Crítica de ‘Yakamoz S-245’, del universo de ‘Into the night’

Más atropellada, pero aportando una nueva dimensión

Dentro del universo de la serie ‘Into the night’ (crítica aquí) llega ‘Yakamoz S-245’. Tras dos temporadas en las que los protagonistas huyen de una letal puesta de sol retrocedemos en la historia para conocer cómo han experimentado dicho suceso los navegantes de un submarino. Netflix amplía así la magnitud de la serie belga con una nueva producción que nos llega desde Turquía. Nueva historia que se puede ver ya al completo y que se mantiene en el mismo mundo pues el guionista sigue siendo el de la serie original, Jason George.

Descubrimos en la segunda temporada de ‘Into the night’ que los nuevos efectos mortales del Sol solo afectaban si impactaban de manera directa o bajo el amparo de poca distancia. El subsuelo ofreció a los protagonistas una protección de suficiente espesor como para pensar en una nueva oportunidad de sobrevivir. Pero la cosa se malogró por distintos factores. Ahora es el agua el que sirve de parapeto para resistir la mortal radiación solar.

Para el espectador ya está resuelto el misterio del mortífero sol y los protagonistas saben cómo enfrentarse a él. ‘Yakamoz S-245’ pisa el acelerador (a fondo) para que no volvamos a pasar de nuevo por lo mismo y sugiere mantener el thriller invitándonos a bordo de un submarino militar con una misteriosa misión y dos tripulaciones enfrentadas, también con un triángulo amoroso. Al contrario que con la serie original, en esta nueva temporada hay personajes que si saben lo que avecina por lo que tenemos momentos de histeria o miedo, lo que hace que recuerde ‘No mires arriba’. Pero las escenas de peligro no provienen casi nunca de la cercanía del sol, sino de las contiendas entre los tripulantes, de la locura que sufren por el aislamiento o por la falta de alimentos.

Lo curioso es que el protagonista de esta historia es el personaje de Kivanç Tatlitug, el cual, apareció corriendo justo con el cliffhanger final de la segunda temporada de ‘Into the night’, cuando Ayaz apretaba el gatillo. Por lo tanto conocemos el destino de ese personaje y su recorrido en esta aventura catastrófica. Y lo hacemos durante siete episodios de entre cuarenta y cincuenta minutos cada uno que nos sirven para que este universo gane otra dimensión. La serie va a toda mecha, lo cual impide hacer más creíble el conflicto interno de los personajes y los enfrentamientos con el resto de protagonistas. Esto hace que la serie pierda la humanidad que tenía.

Además de tener al personaje de Arman (Tatlitug) hay más de un guiño a las dos temporadas de ‘Into the night’, como por ejemplo le almacén de semillas al cual llegamos al final de esta temporada conectando con lo visto hasta ahora en ‘Into the night’. La serie amplía lo que ya sabíamos y vuelve a tener cierto sabor español pues pasa por Gijón. Vemos mejor como quedan las víctimas de estas explosiones solares que llegan a la Tierra. Todo sigue tratando sobre el evento que sirve de detonante de la novela ciberpunk ‘The Old Axolotl’ de Jacek Dukaj. Sería interesante que llegásemos a esa Tierra postapocalíptica, de momento estamos muy lejos, pero la cosa se acerca y nos pone los dientes largos.

Crítica de ‘Into the night’

Para los amantes de la noche pero no de los vuelos

Un vuelo que va a salir desde Bruselas es secuestrado, así comienza ‘Into the night’. El único y armado secuestrador apremia a despegar al piloto y a la poca gente que había embarcado en el avión ya que asegura que si les coge el amanecer todos morirán. Comienza ahí una auténtica carrera para mantenerse siempre en la cara sombría de la tierra. Así es la primera serie belga original de Netflix creada por Jason George, productor de ‘El vicio del poder’ o ‘Narcos’.

Antes de hablar de otros pormenores de la serie debéis saber que ‘Into the night’ no termina, se queda abierta. Sí que es verdad que llega a un punto final, a una meta, pero no se soluciona el problema de los protagonistas quedándose pendiente para una posible segunda temporada.

Pero ‘Into the night’ con sus seis episodios es más que satisfactoria. Consigue intrigar desde sus primeros instantes y engancha con los problemas/soluciones que va planteando. Hace por ejemplo lo que ‘The Walking Dead’ no se ha atrevido a hacer nunca, ni en la serie ni en los cómics. Da explicación al incidente que está acabando con la gente y más allá de eso explora sus consecuencias en diferentes ámbitos de nuestras vidas, formando parte de la aventura en la que se ven sumergidos los pasajeros.

Esta es una serie que va a contrareloj, que a veces consigue ser trepidante o agobiar por la falta de recursos o conflictos surgidos. No tiene prisa en mostrar todas sus cartas y se agradece su tensión y su ritmo. Tenemos algún personaje estereotipado pero gran parte de las veces consigue romper moldes para nuestra sorpresa y para así además conseguir ser más creíble. Está por ejemplo el italiano y el alemán que tiene prejuicios contra los polacos y los árabes, pero que luego demuestran ser más humanos de lo que parece. Por cierto que todo esto sale de una novela procedente de Polonia.

‘Into the night’ es coral pero cada episodio nos muestra en su inicio el pasado de alguno de los personajes, justificando casi siempre su presencia en el avión y olvidándose de ese precedente a veces. Nos puede recordar así muchas veces a ‘Perdidos (Lost)’. Tal vez en ese sentido si peca de catastrofista la serie sembrando en todos los protagonistas demasiados claroscuros. Al fin y al cabo todos somos humanos y la serie maneja sus situaciones de una manera totalmente natural, con reacciones y efectos muy humanos muy espontáneas. Tanto por su tratamiento como por alguno de sus personajes me ha recordado a ‘La niebla’ de Frank Darabont. Podemos decir que este es un buen thriller con unos límites muy bien estudiados.

Si os cuesta saber qué elegir ante la avalancha de estrenos en la infinidad de plataformas digitales que tenemos hoy en día sabed que esta es una miniserie que pasa literalmente volando y os dejará para bien enganchados a la expectativa de que salga una segunda parte.

Tertulia sobre placeres culpables del cine

¿Cuáles son vuestros placeres culpables?

La expresión «placeres culpables» a veces tiene que ir entrecomillada porque el hecho de que una película sea buena o mala depende del gusto de cada uno. ¿Qué consideráis vosotros placer culpable? En este programa nos hemos juntado con compañeros como Raquel Hernández Luján (HobbyConsolas), Juan Manuel González (Libertad Digital / esRadio / Par Impar), Manu Carbajo (escritor, autor de ‘Cartas desde el desierto’ entre otras) y Gonzalo Contreras (Vivir de Cine) para intentar abordar la definición de placer culpable y poner sobre la mesa y sin vergüenza aquellos títulos que nos encantan a pesar de que históricamente se hayan llevado palos.

Nos hemos desnudando hablando de títulos como ‘Mi amigo Mac’, ‘Valerian y la ciudad de los mil planetas’, ‘Cats’, ‘Freddy Vs Jason’, ‘Sharknado’, ‘Transformers’, ‘El señor de las bestias’… ¿Las comentáis con nosotros? ¿Cuáles son vuestros placeres culpables? Comentadlo aquí o en nuestro canal de Youtube donde tenemos más tertulias como esta.

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