Crítica: ‘La sustancia’

En qué plataforma ver La sustancia

Sinopsis

¿Alguna vez has soñado con una mejor versión de ti misma? Tú. Solo que mejor en todos los sentidos.

Tienes que probar este nuevo producto. Se llama La Sustancia.

Genera otra tú. Una nueva tú, más joven, más bella, más perfecta.

Y solo hay una regla: compartes el tiempo. Una semana para ti. Una semana para la nueva tú. Siete días cada una. Un equilibrio perfecto. Fácil. ¿Verdad?

Si respetas el equilibrio… ¿Qué podría salir mal?

Crítica

Bofetada embadurnada de la superficialidad babosa de un videoclip de Benny Benassi y lo más viscoso de Cronenberg

‘La sustancia’ es una película que ha suscitado múltiples reacciones desde su proyección en festivales, y no es para menos, ya que se trata de un thriller de terror y ciencia ficción que, además de sus impactantes escenas visuales, carga con una crítica social profunda. Inicialmente podría haber sido la última película protagonizada por Ray Liotta, pero su inesperada muerte dio lugar al fichaje Dennis Quaid, quien se encargó finalmente de asumir este trabajo, de una manera desatada, he de decir. Sin embargo, más allá de las circunstancias que rodearon su producción, ‘La sustancia’ destaca por su protagonismo femenino y se revela como una reflexión sobre la industria de la imagen y su implacable tratamiento hacia las mujeres que sobrepasan cierta edad. Y aunque ese alegato en contra del olvido que sufren las estrellas femeninas es el eje que vertebra el filme, ‘La sustancia’ funciona también como hipérbole hacia la presión de los cánones estéticos promovidos por las redes sociales.

Una de las claves para entender el género en el que se mueve ‘La sustancia’ es su conexión con la película de culto de serie B, ‘Rejuvenatrix’ de Brian Thomas Jones. Aunque no se trata de un remake oficial, las similitudes temáticas son claras: ambas películas exploran la obsesión con la juventud eterna y las terribles consecuencias mentales que pueden derivarse de ello. Aunque hay un atajo a través de la química no estamos hablando de la obsesión de dos mujeres por ser jóvenes como aquella exploración que llevó a cabo en clave de comedia Robert Zemeckis con ‘La muerte os sienta tan bien’. Si que podemos hablar de una «traición» de la ciencia al estilo ‘La mosca’. Estamos ante una crítica social más agresiva que también tiene algún cruce temático con otra película de Cronenberg como ‘Rabid’. El filme no solo juega con el terror corporal, sino que utiliza la transformación física de sus personajes como una metáfora de algo mucho más oscuro: el miedo, especialmente en la industria de Hollywood, a envejecer, y más específicamente, el temor de las mujeres a ser desplazadas y olvidadas simplemente por no cumplir con los estándares de belleza y juventud. Está repleta de momentos cargados de un erotismo provocador y de ese modo se alza como una bofetada cruda en toda la cara que muta de la superficialidad babosa de un videoclip de Benny Benassi a lo más viscoso del ya citado Cronenberg.

El personaje central, interpretado con notable vulnerabilidad gracias al talento de Demi Moore en tándem con Margaret Qualley, refleja esta angustia de manera devastadora. Su lucha por preservar su apariencia joven a través de medios extremos y peligrosos no es solo un símbolo del horror, sino también una representación real de las expectativas inhumanas que muchas mujeres enfrentan en la industria. Son argumentos heredados de la cultura falocentrista que la directora Coralie Fargeat ya exploraba en ‘Revenge’, pero en esta ocasión se desarrollan con mucho más acierto y crudeza.

Comentaba que el filme tiene algo de Benny Benassi y es que nos adentramos en un mundo de completa belleza plástica. En cuanto al apartado visual, ‘La sustancia’ se apega a muchos de los tropos característicos del cine de terror de serie B. Sus efectos especiales, aunque efectivos en términos de generar horror, no se alejan demasiado de lo que esperaríamos de una producción de este calibre. No obstante, lo que le otorga un valor adicional es su capacidad para entrelazar este terror físico, la casquería, con una crítica mucho más intelectual y de gran relevancia. Las escenas espeluznantes, en las que la protagonista sufre una metamorfosis grotesca y demencial, no solo apelan al horror visceral, sino que nos obligan a reflexionar sobre los sacrificios absurdos que la sociedad demanda. A muchos españoles les puede recordar a las «iniciativas» de la Pedroche. Si en algo acierta esta película es que en la realidad muchas personas llegarían a los extremos del personaje de Moore si tuviesen al alcance las mismas oportunidades. Es en este punto donde ‘La sustancia’ cobra vida propia, alejándose de ser simplemente una película de terror más. Su capacidad para generar impacto va mucho más allá de los sustos baratos o el gore. La verdadera fuente de terror reside en el mensaje que nos entrega: el miedo que sufre a diario las personas que trabajan con su imagen y son conscientes de la huella del tiempo. En una industria que parece obsesionada con la juventud, las mujeres se ven obligadas a recurrir a medidas extremas para mantenerse vigentes, y en este caso, el terror no solo está en la pantalla, también en nuestras casas, desde las que a diario subimos selfies, vídeos y demás giliflauteces. Es la democratización del miedo a no poder vivir de nuestra joven imagen.

Ficha de la película

Estreno en España: 11 de octubre de 2024. Título original: The Substance. Duración: 140 min. País: Reino Unido. Dirección: Coralie Fargeat. Guion: Coralie Fargeat. Música: Raffertie. Fotografía: Benjamin Kracun. Reparto principal: Demi Moore, Margaret Qualley, Dennis Quaid, Gore Abrams, Tom Morton. Producción: Working Title Films, A Good Story, Blacksmith. Distribución: Elástica Films, Filmin. Género: terror, ciencia ficción. Web oficial: https://elasticafilms.com/catalogofilms/la-sustancia/

Crítica de ‘The White Lotus’

Un paraíso y una serie que distan de ser encantadores

‘The White Lotus (El Loto Blanco)’ es una miniserie de seis episodios de una hora de duración que llegará a HBO España el 12 de julio. Una producción dirigida y escrita por Mike White que pretende a través de drama y un humor un tanto moderado o puntual, contarnos la historia de unos personajes de vacaciones en un resort de Hawái que da nombre a la serie.

Seis episodios para narrar una semana en la que vemos como unos personajes van a pasar página, otros a escribir una nueva en el libro de su vida y otros simplemente están en una pausa estival. Una mujer de luto, una familia, unos recién casados, el gerente del hotel… este reparto podría pertenecer perfectamente a una novela de Agatha Christie y la verdad es que el primer episodio, que no es más que una prolongada presentación, nos lo pinta así.

El problema es que durante toda la serie estamos expectantes a ver si pasa algo que vaya más allá de lo mundano y de lo cotidiano. Da la impresión de que a ‘The White Lotus’ le falta más locura o algo de crimen. Si toda la serie hubiese sido como el último episodio o si lo que pasa en él hubiese sucedido antes sí que estaríamos ante una historia con gancho y con interés. Esta obra de HBO, que no creo que esté al nivel de lo que suele ser HBO, no es encantadora precisamente. Y no digo que no lo es por su escenografía, su localización da ganas de coger el billete de avión ahora mismo. Creo que no es encantadora porque no es capaz de generar interés en nosotros y por un par de escenas escatológicamente gráficas que de repente te rompen el tono.

Un buen espejo en el que mirarse para esta serie habría sido ‘Puñales por la espalda’. Una obra moderna, con estilo, con drama y capaz de seducir con su narrativa. Lo único que consigue sacar a relucir Mike White son los llamados problemas del primer mundo. En ‘The White Lotus’ contemplamos como hay que aguantar al cliente tiquismiquis, manejar a unas adolescentes creídas, soportar el lloriqueo de los materialistas, resistir a las paranoias de un funesto marido, convivir con una adicta al trabajo que no para ni en vacaciones… Por lo menos se han resistido a explotar el cuerpo de Alexandra Daddario y desarrollan con ella un discurso sobre las esposas trofeo que me parece acertado, salvo en su final.

Murray Bartlett en el papel del manager del hotel es el más capaz de divertirnos, qué paciencia y cómo cambia el personaje. Junto al de Daddario o el de LuKas Gage son los que tienen más evolución. Muy por encima de las sobreactuaciones de Jennifer Coolidge, que no ha sabido hacer nada potable desde su participación en ‘Friends’ o ‘Joey’.

Todos, absolutamente todos los actores tienen repartido el protagonismo. Y también absolutamente todos se van cargando poco a poco hasta estar de psicólogo. Si os contase lo que les va sucediendo sonaría mejor sobre el papel que viéndolo. Mayormente porque a ‘The White Lotus’ le falta pisar el acelerador. Y todo esto que digo no es porque la serie no haya sido lo que yo me esperaba pues realmente no sabía de esta serie casi hasta el momento de darle al “play”. Es surrealista por ejemplo el momento de la cena romántica mezclado con el lanzamiento de cenizas, pero está tan mal gestionado que se queda entre dos tierras, la de la comedia y la del drama. Igual sucede con los instantes de música coral hawaiana, que no les veo poesía alguna, quizá es un material más apto para instagramers.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Salir de la versión móvil