Se consolida como una de las mejores series animadas
La segunda temporada de Arcane, que llega ya a Netflix, retoma la fascinante historia inspirada en el universo del videojuego League of Legends, superando incluso las expectativas creadas por la primera entrega. En estos nuevos episodios (de los que hemo podido ver seis), la serie logra enriquecer la narrativa original del videojuego y transformarla en un relato épico y profundo, explorando cuestiones políticas, sociales y familiares dentro de un mundo visualmente impactante. Para volver a deambular por este mundo oscuro y caótico tenéis que apuntaros tres fechas, 9, 16 y 23 de noviembre.
La trama sigue con una guerra abierta la lucha de poder en la ciudad subterránea de Zaun y la manera en que Piltover intenta recomponerse tras el caos provocado por Jinx. La serie continúa con su tono steampunk cibernético, un estilo que logra hacer brillar su ambientación, dotando a la historia de una atmósfera envolvente que mezcla lo sombrío y lo futurista de forma única. Este contexto aporta un gran peso a los arcos dramáticos y permite profundizar en el conflicto de clases, una lucha que permea todos los niveles de la narrativa. Quién iba a decir que se podía sacar tanto partido a un juego tipo arena de batalla.
En esta temporada, la serie destaca especialmente por la evolución de sus personajes principales, en particular Vi y Jinx, quienes siguen siendo el núcleo emocional y temático de la historia. Vi, que colabora con las fuerzas del orden, encarna la lucha por reparar un error involuntario, mientras que Jinx, con una locura aún más pronunciada, continúa siendo el símbolo del caos y la rebelión. Ambas se debaten entre la fuerza de los lazos de sangre y una incontrolable rabia interior, y la serie presenta de manera acertada esta lucha fratricida, que no solo representa su vínculo personal, sino que simboliza el conflicto entre las sociedades de Zaun y Piltover.
Además, Arcane introduce nuevos personajes y escenarios, expandiendo su universo y abriendo posibilidades a nuevas historias. La serie también retoma su carácter musical incluyendo temas actuales, lo que aporta un toque contemporáneo a su estética visual ya distintiva, con momentos videoclipistas que funcionan muy bien en el contexto de la narrativa. Si visteis el videoclip de una de la últimas canciones de Linkin Park (‘Heavy Is the Crown’) y os sorprendió su animación probablemente ya pudisteis intuir que se había incluído en el universo de ‘Arcane’.
En resumen, la segunda temporada de Arcane no solo está a la altura de su predecesora, sino que consigue llevar la historia a un nivel superior, desarrollando a fondo los conflictos de sus personajes y construyendo un relato visualmente cautivador que reflexiona sobre la lealtad, el rencor y la lucha de clases. Con un guion sólido y una dirección artística impecable, esta entrega consolida a Arcane como una de las series animadas más importantes de los últimos años.
Un joven adolescente se ve inmerso en una depresión cuando todo a su alrededor comienza a agitarse, cuando el mundo, o por lo menos su país (Corea del Sur) se ve asolado por una extraña pandemia que convierte a la gente en aberrantes criaturas. ¿La razón? Ya la iréis viendo, pero anticipo que es original. El protagonista de esta serie de terror disponible en Netflix es ese chico del que poco a poco vamos descubriendo cosas, pero realmente hay que afirmar que ‘Sweet home’ está protagonizada por muchos personajes.
Al igual que en otros mangas o animes esta serie de acción real añade una cantidad grande de protagonistas y los usa para desarrollar su acción. Tenemos por lo tanto una comunidad de desconocidos guiada por varios héroes. Un grupo variopinto y heterogéneo que como en historias tipo ‘Gantz’ ha de aprender nuevas habilidades sociales y de combate que les ayuden a sobrevivir a los monstruos que les acechan.
‘Sweet home’ dispone de un héroe al más puro estilo ‘Prototype’ y da mucho protagonismo a las mujeres de este edificio que se ve obligado a confinarse ante la amenaza externa. Incluso incluye un personaje que se gana el calificativo de cruel y calculador, al más puro estilo Light Yagami. Lo que quiero decir con todo esto es que todo aquel que le dé al play va a encontrar en ‘Sweet home’ un personaje con el que sentir apego, como nos ha pasado con series tipo ‘Lost’.
