‘The Sandman’ confirmada para una segunda temporada

Neil Gaiman nos da una alegría a través de sus redes

Muchas son las cancelaciones de series de DC/Vértigo, más aún las que suele ejecutar Netflix. Pero esta vez, desafiando la estadística, podemos decir con alegría que habrá segunda temporada de ‘The Sandman’. La serie que tanto éxito ha cosechado entre crítica y público continuará en Netflix tal y como ha anunciado el propio Neil Gaiman (autor de los cómics originales) en sus redes sociales.

Por lo tanto podremos sumergirnos en los siguientes números. Si la primera temporada de ‘The Sandman’ adaptó ‘Preludios y nocturnos’ y ‘La casa de muñecas’ es de esperar que la segunda abarque ‘País de sueños’ y ‘Estación de tinieblas’, para muchos las mejores partes de la novela gráfica.

El anuncio se ha realizado acompañado de un vídeo y el siguiente texto: «Los rumores son ciertos. Netflix está encantado de que tantos de ustedes hayan estado viendo Sandman, y lo que todos esperábamos que sucediera… de hecho sucedió…».

‘Hopper, el polloliebre’, basada en la novela gráfica de Chris Grine

Producida por los responsables de ‘La familia Bigfoot’

La película ‘Hopper, el polloliebre’ (‘Chickenhare and the Hamster of Darkness’), el nuevo largometraje de animación producido por nWave Pictures, llegará a los cines de nuestro país el próximo 28 de octubre de la mano de A Contracorriente Films.

‘Hopper, el polloliebre’ está dirigida por Benjamin Mousquet y Ben Stassen, este último responsable de películas tan populares como ‘Corgi: Las mascotas de la reina’, ‘El hijo de Bigfoot’, ‘La familia Bigfoot’, ‘Las aventuras de Sammy’ y ‘Robinson: Una aventura tropical’. El filme está basado en la novela gráfica de Chris Grine publicada por la editorial Dark Horse.

‘Hopper, el polloliebre’ cuenta la historia de Hopper, el hijo adoptivo del Rey Pedro, un famoso aventurero que nació mitad pollo y mitad liebre. Ansioso por ser aceptado a pesar de sus diferencias, Hopper se embarca en una emocionante aventura junto con su fiel sirviente Abe, una tortuga sarcástica, y Meg, una mofeta intrépida experta en artes marciales, en busca de la codiciada reliquia conocida como el Hámster de la Oscuridad. Los tres se enfrentan a todo un reto al tener que llegar antes que Lapin, un villano cuya reciente fuga de la cárcel amenaza la paz del reino.

Crítica de ‘Sandman’

Bien cargada de onirismo, dan ganas de seguirla hasta la vigilia

No sé si ha sido debido a la privación del sueño inherente a la ola de calor o el hecho de que la serie sea lo bastante fiel a las novelas gráficas que me he visto sin cesar esta versión de ‘Sandman’. Netflix estrena este 5 de agosto la serie basada en los cómics creados por Neil Gaiman y como lector de su obra puedo mostrarme ampliamente satisfecho.

Por zanjar pronto lo que tanto se ha comentado y la razón por la que muchos ya le han puesto sin argumentos de peso la X a este ‘Sandman’. El siempre polémico cambio de raza o sexo de muchos personajes. Sin duda esa comidilla en redes no ha hecho más que realizar los sueños de Netflix pues de ese modo consiguen publicidad gratis. Son modificaciones que nunca se hacen en el sentido inverso y a mí esto ya me resbala. Esa política de “inclusión y diversidad” se retrata a sí misma. No obstante el casting me parece bien escogido pues el hecho de que una persona sea negra o mujer no influye ni en esta trama ni en la manera de ser de los personajes. Por ser muy fan lo que si me ha dolido de esta adaptación es la ausencia de John Constantine, quien en los cómics se hace con uno de los objetos de Sueño, y la no participación de la Liga de la Justicia que recupera la Gema del sueño. En los tebeos intervienen o se menciona a Joker, Arkham, Dr. Destiny, Detective Marciano… No olvidemos que estos cómics fueron un encargo de DC para Gaiman. A pesar de que la serie lleva por delante el logo de la Warner, materializar tal cual lo original se antoja un crossover imposible por temas de derechos, presupuesto o incluso duración, harían falta muchos personajes. Esta es sin duda una de las razones por las que la serie está muy condensada y con alguna trama que sucede en paralelo o de manera adelantada. Se han permitido al menos algún guiño como los muñecos que vemos de fondo en el octavo episodio.

