Crítica de ‘Resident alien’ temporada 2

Harry se queda, pero Harry no atina a adaptarse

Muchas son las visitas de alienígenas que nos ha recreado la ficción audiovisual y no siempre con ánimo de ejemplificar una invasión. Algunas veces y por distintos motivos los extraterrestres se quedan a vivir entre nosotros y hacen de las suyas a escondidas o con el conocimiento de unos pocos. Alf es un clásico, Roger (‘Padre made in USA’) es un ejemplo más moderno, ‘Extraterrestres en apuros’ una desconocida que recomiendo o un clásico más gamberro es el de ‘Los caraconos’. Desde el año pasado podemos meter en esta lista a ‘Resident alien’.

Como expliqué en la crítica de la primera temporada, esta historia surge del formato comiquero. Las viñetas hoy en día parece que se van salvando de tanta corrección política y a la hora de trasladar este título a serie se ha mantenido el tono. Podréis comprobar el 28 de febrero a las 22h (es cuando el canal SYFY estrena la segunda temporada) como la historia sigue teniendo su mala leche habitual, sus momentos incómodos o incluso asquerosos y su humor negro.

Pero aunque ‘Resident alien’ sigue siendo una comedia disparatada y de personajes ridículos, continua teniendo momentos serios, dentro de lo que cabe. Aún mantiene su discurso sobre la condición humana y todo lo que la constituye. A través de Harry, el alienígena que interpreta Alan Tudyk, el escritor Chris Sheridan (‘Padre de familia’) hace un retrato en el que nos podemos sentir identificados muchas veces.

En la segunda temporada de ‘Resident alien’ vais a ver como Harry sufre una peligrosa amnesia, como gana un compañero de piso y como intenta ponerse en la piel de una mujer, entre otras muchas cosas. Y todo ello con tremenda gracia pues Alan Tudyk vuelve a demostrar que es la elección perfecta de casting para el protagonista pues es capaz de poner cara de alelado y a la vez usar una mirada propia del cabroncete abusón de tu colegio.

‘Resident alien’ es de esas series de las que nos alegramos que haya esquivado las cancelaciones derivadas de la pandemia. Su estilo de comedia estúpida y maquiavélica hace que su visionado nocturno suponga un cierre de día lleno de endorfina. Tudyk pilota la serie estupendamente pero delega mucho más en las historias de Asta o de la pareja de niños que para mí es la que más gracia tiene. Max y Sahar se meten en más de un lío y eso que están algo más de parte de Harry. Son dos trastos lejos de ser inocentones e intentan lidiar con el hecho de que Harry esté de nuevo cautivo en la tierra por su culpa.

Si no tenéis SYFY en vuestra parrilla de canales ‘Resident alien’ junto a ‘Chucky’ es un buen atractivo, siempre y cuando os gusten las historias fantásticas con toques adultos, discursos en segundo plano y algo de carnaza.

Crítica: ‘First cow’

Sinopsis

Clic para mostrar

Narra la historia de un cocinero (John Magaro) contratado por una expedición de cazadores de pieles, en el estado de Oregón, en la década de 1820. También la de un misterioso inmigrante chino (Orion Lee) que huye de unos hombres que le persiguen, y de la creciente amistad entre ambos en un territorio hostil.

Crítica

Un western con vistas al futuro

Esta es la primera película de Kelly Reichardt que he visto y la verdad es que en ella he podido percibir estudiados valores y muy buenas bases. Podría empezar a servir de referente esta directora que irónicamente en esta película no ha introducido a casi a ninguna mujer.

Salvo la dueña del perro que abre la película este es un título dominado por la masculinidad. ‘First cow’ transcurre en una época y una región de tramperos, cazadores y curtidores, de hombres exploradores. Una etapa de buscavidas precedente a la famosa fiebre del oro en la que muchos se ganaban la vida acumulando pieles para venderlas en regiones más “civilizadas”. Un tiempo para soñadores y para que impere la ley del más ingenioso o el más pillo.

Basándose en la novela ‘The Half-Life’ del también guionista del filme Jonathan Raymond, Reichardt elabora un western con vistas al futuro, con personajes emprendedores. Se aleja de esas películas desérticas y conflictivas, de esos western fronterizos donde el más bellaco hace imponer su ley. Por lo general en las películas del oeste los personajes van recorriendo un camino a la perdición, llevan vidas que no permiten hacer planes a la larga. Pero en ‘First cow’ los protagonistas viven amparados por sus sueños.

