Diez años de consumo de heroína han dejado en ruinas la vida de Molly (Mila Kunis). Una nueva medicina podría ayudarla a comenzar de nuevo si es capaz de mantenerse limpia durante cuatro días, algo que trata de lograr con la ayuda de su madre Deb (Glenn Close), una mujer de ideas férreas. El amor que ambas se profesan se verá puesto a prueba como nunca antes en sus vidas.
Crítica
Contando algo duro pero sin dureza
Pintaba a dramón y así ha sido. ‘4 días’ es un filme con mucha tristeza pero incapaz de dejarnos con una carga de pena o por lo menos de transmitirnos la agonía de sus personajes.
En ‘4 días’ la gran Glenn Close (cuyo último recuerdo que tendréis de ella será su twerking en la gala de los Oscar) y Mila Kunis (a quien prefiero recordar de ‘Aquellos maravillosos 70’) se convierten en madre e hija. Dos personajes la mar de imperfectos que se ven inmersos en una lucha contra el mono. Kunis encarna a una joven que ha intentado descontaminar su cuerpo hasta en quince ocasiones y cada vez le es más fácil recaer. Mientras tanto Close tiene que retratar a una persona que lucha contra su impulso maternal.
Esta pugna de impulsos se titula ‘4 días’ porque ese es el tiempo que le resta al personaje de la yonki para poder empezar con seguridad un tratamiento que le ayudará a salir de la heroína y demás estupefacientes.
Una historia basada en hechos reales que tal y como está interpretada y tal y como la narra el director y guionista Rodrigo García se siente verídica. El problema es que no se desmarca de ninguna otra historia de drogas o de otros dramas maternofiliales. No ofrece ninguna innovación, ni narrativa ni interpretativa.
Sin ponerle pegas a las actuaciones de ambas protagonistas he de decir que al conjunto de la obra le ha faltado una capacidad de transmitirnos el estrés que debe suponer el sobreponerse a ambos monos, el de meterse un chute y el de acudir corriendo a socorrer a la sangre de tu sangre. La película peca de falta de intensidad y por eso es probable que la pierda de mi mente en otros cuatro días.
Esta es la historia de dos personas que han perdido mucho en su vida y para darle empaque a algo tan drástico cabía esperar algo más de fuerza en la trama y menos giros representativos de estos dramas que acaban poniéndose en la sobremesa de un sábado. Es una película tan convencional que cabe pensar que sus estrellas la han hecho paga pagar facturas o para que se les tenga en cuenta en futuros proyectos.
‘4 días’ no es mala pero si insustancial o poco remarcable. El personaje de Glenn Close saca el tema un par de veces y habría sido más interesante ahondar en ese aspecto. Me refiero a que ella acusa la adicción de su hija a la epidemia de los opioides de los noventa. Si no conocéis este fenómeno se refiere básicamente al como muchos estadounidenses están enganchados a analgésicos opioides y posteriormente han acabado enganchados a drogas duras, como le pasaba al Dr. House de Hugh Laurie. Choca ver a Mila Kunis sin dientes pero es una pena el cómo argumentos muy duros pueden llegar a ser contados sin alcanzar dureza alguna.
Ficha de la película
Estreno en España: 7 de mayo de 2021. Título original: Four Good Days. Duración: 100 min. País: EE.UU. Dirección: Rodrigo García. Guion: Rodrigo García, Eli Saslow. Música: Ed Sheamur. Fotografía: Igor Jaude-Lillo. Reparto principal: Glenn Close, Mila Kunis, Stephen Root, Carla Gallo, Michael Hyat, Joshua Leonard. Producción: Indigenous Media, Oakhurst Entertainment, Productivity Media. Distribución: DeAPlaneta. Género: drama. Web oficial: https://www.indigenousmedia.com/fourgooddays
Nos juntamos con Holocausto Zinéfago para compartir lo mejor y peor de Sitges y Nocturna
El fantástico nos vuelve a unir para contar lo que más, y lo que menos, nos ha gustado de festivales como Sitges y Nocturna. Las ediciones de 2019 han venido muy cargadas de títulos tanto nacionales como internacionales y os damos las guías para reconocer qué próximos estrenos de género de terror, ciencia ficción, fantasía… os pueden interesar más para esta temporada. Además hablamos de nuestras anécdotas con los invitados más destacados y realizamos un sorteo de un DVD firmado por Alex Proyas.
