Reseña: ‘Star Wars’ nº 43

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Vivimos un periodo de alta tensión en la galaxia. El Imperio Galáctico ha enviado a la reina Trios de Shu-Torun a Jedha con la intención de que extraiga los cristales de kyber que hayan quedado después del ataque de la Estrella de la Muerte, cristales que aumentan la potencia de las armas.

Recientemente, la princesa Leia y Luke Skywalker, líderes de la Rebelión, junto con el contrabandista Han Solo, se han unido a los partisanos de Benthic, entre los que se cuenta Ubin, una excombatiente rebelde. Unos y otros han jurado destruir la barrenadora orbital de tamaño monstruoso con la que el Imperio amenaza los hogares y la vida de los civiles, a quienes bastante les estaba costando salir adelante de por sí.

No obstante, después de que Luke se infiltre en dicha barrenadora para desactivar los sistemas de armas, Benthic cae herido en combate y es Han quien ha de encargarse de la carga de los partisanos. Además, la princesa Leia no tarda en encontrarse cara a cara con la reina Trios…

Reseña

Fin de episodio, punto y aparte para nuevos personajes

Se acabaron las aventuras de los rebeldes en Jedha. El planeta que ha quedado reducido a cenizas y lava es testigo de la última contienda entre el Imperio y los partisanos de Benthic, con los rebeldes de Leia contribuyendo a la causa. Han sido seis entregas las de esta etapa en la que se han explorado algunas vertientes diferentes en la lucha contra el régimen galáctico opresor.

La portada de la grapa número 43 nos muestra de un modo bastante dinámico a una reina y una princesa enfrentadas. Trios y Leia en plena confrontación. La ilustración de Marquez y Wilson es un reflejo gráfico del cruce de sagas y épocas que han supuesto estos últimos fragmentos de la edición comiquera de ‘Star Wars’.

Han sido los primeros números de Kieron Guillen como creador de historias en la saga central de ‘Star Wars’ y aunque el listón de Jason Aaron es alto parece que este guionista va a cogerle el punto a la colección. Su carácter es más serio y de momento menos épico. Pero sabe tratar muy bien el carácter de los personajes, especialmente el de Han y Luke. Y eso que les saca más de una vez de su zona de confort habitual.

Su historia le da bastante pie a Larroca para recrearse con sus especialidades. Realismo, retratos y máquinas por todas partes. Zonas repletas de fuego y lava como ya le vimos alguna en la colección de ‘Darth Vader’. Sí que es cierto que este cierre ha sido dibujado de un modo algo estático, pero el guión tampoco da mucho pie a incorporar más movimiento.

Lástima que finalmente no se ha escrito el final esperado. Parecía que nos aguardaba algo más emocionante. No hay tanta acción como parecía que habría, hay más bien tretas y embustes. Como pasa muchas veces la portada no se corresponde con lo que leemos en las páginas de un cómic. No tenemos un enfrentamiento entre Leia y la Reina Trios de Aura Garrido, no al menos una contienda física. Leemos una pugna diplomática que además dura poco. Para los personajes de este tramo este es un punto y aparte que seguro retomaremos más adelante.

Ficha del cómic

Guionista: Kieron Gillen. Dibujante: Salvador Larroca. Color: Guru-eFX. Portada: David Marquez, Matthew Wilson. Editorial: Planeta Cómic. Datos técnicos: 32 págs., grapa, color, 16,8 x 25,7 cm. Publicación: diciembre de 2018. Precio: 2,50€.

Reseña: ‘Star Wars’ nº 42

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Vivimos un periodo de alta tensión en la galaxia. El Imperio Galáctico ha enviado a la reina Trios de Shu-Torun a Jedha con la intención de que extraiga los cristales de kyber que hayan quedado después del ataque de la Estrella de la Muerte, cristales que aumentan la potencia de las armas.

Recientemente, la princesa Leia y Luke Skywalker, líderes de la Rebelión, junto con el contrabandista Han Solo, se han unido a los partisanos de Benthic, entre los que se cuenta Ubin, una excombatiente rebelde. Unos y otros han jurado destruir la barrenadora orbital con la que el Imperio amenaza los hogares y la vida de los civiles, a quienes bastante les estaba costando salir adelante de por sí.

Entretanto, Chewbacca ha regresado de una misión secreta para la Rebelión. La información que ha conseguido en ella va a resultar de gran ayuda, aunque puede que su coste vaya a ser demasiado alto…

 

Reseña

Preparando el duelo final por Jedha

Con esta grapa abrimos el quinto episodio de Las cenizas de Jedha y nos preparamos para ver el final del conflicto en torno a un punto estratégico en la lucha contra el Imperio Galáctico. Los rebeldes continúan con sus ofensivas y contraofensivas con los imperiales para salvar los valiosos restos de Jedha. El último reto es derrocar al Leviatán que a priori y como casi siempre representa una amenaza imposible de salvar. Pero Chewbacca hace la jugada de ‘Rogue One’, película también ambientada en Jedha, consiguiendo los planos de la nave. Por suerte el modus operandi de los oponentes del emperador es distinto al de ‘Star Wars: una nueva esperanza’ y la historia transcurre de manera diferente.

