Crítica: ‘Sound of freedom’

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Narra la historia de Tim Ballard, un ex Agente de Seguridad Nacional de Estados Unidos que dejó su trabajo para dedicar su vida, sumergiéndose en el submundo del tráfico de personas a lo largo de Latinoamérica, a intentar salvar las vidas de cientos de niños.

Crítica

Una película mucho menor que toda la controversia que se ha generado

Llega a nuestras taquillas ‘Sound of freedom’. Una película que se ha convertido en un fenómeno de esos que surgen de manera esporádica. Ya no se sabe si ha vendido muchas entradas por la polémica que ha generado o ha causado controversia a partir de sus proyecciones y aquello a lo que se le ha asociado. Incluso es un filme del que se dice que ha comprado su propia taquilla (con un «innovador» sistema de regalo de entradas a terceros), algo no tan extraño en la industria y en este caso no del todo errado pues Angel Studios, distribuidora que finalmente se hizo con el largometraje, ofrece poder verla gratis en USA proporcionándote un lugar donde visionarla.

Comencemos con Angel Studios. Parece que lo de apropiarse de la palabra “libertad” por parte de la derecha religiosa no es algo solo de España. Angel Studios (que solo tiene que ver con el Padre Ángel la afiliación a la palabra de Dios) surgió a partir de la inquietud de sus creadores a la hora de asegurar contenido apropiado para el público infantil. Con mensajes como “Nuestro compromiso de compartir contenido que amplifique la luz…” promocionan audiovisual como ‘The Chosen’ que también está teniendo cierto éxito a través de la narración de la vida de Jesús de Nazaret. La trama de ‘Sound of freedom’ no entiende de creencias o politiqueos. Y no, Hollywood no está evitando que la veas por estar presuntamente vinculado, simplemente no ha encajado en los planes de majors como Disney que la rechazó tras haber comprado Fox por no verla rentable. Obviamente ha habido un revulsivo que ha demostrado el error. Pero… ¿Sin este rechazo y soporte de las parroquias cristianas que apoyan a Angel Studios habría habido efecto llamada?

Evidentemente el abuso infantil y el tráfico de personas es algo que hay que erradicar. Lo malo de la película de Alejandro Monteverde es que se le ve el plumero con el sensacionalismo de algunas escenas y los alegatos patrióticos o ultraconservadores. La obra fue estrenada el 4 de julio, tenemos a un padre de familia numerosa, van a comer a un restaurante llamado American Burgers, es el típico héroe americano hace de caballero andante, el actor protagonista es abiertamente ultracatólico… Cabe señalar también que todo esto está basado en hechos reales. No encontramos aquí nada descarado ni dicen en ningún momento estar alineados con ningún movimiento conservador, pero los tópicos hablan por si mismos y el origen de la distribuidora que ha comercializado el filme es aún más indiscutible.

Dado su argumento se ha vinculado la película con teorías conspirativas de QAnon tales como aquella que afirma que Donald Trump tiene una cruzada contra determinadas élites demócratas que se dedican a la pedofilia o incluso a los ritos satánicos. De ahí parte el fenómeno de masas y hay que reconocer que ‘Sound of freedom’ en ningún momento se pronuncia contra esos lobbies sistémicos o carga contra nadie en concreto. Aunque hay que hacer honor a esa verdad también hay que conocer la trastienda y descubrir detalles tales como que el productor Eduardo Verastegui (protagonista de una de las películas de Monteverde), pone en su Instagram “los niños de Dios no están a la venta”. Que se lo digan a monaguillos como los que retrata ‘Gracias a Dios’, por ejemplo. Nos llega así la sensación de una gran hipocresía que revela una vez más que aquí solo queremos ver lo que nos interesa. Pero no voy a ser como los políticos que solo saben defenderse sacando mierda del lado contrario y nunca demostrando que son inocentes de aquello a lo que se les acusan. ¿La película logra incomodar a ciertos poderes fácticos o genera una alarma social desmedida? Una vez más habrá que decir aquello de que “nadie está en posesión de toda la verdad”. Aquí lo único evidente es que hay podredumbre en todas partes, da igual el color o la ideología.

