¿Es posible un mundo en blanco y negro como el de Dune: parte 2?

¿Podría la escena en escala de grises responder a una explicación física?

La segunda parte del Dune de Denis Villeneuve está dejando a todos atónitos (crítica aquí). Una de las virtudes de esta película es su capacidad para desarrollar un mundo en el que los mayores extremos de la religión y la tecnología conviven en el mismo ambiente. Por supuesto también está ganándose a los adeptos a las novelas de Frank Herbert por su fidelidad para con el espíritu de la historia. Pero sin duda otra razón por la que nos ha cautivado a los que ya la hemos visto es su poder visual.

Entre desérticas escenas y futuristas escenarios Villeneuve nos ha colado una escena en blanco y negro. Muchos le atribuyen un sentido artístico o poético al más puro estilo Zack Snyder, que es algo que nadie puede negar. Pero otros le encuentran un sentido dentro de la “física de la ciencia ficción”. Y es que en dicha escena que transcurre en el planeta Giedi Prime, propiedad de los Harkonnen y donde el sol es negro, se ve todo en escala de grises. Ahí presenciamos una vibrante escena protagonizada por Austin Butler y Stellan Skarsgård al más puro estilo cine clásico de gladiadores, tan clásico que está en blanco y negro. Pero esto solo sucede cuando los personajes están al aire libre. Por el contrario, cuando en ese planeta se hayan en un interior, bajo la influencia de luz artificial, todo se ve en color. Por lo tanto hay algo en la luz solar, los materiales o la atmósfera que produce este efecto.

Partamos de lo básico. En la Tierra vemos el mundo a todo color gracias a la luz solar. El color real de nuestro astro rey es el blanco. Esa La luz blanca que emite es el resultado de la combinación o superposición de todos los colores, lo que llamamos el espectro visible. Cada color posee un rango de radiación magnética emitida con su característica longitud de onda. Sucede que podemos distinguir colores en los objetos debido a las longitudes de onda que rebotan en ese objeto. En otras palabras, los objetos absorben todas las longitudes (o colores) menos una. Ese color que no atrapan y que rebotan es el color que nuestro ojo capta. Si queréis saber más os lo explica en profundidad CuriosaMente.

Si aceptamos esto como una regla física presente en la saga Dune solo podría existir un mundo en escala de grises si considerásemos algunas remotas posibilidades. Una de ellas es que ese mundo estuviese hecho de materiales que absorban todas las longitudes de onda o ninguna. Habría que asumir que el material biológico, los minerales o los metales de ese planeta están compuestos de sustancias que rebotan toda la luz o que la absorben por completo. Por lo tanto sería un mundo en blanco y negro, no en escala de grises. La segunda hipótesis supondría que los rayos que emite el venerado sol negro de Giedi Prime no portasen el espectro de color dentro de ellos. Por lo tanto los objetos pueden tener propiedades que en otros ambientes emiten color, pero bajo la influencia de esos rayos solo pueden transmitir tonalidades blancas, negras o grisáceas. Podríamos atribuir este triste ambiente a algo más biológico y comprobable. Los encargados de recibir la luz en nuestro ojo son los fotorreceptores, que se dividen entre conos y bastones. Los conos se ocupan de transmitir la información del color, mientras que los bastones registran la intensidad. Si la luz del sol negro fuese capaz de anular nuestros conos solo podríamos distinguir la intensidad de los colores, pero no su tonalidad, veríamos en blanco y negro. Por último, está la opción de la atmósfera. Podría ser que los gases que componen la atmósfera de ese planeta repeliesen todo el espectro de color de nuevo al espacio dejando pasar hasta la superficie solo los tonos más oscuros y claros, hasta tal punto que todo se ve en tonalidades grisáceas. Teniendo en cuenta que en las novelas nos explican que ese planeta es industrial hasta el punto de haber acabado con casi toda la flora y fauna, se antoja como la opción más cercana a los libros. Quizá lo que hemos encontrado oculto en esta escena es un alegato ecologista.

