Cortometraje ilustrando la situación social y política de un país en quiebra
La explosión en el puerto de Beirut ha puesto en boca de todos a el Líbano, incluso teniendo una pandemia instalada en nuestras calles. Una catástrofe como tal ha conmovido al mundo. Es de esperar que los medios le den prioridad en primera plana pero muchas veces la información llega sesgada, con poco espacio de tiempo o con solo unas ligeras notas de lo que rodea esta hecatombe. Y hay que usar términos así porque no puede ser más inoportuno este suceso o tal vez sea al contrario e inicie el desencadene lo que muchos esperan.
Una patria que ha desaparecido y busca recuperar su identidad. Lo que sucede en el Líbano va más allá de haber tenido que llevar a cabo el primer impago de deuda de su historia, de tener una deuda que supone el 170% del PIB libanés o que estén tan bajos de recursos que tengan un nivel desmesurado de importaciones o que la moneda se haya devaluado hasta un 90% alcanzando la hiperinflación justo antes de la explosión. El problema del Líbano, explica ‘Homeland Gone’ y sus entrevistados, es que es una patria controlada por gente que no cree en la democracia y el pueblo obviamente no cree en ellos. Acabamos de verlo con las manifestaciones que han desembocado en la dimisión de todo el gobierno, al completo.
Quien mandaba allí acabó con lo local y potenció el sectarismo. A través de entrevistas y un ritmo bastante ágil el documental de 35 minutos nos lleva de un testimonio a otro abordando temas como la división inexistente entre política y religión, la depreciación de la moneda, la corrupción sistémica, el compromiso de los jóvenes que han sufrido incluso un impuesto al Whatsapp… Está claro que este es un documental comprometido, que dadas las circunstancias no puede contar con la aportación o versión de las autoridades locales. Se mete de lleno en las calles, siguiendo a manifestantes y miembros de partidos como el Free Patriotic Movement. Este último es el partido del presidente por lo que se muestra la perspectiva del oficialismo crítico pero a su vez también la de la calle que incluye el MPL entre sus enemigos.
En los créditos hay espacio para las diferencias entre sirios y libaneses a si es que tampoco os los perdáis. ‘Homeland Gone’ aprovecha su tiempo de cabo a rabo.
¿Cuál es el futuro del Líbano? Los realizadores de esta producción de 14 milímetros lanzan esa pregunta en los últimos compases. Si habéis visto la serie ‘El colapso’ en Filmin sabréis que abismo están atisbando en ese país. Eso es lo que quieren evitar, seguir con un sistema que les está fallando a propósito. En plena crisis, cuando todo parece ir peor, se ven algunos brotes verdes. Estableced comparativas entre lo plasmado en ‘Homeland Gone’ y la actualidad y los veréis.