Los Vigilantes llega a nuestros hogares en un terrorífico y propicio momento
Llega Halloween y hay que celebrar el terror como buenos cinéfilos a amantes del género que somos. Pero también nos gusta hacer honor al origen de las historias y en el caso de esta festividad popularizada por los norteamericanos tenemos que retroceder a muchos años atrás a tierras irlandesas. El Samhain es el verdadero origen de Halloween y se celebraba en tierras de Escocia e Irlanda.
Precisamente en bosques de Irlanda transcurre la que ha sido la primera película de IshanaShyamalan (una de las hijas de M. Night Shyamalan). Allí sus protagonistas se ven acechados por unas extrañas criaturas con un curioso búnker como único refugio. Tenéis nuestra crítica en este enlace pero si queréis experimentar este primer solvente filme podéis haceros con la copia que analizamos hace poco. Una edición en formato Blu-ray cortesía de Arvi Licensing.
Si queréis participar seguid estas normas para usuarios de Facebook:
¡Mucha suerte a tod@s y cuidado si salís a pasear por el bosque!
Seguid todas las instrucciones para concursar correctamente. El sorteo se hará por orden aleatorio tras listar a todos los participantes que cumplan los pasos requeridos antes del 1 de noviembre de 2024 a las 23:59h. Si el ganador/a no responde al ponernos en contacto podremos declarar desierto el sorteo. Los datos solicitados al ganador únicamente serán utilizados para esta promoción y una vez recibido el premio serán borrados, no serán incluidos en ningún fichero o base de datos. Facebook, X, Threads o Instagram no patrocinan, avalan ni administran de modo alguno esta promoción, ni están asociados a ella. ¡Mucha suerte a tod@s!
Ganador: Jesús (@jesus16071989). Participó a través de X.
Bull Run cuenta la historia de una directora de cine que, como tantos otros jóvenes, se engancha al trading de criptomonedas durante la pandemia (comprar barato, vender caro), y que para poder seguir haciendo trading sin que nadie le juzgue, decide hacer un documental sobre la fiebre de las criptomonedas.
Crítica
Con un sentido del humor analítico y autocrítico consigue ser accesible y nada criptica
‘Bull run’ hereda su título de la expresión usada en economía para describir una situación de fuerte alza en la cotización, en el caso concreto que trata este largometraje, en las criptomonedas. La directora (reconvertida en trader) Ana Ramón Rubio de quien os hemos hablado cuando comentamos su obra ‘Almost Ghosts’ ha elaborado este documental sobre la fiebre de los activos digitales adentrándose en ese mundo con la perspectiva de una persona joven que tras la pandemia intenta hacer dinero fácil comprando barato y vendiendo caro. ¿Os suena eso de la gente con ojos láser en las fotos de perfil? No os preocupéis que ‘Bull run’ os lo explica.
No os preocupéis si os suena a chino el primer párrafo porque ‘Bull run’ está tratado de un modo similar a ‘La gran apuesta’. El espíritu de Adam McKay parece presente en este largometraje que procura explicar punto por punto todo lo que sucede en nuestra actualidad con eso de los medios digitales de intercambio. Y para ello habría que citar su punto de partida, que es una fijación de la directora tras el confinamiento con este tipo de inversiones. Pero derivado de ello está un detalle más relevante y transgresor como es el hecho de que esta sea la primera película documental en formato largometraje en ser íntegramente tokenizada. Consiguió su financiación en menos de 24 horas como os contamos aquí en su día, hecho que se refleja también en el filme con una captura de nuestra web. Eso quiere decir que para llevarse acabo la representación digital del filme está dividida en tokens que pertenecen a aquellos que han creído en ella con su contribución. Una muestra más de que el blockchain está cambiando el mundo y cambiando las reglas a muchos niveles.