Puestos en situación creo que ya he dejado claro que esta no es una película que se posicione voluntaria o abiertamente. Como thriller policíaco o película clásica de extracciones está bien rodada y se atreve con un tema cuanto menos incómodo. Un tanto excesivamente larga, llena de esos tópicos que tanto se han usado cuando se narra la historia de un agente con complejo de ángel de la guarda, pero hay que reconocer que en el plano técnico está bien realizada. A Jim Cavizel parece que ya solo le vemos en producciones que tienen que ver con sus creencias o realizadas por su grupo de amigos. Como actor creo que ha demostrado su valía muchas veces y en ‘Sound of freedom’ no está parco en recursos.

Morbo es una palabra que se ajusta bien a ‘Sound of freedom’. Un morbo repugnante empuja a los villanos que abusan de niños y menos deleznable y más comprensible es el morbo de aquellos que se acerquen al cine a ver qué sucede realmente con este largometraje. Ya hemos visto películas movidas por pulsiones repelentes como las snuff films o sin ir más lejos tenemos el ejemplo reciente de ‘Mantícora’ aquí en España. Lo que más se amolda a este largometraje si queréis recurrir a ficciones similares es la trilogía de Carmen Mola. Una obra que también habla de poderosos secuestrando niños y que tampoco está exenta de polémica por lo que ha generado un intenso debate. ¿A caso no es ese uno de los objetivos del arte y el entretenimiento?

Ficha de la película

Estreno en España: 11 de octubre de 2023. Título original: Sound of freedom. Duración: 131 min. País: EE.UU. Dirección: Alejandro Monteverde. Guion: Rod Barr, Alejandro Monteverde. Música: Javier Navarrete. Fotografía: Gorka Gómez Andreu. Reparto principal: Jim Caviezel, Mira Sorvino, Bill Camp, Kurt Fuller, Gerardo Taracena. Producción: Metanoia, Santa Fe Films. Distribución: A Contracorriente Films. Género: suspense, hechos reales. Web oficial: https://www.acontracorrientefilms.com/movie/sound-of-freedom

Crítica: ‘Gracias a Dios’

Sinopsis

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Alexandre vive en Lyon con su esposa e hijos. Por casualidad, se entera de que el sacerdote que abusó de él cuando era un boy scout sigue trabajando con niños. Se lanza a un combate al que se unen François y Emmanuel, otras víctimas del sacerdote, con el fin de liberarse de sus sufrimientos a través de la palabra. Pero las repercusiones y consecuencias de sus testimonios no dejarán a nadie indemne.

Crítica

Una maravilla llena de palabras y silencios

François Ozon no trae una historia cruda y real donde los niños son los grandes afectados en un terrible caso de pederastia dentro del marco de la Iglesia.

Lyon, la ciudad francesa más importante para la Iglesia, es la protagonista de esta terrible historia, donde un sacerdote Bernard Preynat, es acusado de abuso por antiguos miembros de los Boy Scouts, al ver que este hombre sigue trabajando junto a niños.

La película tiene mucho más fondo, no toca solo el tema de los abusos, que es lo más importante, sino también como cada familia lo llevó de una manera, ya sea silenciando a su propio hijo al ser muy religiosos o por el bien del negocio, otros lucharon y la Iglesia simplemente les silenció. Ese es otro tema bastante importante y otra de las denuncias que tiene la película y es el silencio de la institución, pues el sacerdote en ningún momento niega los hechos, pero la Iglesia, en concreto el Cardenal Barbarin, acalló toda esta historia desde hace muchos años y por ello también está a la espera de juicio.

Ozón logra una película que pone los pelos de punta sin escenas explícitas, cosa que se agradece, no hacen falta, las palabras, miradas y gestos lo hacen todo. Aunque cinematográficamente es una película muy sencilla, vemos pequeños detalles que nos dejan ver la tensión, el odio y a la vez tristeza en cada uno de nuestros personajes y esto es gracias al trabajo de Manuel Dacosse.