Pero ‘Sandman’ está bien orquestada y percibimos la misma historia, el mismo espíritu que en la serie de cómics. Para los lectores de las viñetas puedo adelantar que en la primera temporada de la serie han abarcado los dos primeros volúmenes de los diez que tiene ‘Sandman’, es decir, ‘Preludios nocturnos’ y ‘La casa de muñecas’. Y son capaces de narrar todo lo incluido en esos cómics calcando algunos diálogos, imitando algunas escenas y además sin caer en atropellos. Y lo que es más importante, manteniendo los dilemas y comportamientos de los protagonistas.

En ‘Sandman’ conocemos a Sueño, al rey de los sueños. Él es uno de los Eternos (los de DC no los de Marvel). Pero contar su historia es contar en parte la de sus hermanos, Destino, Muerte, Destrucción, Deseo Desespero y Delirio, además de la de otros muchos personajes. Todo arranca en el momento en el que Sueño cae preso tras un conclave que sale mejor que el de ‘La Herencia de Valdemar’. Tenían el loable objetivo de atrapar a la muerte para que nadie más muriese, pero en lugar de ello atraparon a su hermano y el mundo dejó de soñar. Tras muchos años cautivo, cuando Sueño se libera empieza una cruzada por reconstruir su reino de los sueños y por recuperar los objetos que le han sustraído, las herramientas que usa para canalizar su poder. Se centra la serie en resolver ese conflicto. Ese sentido de lo poético y lo oscuro e incluso retorcido que caracteriza a Gaiman y su obra podemos decir con regocijo que está en la serie.

Fantasía oscura, épica dramática y fatalista. Se ha sabido conservar los sueños como eje que vertebra la obra, la interpretación de los mismos, el onirismo en un sentido moderno. Están muy presentes el existencialismo, el conocimiento, la mente, el comportamiento humano… los cómics de ‘The Sandman’ mezclan personajes de toda índole y en ese recorrido abarcan todo lo que somos capaces de soñar. ‘Sandman’ es un estudio contemporáneo de la condición humana sin llegar a ser algo intelectual. Habría sido muy ambicioso por parte de Netflix llegar a esos niveles, de hecho demasiado sesudo para su público mainstream. O lo haces tal cual y contentas a los más eruditos o fans del cómic o lo adaptas llevándotelo a tu terreno, no hay cabida para la tierra de nadie. Es una propuesta ligeramente distinta a lo habitual que puede que caiga en el aborrecimiento pues la serie roza un poco todo eso.

En cuanto al reparto. Los efectos visuales hacen que reconozcamos viñetas de los cómics pero en movimiento. Eso favorece a que los actores nos hagan recordar a los personajes dibujados. El Sandman interpretado por Tom Sturridge, por ejemplo, es igual de depresivo y va por ahí con esa estética que parece copiada a un emo fan de Tokio Hotel. Tiene ese color pálido, esa voluminosa melena, esos ropajes que parecen sacados de ‘El Cuervo’ y ese casco que bien podría ser de uno de los ingenieros del imaginario de Ridley Scott.

Muerte es igualmente esa hermana que quiere incondicionalmente a Sueño aunque le meta caña. No lleva exactamente la misma estética que en el cómic por lo que sí que pierde ese toque gótico o punk. Es donde más percibimos la actualización ya que no viste esas pintas de rockera salida de un concierto de The Cure. La serie no cae en la trivialización. El cuervo es casi el único alivio cómico, como en los cómics, junto a Merv que lleva la voz de Mark Hamill. Además en parte el ave negra es el vehículo para explicar todo el universo que rodea a los Eternos para que los no lectores comprendan mejor qué están viendo.