Hablemos de la trama. ‘Sweet home’ adapta un cómic distribuido de manera online, en lo que en Corea han llamado webtoon. Empieza recordando a ‘#Alive’ y poco a poco la acción y el terror se hacen con el protagonismo. La serie está la mar de entretenida siempre que introduce escenas con monstruos de todo tipo que parecen inspirados en los jefes del ‘Resident Evil’. Pero esa presencia va desapareciendo y da paso a momentos de relaciones entre personajes que se agradecen para enriquecer la serie pero que se apoderan en exceso del metraje.
Lee Eung-bok es el artífice de la serie y se nota que es experto en K-Drama, por todo lo que os acabo de contar y por cómo le gusta ver llorar a sus actores. No obstante ‘Sweet home’ es una serie que recomiendo sobre todo por su primera mitad que está repleta de acción y de proezas. Aunque abuse en exceso de un tema de Imagine Dragons (irónicamente la productora que ha realizado la serie se llama Studio Dragon) consigue momentos épicos y emotivos.
Y se puede disfrutar de la historia a pesar de que hay algunos saltos en los que han cambiado o aportado detalles que no nos explican. Sin duda lo mejor de ‘Sweet home’ son los diseños de las criaturas y la interpretación de alguno de sus actores, como Jin-wook Lee y Si-Young Lee. Es una producción que deja buen sabor de boca a pesar de disponer de un final abierto.
Un vagabundo se hace amigo se hace amigo de un empleado de una funeraria bastante peculiar. Entre ellos surge una asociación bastante improbable. Sin embargo entre ellos surge la paranoia y empiezan a cuestionarse conceptos como la amistad y la lealtad.
Crítica
La mejor película en la que aparece e intenta actuar Tommy Wiseau
Ya me he topado las suficientes veces en el cine con Tommy Wiseau y hablado con gente que ha trabajado con él como para tener una opinión sólida sobre su persona y talento. Tras haberle visto, por supuesto, en ‘The Room’ y posteriormente en ‘Samurain Cop 2’, ‘Cold Moon’ o ‘The disaster artist’ puedo decir con mucho esfuerzo, aunque haciendo justicia, que este es el mejor título en el que aparece Tommy Wiseau. Pero puedo ir más allá, si no me había gustado ninguna de las películas en las que ha intervenido, aunque sea solo con un cameo, con ‘Best F(ri)ends’ debo admitir contra todo pronóstico que incluso me ha gustado.
Tommy Wiseau es una persona tan peculiar que es capaz de convertir un viaje entre amigos en una lucha por su supervivencia llena de paranoia. Eso nos aseguran que pasó realmente en esa excursión que hizo con Greg Sestero, en la cual se basa ‘Best F(r)iends’. Sestero ha escrito el guión y Justin MacGregor lo ha dirigido. Un desconocido y primerizo director con mucho más talento que Wiseau, eso queda claro nada más ver el plano aéreo que abre el filme.
La película comienza con una misteriosa situación para el personaje de Sestero y toda ella está rodada desde su punto de vista. Él es un vagabundo que conoce a un funerario (Wiseau) que le acoge y da empleo. Arranca ahí una historia de amistad con más de una referencia a ‘De ratones y hombres (Of Mice and Men)’ de John Steinbeck. A partir de entonces los elementos enigmáticos se amplían ya que Harvey Lewis (Wiseau) también tiene sus cosas raras y ocultas. La trama avanza de manera correcta e incorpora elementos de thriller a un ritmo adecuado y sin necesidad de elipsis o flashbacks. Vi esta película tras una maratón de CutreCon a las doce de la noche y cuando llegó el final me di cuenta de que no es que no me hubiese dormido, si no que me había entretenido. Y es más, me quedé con ganas de ver cuanto antes la segunda parte porque te dejan con intriga. Curiosidad que fue en aumento con la extrañísima escena final y su escena post-créditos.
Pero aparte de suspense con la película puedes sentir ganas de reír. Principalmente por las incoherentes frases que dice Wiseau con su inconfundible acento y por la manera de actuar tan horrible que tiene. Es una persona tan peculiar y extravagante que el personaje raroso que le han dado le viene como anillo al dedo. No sé porqué se empeña en hacer esas risas tan falsas y en cantar de ese modo tan esperpéntico.
