‘Territorio Lovecraft’, opinión del arranque de la serie de HBO

Lo que habría sido ‘Supernatural’ de ambientarse en los años 50

El American Way of Life que tanto se prodigaba en los años cincuenta allá por Estados Unidos se recrea y contrasta con la marginación al hombre negro para dar forma a ‘Territorio Lovecraft’. Pero todo este discurso de hipocresía y odio esta vez nos lo han embadurnado de survival horror con todo un compendio de H. P. Lovecraft. Desde el pasado 17 de agosto se ha empezado a emitir esta serie en HBO España y como es habitual cada semana tendremos una nueva entrega.

No es como otras adaptaciones en el sentido de que mantiene el misterio hasta los instantes finales y se reservan para entonces la aparición de los horrores lovecraftianos. ‘Territorio Lovecraft’ desde el principio exhibe a sus criaturas. Empieza muy fuerte en el sentido de lucirse digitalmente y de aportar un par de escenas con emociones fuertes, tanto con bestias antediluvianas como con salvajes retrógrados.

Porque como era de imaginar al ser un trabajo producido por Jordan Peele el racismo está omnipresente. También hemos visto trabajos de Misha Green, la otra creadora, girando en torno a lo mismo. Hay referencias visuales sutiles (como la recreación de las fotos de ‘Segregation in the south’) y una infinidad de momentos que más que incómodos dan vergüenza ajena por lo que narran. Me refiero a los que pueblan siempre los territorios de Peele en su incansable lucha por los derechos afroamericanos y denuncia de lo sucedido a lo largo de la historia de USA. En ese sentido aunque nos encontremos ante un relato de género fantástico hay mucha base real. La guía verde que realiza uno de los protagonistas o las fotografías que va tomando otra son hechos que se han dado a lo largo de los 50 y 60 en Estados Unidos.

En el caso de ‘Territorio Lovecraft’ estamos en los años 50 recorriendo las carreteras sureñas en busca de un padre desaparecido y con la única pista de una ciudad llamada Ardham (lo cual es casi Arkham, nombre recurrente en las obras de Lovecraft). Este es un road trip que me ha recordado en muchos sentidos a ‘Supernatural’. Es una historia familiar con mucho de paranormal pero también con bastante de drama.

No está basada en una novela de Lovecraft, si no en una de Matt Ruff titulada como la serie. Pero Lovecraft está muy presente, desde los seres que vemos en el arranque hasta la multitud de alusiones que se le hacen. La literatura, no solo la del escritor de Rode Island, no para de ser alabada, por lo menos en el primer episodio. Aparece la editorial Arkham House, la creación del Green Book es obvia, la hija de uno de los protagonistas dibuja cómics, citan frases de ‘Drácula’ y por las manos del protagonista pasan libros como ‘El conde de montecristo’ o ‘Una princesa de Marte’.

Está muy sobrecargada de referencias y temáticas. Es de suponer que rebajará esta intensidad de alusiones según avance para depender de sus propios argumentos, si no la serie terminará siendo un mero vehículo para temas fan y reivindicativos y poca historia original. Eso sí, está claro que han dejado llevarse por la imaginación y yo siguiendo su proposición también he dejado volar la mía. Por ponernos creativos, sería orgásmico que esto formase parte del universo Cloverfield, al fin y al cabo el otro gran nombre entre los productores ejecutivos de la serie es J.J. Abrams.

Me ha gustado el carácter de la serie que también podría ser la recreación de una partida al célebre juego de rol ‘La llamada de Cthulhu’. Tenemos personajes diversos y una meta bien marcada y durante el camino inconvenientes, simbología, aventuras y horrores. Me da rabia que aunque se han introducido algunos personajes intrigantes las serie no tenga ese halo de misterio, misticismo y componentes psicológicos que suele tener la obra de Lovecraft. Eso ha sido a favor de generar un corre que te pillo que imagino que está más acorde a los gustos del público general.