Aunque todo esto suene a clase aburrida de economía el tono de la película es cómico. Está narrada en primera persona, desde una perspectiva personal y moderna. ‘Bull run’ tiene muy buen sentido del humor, analítico y autocrítico. El prisma es el de obstinación que va más allá de una inquietud por algo que aún hoy en día sigue siendo un boom. El culmen de la burla sobre todo lo que vertebra el largometraje es un videoclip a tope de gusto kitsch con Lory Money orquestado por Javier Polo y con producción de Casabona Films, lo cual nos lleva a otros títulos interesantes y que se introducen en otros ámbitos de nuestra realidad como ‘The Mystery of the Pink Flamingos’ y ‘Una terapia de mierda’.
Con esta película nos planteamos si es momento para oportunistas y no rezagados o para estafados o víctimas de una burbuja ubicada en el mundo virtual. Desde luego es de estas cosas que cuando salen a la luz te quedas con ganas de haber sido parte de ella, te da rabia haber perdido el tren. Y es que aquellos que están en esta cresta de la ola pueden decir no estar influenciados por la inflación, eso que hace que suban los precios pero no los sueldos ni el valor del dinero que tienes en tu bolsillo o en tu cuenta corriente. Ahí es donde se resalta el devaneo con lo romántico. Es muy idílico o utópico poder decir que estás fuera de nuestro sistema controlado por los gobiernos o corporaciones, que vives sin ataduras e incluso sin depender del plano físico. Pero ‘Bull run’ tampoco es una apología por este tipo de inversiones, también previene de sus riesgos.
Vais a oír términos modernos como trading, Bitcoin, cripto, bear market, blockchain, tokenizar, sats, hodl, neoinversor… Y os vais a sentir como un boomer si no os suena ninguno. Pero hay mucho más allá de la visión o experiencia de la directora con toda esta nube de términos. Dado que esta película es en parte el retrato de una obsesión o de una situación tóxica el reparto está compuesto por la propia Ana Ramón Rubio (más familiares y terapeuta) junto a los testimonios de expertos como Michael J. Saylor, Gael Sánchez Smith, Miguel Ángel González, Stephan Livera, Trader Luis, Jose Antonio Bravo, Diego Mazo Rosete, Lorena Ortiz, Maurizio Esposito, Javier Callejo, Miguel Caballero, Covadonga Fernández o William Soriano. Todos ellos traders, sociólogos, economistas o influencers del tema.
‘Bull run’ va desde el origen de las cripto al margen de gobiernos o ideologías hasta la inmensa cantidad de monedas virtuales actuales que han llevado a acontecimientos históricos como la oficialidad del Bitcoin en El Salvador. Advierto de nuevo, esta no es una guía sobre cómo invertir, solo es una muestra de una realidad que es cada día más evidente que tiene perspectiva de futuro pero que también es totalmente inestable.
Ficha de la película
Estreno en España: por determinar. Título original: Bull Run. Duración: 80 min. País: España. Dirección: Ana Ramón Rubio. Guion: Ana Ramón Rubio. Música: Lory Money, LolxdMafia y Daniel Bearoid (Sr. Flipante). Fotografía: Celia Riera, Nacho Toledo Roca. Reparto principal: Ana Ramón Rubio (más familiares y terapeuta), Michael J. Saylor, Gael Sánchez Smith, Miguel Ángel González, Stephan Livera, Trader Luis, Jose Antonio Bravo, Diego Mazo Rosete, Lorena Ortiz, Maurizio Esposito, Javier Callejo, Miguel Caballero, Covadonga Fernández o William Soriano. Producción: Casabona Films. Distribución: Bienvenidos a la Calama. Género: documental, comedia. Web oficial:https://www.cosabonafilms.com/project/bull-run/
Dos soñadores y un perro emprenden la odisea para traer armonía a sus vidas y a su tierra. Cuando una serie de giros en los acontecimientos se interpone en su plan para crear perfecta armonía, los protagonistas deberán comprender que la complejidad y sabiduría de la naturaleza, así como la propia vida, van más allá de lo que conocían.