La trama es diferente a la de la novela. No seguimos la línea argumental de la joven que inicia este filme descubriendo dos esqueletos. Pero igualmente tarta acerca de quiénes pisaron la misma tierra que recorremos nosotros hoy en día y cómo fueron sus inicios. Uno se pregunta si no vivirían cosas similares las personas que fundaron nuestras ciudades. ‘First cow’ muestra que ha habido futuro allí donde otros no lo veían. Irónicamente todo arranca con ese funesto descubrimiento.

Probablemente una etiqueta que se verá mucho al hablar de esta película sea la de “Western costumbrista”. La película se toma su tiempo para mostrar los pormenores del tipo de vida que llevan los personajes interpretados por John Magaro y Orion Lee. Y en ese recorrido acaba siendo muy simpática, como una especie de Huckleberry Finn. Al igual que la obra de Mark Twain aborda la amistad y tiene personajes bribones y prófugos. Trasladándola a la actualidad no me quemo si digo que ‘First cow’ tiene la picardía de los hermanos Coen y la paciencia narrativa de Paul Thomas Anderson. Pausada pero no aburrida, acabemos con el estigma de las películas “lentas”. Es irónico (uso por tercera vez esta palabra) pero la película se iba a llamar ‘Slow Elk (Alce lento)’, que es como llamaban al ganado los primeros residentes de la agreste región que ahora conocemos como Oregón. Pero no se hace densa por mucha espesura y floresta que muestre. Consigue llegar a una épica simplista y posee cierta comicidad.

John Magaro nos aporta la cara más inocente del filme con su papel del cocinero apodado Cookie. Un hombre amable en tierra de desagradecidos, que sueña con tener algún día su propia panadería o incluso un hotel. “Son malos tiempos para los soñadores” decía Amelie. La voz golfa y oportunista que le empuja a salir de su zona de confort es la del otro protagonista, el personaje de Orion Lee. Un chino prófugo, extrañamente tranquilo en este mundo ajeno a él, probablemente deba su descaro a lo viajado que está. Él, al igual que otro protagonista asiático como es el de ‘Minari’, sueña con tener algún día su propia granja. Juntos se empiezan a forrar vendiendo buñuelos gracias a la presencia de la única vaca de la región. Si esa premisa os parece graciosa esperad a ver cómo la ordeñan.

La película la vemos toda en formato 4:3 (zasca a los detractores de la última versión de ‘Liga de la justicia’) y a la vaca no la vemos hasta mitad del filme. Sirva esto de ejemplo para explicaros que este es un filme con una narrativa poco común hoy en día. Con ese formato el responsable de la fotografía (Christopher Blauvelt) centra el interés en la acción, manteniendo además los planos de unas secuencias a otras, aunque estas estén a minutos de distancia. Esta austeridad de planos nos transmite que todo está acotado en una choza, un bosque, un fuerte, una casa colonial.

‘First cow’ tiene valores, tanto humanos como cinematográficos para que esté bien considerada entre crítica y público, como mínimo, como decía al principio, para que sirva de referente despuntando entre las nuevas corrientes de cine independiente.

Ficha de la película

Estreno en España: 21 de mayo de 2021. Título original: First Cow. Duración: 121 min. País: EE.UU. Dirección: Kelly Reichardt. Guion: Jonathan Raymond, Kelly Reichardt. Música: William Tyler. Fotografía: Christopher Blauvelt. Reparto principal: John Magaro, Orion Lee, Toby Jones, Ewen Bremner, Scott Shepherd, Gary Farmer, Lily Gladstone, Alia Shawkat, John Keating, Dylan Smith, Jared Kasowski, Rene Auberjonois, Todd A. Robinson, T. Dan Hopkins, Ted Rooney, Patrick D. Green, Clayton Nemrow, Jeb Berrier. Producción: Film Science, A24, IAC Films. Distribución: Avalon Distribución Audiovisual. Género: comedia, drama. Web oficial: http://www.avalon.me/distribucion/catalogo/first-cow

Crítica de ‘Resident alien’

Un doctor en Alaska de ciencia ficción

Un pequeño pueblo en la nieve, un doctor forastero, un hombre con mucho por aprender, una villa con gente peculiar… La sinopsis de ‘Resident alien’ se parece bastante a la de ‘Doctor en Alaska’ pero tenemos una significativa diferencia, el protagonista es el más raro de todos ya que es un alienígena que se hace pasar por humano.