No es por menospreciar a los invitados que hemos visto previamente en esta edición. Conservamos un tremendo cariño por las películas de Aaron Morhead y Justin Bensony nos ha encantado cruzar palabras con los responsables de ‘Legado en los huesos’, por ejemplo. Pero hoy se ha personado en Sitges un actor que forma parte de nuestros mejores recuerdos cinematográficos. Sam Neill, intérprete de películas como ‘Jurassic Park’, ‘La caza del Octubre Rojo’, ‘Daybreakers’, ‘Merlin’ o ‘Peaky Blinders’ ha estado atendiendo hoy a los medios antes de recibir el día 12 el Gran Premio Honorífico.
Tras ser largamente ovacionado nos ha contado que cuando era pequeño tenía mucho cariño a las películas y ni siquiera jugaba a fútbol, vivía en Nueva Zelanda veía imposible llegar a los países donde se rodaba cine y Ovacionado. Ahora está en Sitges y ha declarado que «es mi primer premio a toda mi carrera, a mi vida. Espero que no signifique el fin de mi carrera (risas). Lo normal es sentirse modesto pero estoy encantado de la vida, orgulloso».
Sobre volver a ‘Jurassic World’ e interpretar de nuevo a Alan Grant ha dicho que «estoy feliz de volver a trabajar con mis amigos Laura Dern y Jeff Gold Colin. Es un nuevo Jurassic, es un nuevo mundo para mí. No puedo deciros nada sobre el argumento porque Universal me mata». Respondiendo a esa pregunta ha dicho que el director Colin Trevorrow va a estar en el festival durante los últimos días, ¿será verdad?
Con el responsable de ‘Jurassic World 3’ Neill sumará otro gran director a su carrera. Sobre eso ha dicho que «cuanto mas extremo es el terror y el director más encantadora es la persona. George Miller es encantador. Spielberg es un tipo importante de Hollywood pero también es encantador, es algo infantil en el mejor sentido de la palabra».
El actor irlandés nos contó que efectivamente ha habido algunos papeles que ha rechazado a lo largo de su carrera. «La vida del actor es así, a veces hay que estar en el lugar y momento adecuado». Nos contó por ejemplo que no hizo ‘El señor de los anillos’ probablemente porque por entonces rodaba ‘Jurassic Park 3’. Estuvo a punto de ser James Bond en la época en la que se eligió a Timothy Dalton. «Mi representante me iba a enviar a una prueba de cámara. Yo le decía que no quería ser James Bond. He agradecido toda mi vida no ser James Bond. No me habría gustado ser el Bond que no le agrada a nadie».
También nos contó que «me encantaría hacer un western pero nunca se ha dado la oportunidad. Me gusta montar en caballo, lo he hecho en varias películas. Hice una película llamada ‘Sweet country’ en Australia, del director Warwick Thornton. Era una especie de western, no tenía dos revolvers pero al menos llevaba sombrero».
Nos habló de otra película mítica suya como ‘Merlin’, donde le pasó le pasó algo curioso con la cultura pre-cristiana. «No creo en los cristales pero unos hippies me iniciaron en esa tradición. Me dieron un cristal y me dijeron que cuidaría de mi. En ‘Merlin’ tenía que llevar un traje con unas plumas y pedí que pusiesen ese cristal dentro de él. Rodando en un parque nacional de Gales donde estuvimos galopando perdí el cristal. Entonces me dije «He perdido el cristal, voy a morir (risas)». Estaba ya caminando desesperado por no poder encontrarlo en una extensión tan grande y me puse a fumar un cigarro (por entonces fumaba), baje la mirada y ahí estaba. Son cosas imposibles, desde entonces siempre me acompaña y gracias a él ahora estoy aquí a recoger el premio (risas)».
Esta estrella de Hollywood que todos tenemos en mente cuando se habla de dinosaurios vive una vida muy sencilla en realidad. «Tengo una granja con viñedos, vacas, cerdos, pollos. Llevo una vida diferente a la que llevo en el cine. Me da mucha pena dejar la granja para hacer películas pero también me pasa al revés. Me gustan los amigos que he hecho en el cine y poder venir a estos sitios a recibir premios» dijo.
