie B. No es de extrañar que durante el rodaje no haya parado de brindar fotos y firmas. Pero realmente, aunque le actor tiene mucha presencia, quienes tienen el protagonismo son unas actrices que además traen sabor español. Son la protagonista Alice Lucy, que tiene sangre fallera y a Almar G. Sato, a quien habréis visto en películas como ‘Bajo el mismo techo’ o ‘Miamor perdido’. ‘Mad Heidi’ es la película que es y no hay que tomarse muy en serio las interpretaciones, aunque para hacer este tipo de películas de coña también hay que saber entrar en el juego. Alice Lucy y Almar G. Sato hacen de Heidi y Klara y están sublimes en favor de la parodia, sobre todo Lucy pasando de ser una humilde, aunque picaruela, chica de montaña a una demente asesina. Desde luego la cara de loca la borda. Además, aunque sea a modo de chiste final, nos prometen más. Yo quiero ver la continuación que ya sabemos que se llamaría ‘Heidi & Klara’.
Ficha de la película
Estreno en España: 24 de noviembre de 2022. Título original: Mad Heidi. Duración: 94 min. País: Suiza. Dirección: Johannes Hartmann, Sandro Klopfstein. Guion: Trent Haaga, Johannes Hartmann, Sandro Klopfstein, Gregory D. Widmer. Música: Mario Batkovic. Fotografía: Eric Lehner. Reparto principal: Alice Lucy, Almar G. Sato, Casper van Dien, David Schofield, Max Rüdlingler. Producción: Swissploitation Films, A Film Company. Distribución: Con Un Pack Distribución. Género: comedia, acción, fantástico. Web oficial:https://www.instagram.com/madheidimovie/
Una exploración del miedo al auge de la extrema derecha en Francia
El próximo 22 de abril se estrena en cines ‘El mundo de ayer’, la nueva película de Diastème (‘Sangre francesa’, ‘Juillet Août’, ‘Le bruit des gens autour’) protagonizada por Léa Drucker (‘Custodia Compartida’, ‘Oficina de Infiltrados’), Denis Podalydès (‘Los Amores de Anaïs’, ‘Las Fantasías’), Alban Lenoir (‘La Bala Perdida’, ‘Mala Hierba’) y Benjamin Biolay (‘Personal Shopper’, ‘Las Apariencias’).
Se trata de undrama político en el que, tras un escándalo, la presidenta de Francia hará todo lo que esté en su mano, junto a su equipo, para canalizar y desviarlo en un tiempo récord de cara a las próximas elecciones. El título de la película se refiere al pesimismo político del estado del mundo según el autor Stefan Zweig (‘El mundo de ayer: Memorias de un europeo’), la decadencia del poder jupiteriano que aún puede decidir individualmente todo el destino de un país.
Para la escritura de ‘El mundo de ayer’, Diastème colaboró con los famosos periodistas de investigación y expertos políticos, Fabrice Lhomme y Gérard Davet, con quienes explora el miedo al crecimiento de la extrema derecha en Francia.
El director, en relación al ascenso de la extrema derecha en Francia, comenta que “el problema, desgraciadamente, no ha hecho más que empeorar desde 2015, no solo en Francia sino por todo el mundo. Evidentemente es una cuestión que me preocupa. (…) A la vez que fue la elección de Macron, estaban Trump, Bolsonaro, Turquía, Hungría, Polonia y Salvini en Italia. No concebía escribir sobre otra cosa… ‘Un Français’ fue la primera película que hablaba de la extrema derecha actual de manera frontal y creo solo ha habido una más desde entonces: ‘Chez nous’ de Lucas Belvaux. Es sorprendente porque, en mi opinión, es el problema más grande de nuestra sociedad a corto plazo”.
Sinopsis oficial:
Mientras se prepara para dejar la política, Elisabeth de Raincy, presidenta de Francia, descubre que un escándalo afectará a su sucesor designado y dará la victoria al candidato de extrema derecha. Ella y su equipo tienen tres días para cambiar el curso de la historia por todo tipo de medios y estrategias.
El próximo 22 de septiembre se estrena en Netflix una nueva producción española. ‘Jaguar’ llega con 6 episodios llenos de acción y emoción, algo ya típico en las producciones de quienes la han creado Ramón Campos y Gema R. Neira (‘Fariña’, ‘Velvet’, ‘Instinto’).
Partiendo de un hecho que fue real, que muchos nazis pasaron por España para continuar su huida hacia el otro lado del charco, ‘Jaguar’ nos propone una cacería. Un título que se va a unir a otros ya vistos como ‘Malditos bastardos’ o ‘Hunters’. En esta película también tenemos a un grupo que busca atrapar a antiguos miembros del partido alemán y quiere darles caza para ponerlos ante la justicia. Sin el carisma de ‘Hunters’ o la violencia de la película de Tarantino consigue engancharnos.
Esta especie de Equipo A sesentero está liderado por un elegante Iván Marcos que luce tanto músculo como en ‘Malasaña’. Pero la protagonista real es Blanca Suárez quien ejecuta el que probablemente será el papel con más acción de su carrera. Junto a ellos están FrancescGarrido, Oscar Casas y Adrián Lastra. Este último suele tener papeles más charlatanes y aquí os va a sorprender.
‘Jaguar’ nos traslada a 1962 y allí unos españoles que consiguieron sobrevivir a los campos de concentración nazis buscan su venganza. Este es un busca y captura sin redes sociales o móviles, a base de jugársela con vigilancias e incursiones. Pero sobre todo es una serie de ideales. No me refiero a que esté todo lleno de rojo y gualda, aguiluchos o yugos y flechas, me refiero a ideales humanos, a principios morales y a la ejecución de una justicia, de esas que nunca llegan o que ninguna ley de memoria histórica puede alcanzar a satisfacer.
Probablemente surja una vez más la discusión entre nacionales y republicanos, de hecho, hoy en día por desgracia está cada vez más en auge. La serie azuza ese conflicto y aunque la trama le obligue a arrimarse a la izquierda de las Brigadas Internacionales o de la CNT la finalidad no se percibe orientada a la política.
Es como si esta fuese una apuesta más por la naziexplotaition pero a la española, ‘Jaguar’ pretende mostrar a un equipo enrabietado por lo que ha sufrido, pero a su vez controlado por sus conflictos morales, tales como la fe en un Dios que permite el holocausto, la línea que se puede atravesar al matar a alguien, el resultado que pueden tener sus actos para la historia… Todos los personajes sufren de alguna manera pero es sobre todo el de Blanca Suárez quien tiene que debatirse entre su ira y su dolor al mismo tiempo.
Bien es cierto que a veces la ambientación parece demasiado moderna, que las peleas se disimulan con mucho movimiento de cámara o que la actuación de Oscar Casas deslucen la historia. Pero ‘Jaguar’ tiene intriga, y curiosidades ya que introduce alguna que otra cosa real. Bien es sabido de la red Odessa y del amiguismo que había entre la esvástica y el águila de San Juan.
Referencias históricas hay. Desde los paseos por El Prado hasta las calles de Madrid cuyos edificios han cambiado de función para dar cobijo a fiestas o sedes de los años sesenta. Pero también las hay culturales. Por ejemplo el opening animado viene acompañado de la versión de “Vientos del pueblo” realizada por Ebri Knight. Os va a recordar a los carteles de José Bardasano o Josep Renau, lo cual es lógico pues pone música al poema de Miguel Hernández Gilabert. Quizá pase con esta canción como con el “Bella ciao” de ‘La casa de papel’, espero que al menos la curiosidad haga que los espectadores descubran su verdadero origen. También suenan temas como el “Adiós a España” de Antonio Molina, la “Tómbola” de Marisol, “El emigrante” de Juanito Valderrama e incluso el himno nazi.
‘El ángel exterminador’ de Buñuel es otro huevo de pascua que vemos en uno de los episodios. La serie está relacionada con esa película pues aquí también nos adentramos en la clase alta de la época para descubrir que los lujos y los buenos ademanes esconden intenciones repugnantes y un pasado reprobable. Muy buena esa analogía que además viene acompañada de mucho ritmo.
Diez años después de que la Tierra haya sido sometida por una fuerza extraterrestre, la sociedad humana se divide en disidentes y colaboracionistas. En la ciudad de Chicago un grupo de jóvenes busca sobrevivir y recuperar su identidad, pero no lo tendrá fácil.
Crítica
A pesar de ponernos en la mierda, cautiva
Aún me acuerdo cuando era pequeño y en mi casa seguíamos ‘V’, la serie de alienígenas come ratas. Con el tiempo, tras ver y comparar con multitud de películas sobre invasiones uno ha aprendido a valorar más esa serie que ya por entonces rompió moldes. Y es remarcable por haber sido pura ciencia ficción y por toda esa etapa de resistencia prolongada en el tiempo en la que basó su argumento, algo que hemos visto más últimamente. No es que quiera comparar o poner a ‘Nación cautiva’ a la altura de tan entrañable serie pero si que puedo asegurar que os va a recordar a aquella idea de Kenneth Johnson, autor también de ‘Cortocircuito’ y de ‘Steel’.
