Nada que no supiésemos, pero sí que no hayamos visto
Hace poco hicimos un programa sobre cine con dictaduras donde os hablábamos de la controversia que surgió cuando se fue a estrenar ‘The interview’, esa película en la que James Franco entrevistaría en la ficción al dictador de Corea del Norte. Incluso os contamos el intento fallido de enviar al impenetrable país copias del filme, en DVD o pendrives, atadas a globos con helio. Ahora toca hablar de una propuesta parecida pero enmarcada en un enfoque mucho más sensato y peligrosamente anclado a la realidad.
Obviamente no llegan hasta el dictador, habría sido marcarse mate a lo Rodman. Pero si consiguen poner en marcha una trama que les lleva de Dinamarca a España a Uganda o la propia Corea del Norte. Y todo esto gracias a que consiguen engatusar al tarraconense Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez. Las imágenes grabadas con cámara oculta junto a este español, representante oficial de Corea del Norte, y los fragmentos de él en la televisión española son los que le dan verosimilitud a ‘El infiltrado’. Porque la verdad es que pasan cosas de película y uno llega a pensar si no son ficcionadas. Incluso es lícito plantearse si Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez ha hecho alguna vez algo tan criminal como lo que vemos pues cabe pensar que le incita a ello el propio documental invitándole a alardear de poder. Otra impresión que me da este personaje es que es alguien que busca el favor de los coreanos para recuperar el “esplendor” de su familia otrora con el dinero propio de marqueses, barones y condes.
‘El infiltrado’ es un documental a valorar por el peligro que ha supuesto hacerlo e incluso publicarlo. También por el tiempo que han dedicado a recopilar información e indagar. Es una historia que desde luego ha estado llena de sacrificio y por qué no, de la adictiva adrenalina que da sumergirse en trapos sucios y dinero. Si habéis visto ‘Juego de armas’ vais a saber a qué me refiero. Ha sido definida por el ex coordinador del Panel de Expertos de la ONU sobre Corea del Norte, Hugh Griffiths, como el mayor bochorno para el presidente Kim Jong-un que jamás hayamos visto. Y es que en más de una ocasión vais a descubrir cosas que hacen gracia por vergüenza ajena pero sobre todo vais a llevaros las manos a la cabeza.
Podríamos pensar que lo que vemos aquí está grabado con croma, como aquellas escenas de Forrest Gump en momentos clave de la historia. Pero otro aspecto que le da visos de verdad a ‘El infiltrado’ son las acusaciones que afirma haber llevado a cabo y que ha puesto en conocimiento de todos aquellos que han sido grabados. Aunque todo lo aquí expuesto no llegue a escalar hasta nuestras altas esferas me parece que va a ser los suficientemente trascendente como para llegar al Oscar. De ser así, me gustaría ver si se repite la cara de Alejandro en su último fotograma.