Si vemos cambios en el orden de la historia o en cómo suceden algunos eventos es por la supresión de los personajes de otras franquicias que comentaba antes y por adaptar todo al lenguaje audiovisual. Hay episodios, como el primero, el de la taberna o el cierre que están estupendamente bien hechos. Incluso se acierta en cuanto al uso de las tonalidades de color, sobre todo cuando emplea tonos oscuros, con una pizca de color y alguna luz que sobrevive entre ellos. Sin duda la serie hace honor al DC oscuro, ahora bajo el sello Black Label que reúne historias de Batman, Constantine o ‘The nice house on the lake’, entre otras.

Quizá conocíais Sandman por los cómics o quizá por la versión de audiolibro que lleva la voz de James McAvoy como Sueño. Si erais lectores quizá estaréis conmigo en que es la mejor adaptación del material de Gaiman, por encima de ‘American Gods’ o ‘Good Omens’, e incluso de ‘Stardust’ o ‘Coraline’. Si queréis saber más al respecto entrad en este otro artículo.

Anunciado parte del reparto de la serie de ‘The Sandman’

Tom Sturridge será Sueño

Neil Gaiman (autor de ‘The Sandman’ o ‘Stardust’) es un artista tan querido que es considerado un mito vivo de la literatura en formato novela o cómic. Se mantiene muy activo en las redes sociales y es precisamente ahí donde ha colocado el siguiente mensaje sobre la serie que prepara Netflix sobre ‘The Sandman’.

 

Razón no le falta, no cabría esperar menos del autor. ‘The Sandman’, una novela gráfica que podemos encontrar hasta en audiolibro, tiene un elenco muy grande de personajes y no se puede descuidar a ninguno de ellos. Se ha anunciado quién será el protagonista, un personaje por el que muchos han apostado que sería James McAvoy y que incluso pudo ser Tom Hiddlestone. Tom Sturridge (‘Lejos del mundanal ruido’) se ha llevado el gato al agua y dará vida a Sueño/Morfeo.

Junto a él tendremos a Gwendoline Christie (‘Juego de Tornos’) como Lucifer, Vivienne Acheampong (‘Las brujas de Roald Dahl’) como Lucienne, Boyd Holbrook (‘Logan’) como el Corintio, Charles Dance (‘Juego de Tronos’) será Roderick Burgess, Asim Chaudhry (‘Wonder Woman 1984’) como Abel y Sanjeev Bhaskar (‘Yesterday’) como Cain. Salvo en el caso de Lucienne que se le ha hecho un cambio de sexo y raza el resto de intérpretes parece que van a estar muy aproximados a sus originales.

La historia de ‘The Sandman’ sigue a Morfeo/Sueño/Príncipe de las historias. Tras permanecer cautivo muchos años ha recapacitado sobre sus errores y viaja intentando evolucionar y corregirlos. Este ente pertenece a los siete eternos, entre los cuales encontramos también a Destino, Muerte, Destrucción, Deseo y Desespero y Delirio. El casting para estos últimos es otra jugosa sorpresa que aún no se ha desvelado. En especial se espera saber quién interpretará a Muerte, por la relevancia que tiene en la historia.

Al ser una serie de cómics de DC Comics es Warner Bros. quien está detrás de este proyecto que han escrito tanto Gaiman como David S. Goyer y Allan Heinberg.

‘Maldita’, crítica de la serie de Netflix

Historia de orígenes con algún que otro toque original

Hoy 17 de julio se estrena ‘Maldita’, la serie que Netflix ha desarrollado a partir de la novela de Thomas Wheeler y Frank Miller publicada el año pasado y cuya reseña podéis leer aquí. Como decía en dicho artículo esta es una historia de reinvención a partir de los hechos sucedidos antes de que la leyenda de Arturo y sus caballeros se materialice. Para ello centra la atención en Nimue, la tradicionalmente conocida como Dama del lago.

Para ser una serie que intenta romper moldes (con protagonista medieval femenina, pequeña historia de lesbianismo, códigos de caballerosidad eliminados…) sigue unos pasos muy arquetípicos. La paria es la destinada a ser la luz que guíe el camino de su pueblo. Al fin y al cabo la historia de la espada Excalibur (aquí no la vais a ver llamada así porque no sale de la piedra) es la inspiración de cientos de historias que siguen patrones así de clásicos.