‘Nación cautiva’ abarca los tiempos de una postguerra. Una contienda que se salvó con el éxito de los alienígenas y la subyugación de la humanidad. Es de esas narraciones que mandan al carajo todo ese optimismo, patriotismo y virtuosismo de películas como ‘Independence Day’ o ‘Invasión a la tierra’. Directamente arranca en un punto derrotista y destructivo en el que Rupert Wyatt, director de ‘El origen del Planeta de los Simios’, vuelve a meternos en las cloacas y a sacar el lado oscuro de la humanidad.
Con un trabajo inferior al remake de la película simiesca Wyatt vuelve a pintar un futuro muy aciago para la humanidad. Al igual que la serie ‘Colony’ arranca directamente en el punto en el que llevamos años bajo el mando alienígena, o tal vez debería decir sobre porque estos son unos extraterrestres que se nos acomodan bajo tierra, en plan locust. En ese punto de partida se antoja interesante pues nos hace deambular por una trama suburbana y con asuntos de familia, que no falten en las producciones de Amblin y DreamWorks.
Donde hay invasores siempre surgen oportunistas y colaboracionistas. Por supuesto y por suerte ante situaciones así siempre nos amparamos en la clásica resistencia. Lo que vemos en ‘Nación cautiva’ se amolda a los esquemas de un gran hermano y un estado fascista. La película nos pone en situación rápidamente con una secuencia introductoria a base de noticiarios. Irónicamente durante el filme no cunde esa agilidad alargándose excesivamente con algunas secuencias que podrían haberse resumido. Pero igualmente consigue dar acción y plantear una narración y una disposición de personajes con los que es fácil simpatizar.
En líneas generales esta es una película que se deja ver muy bien, sobre todo porque se gusta con los planos amplios, con lugares colosales. También porque se reserva algún giro y tiene ciertos toques de originalidad. Me ha encantado el diseño de los alienígenas y de sus trajes, sobre todo porque no me esperaba verlos en pantalla, pensaba que iban a estar ocultos siempre manteniendo el suspense. Tampoco me extraña la calidad de estos seres, aunque sus escenas son algo confusas, ya que Greg Nicotero los ha recreado e incluso interpreta a uno.
Tener a John Goodman, que ha hecho en su carrera casi el mismo número de personajes adorables como viles, ayuda mucho. Eso lo habrá aprendido el director tras contar con él en ‘El jugador’. Aporta un alto grado de suspense pero no le considero exactamente el protagonista, aunque su rol me ha recordado mucho a lo que está planificado para Jeremy Reiner en ‘Spawn’, si se llega a rodar. Los protagonistas son Jonathan Majors (‘Territorio Lovecraft’) y Ashton Sanders (‘Moonligth’), pese a que la película se olvida de este último durante casi todo un acto. Son dos actores que me parece que tienen mucho futuro, que en esta película no tienen fallos pero tampoco se les ve brillar en exceso. Aún más inexplicable es el desaprovechamiento de Vera Farmiga que pasará por muy poco los cinco minutos en pantalla.
‘Nación cautiva’ está por encima de otras producciones de ciencia ficción que parece que se hacen por cumplir una cuota. Puede sorprender a espectadores más tiernos, sobre todo si se desarrolla con alguna secuela ya que esta parece un punto de partida que no acaba de formarse como un análisis exhaustivo de algo concreto, quizá tampoco lo pretenda. ‘Nación cautiva’ llega tarde y a tiempo. Tarde porque tenemos un desfase de más de un año y medio con respecto a su estreno en otros países. A tiempo porque es un buen entretenimiento, lo suficientemente cautivador como para que nos merezca la pena el paseo hasta el cine.
Ficha de la película
Estreno en España: 9 de octubre de 2020. Título original: Captive state. Duración: 110 min. País: EE.UU. Dirección: Rupert Wyatt. Guion: Erica Beeney, Rupert Wyatt. Música: Rob Simonsen. Fotografía: Alex Disenhof. Reparto principal: John Goodman, Ashton Sanders, Jonathan Majors, Vera Farmiga, Kevin Dunn, James Ransone, Alan Ruck, Madeline Brewer. Producción: DreamWorks, Amblin Partners, Lightfuse & Gettaway, Participant. Distribución: eOne Films. Género: ciencia ficción, drama. Web oficial:https://www.focusfeatures.com/captivestate/
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