En ‘Resident alien’ un extraterrestre se estrella en la Tierra y mientras intenta finalizar su misión suplanta la identidad de un hombre que acaba siendo el nuevo doctor de un pueblo de Colorado. Para escarnio de este ominoso alienígena se produce un crimen y se ve obligado a interactuar con los lugareños más de lo que tenía pensado. De ahí viene la gracia de esta serie que hace que tengamos un alienígena bastante sarcástico que me recuerda algunas veces a Alf.

Anoche nos conectamos a SYFY para comenzar a ver esta serie en la que Alan Tudyk interpreta al protagonista de cuatro brazos que está inspirado en un cómic de Dark Horse realizado por Peter Hogan y Steve Parkhouse. Hay diferencias sustanciales con respecto al cómic (estéticamente es poco parecido y cambian cosas de la historia) aunque se mantiene el carácter retorcido, analista y petulante del alienígena. El actor ha sabido trasladar la incomodidad de un ser en otro cuerpo realizando un trabajo de mímica, gesticulación y ejercicios faciales que nos meten en el personaje y además nos aportan muchísimo humor.

Chris Sheridan (productor de ‘Padre de familia’) ha creado esta serie y le ha salido graciosísima. El extraterrestre, fan de las series policíacas tipo ‘Ley y orden’ (imitando su famoso ¡chan chan!), tiene cero tacto y vive situaciones muy incómodas y desconcertantes. Para inri encuentra su némesis en un pequeño niño capaz de ver su verdadero aspecto y además sacarle de quicio. Un letal ser de otro mundo se enfrenta a un pillo, esta podría ser una versión actualizada de Daniel el travieso enfrentándose al gruñón del señor Wilson.

He dicho que esto podría parecerse a ‘Doctor en Alaska’ y aunque ni siquiera el cómic transcurre en ese escenario nos llevan del emplazamiento de Washington creado en el papel a la villa de Patience en Colorado. En los tres casos la trama transcurre en una pequeña villa y al margen del toque de ciencia ficción la serie funciona como tantas otas historias tipo ‘Castle’, ‘El mentalista’ y demás, con un protagonista extraño y casos por resolver. Se agradece que la serie se distinga añadiendo ingredientes fantásticos. Quiero creer además que la transformación del primer episodio rinde homenaje a un clásico del género como ‘Un hombre lobo americano en Londres’.

‘Resident alien’ desarrolla una guía sobre cómo ser un humano a partir de los aprendizajes del hombre gris. Y en consecuencia saca a la luz nuestras luces y defectos. Entre muchas capas de humor negro se esconden personajes bastante más complejos de lo que parece. Eso es algo que hemos visto en comedias clásicas, como ‘El gran levo Lebowski’ a la que además también se hace un guiño con la escena de la bolera.

 

17 Muestra SYFY. Día 2

El día de canes (o de caninos)

El segundo día ha sido el día en el que casi abandonamos la muestra para irnos a casa a abrazar fuertemente a nuestra mascota. En cuatro de las cinco películas que vimos murieron perros y fue de manera seguida. Los espectadores de la Muestra SYFY llevamos la cuenta con el habitual cachondeo pero el que ha seleccionado las películas se lo tendría que hacer mirar, socio de PACMA fijo que no es. Pero es que encima fue en plan Zombieland, mata y remata, porque en uno de ellos moría dos veces ya que el pobre perro resucitaba como un zombie, y no fue la vez que más lo sufrimos ¡ains!

El otro detalle curioso de la jornada, fue el nuevo montaje de ‘Synchronic’, la película de los talentosos Justin Benson y Aaron Moorhead. La copia proyectada en la muestra ha diferido a la que vimos en octubre en Sitges (alargando la película innecesariamente) y sus responsables no se han dado cuenta de que los subtítulos que íbamos a leer estaban mal a si es que buena parte de las escenas las hemos visto sin la correcta traducción, irónicamente, ha estado desincronizada, pero al público le ha dado igual, Leticia Dolera ha hecho algún que otro chascarrillo a modo de «traductora», esto es SYFY.