Crítica de ‘Los Siete Pecados Capitales. Imperial wrath of the gods’

La temporada 4 satisface, pero nos deja para más

‘Los Siete Pecados Capitales’ es una serie que tras aparecer en 2014 ha cosechado un éxito innegable consiguiendo colarse en casa de todo tipo de fans del anime, sea cual sea su edad. Tiene merchandising y vemos cosplays de sus personajes en todos los salones de cómic, por supuesto podemos encontrar sus mangas (iniciados en 2012 y ya finalizados) en las estanterías de las tiendas. ¿Cuál es el secreto de ‘Nanatsu no Taizai’? Se podría decir que esta serie coge el testigo de clásicos como ‘Dragon Ball’ o ‘Caballeros del Zodíaco’. Aunque muchos elegirán a otras como ‘Naruto’ o ‘One Punch-Man’ como las herederas de esos clásicos (yo metería a Bobobo en la ecuación). Y pertenece a este grupo de series ya que trata de ir cada vez a más, haciendo que sus personajes nunca tengan límites, poniendo nombre a sus ataques y por supuesto rodeando todo de epicidad y humor.

Tenemos 24 nuevos episodios en Netflix con la nueva temporada de ‘Los Siete Pecados Capitales’ que lleva como tagline ‘Imperial wrath of gods’, algo así como ‘La ira imperial de los dioses’, si mi pobre inglés no me falla. El grupo de héroes, a veces villanos, conocido como Los Siete Pecados Capitales tiene que continuar con la batalla que dejó en la anterior temporada contra los poderosos Diez Mandamientos. Si hay algo a lo que uno debe estar dispuesto a esperar durante esta serie es a conocer a nuevos personajes y a incorporar giros y más giros a todas y cada una de las tramas que abren estos individuos.

Usando elementos religiosos y de la mitología artúrica ‘Los Siete Pecados Capitales’ lleva a cabo una historia que más que coral o grupal ha de denominarse multitudinaria. Son muchísimos los caballeros, magos, demonios… que interactúan con la historia haciéndola muy interesante, aunque a veces con factores excesivamente cogidos con pinzas. Porque además así se desarrolla un trasfondo abundante para cada uno de ellos y también con ello se potencia y enriquece todo el universo que transcurre en las islas británicas. Incluso se agradece que en ese gran número de historias que contar encontremos diversidad. Darían para llenar temporadas y temporadas o algún que otro spin-off. Es interesante esta temporada no solo por el nivel que alcanzan algunos protagonistas si no también por lo que se revela de su pasado, en especial sobre Gowther, Meliodas y Elizabeth.

Reinos, poderes mágicos, caballeresca, leyendas… Sobre todo hay muchas peleas, amor y aunque veamos mutilaciones o palabrotas el humor no deja de ser infantiloide. También a veces un tono que más que pícaro es salido. En esta cuarta temporada los gags están algo menos presentes y no se cosifica tanto a los personajes femeninos, ni con sus trajes ni con lo libidinoso de ciertos protagonistas.

Se mantiene el estilo de dibujo clásico que obviamente tiene arreglos hechos con ordenador. El diseño también sigue los estándares habituales del anime, encontrándonos con algunos personajes como Meliodas, Arturo y Zeldris que se parecen bastante entre ellos. Eso si, se han solucionado algunos problemas que fueron criticados en la animación de la temporada tres. Bien por Studio DEEN.

Tras varias temporadas y OVA’s la serie pasa de ser una aventura caballeresca en la que hay que defender a una dama y un reino hasta tener que librar al mundo del dominio de los demonios (todo esto sin contar con el objetivo particular de cada miembro del grupo). Muchos fans se pueden enfadar pues esta temporada no es la definitiva, su final es inconcluso y eso que ya está anunciada una serie que contará con Tristan, el hijo de Meliodas como protagonista, niño que aparece al final del manga. Lo que decía antes, muy al estilo ‘Dragon Ball’.

Crítica: ‘Proyecto Power’

Sinopsis

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Las vidas de un exsoldado, una adolescente y un policía se cruzan en Nueva Orleans mientras buscan al suministrador de una pastilla que otorga superpoderes temporales.

