Starzplay, el servicio internacional de streaming premium de STARZ, anuncia el estreno el domingo 12 de junio de ‘Becoming Elizabeth’, su próximo drama de los Tudor que explora la fascinante y desconocida historia de los primeros años de la reina más emblemática de Inglaterra.
Mucho antes de ascender al trono, la joven Isabel Tudor, interpretada por Alicia von Rittberg (‘Fury’, ‘Charité’, ‘Genius’), era una adolescente huérfana que se vio envuelta en la política y la política sexual de la corte inglesa. La muerte del rey Enrique VIII hace que su hijo Eduardo, de nueve años, interpretado por Oliver Zetterström ‘(The Midnight Gang’, ‘The Romanoffs’), asuma el trono y pone en marcha una peligrosa lucha por el poder cuando Isabel, Eduardo y su hermana María, interpretada por Romola Garai (‘The Hour’, ‘The Miniaturist’) se encuentran como peones en un juego entre las grandes familias de Inglaterra y las potencias de Europa que se disputan el control del país.
Otros actores fundamentales en la implacable búsqueda del poder son la viuda del rey Enrique, Catherine Parr, interpretada por Jessica Raine (‘The Informer ‘, ‘Patrick Melrose‘), Thomas Seymour, interpretado por Tom Cullen (‘Weekend‘, ‘Black Mirror‘), el tío del nuevo rey, que se casa rápidamente con la viuda Catalina, pero pronto se interesa por la adolescente Isabel, y el duque de Somerset, interpretado por John Heffernan (‘The Pursuit of Love’, ‘The Crown’), que no pierde tiempo en reclamar el puesto de Lord Protector para sí mismo cuando el viejo Rey muere.
‘Becoming Elizabeth’ ha sido creada y escrita por la galardonada dramaturga y guionista de televisión Anya Reiss (‘Spur of the Moment’, ‘The Acid Test’), que también ejerce de productora ejecutiva junto a George Ormond (‘National Treasure’, ‘Great Expectations’) y George Faber (‘Shameless’, ‘The White Queen’ de Starz) de The Forge, con Lisa Osborne (‘Little Dorrit’, ‘Man in an Orange Shirt’) como productora.
Tras la muerte del adinerado patriarca griego Aristide Leónides en extrañas circunstancias, su nieta Sophia (Stefanie Martini) acude desesperada a Charles Hayward (Max Irons), un detective privado con el que mantuvo una relación, para que visite la residencia familiar e investigue el caso. Allí le esperan tres generaciones de la multimillonaria dinastía Leónides y un venenoso ambiente cargado de amargura, resentimiento y envidia. Las pistas y motivos hacen pensar que cualquiera podría ser sospechoso del crimen y Charles deberá trabajar a contrarreloj para descubrir al asesino antes de que vuelva a matar.
Crítica
Nueva adaptación de un misterio de Christie realizada con claroscuros.
Las novelas de Agatha Christie son adaptadas continuamente a diferentes planos de las artes escénicas. Hace poco pudimos ver una nueva versión de ‘Asesinato en el Orient Express’ en el cine y ahora con menos peso mediático nos llega a las carteleras ‘La casa torcida’. Un relato que data de 1949 y que al igual que otras muchas se centra en un posible crimen circunscrito en una casa.
Un supuesto asesinato, una fortuna disputada, una tortuosa familia numerosa y un detective que es contratado para resolver el caso. La historia en si es interesante. Cada personaje, como suele ser en crónicas de este corte, tiene un posible móvil para ser sospechoso o también para ser todo lo contrario. Además el filme tiene la virtud de no mostrar ni el momento de la muerte ni la escena del fallecimiento, con lo que no se la juega en caer en errores. Cada una de las motivaciones del os personajes están justificadas y bien resueltas con sus acciones. Al final todo encaja pero este puzle es demasiado grande para las piezas que tiene y es en su exposición donde nos desmotiva.