Salta a la vista que ‘Best F(r)iends’ tiene mejor factura que ‘The Room’, por lo menos tiene más escenarios y el diseño de producción es mucho más pulido y convincente. Y desde luego está claro que intenta vivir del fenómeno generado por sus dos protagonistas con ‘The Room’. Ya no solo conservando unas actuaciones bastante malas si no introduciendo guiños muy reconocibles por aquellos que hayan visto la desastrosa obra de Wiseau. Está el absurdo momento pasándose la pelota o la manera de saludar con un «oh! Hi…». También aparece el DVD de la película en una de las habitaciones del filme. Lo curioso es que en todo el filme, tiendo a pensar que de manera intencionada, no aparece ninguna cuchara, hasta el punto de comer una tarta con tenedor. Ahora es cuando podemos dudar de si Wiseau se aprovecha del personaje que ha creado involuntariamente para seguir explotándolo o si realmente es tan malo. Me da la espina que sucede un poco de cada.
Aunque está bien rodada y la historia es interesante hay alguna que otra pega que va a parte del trabajo de sus actores protagonistas. La banda sonora está compuesta de una música pop que parece sacada de un anuncio de ropa. No es que no sea partidario de ese tipo de música, es que la mayoría de veces no pega ni con cola. No me extraña que suceda esto pues su compositor es Daniel Platzman, al que seguro que habéis oído en títulos como ‘Escuadrón Suicida’ o escuchado en algún concierto ya que es el batería del grupo Imagine Dragons.
La verdad es que puedo entender que tenga medias de puntuaciones en torno a un seis en páginas como IMDB o Rotten Tomatoes y eso que nosotros no somos de dar puntuaciones, pero las impresiones son satisfactorias. Pensaba que el fenómeno de culto de ‘The Room’ y el éxito de ‘The Disaster Artist’ habrían producido daños colaterales con otra majadería de Tommy Wiseau y Greg Sestero. Pero ciertamente si me pones esta película con unos actores diferentes, actuando como es debido, podría decir que es un título muy bueno. Pero esas interpretaciones que responden al intento de continuidad de unos personajillos o a la falta de talento hacen que se quede en un «necesita mejorar». Tengo que reconocer que me he entretenido con el guión de Sestero, pero los encuentros con el inconfundible Wiseau distraen mucho la atención, además de causar carcajadas.
Ficha de la película
Estreno en España: 26 de enero de 2019 (CutreCon). Título original: Best F(r)iends: Volumen 1. Duración: 108 min. País: EE.UU. Dirección: Justin MacGregor. Guion: Greg Sestero. Música: Daniel Platzman. Fotografía: Justin MacGregor, Farhman Umedaly. Reparto principal: Tommy Wiseau, Greg Sestero, Kristen StephensonPino, Paul Sheer. Producción: Sestero Pictures. Distribución: proyectada en festival. Género: thriller. Web oficial:https://www.bf-movie.com/
‘Zero’ sonará junto al resto de música de la película de Disney
La banda ganadora del Grammy, Imagine Dragons, ha compuesto e interpretado la canción ‘Zero’ para los créditos finales de ‘Ralph rompe Internet’ de Walt Disney Animation Studios. La canción, que está incluida en el próximo álbum de la banda sonora de Walt Disney Records, está disponible a partir de hoy en Interscope Records.
Escúchala aquí o ve el videoclip con la letra de ‘Zero’ que también se ha estrenado hoy.
‘Ralph rompe Internet’ está dirigida por Rich Moore y Phil Johnston, y llega a los cines de España el 5 de diciembre de 2018.
En la película, Ralph, el chico malo del videojuego, atraviesa dificultades en su amistad con Vanellope, su compañera de aventuras. Según el cantante de Imagine Dragons, Dan Reynolds, los problemas emocionales de la película se reflejan en la canción ‘Zero’. «s una película muy actual ya que aborda algunos de los problemas de identidad y soledad que caracterizan a la generación de Internet», dice Reynolds. «Nos identificamos con la lucha interna que libra Ralph para aceptarse tal y como es, y esta canción habla de eso».
Moore añade: «Elegir esta canción para los créditos finales es un ejercicio audaz porque trata de alguien que se siente como un cero, alguien que no tiene muy buen concepto de sí mismo, que basa su identidad en una única amistad. Y cuando esa amistad se ve amenazada, se siente terriblemente inseguro».
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