Todo esto es evidentemente es una serie de postulaciones que solo cabe concebir dentro de un mundo de ciencia ficción. A día de hoy no se ha encontrado un mundo, una atmósfera o una luz con similares propiedades, pero no sería la primera vez que una película adelanta un descubrimiento científico ¿verdad?

Crítica: ‘Dune: Parte 2’

En qué plataforma ver Dune: Parte 2

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Se adentrará en el viaje mítico de Paul Atreides cuando se une a Chani y a los Fremen en una guerra de venganza contra los conspiradores que destruyeron a su familia. Tendrá que elegir entre el amor de su vida y el destino del universo conocido mientras lucha por evitar un horrible futuro que solo él puede prever.

Crítica

Más completa y espectacular que la primera y pidiendo tercera

Tenemos a un príncipe caído en desgracia al que se le abre un mundo que hasta entonces le era desconocido, la profecía de un elegido y una historia de amor más que pronosticable. Los pasos que sigue ‘Dune’ no dejan de ser arquetípicos y el libro, a mi gusto es más que mejorable. Estamos ante uno de esos casos en los que la película mejora el material original siendo mucho más dinámica, menos espesa y por otro lado mucho más espectacular de lo que podríamos ser capaces de imaginar a través de las líneas de la novela. No estamos hablando de que se amolde más a los gustos actuales, es que es una opinión más que extendida que la primera parte de ‘Dune’ (novela) se hace bola por lo poco que progresa y la narrativa que tiene. Otra razón por lo que esta película se antoja como uno de los mayores logros de Denis Villeneuve es lo beneficiada que sale con las comparativas con la película de David Lynch o la que iba a hacer Jodorowsky. Pero no olvidemos que estas películas no habrían sido lo mismo ni de lejos si no fuese por la música (o sonidos) de Hans Zimmer y la fotografía de Greig Fraser.

La aportación de Zimmer pesa más en la primera parte. En esta continuación el trabajo del compositor se hace notar pero no juguetea tanto con el sonido. Su banda sonora es reconocible completamente pues introduce sus famosos tic tacs y sus efectos sonoros pero la fotografía gana de calle en esta segunda parte. Y es que ‘Dune: parte 2’ tiene fotogramas que son un sueño húmedo para los fans de la ciencia ficción. Sobre todo al mostrar determinados escenarios y principalmente cuando los vehículos Harkonnen llenan la pantalla con formas que recuerdan a las de Giger. El diseño de armamento, atrezo, escenografía y vestuario son impresionantes. Por otro lado está la licencia artística que nos trae una secuencia en escala de grises que además de ser un gustazo estético responde a la hipotética existencia de un sol negro capaz de arrojar luz sin el colorido especto que conocemos, solo con las longitudes de onda blancas y negras. Hablando de estética, los tocados que luce Florence Pugh en el papel de la hija del Emperador recuerdan mucho al que lucía la Emperatriz infantil de ‘La Historia Interminable’, preciosos ambos.

Antes comentaba que esta película es más dinámica que la novela pero con todo y con eso tiene momentos en los que la trama se adormece o redunda en exceso sobre los mismos puntos. Villeneuve ha querido cimentar bien la guerra de guerrillas y toda la parte religiosa de la obra. Probablemente eso le traiga algunos de los pocos malos comentarios que va a tener este filme. En parte por lo que decía, el ritmo se ve perjudicado y en parte porque puede salir más de un islamófobo. Y es que esta es una historia de religión y fanatismos con muchas influencias de oriente medio. Gran parte de los lectores conoce el hecho de que la Revuelta Árabe pudo inspirar a Frank Herbert de igual modo que a R.R. Martin le sirvió de base ‘La Guerra de las Dos Rosas’.

Este filme se siente aún más parte de la saga de Herbert. No solo por todo lo que se desarrolla su parte mediática. También porque se distingue algo más la auténtica magnitud y profundidad. Es la antesala de una saga galáctica llena de personajes, familias y planetas y después de verla cruzo los dedos para que Warner de luz verde a la tercera entrega. Aunque con ‘Dune: parte 2’ se finiquita el primer libro, con unas cuantas licencias argumentales, nos entran ganas de ver una conclusión que cierre absolutamente del todo la trama. También por aprovechar algo más a los gusanos de arena, que al fin y al cabo son la marca de la franquicia.