Nimue está interpretada por Katherine Langford. La actriz a la que hemos visto en películas como ‘Puñales por la espalda’ o ‘Con amor Simon’ y el que hasta ahora ha sido su trabajo más protagónico, ‘Por trece razones’, ejecuta un papel que la ha desafiado en varios sentidos y que también la hace moverse por terrenos cómodos o ya explorados por ella. Por un lado su personaje de ‘Maldita’ tiene un carácter púber además de castigado y por otro ha de ejecutar alguna que otra escena de acción. Con la acción no se desenvuelve mal, pero con el tema amoríos, miedos… no se sale de lo frecuente.

En el caso de Arturo se ha elegido a Devon Terrell, quien hizo en su día de Barack Obama de joven en ‘Barry’. Está claro que aquí ha de interpretar a una versión extranjera de Arturo (muchas veces se ha dicho que era britanorromano), porque a efectos de la trama no hay otra explicación para su elección. Como dije en la reseña en esta nueva traslación del mito artúrico no es un abanderado de los ideales de la caballería precisamente. A todos los efectos es un futuro rey de Bretaña muy diferente.

Para mí lo más atractivo o entretenido de ‘Maldita’ es toda la parte de Merlin. Es la más cargada de misticismo y leyenda acompañada además de un buen trabajo por parte de Gustaf Skarsgård. Por ejemplo la parte del rey de los leprosos con el fuego Fey iluminando el cadáver de Boudica es digna de un gran cuento o narración clásica. Igual de potente es la imagen del Monje Llorón que se me antoja como una especie de Darth Maul al servicio de la Iglesia. También está curioso intentar averiguar (si no has leído antes la novela) quién es cada caballero, ya que aparecen bajo otros nombres o pseudónimos.

Un buen aliciente para ver ‘Maldita’ es el diseño de producción de algunos escenarios, no de todos. Hay grutas, castillos y bosques que os van a dar momentos con carga mitológica. Contrastan con alguna escena sobrecargada de color, incluso en el rostro de la protagonista que llega a mostrarse como si pareciese que acaba de salir de una tienda de maquillaje tras probar todas las muestras gratuitas.

Lo que parece sobre todo es que esta es una serie adolescente. No es tipo ‘Destino de caballero’, no tiene comedia, ni música, ni ese descaro. Pero si un reparto muy joven, lleno de miedos e inseguridades, con romances y chiquillerías. Adolescente pero cuidado mentes sensibles (si aún quedan) que aquí las espadas atraviesan cabezas y cortan manos, con el consiguiente salpicón. Aún así para ser algo que se relaciona con Frank Miller lo veo hasta cándido. Será que la edad le ha enternecido (no olvidemos tampoco que el guión lo firma también otra persona). Aunque debo reconocer que el humor negro de la parte en la que un personaje ha de curar Vikingos me ha hecho gracia.

Todo sucede igual que las páginas del libro ‘Maldita’ hasta el tercer episodio. A partir de ahí hay momentos en común pero se han cambiado algunas tramas para incluir o dar más detalles de otros personajes, en concreto de dos chicas. Se hizo un libro con las pretensiones de hacerlo cómic y modifican hechos y tono. Hay cosas que no entiendo. He podido ver cinco episodios previamente a la fecha de estreno y seguramente acabe igual, ya he visto algún indicio de ello. Pero estoy seguro de que habrá más cambios. Por ejemplo se ha introducido una historia de lesbianismo que lo único que me cuenta es que Netflix también está obsesionado con forzar la corrección política.

Tanto el opening como las imágenes transitorias están ilustrados. Son unos dibujos curiosos pero lo cierto es que podrían haber usado las de Frank Miller o por lo menos su estilo. Son también dibujos sencillos en cuanto a detalles, basados en siluetas, pero no como los de Miller.

Los episodios dirigidos por Zetna Fuentes y Daniel Nettheim no tienen artificios o secuencias prodigiosas pero nos mantienen enganchados. La serie puede decir tener algún que otro momento o sugerencia original, consigue levantar alguna que otra sensación. Por poner una de ellas, de nuevo sigue esa lucha del mundo mágico contra el invasor católico. En ese enfrentamiento se establecen unos villanos a los que dan ganas de tirar una Santa Granada de Antioquía.

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