Está claro que el que la película sea tan sencilla es porque lo que le interesa al director es la palabra, que la historia sea escuchada y que los personajes puedan contarnos todo lo sucedido. Y todo esto lo logra, aparte de un guión muy bien trabajado, gracias al reparto con el que ha contado.

Melvil Poupaud es el encargado de dar vida a un hombre que sigue con su Fe, pese a todo lo que le ocurrió de niño y también el encargado de llevar a cabo la denuncia a la Iglesia por el silencio. El papel de Swann Arlaud quizás es el más débil de todos, su personaje es de los que peor ha llevado todo, drogas y enfermedades han sido su día a día por culpa de todo lo que le sucedió de pequeño. Y Denis Ménochet tiene uno de los papeles más fuertes y aunque la película es bastante seria, le logra dar un toque de humor gracias a las ocurrencias de su personaje para luchar contra la Iglesia.

Pero no solo ellos están geniales, tengo que decir que Bernard Verley da verdadero miedo como el padre Bernard Preynat, sus gestos, su sonrisa, logra crear verdadera aversión hacia ese hombre que dice estar enfermo, pero que sigue a sus anchas trabajando con niños.

En la película vemos la creación de la asociación de ‘La Palabra Liberada’, que se creó para poder denunciar tanto al sacerdote como a Philippe Barbarin, el arzobispo de Lyon que silenció todo, además una de sus famosas frases durante una rueda de prensa sobre los abusos a estos niños que da título a la película, pues en su día dijo «Gracias a Dios, lo hechos han prescrito».

Una última cosa que añadir, pero no menos importante. Aunque pueda parecer una película antirreligiosa, es una idea totalmente errónea, el director trata con mucho respeto a la institución, simplemente expone esta historia que por desgracia es parte de ella. Es algo muy loable, pues tratando el tema que se está tratando es bastante complicado ser objetivo. 

Ficha de la película

Estreno en España: 18 de abril de 2019. Título original: Grâce à Dieu. Duración: 137 min. País: Francia. Dirección: François Ozon. Guión: François Ozon. Música: Evgueni & Sacha Galperini. Fotografía: Manuel Dacosse. Reparto principal: Melvil Poupaud, Denis Ménochet, Swann Arlaud, Eric Caravaca. Producción: Mandarin Productions, Scope Pictures. Distribución: Golem distribución. Género: Drama. Web oficial: http://www.golem.es/distribucion/peliculas/gracias-a-dios/

Encuentro con François Ozon y Denis Ménochet por ‘Gracias a Dios’

«Mi primera idea era hacer una película sobre la fragilidad masculina»

El director François Ozon es de sobra conocido por películas como ‘Frantz’, ‘En la casa’ u ‘8 mujeres’. Denis Ménochet quizá se sale más de los circuitos europeos a los comerciales con títulos como ‘Maltidos Bastardos’, ‘Assassin’s Creed’ o ‘Robin Hood’ pero su currículum está repleto de éxitos producidos en nuestro continente como ‘Custodia Compartida’. Ambos han aterrizado en Madrid (fotos al final del artículo) para presentar ‘Gracias a Dios’, el título que el próximo 18 de abril estrena Golem Distribución en España.

El filme está ambientado en Lyon y habla de la organización creada por Alexandre, François y Pierre Emmanuel interpretados por Melvil Poupaud, Denis Ménochet y Swann Arlaud. La asociación “La palabra liberada” lucha por sacar a la luz abusos como los llevados a cabo por el sacerdote pederasta Bernard Preynat. Pero el filme va más allá y no se centra solo en un caso, trata de mostrar todo aquello que la Iglesia ha silenciado durante años con figuras como la del Cardinal Barbarin.