Además de todo el poder técnico en esta segunda parte se agradece la irrupción de nuevos personajes. Casi todos los partícipes del filme han tenido que trabajar una buena evolución para sus personajes y eso está interesante pero hay aire fresco con incorporaciones como la ya mencionada Florence Pugh, el emperador que interpreta Christopher Walken y sobre todo Austin Butler. El actor ahora archiconocido por su papel como Elvis hace un papel tremendamente físico y además de esos en los que ha de parecer un psicópata, nada fácil. Como válvula de escape hemos tenido a un Bardem imponente que a veces parecía que estaba  parafraseando ‘La Vida de Brian’ o las palabras del Walter Sánchez de Les Luthiers.

Como sorpresa ya destripada por las premieres, Anya Taylor-Joy aparece en esta película antes de figurar en otra desértica película de Warner como es ‘Furiosa’.

Ficha de la película

Estreno en España: 1 de marzo de 2024. Título original: Dune: part 2. Duración: 166 min. País: EE.UU. Dirección: Denis Villeneuve. Guion: Jon Spaihts, Denis Villeneuve, Craig Mazin. Música: Hans Zimmer. Fotografía: Greig Fraser. Reparto principal: Timothée Chalamet, Zendaya, Rebecca Ferguson, Oscar Josh Brolin, Austin Butler, Florence Pugh, Dave Bautista, Christopher Walken, Léa Seydoux, Stellan Skarsgård, Charlotte Rampling, Javier Bardem, Souheila Yacoub, Alison Halstead. Producción: Legendary Entertainment, Warner Bros. Pictures, Villeneuve. Distribución: Waner Bros. Pictures. Género: ciencia ficción, adaptación. Web oficial: https://www.warnerbros.com/movies/dune-part-two

Crítica: ‘Rabiye Kurnaz contra George W. Bush’

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Rabiye Kurnaz es una mujer aparentemente corriente, excepto porque es un terremoto. Cuidando de sus hijos y mucho más, es la que lleva la batuta en su casa de Bremen. Poco después de los ataques del 11-S, en 2001, su hijo Murat es acusado de terrorismo y es uno de los primeros enviados a la cárcel de Guantánamo. Esto marca el inicio de un viaje hacia el corazón de la política mundial para esta decidida mujer alemana-turca. Acompañada del abogado de derechos humanos Bernhard Docke, luchará por la liberación de su hijo.

Crítica

Humana, sensible y a su manera, subversiva

Las historias de David contra Goliat, tipo ‘Erin Brockovich’ o ‘Una cuestión de género’, aquellas que ponen al ciudadano de a pie contra el monstruo del sistema o del gobierno, siempre causan simpatía, consiguen empatizar con el espectador y llegar a un punto que, aunque no toque vivencias personales, se siente muy cercana. Al fin y al cabo, todos nos sentimos indefensos ante las grandes corporaciones o instituciones. Si además añadimos el valor que le da a la historia el estar fundamentada en un lance real, el espectador se siente doblemente atraído. Esa es la baza que juega ‘Rabiye Kurnaz contra George W. Bush’.

Todos somos humanos y reconocemos una injusticia cuando la vemos. Los casos de Guantánamo derivan en una opinión casi unánime, en un sentimiento de no raciocinio e injusticia que todos detectamos. ‘Rabiye Kurnaz contra George W. Bush’ transcurre en los meses y años posteriores al atentado del 11S y pone sobre la palestra una vez más términos como islamofobia o lavado de cerebro. Recrea la lucha de una madre que quiere sacar a su hijo de la cárcel que USA montó en Cuba y que aún hoy en día retiene a personas que no albergan esperanza alguna de juicio.