Como todos sabemos en las películas basadas en novelas de esta escritora el asesino no siempre es el mayordomo. Por eso en ‘La casa torcida’ la intriga por descubrir la solución del caso permanece vigente casi hasta el mismo final. Pero llegamos a esa resolución cansados ya que su inicio está extremadamente alargado. Se toma demasiado tiempo en plantearnos la situación y presentarnos a sus personajes, sus peculiaridades e incluso sus habitaciones personalizadas cada una con su estilo. Es por ello que nos comenzamos a impacientar, a exigirle avances a la película y sus imágenes tampoco nos ayudan mucho a sobrellevar los compases iníciales. Está rodada con planos que o bien están mal hechos o bien se han filmado así a posta para incomodar al espectador tanto como lo están los interrogados por el detective. El director de fotografía Sebastian Winterø ha optado por mezclar composiciones simétricas con picados y contrapicados sin orden alguno. Un guirigay de tomas que si bien va acorde con el lío mental que se le organiza en la cabeza al investigador no es favorable ni atractivo para el espectador, ni tampoco sé si es premeditado.
Aunque me haya referido a esta película como una película menor y con menos ruido publicitario, por debajo en cuanto a su poder de producción, marketing o fama de sus actores, sí que nos encontramos intérpretes de lo más destacables. Glenn Close, Gillian Anderson o Terence Stamp figuran entre un reparto numeroso en el que el protagonista está interpretado por Max Irons. El actor londinense asume un rol de más peso que los que anteriormente ha interpretado y lo hace llevándoselo a los tópicos. La gesticulación, la manera de dirigirse a unos y a otros, el semblante… Además que su investigador está cargado de clises del género: que si le enciendo el cigarrillo a la antigua amante que viene a encargarme un caso, que si recorto en silueta por una noctambula y neblinosa calle iluminada por tenues farolas envuelto en mi gabardina… De todos modos partimos de la base de que no es el clásico y sabio personaje de Agatha Christie acostumbrado a resolver casos y eso se nota, no está tan trabajado.
Con este filme me ha quedado una sensación de incertidumbre a la hora de pronunciarme a favor o en contra. La película se sostiene, a pesar también de su música repetitiva y muchas veces a destiempo, porque varios de sus personajes si tienen atractivo y su narración causa suspense. Si uno además está acostumbrado a la obra de Christie distinguirá rápido porque en algunos sentidos se sale un poco del tiesto esta novela rompiendo sus moldes. El problema más marcado es que no está del todo bien dirigida ni se ha controlado el tiempo dedicado a la introducción, nudo y desenlace. Una pena porque el guionista Julian Fellowes, muy acostumbrado a escribir sobre intrigas británicas, le podría haber dado un empaque mejor al texto de Christie.
Ficha de la película
Estreno en España: 13 de abril de 2018. Título original: Crooked House. Duración: 115 min. País: Reino Unido. Dirección: Guilles Paquet-Brenner. Guion: Julian Fellowes. Música: Hugo de Charie. Fotografía: Sebastian Winterø. Reparto principal: Max Irons, Christina Hendricks, Gilian Anderson, Glenn Close, Stefanie Martini, Honor Kneafsey, Terence Stamp, Julian Sands, Christian McKay, Amanda Abbington, Preston Nyman, John Heffernan, Jenny Galloway, Tina Gray. Producción: Brilliant Films, Fred Films. Distribución: DeAPlaneta. Género: misterio, crimen, adaptación. Web oficial:https://www.deaplaneta.com/es/la_casa_torcida
La coronel Katherine Powell, una oficial de inteligencia que opera desde Londres, dirige a distancia una operación de alto secreto con drones para capturar a un grupo de peligrosos terroristas en su piso franco de Nairobi, Kenia. Sin embargo, cuando Powell se da cuenta de que los terroristas se preparan para emprender una misión suicida, se ve obligada a cambiar la operación de “capturar” a “matar”. Desde su base de Nevada, el piloto de drones estadounidense Steve Watts se dispone a destruir el piso franco, cuando una niña de nueve años se mete en la zona que quedaría arrasada por el ataque. Al entrar en la ecuación daños colaterales imprevistos, la dura decisión de cuándo atacar va pasando a niveles superiores del escalafón de políticos y abogados, mientras el tiempo para tomarla se va agotando.
Crítica
Espías desde el cielo, o en su título original Eye in the Sky. El título, aunque hace referencia a la interesante tecnología que se muestra en la película, no hace justicia al verdadero objetivo de la película, que es, un dilema moral y político de difícil solución en una situación al límite, y no una trama de espionaje en sí como podría sugerir.
La película trata de forma muy cercana cómo los militares encargados de buscar y capturar a miembros de la banda terrorista Al-Shabaab en Kenia, utilizando la mejor tecnología en drones y espionaje con cámaras escondidas en robots con forma de animales, entran en dilema al cambiar su objetivo principal de captura a asesinato con el aliciente inesperado de que hay una civil, una niña, en medio de todo el tinglado.