Esta es una historia real y dura, muy actual, tanto en Francia como en España. «Nunca se me había pasado por la cabeza hacer una película sobre un tema de actualidad. Mi primera idea era hacer una película sobre la fragilidad masculina. Yo he hecho muchas películas sobre mujeres fuertes. En el cine existe un cliché, el hombre es acción, la mujer es emoción. Pues vamos a invertir las cosas. Casualmente un día en Internet entré en la página de «La palabra liberada», leí los testimonios y me emocionó. Decidí conocerles y fue cuando nació la idea de hacer la película», declaró Ozon.

Se le preguntó al director sobre la relación con otros casos actuales que puede haber en España o sobre la intencionalidad del filme: «Puedo decir que en Francia las cosas han avanzado un poco. La iglesia allí se ha dado cuenta de que hay algo grave con la pedofilia, ya lo considera un crimen, están intentando hacer algo. Yo soy un cineasta, no soy un político. Mi intención no era hacer una película política. Mi intención era plantear una pregunta, era plantear un debate sobre esto, que es lo que he hecho, dar voz a las víctimas».

Tal es la repercusión del filme que en Francia cuando se estrenó en diciembre del año pasado muchas fueron las voces que la quisieron silenciar, pero su éxito es innegable. «Al principio fue rechazada e intentaron impedir su estreno, eso le dio mucha publicidad. Ahora la película ha alcanzado los 900.000 espectadores en Francia. De todos esos espectadores muchísimos son católicos. La iglesia se ha dado cuenta de que debe enfrentarse a esto. Se han apoderado en cierto modo de la película» puntualizó el cineasta.

Ménochet se acercó mucho al drama de estas personas que realmente sufrieron en su infancia. «Rodamos en la verdadera casa de François. Tenemos los testimonios que leí en la página de “La palabra liberada”, que si eres un ser humano normal qué menos que sentir empatía. También está el combate, la lucha de estos tres personajes que desde mi humilde trabajo de actor he intentado reflejar. Por último está lo de la batería. François, mi personaje, es un batería muy bueno y yo toco fatal (risas). Al director se le ocurrió grabar nuestros dos sonidos tocando y mezclarlos. Es como cuando sales a luchar, el tambor acompaña a los guerreros».

Ozon es un cineasta que cuida mucho la estética de sus largometrajes. Entran mucho por los ojos, sus imágenes impactan por su belleza y su cuidado, tiene un lenguaje visual muy expresivo. Pero en el caso de este filme esa elocuencia visual no es tan patente. «Normalmente adapto la fotografía a la historia, al o que voy a contar. En este caso la historia era la palabra, más que la imagen. Por una vez debía quedarme detrás más que anteponerme a la palabra» explicó el director.

¿Pueden esperar cambios o compensaciones de algún tipo las víctimas? Preguntas similares a esa recibió el director durante la presentación del filme. Su respuesta fue: «De hecho sí. Está ocurriendo algo. La condena a Barbarin y todo esto indica que algo se pone en marcha. He hablado con muchos sacerdotes y obispos y si parece que quieren hacer algo, hay muy buena voluntad. Entienden que es algo muy grave en el seno de la iglesia. El problema es que la Iglesia francesa es vieja. Los obispos rondan los 75 años. ¿Puede una generación de 70 y pico años cambiar algo así? Lo dudo, soy un escéptico. Por otro lado está el movimiento de los chalecos amarillos que se está metiendo con las instituciones. Si la Iglesia cambia lo hará a través de los fieles, no a través de la cúpula».

La película se cierra dejando en el aire una pregunta muy importante hacia uno de los protagonistas, cuestión teológica que le fue hecha a Ozon por uno de los asistentes a la rueda de prensa. Es por eso que al final del encuentro Ménochet quiso despedirse hablando en castellano… «Para terminar, yo no creo en Dios, pero creo en Meryl Streep».

Las fotografías han sido realizadas por Vicky Carras y Francisco J. Tejeda White. Todas las imágenes proceden de nuestro perfil de Google Photos y están protegidas con copyright, si deseáis que os enviemos alguna podéis solicitarla en nuestra sección de contacto.

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