Este sonado caso representó un problema para Rabiye Kurnaz, la incansable madre del joven preso llamado Murat, pues aunque vivía en Alemania poseía nacionalidad turca y todas las características de una persona que se ha alineado con los terroristas islamistas. Estamos pues ante un brete para las administraciones, en un vacío legal que era un escape para tres países que se lavaban las manos y a la vez una desesperación para unos familiares que vivían presos de la falta de información y la ambigüedad de un mundo legal que no controlaban. No es de extrañar que la película se llevase el premio a mejor guión e interpretación en Berlín. El caso está tratado con mucho tacto y nada de sensacionalismo. El trabajo de Meltem Kaptan como la protagonista es difícil por lo sensible del tema pero ayuda mucho el optimismo de su personaje. No sé si esta era realmente la actitud que tuvo esta mujer durante todo este vía crucis o no, también estoy seguro que a muchos les va a parecer una manera frívola de contar la historia, pero a mi desde luego me ha parecido una manera liviana y a la vez afectuosa de narrar todo.

‘Rabiye Kurnaz contra George W. Bush’ está contada a través de la simpática relación que establece Rabiye con el abogado Bernhard Docke. Ella es un mar de ingenuidad y él vive con los pies en el suelo, pero ambos tienen algo en común, tesón y sentido de la justicia. Si este fuese un título yankee les interpretarían seguro Octavia Spencer y Tom Hanks. La película habría sido de diez si no fuese porque peca de potencia visual, de fuertes discursos y de no tener un desarrollo de personajes más elaborado o al menos acompañado de un montaje más ágil.

Como vemos siempre, el amor de unos padres por un hijo mueve montañas. Este un caso más de tantos padres y madres coraje que no cesan en su empeño y son capaces de cambiar el devenir de los acontecimientos e incluso el funcionamiento de nuestro mundo. Si La película logra remover conciencias habrá sembrado la semilla necesaria para corregir injusticias o producir el cambio que demanda. Os animo a verla.

Ficha de la película

Estreno en España: 3 de febrero de 2023. Título original: Rabiye Kurnaz gegen George W. Bush. Duración: 119 min. País: Alemania. Dirección: Andreas Dresen. Guion: Laila Stieler. Música: Johannes Repka, Cenk Erdogan. Fotografía: Andreas Höfer. Reparto principal: Meltem Kaptan, Alexander Scheer, Charly Hübner, Nazmî Kirik, Abak Safaei-Rad, Alexander Hörbe, Sevda Polat, Abdullah Emre Öztürk, Cornell Adams. Producción: Arte France Cinéma, Cinéma Defacto, Iskremas Filmproduktion, Pandora Filmproduktion. Distribución: Vercine Distribución. Género: drama, política, hechos reales. Web oficial: https://www.pandorafilm.com/filmography/rabiye-kurnaz-gegen-george-w.-bush.html

Crítica de ‘800 metros’

En caliente, sobre un tema que no debemos olvidar que aún está candente

Elías León Siminiani dirige ‘800 metros’, la serie que Netflix estrena este 25 de marzo. Un documental que analiza los atentados yihadistas sucedidos en Cataluña en agosto de 2017. La sentencia se dio a conocer en agosto del año pasado y ahora que estamos cerca del quinto aniversario sale esta serie que recorre meticulosamente esos 800 metros que recorrió el letal furgón y todo lo que sucedió tanto antes como después.

El 17 de agosto de 2017 una furgoneta arrollaba a decenas de personas en La Rambla de Barcelona. Antes se había producido una sospechosa explosión y días después un tiroteo. Eventos que han trastocado muchas vidas pero que no han conseguido su objetivo, el terror, más bien lo contrario, la cohesión. Esa es la conclusión de esta obra que, teniendo en cuenta la velocidad de nuestra justicia, surge en caliente.

Elías León Siminiani junto a Ramón Campos han realizado esta docuserie. ‘En el corredor de la muerte’, ‘El caso Alcasser’ o ‘Fariña’ son las cartas de presentación de los autores de ‘800 metros’. Rodajes sobre sucesos reales que vienen avalados por Bambú Producciones (‘Jaguar’, ‘Malasaña 32’, ‘Las chicas del cable’). Con todo el respeto y ofreciendo la justa visión de todas las partes posibles, la serie habla acerca de los sucesos que provocaron más de una decena de muertos y más del centenar de heridos. Pero las casualidades existen. Netflix tenía programado este estreno y justo días antes se ha producido un atropello masivo en Bélgica con más de una treintena de atropellados. Sin embargo, esta obra de investigación cree más en la causalidad y nos habla de las causas que provocaron este triste hecho histórico.

Es por ello que los títulos de los episodios son ‘Un grupo de amigos’, ‘Qué ha pasado en La Rambla’ y ‘Dos horas después’. ‘800 metros’ se centra primero en los jovencísimos terroristas, recrea posteriormente cada paso antes, durante y tras esos fatídicos 800 metros y por último relata cómo acabaron los miembros de la célula terrorista y los afectados.

Por lo tanto ‘800 metros’ reconstruye muy correctamente lo sucedido, desde la explosión de Alcanar hasta el momento del “héroe de Cambrills”. Recordemos que esto sucedió hace menos de cinco años, cuando estaba en auge el Estado Islámico, cuando era rutina ver en las noticias atentados, como los de la Sala Bataclan, Niza o el Charlie Hebdo. Y aunque está tremendamente reciente el documental no evita ir directo al grano y ser ampliamente explicativo con ayuda de infografías. Me ha gustado como se fija en tantas caras de la misma moneda y en tantas maneras de tratar el tema. Sobre todo como demuestra que hay esperanza, que uno de los bandos, el nuestro, es capaz de tener una reacción pacifista y unificadora, antiterrorista, por desgracia entrenada por E.T.A.

Pero lo más duro es escuchar a los protagonistas. Y no me refiero solo a los conocidos de los asesinos o a las desgarradoras palabras de las víctimas. Me refiero al material en vídeo y audio que se tiene de los propios terroristas, que no es poco. Se demuestra con esto la estupidez de los mismos y el trabajazo de recreación de los equipos de investigación, tanto policiales como periodísticos. En concreto en este caso hay que destacar las pesquisas y el puzle compuesto por Anna Teixidor, Nacho Carretero y Jesús García. Es aplastante oír a aquellos que han perdido a seres queridos o que sufren secuelas psicológicas. Pero es igual de descorazonador ver como unos jóvenes han sufrido tal lavado de cerebro que pierden todo amor a la vida.

Espero que se vea mucho este documental, pero no por pretender fomentar la islamofobia, otro aspecto que se toca de soslayo al final de esta serie. Tampoco quiero que se vea por seguir la moda de los “true crime”. Me gustaría que sirviese para que no bajásemos la guardia, ante aquellos que quieren imponer el terror y ante aquellos que olvidan a los damnificados o solo los recuerdan cuando hay que hacer campaña.

Crítica: ‘Utoya. 22 de julio’

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En esta primera película ficticia sobre el ataque, conoceremos a Kaja (18 años) y a sus amigos en su minuto a minuto mientras tratan de sobrevivir a la peor pesadilla de sus vidas.

 

Crítica

‘Utoya. 22 de julio’ es una respetuosa reproducción de los hechos

No solo con resultados en elecciones, sino también con malestar y con alboroto estamos comprobando que la ultraderecha crece de nuevo en Europa. Con ese mismo tema nos encontramos ahora mismo en España y es una de las muchas razones por las que aún no tenemos un gobierno en marcha. Aunque en Noruega las inclinaciones políticas van por otro lado es también una ultraderecha xenófoba la que mantiene preocupados a los ciudadanos, sobre todo desde lo sucedido en Oslo y Utoya.

El 22 de julio de 2011 el país nórdico quedó conmocionado con un atentado en su distrito gubernamental. Lo que no podrían concebir ni en sus peores pesadillas es la fría matanza que sucedería horas después en una isla que está a 40 kilómetros de distancia. En el lacustre terreno de Utoya estaba Kaja (Andrea Berntzen), la ficticia protagonista de la historia que ha rodado Erik Pope y cuya tragedia surge a partir de las verídicas narraciones de los supervivientes de aquel atentado.