Crítica
Un nítido retrato del ciclo de la vida que debemos recuperar
El documental ‘Mi gran pequeña granja’ esta realizado y protagonizado por las mismas personas. John y Molly Chester son los artífices de esta película y a la vez son los creadores de una granja de cultivo tradicional en Los Ángeles. Ellos y todos los seres vivos que la habitan acaparan la atención de las cámaras y seguimos el transcurso de sus vidas. Desde que empiezan su andadura en una árida tierra adquirida gracias a la aportación de sus familiares y amigos hasta que intentan salvar su verde hogar de uno de los inmensos y tristemente habituales incendios de California.
‘Mi gran pequeña granja’ se desarrolla de manera lineal en el tiempo progresa gracias a los consejos de lo que se podría llamar un gurú de lo rural, Alan York. Un amigo que ayuda a la pareja a crear su propio ecosistema, pero con técnicas eficientes no con uranio a lo Homer Simpson. Les encamina a perseguir su sueño de autosuficiencia, en resumidas cuentas a volver a lo básico dejando que sea la propia naturaleza la que ofrezca las soluciones a sus propios problemas. Se pinta todo de rosa sobre el papel y surgen inconvenientes, como es natural. Pero la sensación es artificial ya que hasta dos ocasiones se cambia de tema drásticamente y no se justifica la dudosa caza de los coyotes. ¿¡Como pueden tardar años en darse cuenta de que un perro pastor sirve para ahuyentar al coyote de las gallinas!? En fin… Por lo menos este es un buen ejemplo de cómo se puede intentar restaurar el equilibrio roto por el monocultivo intenso. Es un pulso contra lo establecido por las multinacionales incapaces de abastecer el sobrepoblado planeta desde una pequeña granja.
El mensaje no me parece nada novedoso ni destacable, a no ser que seas un urbanita impresionable o te dejes llevar por el sentimentalismo de la cinta, por la obviedad y las implicaciones que conlleva el cuidar unos animales pre-destinados al consumo humano. La película está repleta de lecciones sobre ganadería y agricultura que a muchos nos parecen evidentes. Para aquellos que no han convivido en un entorno que no esté dominado por el asfalto y el wifi va a haber muchos elementos que si van a resultar conmovedores. Pero me parece hilarante oír al principio de la cinta la frase que asegura que es “arriesgado montar una granja en medio de la naturaleza”. ¿Dónde montarla si no, en un campo de fútbol? Esto nos habla de lo muy desconectados del planeta que están muchas personas.
Lo mejor, y muy bueno que tiene este documental, es la fotografía. El director de la cinta y dueño de la granja es camarógrafo de profesión y eso se nota en la gran cantidad de primeros planos de los animales, tomas cenitales, coloridos paisajes, time-lapses, imágenes en macro de insectos… No hay rincón de la granja que se haya dejado sin inmortalizar, hasta el subsuelo. Sobre todo es capaz de retratar la cotidianidad de sus escenas: los cerditos durmiéndose, los perros pastores lamiendo a los corderos, los estorninos volando en bandadas, los terneros asustados por el gallo bravucón… Cual niño en un zoológico estos soñadores se han divertido en el hogar que ahora comparten con gente de todo el mundo, pero también se enfrentan a las dificultades de la vida granjera. ‘Mi gran pequeña granja’ tiene el poder visual de los documentales más capaces proyectados hasta la fecha.
Ficha de la película
Estreno en España: 31 de enero de 2020. Título original: The Biggest Little Farm. Duración: 91 min. País: EE.UU, Dirección: John Chester. Guion: Mark Monroe, John Chester. Música: Jeff Beal. Fotografía: Kyle Romanek. Reparto principal: John Chester, Molly Chester, Matthew Pilachowski. Producción: Diamond Docs, FarmLore Films. Distribución: Festival Films. Género: documental. Web oficial: https://www.biggestlittlefarmmovie.com/
Uso de cookies
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies