Reseña: ‘Rick y Morty VS Dungeons & Dragons’

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Cuando Morty ve a una chica mona jugar a Dungeons & Dragons en el instituto, le pide a Rick que le enseñe a jugar y descubre así que su abuelo es un jugador veterano. Antes de darse cuenta, toda la familia está metida en una campaña que pasa de simulaciones virtuales del D&D a universos alternativos que se rigen por el reglamento del juego… y resulta que Rick no es el único que sabe apañárselas con un d20.

Reseña

Dos míticos imaginarios al precio de uno

Nostalgia, reconozco que el recuerdo de noches y noches de partidas de rol es lo que me ha atraído. Me encanta ‘Rick y Morty’ pero los días enteros que he pasado jugando a ‘Dungeos & Dragons’ no hay quien los supere en cuanto a fantasía y diversión. Sesiones en las que vuela la imaginación de un modo sano y puede pasar cualquier cosa. Y la verdad es que definiendo así la afición del rol también nos aproximamos a la impredecible serie de Adult Swim.

No cabe duda de que ‘Rick y Morty VS Dungeons & Dragons’ es un tributo nostálgico, desde la portada ya se imita la famosa y antigua primera edición del manual de reglas. Pero también es incorrecto decir eso de nostalgia porque D&D no forma parte del pasado, no del mío que aún juego esporádicamente y hay millares de jugadores en activo.

En este crossover Morty quiere iniciarse en el mundo del rol. Y es básicamente para ligar a la desesperada, como siempre. Su mente calenturienta entiende que aquellos que juegan rol “pillan cacho”, algo que va muy acorde a la estupidez del personaje y en contra del tópico a cerca de los jugadores de rol, prevalece el tono paródico de siempre. Se pone manos a la obra para iniciarse en el juego de fichas y dados, a si es que si no habéis jugado nunca el cómic puede hacer las veces de un divertido manual de inicio. Obviamente todo se hace a la manera de Rick que le ayuda con sus disparatadas ideas y con su sabiduría de experimentado roleplayer.

Este cómic puede haber pasado más desapercibido de lo que se merece por la fecha en la que se lanzó, cerca del inicio del confinamiento en España. Norma Editorial distribuye esta serie de cuatro números recopilada en un tomo desde el primer trimestre de 2020, aunque el año antes se había publicado en USA a través de IDW.

Justin Roiland y Dan Harmon crearon ‘Rick y Morty’ y si la seguís sabréis que los guiños a elementos frikis y a la cultura pop no faltan nunca en los episodios. La historia es disparatada, como siempre y los detalles que se han introducido van más allá del clásico D20 (dado de 20 caras). Como imaginaréis los personajes del juego se sumergen en cuerpo y alma en el universo creado por Gary Gygax y Dave Arneson, pero no solo se mezclan entre fichas, dados y compendios de monstruos, también está presente la famosa serie animada de Marvel Comics y TSR, Inc. lanzada en el 83.

En este encargo los masters de la historia (los amos del calabozo) son el mismísimo Patrick Rothfuss (‘El nombre del viento’), el famoso guionista de cómics Jim Zub (‘Skullkickers’) y Troy Little dibujante nominado al Eisner por ‘Angora Napkin’ y ‘Harvest of Revenge’, sin menospreciar un sencillo trabajo de color realizado por Leonardo Ito (‘Las aventuras de Batman y las Tortugas Ninja’). Manteniendo la estética de la serie nos llevan a Faerun, esa región de los Reinos Olvidados donde se ubica la Puerta de Baldur o el Valle del Viento Helado. ‘Rick y Morty VS Dungeons & Dragons’ es una obra genial para los amantes de la historia de ‘D&D’ y también para los seguidores de ‘Rick y Morty’, aunque hay que admitir que no es la historia más enrevesada o intrincada que haya visto sobre esta pareja de abuelo y nieto que viajan por mundos y dimensiones.

Por supuesto no falta el humor negro, el lenguaje grosero y los momentos gore. El cómic podría tener incluso más mala baba y hacer sangre de las tres adaptaciones a acción real lanzadas, las películas que salieron para cine, televisión y videoclub. Al igual que a la cuarta edición del juego se las ha dejado en un rincón a la sombra.

‘Rick y Morty VS Dungeons & Dragons’ es un cómic ideado por IDW y al que Wizards of the Coast accedió a materializar, no habría podido ser de otra manera ya que ellos son los propietarios editoriales de ‘Dungeons & Dragons’. Además de diferentes portadas oficiales versionadas veréis criaturas como el azotamentes, los kobold, el dracoliche o el contemplador, mi preferido. Al final del libro tenéis muchas páginas con ilustraciones realizadas por diferentes artistas e incluso una entrevista a Patrick Rothfuss, Jim Zub y Troy Little. Pero el detalle más trabajado es la ficha de cada uno de los protagonistas, sus hojas de personaje y además una con los campos en blanco que podéis fotocopiar para generar las vuestras propias.

Son cuatro grapas condensadas en un tomo de carácter conclusivo, aunque no me molestaría que hubiese otra entrega, ambas franquicias tienen multitud de posibilidades y admiten todo tipo de reescrituras. Toca familiarizarse con las siglas CA (coeficiente de armadura) o CD (clase de dificultad), pero sobre todo toca evadirse de nuestra realidad por un tiempo.

Ficha del cómic

Guion: Patrick Rothfuss, Jim Zub. Dibujo: Troy Little. Color: Leonardo Ito. Tinta: Robbie Robbins. Portada: Troy Little. Editorial: Norma Editorial (IDW en USA). Datos técnicos: 136 págs., color, rústica, 17 x 26 cm. Publicación: mayo de 2020 (septiembre 2019 en USA). Precio: 19€.

Impresiones de la primera temporada de ‘Locke & Key’

La serie que adapta los cómics de Joe Hill y Gabriel Rodríguez

Hace poco os hablábamos de ‘Locke & Key’, los cómics de Joe Hill y Gabriel Rodríguez (reseña aquí) y ahora estamos en posición de contaros cosas sobre la serie de Netflix pues ya la hemos visto al completo. La plataforma online ha adaptado las viñetas de IDW y el próximo 7 de febrero estrenará los 10 episodios que contienen esta producción. Una obra que ha llegado a buen término tras los intentos fallidos de otras productoras, como aquel que FOX llegó incluso a mostrar, que ha estado un tiempo en Youtube y que no se estrenó en 2011.

‘Locke & Key’ nos zambulle en la historia de los Locke. Una familia cuyo padre y esposo ha sido asesinado y que se muda al hogar ancestral de este. Allí se encuentran con una nueva vida pero también con los cuchicheos del pueblo de Matheson (en los cómics se llama Lovecraft, quizá en esta ocasión han querido homenajear a Richard Matheson, ‘Soy leyenda’, ‘El increíble hombre menguante’). Los Locke deben enfrentarse a una nueva y misteriosa mansión que no pone nada fácil el adaptarse a la nueva ciudad, el nuevo instituto… Sobre todo porque en esa vorágine de cambios hay unas llaves capaces de hacer cosas inimaginables y una entidad que va tras ellas.

Poco a poco la serie va desvelando misterios y secretos, tanto de las llaves como de la familia Locke. En ese sentido sigue también los mismos derroteros de los cómics. Entremezcla los hallazgos mágicos con los del clan que habita la Keyhouse. Esto hace que la trama nos guíe por una historia de drama y magia. Un nuevo mundo de alucinantes posibilidades para los protagonistas que a la vez está entrecruzado con un pasado doloroso y un presente conflictivo. Explora por lo tanto los mismos temas.

Si sois lectores de los cómics vais a detectar que todo se ha trastocado algo, la historia transcurre en diferente orden o se han gestionado de manera distinta algunos roles. Así se consiguen ligeras sorpresas para el lector pero sobre todo se nota que se ha hecho para adaptar todo al lenguaje de series y para preparar futuras temporadas. Porque aunque llega a un punto muy avanzado de la trama hay algunos personajes que está claro que necesitaremos ver más. Si no has tenido entre manos esta novela gráfica disfrutarás igualmente pues lo estupendo de esta narración es el cómo mezcla la parte ocultista con la trágica. Se ha perdido algo de terror con respecto a las viñetas a si es que si queréis sentir miedo tendréis que recurrir a ellas.

Como he dicho hay magia y hay drama, hay mucha inocencia o inconsciencia mezclada con peligro. Para eso es importante cómo se ha tratado la serie a nivel visual. Si los cómics tenían un estilo cartoon muy colorido entremezclado con la historia de terror, la serie ha optado por unos tonos fríos, bastante apagados. Los colores están muy atenuados. Pero cuando hay momentos de fantasía o de infantilidad aparecen los pigmentos vivos y se crea así el contraste que tanto nos «incomodaba» al leer los cómics. Esto ha hecho por otro lado que se hayan buscado soluciones distintas a las de las viñetas para algunos efectos mágicos. Es un ambiente lo suficiente raro como para ser considerado digno de una historia surgida de un King, no olvidemos que Joe Hill es el hijo de Stephen King y literariamente, casi literalmente, sigue los pasos de su padre. Por otro lado hay que admitir que se pierde el nivel sangriento y la serie es algo más «familiar».

En cuanto al reparto podemos decir que es muy parecido físicamente al de los cómics. Quizá los más logrados tanto estéticamente como interpretativamente sean Jackson Robert Scott y Emilia Jones como Bode y Kinsey Locke respectivamente. Thomas Mitchell Barnet como el perturbado Lesser también me ha parecido un gran acierto. El personaje más cambiado es el del padre de la familia Locke, interpretado por Bill Heck y caracterizado de tal modo que hasta se da un aire a John Wick. Hay otras modificaciones como aquellas que nos llevaban a personajes casi punk pero se ha optado por una línea más actual.

Los episodios han estado dirigidos por varios directores. Pero los más importantes, que en este caso son los últimos, llevan la firma de Vincenzo Natali (‘Cube’). Lleva muy bien al reparto juvenil y ha hecho junto con lo ideado por Carlton Cuse y Meredith Averill que esta sea una serie con bastante referencias. No solo me refiero a alusiones a películas modernas como ‘Lock, Stock and Two Smoking Barrels’ o ‘La naranja mecánica’, la serie también introduce sus guiños y sus sorpresas, seguro que reconocéis más de una cara entre aquellos que se cruzan con los Locke. Un ejemplo de ello es todo el trabajo de Laysla De Oliveira en la serie, recordemos que ella actuó en la adaptación de ‘En la hierba alta’, de la novela de Joe Hill, que también dirigió Natali y estrenó Netflix. Esto es algo que ya hacían los cómics pues tienen mucho de meta-universo, no solo de todas las referencias que se crean por su propia historia, sino a la hora de introducir claves que aluden a la vida de sus autores o sus influencias.

Entremezcla y explora menos las posibilidades de cada una de las llaves. Esto es debido a que en una sola temporada han querido incluir casi todas mientras que en cada arco de los cómics iban descubriendo solo unas pocas. No es algo excesivamente preocupante pues sabemos que habrá segunda temporada y dará para aumentar la originalidad de los eventos que viven los Locke. Esto ha hecho además que el cierre sea menos redondo, que haya tramas abiertas o incluso algún personaje olvidado. Pese a todo hay mucha magia en la serie, mucha fantasía, pero esta se construye de un modo más precipitado y quizá haría más falta ahondar en su mitología con detalle. El imaginario desplegado por Joe Hill es algo más complejo de lo que se muestra en la serie y necesitaremos más episodios para sentirlo realmente completo. Como he dicho, queda para la segunda etapa de ‘Locke & Key’ que el productor Carlton Cuse ya ha anunciado que está en desarrollo.

Reseña: ‘Locke & Key’

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En Nueva Inglaterra hay una vieja mansión cuyas fabulosas puertas transforman a todo el que se atreve a cruzarlas. El pasado de la familia Locke vuelve para atormentar a sus actuales miembros, en un escalofriante cómic en el que Hill demuestra una capacidad para la narrativa, la invención y la originalidad equiparable a la de su padre, Stephen King.

Reseña

Fantástico terror, con una mecánica y un imaginario elaborados

Entre los años 2008 y 2012 IDW Publishing publicó los diferentes arcos argumentales que componen la colección ‘Locke & Key’. Unos cómics realizados por Joe Hill (que como todos sabéis es el hijo de Stephen King) y Gabriel Rodríguez y que estuvieron múltiples veces nominados al Eisner, incluso se lo consiguió llevar en 2011. No estamos hablando de una obra cualquiera.

En el periplo durante el que se estuvo editando por primera vez en EE.UU. se barajó una versión televisiva de ‘Locke & Key’ que contó hasta con Steven Spielberg. Finalmente fue Fox quien la llevó a cabo e incluso la llegó a mostrar, pero no alcanzó nuestras costas. Estaba avalada por el propio Joe Hill y dirigida por Mark Romanek (‘Retratos de una obsesión’) y sus guionistas eran aún más famosos ya que fueron Alex Kurtzman (‘Alias’, ‘Star Trek’), Roberto Orci (‘Fringe’, ‘Star Trek’) y Josh Friedman (‘La dalia negra’, ‘Terminator: destino oscuro’). La película tenía caras conocidas como la de Miranda Otto (Eowyn en ‘El Señor de los Anillos’) o Mark Pellegrino (Jacob en ‘Perdidos’).

Lo que hace que rescatemos a ‘Locke and Key’, que deberíais leer si o si, es el próximo estreno de Netflix. El 7 de febrero la convierte en serie con Andy Muschietti (‘IT’, ‘Mamá’) como uno de sus escritores y productores ejecutivos. La serie tiene las expectativas muy altas, sobre todo sabiendo que el primer episodio está dirigido por Vincenzo Natali, el artífice de una obra tan mítica como ‘Cube’.

Como veis precedentes y futuro no le falta a este cómic. Sobre todo es una obra rápida, potente, juvenil y familiar. El guión te adentra muy rápido y muy fácilmente en un nuevo universo de misterios y aventuras. También en una trama de dolor, trauma y conflicto familiar. Se nota que a Hill le gusta hurgar en la cabeza de los personajes, en sus miedos, en sus recuerdos y aquí literalmente lo hace.

‘Locke and Key’ gira en torno a los jóvenes miembros de un clan familiar que retornan al hogar de su ancestral familia, la casa llamada Keyhouse. Un lugar donde existen multitud de llaves, las cuales son capaces de hacer infinidad de cosas y los protagonistas se topan tanto con las llaves como son sus poderes, casi siempre por casualidad. Una vez más Nueva Inglaterra, como en casi todas las historias de los King, es el escenario de los acontecimientos, siguiendo así la tradición familiar y haciendo notar aún más que este es un relato de linajes.

Haciendo un paréntesis, podemos decir que hay unos cuantos guiños. Ya sea a la famosa escena de Carrie o a algunos otros libros míticos del fantástico. Al margen queda el hecho de que el lugar donde se emplace la acción se llame Lovecraft, un gesto digno de un trabajo de un fan amateur que se vuelve loco por hacer un homenaje. Estos easter eggs se quedan al final ensombrecidos por la profundidad de una obra adolescente que hay que tomarse muy en serio, no son ni de lejos el eje o el objeto de la historia.

‘Locke & key’ está muy bien por el imaginario que despliega. Desarrolla una mitología propia muy elaborada. Por un lado su universo se anticipa divertido y emocionante, pero por otro es un mundo lleno de terrores antediluvianos y que llegan a notarse tan personales que se sienten hasta arraigados en uno mismo. Es muy importante destacar la profundidad de su narración, la sangre que emanan sus heridas, tanto metafórica como literalmente.

La historia me recuerda un poco a ‘Habitación perdida’, la serie de 2006 en la que vimos a una jovencísima Elle Fanning donde cada objeto tenía un poder, solo que aquí cada llave o cada puerta tiene un poder y nos abre todo un abanico de posibilidades. Unas alternativas que explora muy bien el relato. En ‘Locke & Key’ no nos pasa como en otras colecciones que se estancan en su propuesta y en su mecánica, nunca mejor dicho. El funcionamiento de la historia va modificándose ligeramente según avanzamos. El objetivo es constantemente el mismo pero las reglas se alteran de manera que la intriga se mantiene. No descuida ningún detalle ni tiene fallas y eso que maneja muchos personajes y muchas líneas temporales. Se percibe que tiene muy buena planificación de principio a fin.

La historia va sembrando detalles. Muchos de ellos van cobrando sentido poco a poco y casi todos encajan al final de cada episodio a la perfección como una llave en su correcta cerradura, sin holguras, girando adecuadamente. Eso nos lo hace ver también el dibujo de Gabriel Rodríguez. La puesta en escena del dibujante acompaña al relato de terror, pero siempre con un dibujo bastante amable que nos chirría con lo que nos están contando. Esta contraposición lo que hace es crearnos una sensación de incomodidad. No obstante vemos algunas criaturas que podrían estar salidas perfectamente del imaginario de Todd McFarlane o Greg Capullo. El dibujante chileno tiene un trazo grueso y claro, unos personajes y objetos muy detallados además de un estilo marcadamente americano. Por razones de argumento tiene que manejar muchas sombras, no solo para aportar matices a los seres que aparecen en las viñetas, sino también para ilustrar criaturas de pies a cabeza dotándolas de expresiones.

En resumen se podría decir que recomiendo mucho estos volúmenes por su toque fantástico dramático y terrorífico. Es muy juvenil, una joya dentro del cómic independiente. Es excelente como Hill maneja la niñez y la magia. Una historia de malicia, juegos y muchas veces de locura.

Son seis títulos que oscilan entre los psicológico y lo mecánico. Se pueden adquirir agrupados en dos volúmenes omnibus (recopilatorios) que Panini Cómics editó en 2015 y 2016 respectivamente.

Ficha del cómic

Guion: Joe Hill. Dibujo: Gabriel Rodríguez. Color: Jay Fotos. Editorial: IDW (Panini Cómics). Datos técnicos: 448+520 págs., tomo tapa dura, color, 18 x 27,5 cm. Publicación: 2008. Precio: 2 volúmenes omnibus, 38€/u.

Ganadores Premios Eisner 2016

Como todos los años durante la convención Comic-Con de San Diego se otorgan los Premios Eisner. Es por eso que ya conocemos los ganadores de los Premios Eisner 2016, cuyos nominados os transmitimos aquí en abril. Cabe destacar que el dibujante vallisoletano, David Aja, se ha coronado entre los mejores de la industria del cómic llevándose otra vez (van cinco) este premio, desde aquí queremos darle nuestra más sincera ¡enhorabuena!

Estos son los ganadores de esta edición. ¿Estáis de acuerdo?

Mejor Historia Corta

  • ‘Killing and Dying’ por Adrian Tomine, en Optic Nerve #14 (Drawn & Quarterly)

Mejor número único (o One-Shot)

  • ‘Silver Surfer’ #11: ‘Never After’ por Dan Slott y Michael Allred (Marvel)

Mejor serie regular

  • ‘Southern Bastards’, por Jason Aaron y Jason Latour (Image)

Mejor serie limitada

  • ‘The Fade Out’, por Ed Brubaker y Sean Phillips (Image)

Mejor serie nueva

  • ‘Paper Girls’, por Brian K. Vaughan y Cliff Chiang (Image)

Mejor publicación para pequeños lectores (hasta 8 años)

  • ‘Little Robot’, por Ben Hatke (First Second)

Mejor publicación infantil (9-12 años)

  • ‘Over the Garden Wall’, por Pat McHale y Jim Campbell (BOOM! Studios/KaBOOM!)