Siv Rajendram Eliassen y Anna Bache-Wiig son los guionistas que se han encargado muy bien de plasmar el terror y el desconcierto que el joven armado disfrazado de policía sembró en la pequeña isla tras detonar la bomba de la capital. Los 72 minutos de matanza quedan muy bien explicados en ‘Utoya. 22 de julio’ sin necesidad de ser explícitos, ni si quiera ha hecho falta enseñar sangre, armas o lo que es más, ni de haber tenido que buscar un actor para el terrorista, es mejor no dignarse en darle ese honor. ‘Utoya. 22 de julio’ maneja el temor a lo desconocido, la rabia por la impotencia, el trauma, el desasosiego por los seres queridos… Todo eso con un solo personaje que va guiándonos por una isla boscosa, rodeada de gritos, disparos y tiendas abandonadas.

Errores de la película son no acertar a mostrar que la isla es como un barrio de pequeña por mucho que sus protagonistas se empeñen en decir que es un territorio sin lugar en el que esconderse. También se recrea demasiado tiempo en determinadas fases del atentado y se estanca, precipitándonos a momentos aburridos, y lo de precipitándonos veréis que lo digo con doble sentido cuando lleguéis a más de la mitad del filme.

Al margen de esos detalles ‘Utoya. 22 de julio’ es una persecución a ciegas donde somos el ratón que huye de un gato invisible. Sentimos la incertidumbre en todo momento y tememos por la seguridad de los protagonistas. Nos plantea todo tipo de situaciones y están bien los debates que se ponen sobre la mesa al principio, lástima que no se lleve un poco más allá, pero supongo que se ha impuesto el realismo que se ha querido llevar a cabo a la hora de recrear lo sucedido. Veracidad que ha tenido a bien conseguirse sin banda sonora, sin artificios de sonido extra.

Mérito técnico tiene sobre todo que el largometraje está rodado del tirón, con un solo plano secuencia conseguido en un cuarto día de rodaje. Siempre me acuerdo y me río de Iñárritu y su ‘Birdman’ o su ‘El Renacido’ cuando veo trabajos mucho más auténticos como este. Cámara en mano seguimos a Kaja por el campamento y por los parajes de la isla de Utoya, sin corte alguno. Esto nos hace sentir como uno más de los jóvenes campistas y nos transmite tensión y algo de terror. Hay movimientos difíciles de conseguir por los terrenos que va salvando la protagonista o por los giros tan rápidos o coreografiados que tiene que seguir la cámara para captar el caos que la rodea.

¡Caramba si sirve la película para transmitirnos lo que sufrieron las víctimas! El filme les rinde honor y no se emplea como un panfleto político. Tampoco sirve a fines morbosos y es lo suficientemente escrupulosa a nivel interpretativa como para pensar que haya una intención sensacionalista. Con esto podemos resumir que ‘Utoya. 22 de julio’ es una respetuosa reproducción de los hechos, propia de una cultura como la noruega.

Ficha de la película

Estreno en España: 19 de julio de 2019. Título original: Utøya 22. juli. Duración: 93 min. País: Noruega. Dirección: Erik Pope. Guion: Siv Rajendram Eliassen, Anna Bache-Wiig. Música: Wolfgang Plagge. Fotografía: Einar Egeland. Reparto principal: Andrea Berntzen, Aleksander Holmen, Brede Fristad, Ada Eide, Sorosh Sadat, Elli Rhiannon Müller Osbourne, Solveig Koløen Birkeland, Magnus Moen. Producción: Paradox Film 7, Programme MEDIA de la Communauté Européenne, Nordisk Film, Norsk Filminstitutt. Distribución: Caramel Films. Género: hechos reales, drama, thriller. Web oficial: http://www.caramelfilms.es/site/pelicula/utoya_22_de_julio

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