Es fascinante el método de espionaje que muestra la película, utilizando aparatos electrónicos con forma de colibríes o de escarabajos, con la mayor calidad de imagen y de manejo a distancia, pero como he dicho antes no es lo principal, sino la herramienta para continuar la historia. En medio de la delicada operación militar aparece una niña inocente que hace que los personajes principales, entre ellos políticos (Iain Glen, Jeremy Northam, Monica Dolan), altos mandos militares (Alan Rickman, Julian Stone), y los pilotos a cargo de los disparos fatales, entren en un dilema que será discutido bajo una tensión palpable durante la mayor parte de la película: el dilema de salvar a decenas de personas sacrificando a una, o poner en riesgo a todo el mundo por evitar daños colaterales.
Las actuaciones son excelentes, Helen Mirren interpreta a una coronel fría y directa, Katherine Powell que es la única que se mostró poco dudosa ante la discusión sobre tomar cierta decisión que el resto de personajes al menos debaten con remordimiento y culpa. El personaje de Helen Mirren se muestra algo despiadada en ocasiones, y eso hace que resalten las actuaciones de los otros personajes más sensibles, como los ministros y políticos (Monica Dolan, Iain Glen), que no hacen más que echar los balones fuera del campo para no responsabilizarse de un acto duro que los militares sí que están dispuestos a realizar. El papel de Alan Rickman, su último papel en pantalla antes de su fallecimiento, muestra a un general bastante simpático, que desde el principio de la película otorga cierto tono cómico que, por supuesto queda relegado ante el argumento principal, pero no pasa desapercibido.
Sólo veo una actuación algo exagerada (o más bien la forma en la que se estableció al personaje) y es la de la copiloto Carrie (Phoebe Fox), que no sólo se muestra demasiado sensible ante el problema principal sino que en general reacciona con demasiado sentimiento, teniendo en cuenta el hecho de que los militares de operaciones tan serias frente a terroristas fanáticos están preparados para no dejarse llevar de esa manera tan exagerada de manera continua. Al contrario que demuestra la actuación del piloto (Aaron Paul) que interpreta de forma más adecuada a un militar bajo órdenes estrictas, que también se deja llevar por sus sentimientos, pero de un modo más realista, con lágrimas silenciosas, tratando de controlarlas, a pesar de todo. Su actuación es mucho más creíble conforme a su personaje y su oficio, con Carrie parece que es su primer día de recluta en el cuartel y no su primer día de copiloto en una misión real.
La banda sonora no destaca demasiado, pero no es necesaria en extremo. Las conversaciones y la tensión constante de no saber qué decisión se tomará o qué ocurrirá es más que suficiente para disfrutar la película, que además, está realizada en perfecta armonía con su duración. No se hace larga, y no era necesario que lo fuera así, se disfruta bastante y comienza de manera simpática para llamar la atención y relajar el ambiente, y a continuación seguir con la trama más bélica que engancha de inmediato.
Merece la pena verla porque además de ser algo crítica con los métodos militares, te sitúa en el lugar de soldados y políticos, algo curioso de ver hoy en día. Uno creería al empezar la película que los políticos iban a ser los de mayor sangre fría, y sin embargo, son los militares los que menos inconvenientes muestran para tomar decisiones difíciles (cierto es que los políticos no sólo se basan en moral, sino en opinión pública). Otro punto es que muestra la triste realidad del conflicto contra terroristas y todo en conjunto merece una buena nota y una recomendación para verla sin duda alguna, también, en homenaje a Alan Rickman.
Ficha de la película
Estreno en España: 13 de mayo de 2015. Título original: Eye in the sky. Duración: 102 min. País: Reino Unido. Director: Gavin Hood. Guión: Guy Hibbert. Música: Paul Hepker, Mark Kilian. Fotografía: Haris Zambarloukos. Reparto principal: Aaron Paul, Helen Mirren, Alan Rickman, Iain Glen, Barkhad Abdi, Phoebe Fox,Carl Beukes, Richard McCabe, Tyrone Keogh, Babou Ceesay, James Alexander,Lex King, Daniel Fox, John Heffernan, Luke Tyler. Producción: eOne Films, Raindog Films. Distribución: eOne Films. Género: Thriller, Drama, Bélico. Web oficial: http://es.eonefilms.com/films/espias-desde-el-cielo
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