Por otro lado Luke también hace referencia a su proeza del Episodio IV y comienza a asumir su rol de héroe. De esa manera se rellena ese camino psicológico que vemos que ha recorrido entre cada película de la trilogía original. Algo que también le sucede a Solo pero que hace a regañadientes, lo cual tiene su lógica pues ya sabemos todos como es el contrabandista.

Retomamos, eso sí, el rostro de Aura Garrido con el nuevo personaje de la reina Trios. Tiene más presencia que en anteriores capítulos y lo que le depara el final parece que será aún más memorable.

Salvo una viñeta en la que vemos el rostro bastante deformado de Han Solo (Harrison Ford) el resto de la publicación está a la altura del mejor Larroca, con sus famosos props, naves y caras fotorealistas.

Me gusta a lo que apunta el final de este episodio de la saga central de cómics de Star Wars. Este primer tramo escrito por Kieron Gillen está siendo interesante, tanto por su acción superficial como por el trasfondo que le da a sus personajes.

Ficha del cómic

Guionista: Kieron Gillen. Dibujante: Salvador Larroca. Color: Guru-eFX. Portada: David Marquez, Matthew Wilson. Editorial: Planeta Cómic. Datos técnicos: 32 págs., grapa, color, 16,8 x 25,7 cm. Publicación: noviembre de 2018. Precio: 2,50€.

Reseña: ‘Star Wars’ nº 41

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Vivimos un periodo de alta tensión en la galaxia. El Imperio Galáctico ha enviado a la reina Trios de Shu-Torun a Jedha con la intención de que extraiga los cristales de kyber que hayan quedado después del ataque de la Estrella de la Muerte, cristales que aumentan la potencia de las armas.

Mientras tanto, la princesa Leia y Luke Skywalker, líderes de la Rebelión, junto con el contrabandista Han Solo, se han unido a los pocos partisanos de Saw Gerrera que quedan. El grupo de partisanos lo lidera un tognath llamado Benthic. Unos y otros han jurado destruir la barrenadora orbital con la que el Imperio amenaza los hogares y la vida de los civiles, a quienes bastante les estaba costando salir adelante de por sí.

Además, Luke Skywalker ha decidido ir con Chulco Gi en busca de la Iglesia del Isóptero Central, una secta con la que pretende aprender todo cuanto pueda de la Fuerza…

 

Reseña

Tecnología frente a religión

De las últimas portadas que está teniendo la colección ‘Star Wars’ este número 41 tiene la que considero la mejor de todas. Estas ilustraciones realizadas por David Marquez y Matthew Wilson se centran casi siempre en un solo personaje y en esta ocasión es Luke quien la protagoniza rodeado de sectarios del Templo del Isóptero Central. La importancia de este dibujo reside en que estamos viendo al aprendiz de jedi ante puertas y descubrimientos que nunca habíamos visto en las películas, aunque si en el antiguo universo expandido. La bravura y posición del protagonista contrasta ante la pasividad de los seres ataviados de rojo y esto es porque este número muestra la hostilidad de una Fuerza a la que algunos ya están acostumbrados. Y es que como hemos visto alguna que otra vez, la Fuerza no es solo de Jedis y Sith.

La tecnología y la religión son dos pilares en los que se sostiene ‘Star Wars’ y en este número entran en conflicto pues una amenaza con acabar con un punto importante de la otra. La aventura transcurre entre un imprescindible templo para aquellos que sienten la Fuerza y la contienda contra un nuevo artificio de el Imperio. Luke continúa su aprendizaje y se acerca como pocas veces al Lado Oscuro lo cual le aporta más conocimiento sobre sí mismo y sobre la persona que quiere llegar a ser.

Este episodio nos deja preparados para el final de este arco argumental. No nos ofrece grandes viñetas ni splash-pages, tan solo una con una barrenadora imponente, pero su ambientación está muy bien trabajada. El planteamiento del lugar e incluso de la historia comienza a ser algo caótico, pero eso juega a favor de la desorientación que siente Skywalker.  No obstante parecía que iba a profundizar en la historia de los sectarios como conocedores y seguidores de la Fuerza pero pierde esa oportunidad, nos habría aportado una visión diferente de esta religión intergaláctica.

Al concluir nos deja con una pequeña intriga que seguro se resolverá en la siguiente grapa. También han estado ausentes la reina Trios de Shu-Trun y el general Kanchar, seguro que reaparecen pronto para seguir luchando por los cristales de kyber.

Ficha del cómic

Guionista: Kieron Gillen. Dibujante: Salvador Larroca. Color: Guru-eFX. Portada: David Marquez, Matthew Wilson. Editorial: Planeta Cómic. Datos técnicos: 32 págs., grapa, color, 16,8 x 25,7 cm. Publicación: octubre de 2018. Precio: 2,50€.

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