‘5 è il numero perfetto’
Historia de venganza ambientada en el Nápoles del siglo pasado dominado por la Camorra. Un asesino jubilado (Toni Sevillo) que sigue las normas de la vieja escuela comienza una escalada de violencia al saber que su hijo, también gregario, ha desaparecido. Esta es una película de mafiosos, de esas en las que estos salen a matar como quien va a comprar pan.
El protagonista no puede resultar más arquetípico: camina impasible bajo la lluvia vestido con sombrero y gabardina mientras oculta su nuevo revólver en un paquete que lleva bajo el brazo. El filme está lleno de posados propios del cliché que explota y de casi tantas muertes como las películas de John Wick. Es curioso como recurre en varias ocasiones al mundo de los cómics.
Por supuesto que el verla en italiano le da ese toque mafioso que tanto nos ha vendido el cine pero es su protagonista de nariz aviar y voz cansada el que nos mantiene unidos a una trama de vendetta despechada.
Larry Fessenden, a quién podéis haber visto como actor en películas como ‘Most beautiful island’ o ‘Los muertos no mueren’, ha escrito y dirigido esta versión moderna de Frankenstein. Una visión en la que la ciencia o los artificios humanos se consideran una depravación con fines altamente cuestionables.
Muchos guiños a la obra de Mary Shelley (como el nombre de varios personajes) o incluso a clásicos de la novela romántica como Polidori. Pero también muchas similitudes con la serie Penny Dreadful.
Lo mejor del filme es la interpretación que realiza el actor que hace las veces de «monstruo» y el maquillaje que este lleva. Protésicos que construyen a un ser humano escuálido y hecho a retales, que se aleja visualmente del clásico Frankenstein pero que conserva su esencia. Esto además se refuerza con buen tratamiento de la memoria del protagonista y la recuperación de esta.
El director Keith Thomas nos cuenta en su opera prima una historia de terror llena de ruido y oscuridad.
Un joven decide aceptar trabajar una noche como shomer (una práctica judía en la que una persona vigila el cadáver de un miembro de la comunidad), pero su noche no va a ser para nada tranquila. Las sombras, las pisadas, los golpes en las paredes o las habitaciones inquietantes son parte de esta cinta que nos trae recursos muy clásicos, que a veces funcionan y otras se pierden por culpa del estruendoso sonido que tiene el filme.
No tiene mal resultado su historia pero podría haber sido mucho más inquietante y sorprendente, pero el director ha decidido ir a lo fácil y no arriesgar.
Una historia de exorcismos ambientada en la más tremenda actualidad. Podríamos pensar que tendrá similitudes con ‘El exorcista’ pero me ha hecho volver a la divertidísima ‘Deathtectives’. Con un tono bastante desenfadado pero también con alguna escena tensa ‘The cleansing hour’ es de los títulos más cercanos al terror de esta edición.
Juega muy bien con componentes modernos como es el streaming o las redes sociales. Crítica tanto a la sociedad como a la iglesia, de un modo jocoso. Se convierte en un scape room en el que hay que intentar sobrevivir para conseguir salir, por supuesto a contrareloj.
Parte de un cortometraje que ya fue proyectado en Sitges y expande su idea original poniendo en tela de juicio la veracidad de los influencers o la confianza que estos depositan en sus seguidores. Siembra detalles que descuida para llegar a soluciones obvias pero se hace muy divertida, al margen de que está bastante bien ambientada y tiene unos efectos eficaces.
Maravillosa comedia irlandesa sobre una médium que quiere negar su poder y un hombre que se encuentra viviendo con su mujer fantasma. Además tenemos un villano de por medio la mar de extraño, interpretado por WillForte.
Rose y Martín, los dos protagonistas, son totalmente adorables, nos dan divertidas y absurdas situaciones que hacen muy amena la película. Además el ver los distintos fantasmas o donde se esconden estos hace muy curiosa la cinta.
Encontramos también guiños a ‘Cazafantasmas’ y ‘El Exorcista’ de una manera muy cariñosa. Pero no es solo una película de médiums, sino que el malvado Quan Christian Winter (Will Forte), se decanta por el lado oscuro intentando llamar al demonio durante toda la cinta.
‘Extra ordinary’ es muy divertida y sin duda no va a defraudar a nadie.
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