Mejor publicación juvenil (13-17 años)

  • ‘SuperMutant Magic Academy’, por Jillian Tamaki (Drawn & Quarterly)

Mejor publicación humorística

  • ‘Step Aside, Pops: A Hark! A Vagrant Collection’, por Kate Beaton (Drawn & Quarterly)

Mejor cómic digital / Webcomic

  • ‘Bandette’, por Paul Tobin y Colleen Coover (Monkeybrain/comiXology)

Mejor antología

  • ‘Drawn & Quarterly, Twenty-Five Years of Contemporary, Cartooning, Comics and Graphic Novels’, por Tom Devlin (Drawn & Quarterly)

Mejor trabajo basado en la realidad

  • ‘March: Book Two’, por John Lewis, Andrew Aydin, y Nate Powell (Top Shelf/IDW)

Mejor álbum gráfico (nuevo)

  • ‘Ruins’, por Peter Kuper (SelfMadeHero)

Mejor álbum gráfico (reimpresión)

  • ‘Nimona’, por Nicole Stevenson (Harper Teen)

Mejor adaptación de otro medio

  • ‘Two Brothers’, por Fábio Moon y Gabriel Bá (Dark Horse)

Mejor edición norteamericana de material internacional

  • ‘The Realist’, por Asaf Hanuka (BOOM! Studios/Archaia)

Mejor edición norteamericana de material internacional (Asia)

  • ‘Showa, 1953–1989: A History of Japan’, por Shigeru Mizuki (Drawn & Quarterly)

Mejor colección o proyecto de archivo – Tiras de prensa

  • ‘The Eternaut’, por Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano Lòpez, editado por Gary Groth y Kristy Valenti (Fantagraphics)

Mejor colección o proyecto de archivo – Cómics

  • ‘Walt Kelly’s Fairy Tales’, por Craig Yoe (IDW)

Mejor guionista

  • Jason Aaron, Southern Bastards (Image), Men of Wrath (Marvel Icon), Doctor Strange, Star Wars, Thor (Marvel)

Mejor guionista/dibujante 

  • Bill Griffith, Invisible Ink: My Mother’s Secret Love Affair with a Famous Cartoonist (Fantagraphics)

Mejor dibujante/entintador o equipo de dibujante/entintador

  • Cliff Chiang, Paper Girls (Image)

Mejor dibujante/artista multimedia

  • Dustin Nguyen, Descender (Image)

Mejor portadista

  • David Aja, Hawkeye, Karnak, Scarlet Witch (Marvel)

Mejor colorista

  • Jordie Bellaire, The Autumnlands, Injection, Plutona, Pretty Deadly, The Surface, They’re Not Like Us, Zero (Image); The X-Files (IDW); The Massive (Dark Horse); Magneto, Vision (Marvel)

Mejor rotulista

  • Derf Backderf, Trashed (Abrams)

Mejor publicación periódica/periodística relacionada con los cómics

  • ‘Comic Riffs blog’, por Tom Heintjes (Hogan’s Alley)

Mejor libro relacionado con cómics

  • ‘Harvey Kurtzman: The Man Who Created Mad and Revolutionized Humor in America’, por Bill Schelly (Fantagraphics)

Mejor trabajo académico

  • ‘The Blacker the Ink: Constructions of Black Identity in Comics and Sequential Art’, por Frances Gateward y John Jennings (Rutgers)

Mejor diseño de publicación

  • ‘Sandman Gallery Edition’, por Graphitti Designs y Josh Beatman/Brainchild Studios (Graphitti Designs/DC)

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