‘The pool’

La tailandesa ‘The pool’ ha sido capaz que nos olvidemos de la siesta y disfrutáramos de un thriller donde la mala suerte y también el mal hacer de nuestros protagonistas pasen de, quedarse encerrados en una piscina con un fondo de 6 metros de profundidad a vérselas con un cocodrilo.

Muy disfrutable con imágenes muy absurdas y a la par de maravillosas. Tenemos muchas escenas llenas de diversión gracias a un cocodrilo digital que no está nada mal hecho. Puede recordar a la al famoso animal de ‘Peter Pan’, aquel que no paraba de agobiar al Capitán Garfio, pues este aunque parezca tranquilo no deja en paz nunca a nuestros protagonistas.

Poco más que añadir de una película que es puro entretenimiento, os divertiréis mucho y sin duda lo pasaréis muy mal si sois amantes de los animales.

Comentado por Vicky Carras.

‘Blood Quantum’

Ha sido como un episodio Canadiense de ‘The Walking Dead’. Primero porque es de ese país y segundo porque ha seguido totalmente las pautas de una de las temporadas de esa famosa serie. Una de zombies que empieza con acción tiene un bajonazo gordísimo durante casi todo su núcleo y al final un poco más de movimiento y de giros, pero nada espectacular, no vayáis a pensar.

Si os parece raro un nativo americano haciendo de sheriff es porque no habéis visto el resto de ocurrencias de esta película. Como el anciano indio ninja que acaba con hordas de zombies con su katana, lo único bueno que merece la pena salvar. Una obra de Jeff Barnaby, un cineasta nacido en una reserva de Quebec que ha querido extrapolar al género de zombies sus inquietudes sociales.

Comentado por Francisco J. Tejeda White.

‘Synchronic’ (crítica extendida aquí)

De los directores de ‘The Endless’ llega ‘Synchronic’ donde nos vuelven a llevar a un mundo de ciencia ficción, donde los problemas personales y los viajes en el tiempo son los grandes protagonistas.

Una de las cosas que más me gusta de Justin Benson y Aaron Moorhead es lo bien que crean a sus personajes, con personalidades bien definidas y además la naturalidad con la que tratan los problemas a los que se enfrentan todos los protagonistas.

‘Synchronic’ no es la mejor de sus películas, pero aun así logran enganchar desde el principio y gustar. La fotografía y el sonido siguen siendo uno de sus puntos fuertes, dando un halo de fantasía que hace que nos creamos mucho más lo que estamos viendo.

Comentado por Vicky Carras.

‘Bacurau’

Ni Udo Kier logra salvar esta aburrida cinta que comienza con un pueblo llorando la muerte de Carmelita, una anciana muy longeva que acaba de dejarles. Mucha gente viaja de lejos para mostrarle sus respetos y el pueblo se vuelve a llenar de vida y risas.

Pero toda esta tranquilidad se va a terminar al comenzar a sucederles extraños sucesos. Vistas de un OVNI, que realmente es un dron gigante, ‘Bacurau’ desaparece del mapa y por supuesto la pérdida de señales del móvil, todo ello acompañado de una caza de humanos.

Ganadora del Premio del Jurado a Mejor Película en Cannes, la película comienza como un pequeño documental sobre el día a día de un pueblo brasileño, pero por mucho que la trama cambie y haya escenas bastante gores, es aburrida y vamos perdiendo el interés según avanza esta distopía contra el Gobierno de Bolsonaro.

Comentado por Vicky Carras.

‘Shed of the dead’

El propio título ya parece parodiar a ‘Shaun of the dead (Zombies party)’ y efectivamente esta película también va de dos colegas británicos bastante frikis que durante buena parte de la película permanecen ajenos al apocalipsis que les rodea. Pero al contrario que la película de Edgar Wrigth falta mucho mordiente, gracia y ritmo. Y hay que añadir que le sobra bastante testosterona patética.

Un apocalipsis zombie al que se enfrentan dos fracasados que casualmente… ¡tachán! giro inesperado, juegan a Warhammer, que original… Un filme muy salidorro con alguna que otra muerte como corresponde a cualquier película de muertos vivientes. Pero lo único que rescato realmente es el haber podido volver a ver a Lauren Socha (‘Misfits’) y Michael Berryman (‘Las colinas tienen ojos’).

Comentado por Francisco J. Tejeda White.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Salir de la versión móvil