Crítica

Un ‘8 millas’ a lo ciencia ficción con héroes y camellos

Muchas son las películas que surgen en los últimos años poniendo a “gente ordinaria” en la tesitura de qué hacer al verse dotados de superpoderes. Es indudable que títulos como ‘Proyecto Power’ siguen la estela de sagas como X-Men (de hecho tiene un detalle muy similar al de ‘La decisión final’) y por eso, para intentar alejarse del clásico, se buscan maneras de originar o justificar la aparición de las envidiables capacidades sobrehumanas. En la última década hemos vivido el éxito de culto de ‘Chronicle’, el fracasó de la adaptación de ‘Mentes poderosas’, los desacuerdos con ‘Hancock’ o con ‘Glass’… Pero quizá a lo que más se aproxima esta nueva propuesta de Netflix es a esa tendencia de ubicar la ciencia ficción en ciudades o barrios más atípicos rodeando todo además de un halo de delincuencia y llevando así la trama a algo más mundano, como hizo ‘Code 8’ o como hacía ‘Misfits’. Sin duda, para los entendidos en cómics, el mayor parecido en las viñetas con esta película es la colección ‘Powers’ de Marvel, el número de símiles es grande.

En el caso de ‘Proyecto Power’ una especie de comprimido saca a la luz el superpoder que llevan las personas dentro y les permite usarlo mientras dura el efecto. El problema es que ese poder no se conoce hasta que se “desbloquea” y además deja secuelas. Con algo de pseudociencia y con mucha ciencia ficción esta producción de Netflix va hilando una historia de búsqueda tanto personal como justiciera.

Es de esos largometrajes que son casi buddy movie, con protagonistas muy distintos entre ellos pero con el mismo objetivo y que acaban juntos por algo más que por azar. Además también debemos incluirlas en el grupo de filmes que consigue acotarse en un breve espacio de tiempo, es decir, cuya historia transcurre en un tiempo filmico muy corto. Si queremos buscar otras comparaciones fuera de lo relacionado con los cómics podemos decir que esta puede ser una versión de ‘Colateral’ más ‘8 millas’ en plan ciencia ficción.

Aunque sea una película más con superpoderes ¿por qué es interesante ver ‘Proyecto Power’? Pues básicamente porque el guionista es Mattson Tomlin y este junto a Matt Reeves se están encargando del guión de ‘The Batman’. A si es que visto lo visto podemos decir que es lo suficientemente capaz de cargar a los personajes de un trasfondo y de acabar todo con un buen clímax. Además que la dirección ha corrido a cargo de dos directores experimentados tras varias películas de ‘Paranormal Activity’ o ‘Nerve’ y eso le ha hecho mucho bien a la hora de encauzarse por un estilo joven y más dramático. Es una película solvente con superpoderes, no con superhéroes, que además evita caer en los gags cómicos como hace Marvel, a si es que se agradece la diferencia.

También es atractiva por su reparto. Tenemos los nombres de Jamie Foxx, Joseph Gordon-Levitt, Dominique Fishback, Rodrigo Santoro, el músico Colson Baker, Courtney B. Vance, Amy Landecker… A Gordon-Levitt le vimos en aquel amago de Robin que hizo en la tercera película del hombre murciélago de Nolan, de hecho aquí se hace un poco de burla a eso, no solo porque su papel sea muy similar, si no porque la protagonista se llama Robin. Esta está interpretada por Dominique Fishback y aporta la parte adolescente e irreverente de la cinta. En el caso de Foxx por lo que interesa más es por verle rodeado de poderes (en mejor modo que en Spider-Man) y en plena forma para la acción, aquí está muy a lo Liam Neeson. Todo esto son buenos detalles para su futuro como Spawn. El trío de protagonistas funciona pero no puedo decir lo mismo del villano interpretado por Santoro.

Joseph Trapanese consigue el ritmo musical que ya ha logrado en películas como ‘Stuber Express’ o ‘El gran Showman’. Vuelve a esas esas notas “underground” que tanto usó en ‘Straight outta Compton’. Lo que decía en el titular, barrio marginal más ciencia ficción.

Ficha de la película

Estreno en España: 14 de agosto de 2020. Título original: Proyect Power. Duración: 111 min. País: EE.UU. Dirección: Henry Joost, Ariel Schulman. Guion: Mattson Tomlin. Música: Joseph Trapanese. Fotografía: Michael Simmond. Reparto principal: Jamie Foxx, Joseph Gordon-Levitt, Dominique Fishback, Rodrigo Santoro, Colson Baker, Allen Maldonado, Amy Landecker, Courtney B. Vance. Producción: Netflix, Screen Arcade, Supermarché. Distribución: Netflix. Género: ciencia ficción. Web oficial: Ver en Netflix

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